44. Hay Una Chica
Viernes 22 de Noviembre de 2024
Desde que Tania pasa los fines de semana con nosotros, la casa siempre se nos llena de gente. Ésta noche hemos hecho una improvisada barbacoa con Rebeca, Ferrán, la pequeña Vera y Mario Hermoso. El madrileño lleva unos días con la mirada perdida y algo melancólico. Y yo me conozco esa mirada.
- A ti te gusta alguien - le digo sentandome a su lado. Le tiendo una cerveza y él se ríe dándome las gracias
- Cuidado Hermoso - le advierte Pau- Verona tiene un sexto sentido para averiguar si te gusta alguna tia
- Menos para ella. Que lo de Pau lo vio venir todo el mundo menos ellos dos - apuntilla Ferrán. La pequeña Vera protesta para que su padre la deje en el suelo buscando a Tania para jugar con ella
- Ay Ferrán, hijo, tú eres de dar por culo -le contesto rodando mis ojos- vete a ejercer de padre, anda
Ferrán y Pau se van con las niñas. Mi novio ha convertido una parte del jardín en una zona de juegos. Le montó todo a Tania en una semana. Toboganes, un columpio y hasta un castillo que hace las delicias de la niña y de las trillizas Asensio cuando aparecen por aquí, que es un día si y otro también. Rebeca deja a su hija con los dos primos lejanos y viene a sentarse con nosotros.
- Kepa está con Camila gracias a mi -le dice Rebeca a Mario alzando una de sus cejas- así que desembucha
Mario nos mira a las dos y se ríe para darle un trago a su cerveza. La gira entre sus manos y coge aire para hablar.
- Si, me gusta una chica, pero, no sabe ni que existo -nos dice él con una pequeña sonrisa tristona
- ¿No sabe que eres Mario Hermoso el del Madrid? -le pregunto incrédula. Él niega con su cabeza y yo alucino- oh, dios, quiero conocerla
- Y yo. No sé ni como se llama - sigue explicando Mario
- ¿Y a qué esperas para preguntarle? ¿a qué te la quiten? -aquí mi Rebeca tan radical como siempre
- Es que no quiere decírmelo. Dice que si tanto me interesa, que lo averigüe
- Dios. Creo que ya la amo
Mario nos cuenta que un día entró por casualidad en una tienda de ropa que ni de lejos le pilla cerca de su casa. La chica que le atendió, fue muy amable con él y se quedo prendado de sus ojos y bueno, de toda ella. Así que de vez en cuando va allí a comprar, aunque sean unos tontos calcetines.
- Pues otro día cuando vayas Hermoso -le dice Rebeca alzando uno de sus dedos- le preguntas a alguno de sus compañeros como se llama. Le mandas un ramo de flores a su nombre, y ya lo demás, lo vamos viendo...
- Eres muy mandona, ¿lo sabías? -le pregunta Mario riéndose
- Si, lo sé -responde ella rodando sus ojos
- ¿Así conquistaste a Ferrán?
- Pues mira, si. Se quedo prendado de mi la primera vez que lo miré y luego se enamoró de mi carácter
- ¡Y de como te mueves en la cama nena! -le dice Ferrán pasando a su lado
- ¡Ferrán! -le digo chasqueando mi lengua- joder tío, que está Tania. Guarrerías no
- No he dicho ninguna guarrería, es la put... la pura verdad -Ferrán le guiña un ojo a su mujer y se mete dentro de la casa
- Prométenos que le preguntarás como se llama -le dice Rebeca- o te juro que no te hago más las migas que tanto te gustan
- Vale, lo haré. Pero no por tus migas, sino por que ya va siendo hora de saber, por lo menos, como se llama
- Bien -decimos las dos a la vez
- No voy a parar hasta verla sentada a tu lado Mario -le dice Rebeca chocando su cerveza con la suya
- ¿Estás nerviosa por lo de mañana? -me pregunta Mario
- Bueno, para mi, aunque parezca un tópico, lo de estar nominada ya es un premio. Sólo espero que el cabrón de Miki no gane. Eso si que me dolería -le contesto recordando como cada vez que canta mi canción la destroza una y otra vez
- Pues yo espero que ganes los dos premios, te lo mereces -me contesta él
- Yo pienso chillar como una loca si ganas -dice Rebeca acomodándose en su asiento. Me preguntaron que quien quería que me acompañara en la gala. Mi madre me dijo que mejor que no fuera ella porque si veía a Miki le iba a pegar. Así que pensé en mis dos mejores amigos para que estuvieran conmigo mañana. Los dos aceptaron sin dudarlo.
Mario se levanta y se va hacia donde están los chicos. Rebeca coge mi mano y me sonríe.
- A mi me puedes decir la verdad Verona. ¿Estás nerviosa?
- Estoy más nerviosa por la actuación que por el hecho de estar nominada -le respondo con sinceridad
- ¿Qué le pasa a la actuación? -me muerdo los labios mirando a Rebeca y dejo escapar un pequeño resoplido
- Te lo cuento, pero me tienes que prometer que no le vas a contar nada a nadie -Rebeca me mira algo confundida pero asiente. Le cuento la actuación que voy a hacer. Ella abre aún más sus ojos y se lleva las manos a la boca
- ¿Pero tú estás loca? -me pregunta ella
- Si, lo estoy
- Es muy peligroso Verona -me dice ella algo angustiada
- Tranquila. Hay muchas medidas de seguridad y no va a pasarme nada. Llevo ensayando un montón y me hace mucha ilusión
- Lo matarás de un infarto
- Bueno, se llevará la sorpresa, como los demás
Le doy un sorbo a mi refresco admitiendo que si, que lo que voy a hacer en la gala es de no estar muy bien de la cabez.
- ¡Roni! -alzo mi cabeza para ver como me grita Pau.
Está cerca de la piscina en cuclillas delante de Tania. No me hace falta responderle para saber que pasa algo. Me levanto como un resorte caminando, bueno, corriendo hacia ellos. Cuando llego, Tania está respirando muy deprisa y los labios se le están poniendo morados.
- ¿Qué te pasa cariño? -le pregunto quitándole el pelo de la cara. Intercambio una mirada con Pau y lo que veo en ella es preocupación y algo más
- Que no puedo respirar. Me late muy deprisa el corazón y me duele el pecho
Siento un escalofrío recorrer todo mi cuerpo y como me escuecen los ojos con ganas de llorar.
- Tienes que tranquilizarte cariño -le digo a Tania cogiéndola de los brazos
- Nos vamos a urgencias -dice Pau poniéndose en pie. Asiento mirándolo y yo también lo hago. Pau coge a Tania en brazos y ambos caminamos hacia el comedor mientras nuestros amigos nos miran preocupados.
Ya nos lo dijeron. Ya nos lo advirtieron. Tania está enfermita. Pero es mi niña, y por mi niña hago lo que sea.
Sábado 23 de Noviembre de 2024
Hospital de Sanitas de Valdebebas
Acaricio la frente de Tania mientras ella se abraza cada vez más a mi pecho. Mi pequeña juega con los dijes de mi pulsera mientras yo cojo aire con fuerza. Anoche nos dió un susto enorme. No lográbamos controlarle la respiración y su piel estaba cada vez más azulada. En cuanto llegamos a Urgencias, la trataron rápidamente y por suerte, y ya de madrugada, consiguieron estabilizarla. Al parecer, fue una pequeña arritmia cogida a tiempo. Uno de los médicos nos explicó que la próxima vez que le pase, podemos inyectarle un calmante que él mismo nos ha proporcionado y así bajarle las pulsaciones.
Ni Pau ni yo hemos dormido nada. Nos turnábamos para estar con ella en la cama, porque ni siquiera Tania ha podido conciliar el sueño.
- ¿Cuándo viene Pau?
- Ya tenía que estar aquí. El entrenamiento terminó hace una hora -le digo mirando mi reloj
-Quiero irme a casa, bueno...a vuestra casa -le aparto el pelo de la cara y le doy un beso en los mofletes
- También es tu casa Tania, ya lo sabes...pero, es mejor que estés en el hospital. Además, que nos vamos a quedar aquí contigo...
- ¡No! -me dice ella pegando un pequeño grito- ésta noche tienes lo de los premios
- Los premios me importan una m...digo, un pimiento Tania
- Ibas a decir una mierda -Tania se lleva la mano a la boca y se pone a reír. Y a mi esa risa me suena a gloria bendita. Así que, acabo yo riendo también
- Si tú no dices nada, yo menos -le digo levantando mi dedo meñique. Ella levanta el suyo y lo juntamos las dos sellando nuestro trato
- Tienes que ir. Tienes que ganarle el premio a ese ladrón de canciones... -ésta niña pasa demasiado tiempo con Pau. La está haciendo a su imagen y semejanza
- Tú eres más importante que cualquier estúpido premio -le digo mirándola fijamente a los ojos. El azul de los suyos me miran emocionada
- ¿De verdad?
- Pues claro que si Tania. Desde el momento que entraste en la habitación de Pau, te convertiste en lo más importante de nuestras vidas -Tania aprieta sus labios y se deja caer en mi pecho abrazándome muy fuerte
- Te quiero mucho Roni -dios, me muero. Me muero pero ya. La abrazo yo también conteniendo mis lágrimas porque es el te quiero más bonito, junto con el primero que me dijo Pau, que me han dicho en la vida
La puerta de la habitación se abre entrando el susodicho por ella. Trae la cara colorada y viene todo agitado.
- Lo siento -dice él entreabriendo la puerta- pero he tenido que ir al aeropuerto a recoger a alguien
- ¿A quién? -le pregunto incorporándome en la cama
- A nosotras -la voz de mi madre me hace dar un respingo. Ella aparta a Pau a un lado entrando en la habitación junto con Luisa. Las dos van hacia la cama mirando embobadas a Tania. Ella se agarra más a mi pecho mirándolas algo recelosa
- Pero bueno, ¿porqué no nos habíais dicho que era tan guapa? -dice mi suegra dando una palmada- hola Tania, yo soy Luisa, la mamá de Pau, pero puedes llamarme abuela Luisa si quieres
- ¡Mamá! -Pau le hace un gesto con la mirada porque no está bien ilusionar a Tania con algo que puede que no consigamos. Yo, hasta que no nos concedan el Acogimiento, no seré feliz
- Tonterías Pau -le dice mi madre haciéndole un gesto con la mano- y yo soy la mamá de Verona, la abuela Charo. Mira lo que te hemos traído
Mi madre saca de una bolsa un peluche de unicornio que hace que Tania ya no me abrace tanto y se incorpore para verlo. Las dos "abuelas" se dedican los siguientes minutos a darle besos por toda la cara y a sentarse a su lado contándole mil y una historias. Me levanto de la cama, porque al parecer sobro, y me quedo alucinada de como Tania se ríe con ellas y las deja que la abracen.
Voy hacia Pau y él pasa uno de sus brazos por mi cintura mientras me da un tierno beso en la mejilla.
- Me llamaron cuando ya estaban montadas en el avión. Y cualquiera les dice que no Roni. Han venido a pasar el fin de semana
- Déjalas. Están disfrutando, y ella también
De verdad que parecen dos abuelas con su nieta. La escena me produce un escalofrío en todo el cuerpo, algo que nota también Pau por como me atrae a su cuerpo.
-Dice el médico que podemos llevarnosla a casa si ella quiere -me dice Pau suspirando con fuerza
- Pues no la llevamos -le contesto
- ¿A qué hora es lo de los premios? -me pregunta mi madre
- Empiezan a las 9.30, tenemos que estar allí para las 8,00 o así -le respondo yo
- Pues se te va a echar la hora encima -me contesta mi suegra- ¿va la peluquera a la casa?
- No vamos a ir -le responde Pau
- ¿Y porqué no? -sigue preguntando mi madre- si es por Tania, no os preocupeís, para eso hemos venido nosotras
- Mamá -le digo apretando mis labios- no vamos a estar tranquilos. Prefiero no ir
- Es que yo quiero que vayas -me dice Tania cruzando sus brazos- me dijiste que me ibas a conseguir un autógrafo de Pablo López
- Cariño, Pablo López vendrá expresamente a casa a firmarte el autógrafo -le digo yo
- Quiero que ganes ese premio y se lo restriegues en la cara al ladrón de canciones -sigue diciendo ella. Me giro para mirar a Pau y veo que tiene una sonrisa en la cara mirando a Tania muy divertido
-Esto es culpa tuya -le digo frunciendo los labios
-Lo sé, y créeme, me encanta -contesta él
- Verona Valdés -me dice Luisa mirándome muy seria- ya has conseguido al mejor partidazo de todo Villarreal. Por dios, luce a mi hijo en esos premios, y de camino, gánalos. Haznos sentir aún más orgullosas de lo que estamos de ti
- Además, que las abuelas me han prometido que me van a hacer pizza para cenar -dice Tania relamiéndose los labios
Vale, genial. 10 minutos con ellas llevan las "abuelas" y ya son sus idolos.
¿Y yo que hago ahora?
*
** Cuando quede poco de esta historia, os voy a dar una sorpresita... Gracias por los votos. Miles de besos y abrazos ***
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro