32. Las Wedding Planner
Martes 16 de julio de 2024
- ¿Dónde vas?
- A hacer pipi -le contesto a Pau mientras el me agarra de la cintura haciendo que caiga en la cama otra vez. Sus labios me besan y sus manos recorren la piel desnuda de mi abdomen hasta detenerse en mis pechos
- No tardes -Pau baja su cabeza y me da un mordisco en el cuello
Me lo quito de encima riéndome y me pongo las zapatillas para entrar en el baño. Me giro antes de cerrar la puerta y lo veo mirándome con esa cara que pone cuando quiere hacerlo otra vez.
- Eres insaciable -le digo sacándole la lengua
- Culpa tuya que me tienes loco
Me meto en el baño y me siento en el water haciendo pipi. El domingo llegamos a Villarreal y desde ese día no hemos salido de su piso para nada. Hasta la comida la hemos pedido a domicilio. Dos días en ésta habitación y haciéndolo por todos los rincones del piso. Dos putos conejos parecemos.
Dos días diciéndonos constantemente que nos queremos. Los te quiero salen de nuestros labios igual que tantos y tantos besos que nos hemos dado. Ya no hay dudas entre nosotros. Hay plena confianza. Hemos apostado por nosotros y esta vez, vamos a ganar. Porque el amor que nos tenemos, es muy fuerte. Sin fisuras. Sólo los dos.
Mañana nos vamos de vacaciones. Pau es quien se ha encargado de todo. Nos vamos a alguna isla perdida de Grecia. Me dijo el nombre pero no me acuerdo. Él no se incorpora a los entrenamientos del Madrid hasta principios de Agosto y yo tengo concierto la semana que viene. Termino de hacer pis y salgo del baño para verlo apoyado en la almohada con sus manos en la cabeza. Me meto en la cama a su lado y le hago cosquillas en la barriga.
- Oye Pau -le digo besando su abdomen- he estado pensando... ¿tú te quieres venir conmigo de gira hasta que te vayas a entrenar?
Alzo mi cabeza para mirarlo y él acaricia mi mejilla muy suavemente.
- Ya lo había pensado Roni. Pero quiero una acreditación de esas, y que diga EL PROMETIDO o algo así...
- ¡Eres tonto! -le doy una pequeña palmada en el brazo y Pau se incorpora hasta darme la vuelta y quedar él encima mía. Su mano me quita el pelo de la cara mirándome con mucha ternura
- Te quiero Verona, te quiero mucho
- Y yo a ti Pau
Sus labios descienden sobre mi boca y empieza a besarme muy despacio. Primero recorre mi labio superior chupando el inferior mientras su lengua se cuela en mi boca. Mis manos lo agarran de la cintura y siento su erección como se clava en mi vientre. El timbre de la puerta de su casa nos hace separarnos y dejar de besarnos.
- ¿Esperamos a alguien? -le pregunto algo fastidiada porque no me apetece nada levantarme de la cama
- Que yo sepa no. Pasa del timbre, ya se cansarán -Pau vuelve a besarme y se mueve un poco haciendo que su pene vuelva a restregarse contra mí. Esta vez el timbre va acompañado de golpes en la puerta
- ¡Mierda puta! -dice Pau levántandose de encima mía- te apuesto lo que quieras a que esa es mi madre
- ¡Venga ya!
- Conozco esos golpes
Pau se levanta de la cama y se pone sus boxers y una camiseta. Lo veo salir del dormitorio, descalzo, mientras escucho como va a abrir la puerta. Me vuelvo a tumbar en la cama y a los pocos segundos escucho voces por el pasillo. Pau aparece en el dormitorio y cierra la puerta cuando entra.
- Es mi madre -me dice-y la tuya también
- ¿Mi madre? ¿Qué hace ella aquí? -le pregunto levantándome de la cama
- Quieren hablar contigo
Me levanto de la cama y me pongo mis bragas y una camiseta de Pau a la velocidad del rayo. Debajo me pongo unos pantalones míos cortos y salgo del dormitorio para ver a Luisa y a mi madre con una tablet en la mano hablando muy cómplices.
- Mamá -les digo saludándolas- ¿qué hacéis aquí?
-Ay, hola cariño -me acerco a mi madre y le doy dos besos igual que a mi suegra- vístete anda, que nos vamos
- ¿Nos vamos? ¿A dónde?
- Pues donde va a ser, a comprar tu vestido de novia
- ¿Mi vestido? -les pregunto mientras las miro a las dos muy sorprendida
- Si, hija -contesta esta vez Luisa- si os vaís a casar en Navidad, deberias tener ya el vestido
- Es que no nos vamos a casar en Navidad -dice Pau sentándose en uno de los sillones. Me coge de la cintura y me agarra hasta que me siento en el brazo del sillón
- Pero si dijisteís... -dice mi madre
- Ya, pero hemos pensado que es pronto -les contesto yo. Anoche Pau y yo lo estuvimos hablando y queríamos casarnos con calma. De aquí a Navidad faltan 5 meses y no nos da tiempo a nada
- Y entonces...¿Cuándo os queréis casar?
- Pues... -le digo yo sin tener ni idea de cuando hacerlo
- A mediados de Febrero, a poder ser cerca del día de los enamorados, ¿verdad Roni?-dice Pau en ésta ocasión
- Si, verdad...
- Ay, que bonito. Para el día de los enamorados -contesta mi madre- mira, mejor porque así nos da tiempo a preparar más cosas
- La lista de invitados Charo -le dice Luisa a mi madre- tenemos que ponernos de acuerdo en el número, llevar los mismos de una parte y de otra
-Y organizar las mesas, que mis primas del pueblo no se llevan muy bien entre ellas
- ¡Tenemos mucho que hacer!
Las dos consuegras se miran y empiezan a planear lo bonito que sería una boda para ese día. Miro a Pau y él me guiña un ojo porque sé perfectamente porque quiere que sea esa fecha. Se cumplirán 9 años del día que hicimos nuestra promesa. La promesa que nos ha traído hasta este momento.
Y me parece una fecha preciosa.
Estoy cansada. Y tengo hambre. Apenas he comido nada. Me he recorrido casi todas las tiendas de novia que hay en Villarreal. Y no he encontrado mi vestido. Es que no había ninguno que me gustara. Cuando no era una cosa era otra. Y estoy desesperada porque tanto mi madre como Luisa tienen razón. O me lo compro ahora o ya cada vez será más difícil. Las dos no han parado de planear cosas para la boda. Las he dejado porque sinceramente, me da pereza hacer nada.
Ya tenemos fecha para la boda. El sábado 15 de febrero, en el Castillo de Llado. Así que sí, ya es real. Me voy a casar con Pau. Con mi Pau. Es como un sueño. El casarme con la persona a la que quiero. Y espero que sea para siempre, porque sino, me muero.
- Hay tantas cosas por decidir -dice mi madre con la tablet en la mano- las flores, el catering, la música...¿tú crees que Pablo Alborán querrá cantar en tu boda Verona?
- Mamá, con calma ¿vale? ya tenemos la fecha, vayámos poco a poco. Y el único Pablo que va a cantar en mi boda es Pablo López
- También está el tema de la tarta -dice de nuevo mi madre- que ya sabes que a mi no me gusta el chocolate
- Ni a mi marido le gusta la fresa -dice mi suegra
- La tarta será del sabor que nos guste a mi y a Pau -les digo cruzando mis brazos- sois desesperantes, las dos
Suegra y madrevme dan una mirada de reprobación y pasan de mi como si yo no existiera. Mientras ellas piensan a la próxima tienda donde ir, me siento en un banco y saco la botella de agua de mi bolso. Mientras me la bebo miro hacia el frente. Tuerzo el gesto y llamo la atención de mi madre.
- Mami, ¿la Joaquina aún tiene vestidos de fiesta?
Mi madre deja la tablet y mira hacia donde yo le digo. La Joaquina es la dueña de una tienda donde mi madre y las vecinas iban a comprar cuando tenían alguna BBC. Solía tener modelos tipo vintage que las sacaban de más de un apuro.
- Si, claro que si -contesta ella
- Pues anda, vamos a echar un vistazo que quiero comprarme algo para llevarme de vacaciones
- ¿Y el vestido? -me pregunta mi suegra
- El próximo día que tenga libre, os prometo que vengo y hasta que no me lo compre no me voy. Aún tengo tiempo
Las dos me miran no muy convencidas. Pero acaban cogiendo sus bolsos y ponemos rumbo a la tienda de la Joaquina. Cruzamos la calle y al entrar dentro no puedo evitar sonreir. Tantos recuerdos que tengo aquí. Tantas veces que venía aquí con mi madre.
- ¡Pero bueno! ¡Mira quien tenemos aquí!
La señora Joaquina es una mujer que roza los 50 años. Muy buena comercianta y con un ojo clínico para la moda. Recuerdo que para la primera gala en Singers Stars llevaba un vestido de su tienda, vestido que tuvo mucho éxito por cierto. Me dejo abrazar por ella y mis mejillas se llenan de sus besos.
- ¿Cómo estás mi niña? -me pregunta ella mientras sujeta mis manos- que ya he visto que te casas con Pau...buen mozo...ya era hora de que diérais el paso los dos
Joder. ¿Es que todo el puto mundo sabía lo que había entre Pau y yo menos nosotros? Pues se ve que si. Le sonrío a Joaquina y le cuento un poco como me va. Mi madre y Luisa se ponen a hablar y a preguntarle de camino si traerá vestidos para febrero.
Las dejo que hablen y me pongo a curiosear por la tienda. Empiezo a llenar mis manos de ropa porque todo lo que hay aquí me encanta. Camino hacia el fondo de la tienda, donde tiene los vestidos de ceremonia y entonces lo veo. Siento un escalofrío por todo mi cuerpo y no puedo evitar acercarme a el y tocarlo para ver si es real. Es un vestido blanco de corte romántico tipo años 60 verdaderamente espectacular. El escote es de palabra de honor y le caen varias capas de tul.
- ¿A qué es bonito? -la voz de Joaquina cerca de mi me hace girarme y mirarla asintiendo
- Es precioso. Digno de una princesa
- La fábrica de Balcells cerró hace unos meses. Compré mucha mercancía a muy bajo precio, y ésta maravilla allí. Es de los años 50 o 60. Lo hicieron a mano en la fábrica. Dos modelos para una boda. La novia escogió el otro para su boda y éste se murió de la risa en el taller
-Pues no sé como sería el otro, pero éste es espectacular
- Pruébatelo Verona
Trago saliva al mirarlo. Este vestido me ha hecho sentir lo que todos los otros no me han hecho. Ganas de probármelo. Joaquina quita el vestido del maniqui y me ayuda a entrar en el probador. En cuanto me quedo en ropa interior, ella me ayuda a ponérmelo pero no me deja que me vea en el espejo. Cuando salgo, mi madre y mi suegra me miran, con lágrimas en los ojos. Joaquina me lleva hacia el espejo y cuando me veo me entran ganas de llorar.
Este es mi vestido. Lo sé porque con el puesto me veo caminando hacia Pau. Casándome con él.
- ¿Qué os parece? -les pregunto girándome para que me vean
-Hija, estás preciosa -me dice mi madre llorando a lágrima viva
- Cariño, más bonita no puedes estar -me dice Luisa dándole un pañuelo a mi madre mientras ella coge otro
Me vuelvo a mirar en el espejo y le sonrío a Joaquina.
Pues nada, ya tengo también el vestido de novia.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro