Estoy nerviosa. Pero muchísimo. Pau se fue hace un rato y me dijo que vendría a buscarme como si fuera una cita de verdad. Me he cambiado de ropa ochenta veces. Al final he optado por un vestido blanco con escote de pico. Los tirantes van cruzados en la espalda y me ajusta tanto el pecho que no me ha hecho falta ni sujetador. Me calzo las sandalias plateadas y me miro en el espejo. El clima que hay aquí no me deja alisarme bien el pelo, así que me lo he secado y me lo he dejado suelto. Me veo bien. Alzo mis ojos al aire suspirando. Aún recuerdo cada caricia y cada beso que nos hemos dado hace unos momentos. Y esta vez cuando hemos estado juntos ha sido muy diferente a las otras. Es como si quisiéramos decirnos algo con nuestros cuerpos y con cada mirada buscada. 

Salgo de la cabaña y me quedo en la parte del porche esperando a Pau. He aceptado la cita porque siento algo por él. Quiero saber si es algo más que sexo, aunque para que me voy a engañar, es algo más que sexo. La puerta del fondo se abre y Pau entra dejándome sin respiración.   Va vestido con unos pantalones de lino beige claro y una camisa blanca remangada hasta los codos. El pelo lo lleva un poco repeinado y sinceramente, está monísimo. 

Nos quedamos los dos mirándonos y lo veo sonreírme mientras se acerca a mi muy despacio. Deja un tierno beso en mi mejilla que hasta me hace sonrojar y todo. 

-Estás guapísima Roni -aprieto un poco mis labios y me quedo esperando que diga algo más

- ¿No vas a decir nada más?

- Estás preciosa, hermosa, bella, linda...¿se me olvida algo?

- ¿No me vas a decir nada sexual? -le preguntó medio riéndome

- Pues no. Te he prometido una cita de verdad, y voy a comportarme como lo que soy, un caballero

- Me parece genial entonces

- Pero que vaya, que te quitaba el vestido ahora mismo y te follaba contra la pared -ahí está mi Pau. Estaba tardando en abrir su linda boquita

- ¡Pau! -le digo dándole un manotazo en su hombro

- ¿Qué? Soy sincero mi vida -Pau me saca la lengua y me ofrece su brazo. Me agarro a el y salimos de la cabaña

- ¿Y dónde vamos? -le pregunto mientras caminamos por los jardines del hotel

- Sé que estás cansada de todo el día, así que no iremos muy lejos. Hay un pequeño bar de playa fuera del hotel. Uno de los del servicio de habitaciones me lo ha recomendado, ¿te parece bien?

- Contigo todo me parece bien -le digo sonriéndole

- ¡Madre mía! Si es que te tengo to loca Roni -ruedo mis ojos mirándolo. 

Él me atrae hacia su pecho y salimos los dos del hotel abrazados. Se siente de maravilla estar así con él ahora mismo. Tranquila, sin pensar en nada. Caminamos unos minutos por un pequeño camino que lleva hacia la playa desde el hotel. Tal y como me ha dicho Pau hay una especie de bar-chiringuito a unos metros y entramos allí. Nos sentamos en una mesa al fondo del local y nos pedimos un par de mojitos. La noche es fresca y se está bastante bien aquí. Suena música local que me hacen mover un poco los pies por debajo de la mesa.

- Dame la mano anda -me dice Pau tendiéndome la suya. Hago lo que él me pide y entrelazamos nuestros dedos. Alzo mis ojos para mirarlo y él me sonríe- va en serio cuando te he dicho lo de salir juntos Verona

-Sólo me llamas Verona cuando es algo serio -le digo mientras siento como las yemas de sus dedos acarician muy lentamente el dorso de mi mano haciendo que se me erice la piel de mis brazos

- Es que va en serio. Mira, creo que tú y yo ya hemos dado muchas vueltas...demasiadas...y ya va siendo hora de que por lo menos lo intentemos ¿qué me dices?

Miro a Pau y trago saliva mientras en mi estómago revolotean miles de mariposas. Alguna vez fantasee con esto, con salir con él, tener una relación. Quería ser su pareja. Y cuando no era por una cosa era por otra. ¿Será este nuestro momento? Parece ser que si, o por lo menos, podemos intentar que lo sea. 

- ¿Salir en plan pareja? -le pregunto yo mordiendo mis labios

- No, en plan hermanos Roni, ¡pues claro, no te jode! -me dice él haciendo aspavientos con su mano

- Cuando te pones romántico Pau, me vuelves muy loca

Un camarero nos trae la comida que hemos pedido. Le suelto la mano y me relamo los labios viendo mi langosta. Algo que no he comido en la vida y que sé que la voy a disfrutar.

- Por eso te vas a casar conmigo -me dice él rodando sus ojos. 

El tenedor se queda a medio camino entre la langosta y yo. Miro a Pau algo seria pensando en el puto compromiso y la sombra de la duda pasa por mi cabeza, algo de lo que él se da cuenta. Pau me conoce demasiado bien. A pesar de los años que hemos estado separados, él es una de las personas que mejor me conoce en el mundo. La otra viven en Málaga y lleva missing en Miami más de un mes. Joder, tengo que llamarlo, porque cuando se entere de lo de Pau, le va a dar un puto ataque. 

- Rompemos el compromiso y salimos juntos ¿qué me dices? -me quedo mirando a Pau y cojo aire con fuerza para soltarlo lentamente. Fijo mi mirada en la suya contemplando las expresiones de su cara para ver si lo que dice va completamente en serio. 

- ¿Harías eso Pau? 

- Por ti lo que sea Verona. Quiero demostrarte que de verdad voy en serio contigo. Me gustas mucho Roni, pero mucho, aunque creo que eso ya lo sabes. Y significas mucho para mi. 

- ¿Desde cuando Pau? ¿Desde cuando te gusto? ¿Cuándo fue ese momento que te diste cuenta que entre tú y yo lo de ser amigos, pasó a algo más?

Pau se me queda mirando y coge su copa de mojito para darle un buen trago. Apoya los codos en la mesa cruzando sus dedos. La camisa se le pega a los antebrazos marcando sus músculos. Aparto mi vista porque no quiero babear delante suya y subirle aún más su ego. Pero es que, lo miro y me quedo tonta de lo guapo que está. 

- Empezaste a gustarme el verano que mis padres se compraron la casa. Hubo un día en la piscina que me di cuenta de que sentía algo por ti y que quería que fuera más allá de la amistad que teníamos. Pero me daba tanto miedo perderte, que no me atrevía a decirte nada. Y luego, el día que nos vimos en la discoteca y me dijiste que entrabas al concurso. Te vi entrar con ese puto vestido rojo y se me revolvió todo el cuerpo. Y si, ya no te vi como a una amiga, te vi como a a alguien con la que quería tener algo más. ¿Y tú?

No tengo que pensarlo. Sé perfectamente el momento en que pasó. Porque también recuerdo la desilusión tan grande que me llevé. De algo que sabía que pasaría, pero que experimentarlo en vivo y en directo fue una mierda. 

- También ese verano Pau. Estábamos juntos todos los días y me era muy difícil seguir viéndote como a un amigo. Y el día que me presentaste a Martina. Me dieron unos celos que me moría y no sabía porqué. Y cuando nos quedamos solos me di cuenta de que si, de que me estabas empezando a gustar. Joder, si es que esa noche no quería que te fueras y me dejaras sola

- Hiciste lasaña, y al final me quedé a dormir porque tu madre estaba de viaje con las del pilates  -la mano de Pau coge de nuevo la mía. Su boca se curva en una pequeña sonrisa y sus dedos tiran de los míos hasta llevarlos a sus labios y besarlos uno a uno- Roni, estoy dispuesto a todo contigo

- ¿A lo que sea? -le preguntó mientras hundo el tenedor en la langosta. Me la llevo a la boca y creo que me he corrido del gusto, está buenísima

- A lo que sea. Es más, estoy dispuesto a no tener sexo contigo durante los días que nos quedan aquí -Pau se lleva la mano al corazón y hace una cruz mirándome muy serio

- ¿En serio? -esto tengo que verlo yo. Pau sin sexo conmigo al lado. No se lo cree ni él

- En serio Roni

- Vale, te tomo la palabra -le digo alzando una de mis cejas. 

Ambos nos ponemos a comer  y empezamos a hablar de cualquier cosa que se nos ocurre. Hemos estado un año y medio sin vernos y tenemos muchas cosas que contarnos, pero muchas. Hablamos del Real Madrid, del concurso, de todo lo que vino después. De que tengo una representante que es la caña. De sus nuevos amigos, de los viejos amigos que tenemos en común. De su mejor amiga Rebeca. De Ferrán. De mi puto ex-novio robacanciones. 

- ¿Cómo acabaste saliendo con ese idiota? -me pregunta Pau mientras pincha un trozo de mango de su copa de helado y me lo da a probar

- La culpa fue tuya Pau -llevo la fruta a la boca y el contraste entre el dulzor del mango y el helado de fresa me hace gemir de gusto

- ¿Yo? ¿Qué hice?

- Cuando salí de tu casa corriendo, me fui a Madrid. Me encerré en mi piso unos días y Miki me llamó para que me fuera con él de su gira. En el concurso habíamos cantado un par de canciones y la gente nos shipeaba mucho. Así que no me lo pensé. Me fui y salía a cantar con él un par de canciones en cada concierto. El resto me lo pasaba escribiendo. Y una cosa llevo a la otra. Una noche que bebimos más de la cuenta, nos liamos...y acabamos saliendo juntos...

- ¿Cómo no te diste cuenta de que era gay Roni? -Pau me mira riéndose y yo le doy un manotazo mientras dejo que él me de más helado

- Pues no lo sé. Es que...¡ay, yo que sé! Aunque me pongo a pensar y las señales estaban ahí...tardamos en acostarnos un tiempo...

- ¿Cuánto tiempo? -cuando Pau se pone en modo cotilla es que me mata de verdad

- Pues...un mes o así. Me dijo que en la gira mejor no, porque no quería desconcentrarse...

Pau empieza a reírse a carcajadas y frunzo mis labios mirándolo cabreada. Cojo la copa de helado y se la quito comiendo solamente yo de ella. 

- Sí ríete, y no te cuento más cosas porque entonces te va a doler la barriga

- Seguro que estaba "concentrado" en algunos de los de sonido -me dice él cruzando sus brazos

- O con el de vestuario. Que no paraba de alabar el buen gusto de Miki con sus outfits...yo que sé. A estas alturas creo que le ha tirado a todo lo que tenía cerca. Pero, me da exactamente igual. Ojalá se quede sin voz en mitad de un concierto y le tiren tomates por capullo

Pau alza una de sus manos y acaricia mi mejilla muy lentamente. Otra vez están de nuevo ahí los escalofríos cuando sus dedos me tocan. El revoloteo de mariposas en el estómago y la sensación de que quiero que esos dedos sean los únicos que me toquen en la vida. Se inclina un poco y roza mis labios unos segundos haciendo que la piel se me ponga de gallina. Deseando perderme de nuevo en esos labios y disfrutar del sabor de su boca. 

- Tú tranquila que ya te echaré todo los polvos que ese idiota no te ha echado. ¡Que digo! Yo te haré el amor Verona, como nunca nadie te lo ha hecho en la vida

Trago saliva con fuerza y dejo que el aire que contenía en mis pulmones salga lentamente. Su boca desciende sobre la mía y nos damos un lento beso que hace que tenga que agarrarme a su cuello porque me tiemblan las rodillas. Miro a Pau y me río. Es que no puedo enfadarme con él porque encima sé que lo dice de verdad. Terminamos de cenar y después de pagar él, porque dice que si no, no sería una cita de verdad, regresamos al hotel dando un paseo por la playa. Vamos de nuevo abrazados y yo estoy bastante cansada aunque me encuentro muy bien a su lado.

-Oye Roni, ¿te puedo hacer una pregunta?

- Claro -le respondo mirando como a lo lejos se ven las antorchas de entrada al hotel

- Si no te hubieras ido aquel día de mi casa, ¿crees que todo hubiera sido distinto entre nosotros? -de nuevo tengo que coger aire para poder hablar. Estas son las preguntas que me he hecho yo también durante casi un año y medio

- No lo sé Pau, de verdad que no lo sé.  Creo que la vida son momentos, y a lo mejor, ese no era el nuestro. No me gusta pensar en los Y SI, me gusta pensar más en los AHORA

-  Pues entonces ahora es nuestro momento ¿no?

Paro de andar y quito mis brazos de la cintura de Pau. Me pongo delante suya y nos miramos los dos fijamente. Subo mi mano hasta acariciar su mejilla y dejar que su mano atrape la mía. 

- Si quiero salir contigo Pau -me acerco a él y rozo sus labios unos segundos, pero el muy puñetero tiene otros planes y me agarra de la cintura para arrasar con mi boca y darme un beso de esos que él da, de los que me hacen quedarme sin respiración mientras su lengua se vuelve loca enredada con la mía

-  Voy a ser un novio de la hostia Roni

*** Como me ha dicho una amiga hoy cuando hemos visto esta foto : como será Pau mirando otras cosas...

Buenas noches a todo el mundo y muchas gracias por los mensajes tan bonitos que me habéis mandado. Me siento muy querida por todos vosotros. Así que nada. Con más fuerza y con más ánimo y a darlo todo!! ***