Oferta
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Todavía a sus veinticinco años de edad no ha dejado de obedecer al hombre que dice ser su padre. Camina por el amplio corredor de aquella casona, un lugar lleno de alegría antes de que su madre muriera, por lo menos ella le brindaba el amor que necesitaba, y aunque ahora no le queda nada de ese amor sabe que tener a su pequeña hermana Lisa es un gran consuelo.
Se dirige al despacho donde su padre le mandó instrucciones con Hyuna; que deseaba verlo al medio día vestido de forma atractiva pero a la vez adorable, lo más seguro es que siga con esa idea de que quiere un heredero varón /no doncel/, y por esa obsesión lo despreciaba a él y a su hermana, solo por que su madre nunca pudo tener un varón "de verdad" como decía su padre.
Da un suave suspiro al bajar las escaleras, por lo menos las palabras de su padre ya no lo hieren como solían hacerlo, la vida le enseñó que lo más importante es Lisa y el bienestar de ella.
Escucha unas voces discutir, la voz de su padre la reconoce y otra voz masculina que no logra ubicar.
— ¡No planeo entrar en su chantaje!.- lo grita una voz masculina lo cual le sigue un fuerte golpe sólido, tal vez el escritorio.
— Tendrá que hacerlo joven Min, si es que quiere recuperar la tierra que una vez le perteneció a su familia.- escucha como lo dice su padre con una carcajada al final, como si disfrutara torturar a las personas.
— ¿Qué ser es capaz de vender a su propio hijo con un pedazo de tierra por sus deseos?.- lo pregunta enfadada la voz de aquel joven que al parecer se apellida Min.
No puede evitar escuchar todo detrás de la puerta del estudio.
— Sé de buena fuente que su familia ha tenido primogénitos varones, por eso le hago la oferta.- se lo hace saber su padre al reírse.
— ¿Planea que me case con su hijo para que quede embarazado y de a luz a un varón?.- lo pregunta Min con una voz sarcástica, como si lo que le pidiera fuera imposible.
Por su parte tan solo tapa su boca, al saber que si hace algún ruido su padre es capaz de detectarlo.
¿Le había propuesto a ese señor que se casara con él?.
— ¡Me está vendiendo a su hijo, por un precio, que bien parecería una oferta!.- lo vuelve a gritar el joven furioso ante aquella crueldad.
— Piénselo señor Min, usted puede perder el pedazo de tierra que tanto anhela, le devolveré el rancho que una vez fue de su padre y las tierras a cambio de un millón de wons y que me de un heredero varón con mi hijo.- lo vuelve a repetir el señor Park con esa voz tan seca y fría.
— ¿Si no acepto que sucederá?.- lo pregunta aquel hombre de cabello negro, que logra divisar por la ranura de la puerta.
— Está el señor Lee interesado en la oferta, sólo que se la plantee primero a usted por que esas tierras le pertenecieron a su familia una vez - sonríe - Soy considerado ¿No lo creé usted?.
— Deseo ver a su hijo.- se lo dice un joven que tan solo cierra el puño al sentirse incompetente.
— Será un placer.
Respira hondo, tratando de tener fuerzas para entrar al lugar, una vez sintiéndose seguro al tener una postura fría, toca la puerta para escuchar un "pase" de su padre. Al abrirlo ve a su padre, un hombre de su tamaño, ojos verdosos llenos de frialdad, cabello castaño, piel morena y un porte tan frío que lo hace estremecerse de miedo.
Ve a su otro lado y esta ese hombre en medio del estudio, alto, mucho más alto que su padre, cabello negro, ojos negros como si la misma oscuridad se escondieran en ellos, piel pálida, cuerpo musculoso haciéndolo lucir muy atractivo con aquel traje de gala.
—Le presento a mi hijo; Park Jimin.- lo anuncia Heeso al señalar a su hijo con una sonrisa malévola.
Con su mirada oscura distingue a aquel joven, con unas curvas perfectas, unas piernas bien tonificadas que podía distinguir gracias al pantalón negro que se ajustaba perfectamente a sus muslos, el rosa en su camisa holgada le sienta de maravilla alzando la tez algo bronceada de su piel y esos ojos verdosos fríos sin rastro de vida, enfocando su vista en la melena azulada que mantenía algunas ondas.
—Dejaré que mi hijo se haga cargo de atenderlo y dejarle en claro algunos puntos que él desee.- lo informó Heeso al salir de la habitación sin dejar de sonreír.
No pierde la mirada en Jimin, esperando a que la puerta del estudio se cierre por completo, debe de decir que ese joven no está nada mal.
— Es un placer conocerlo joven Park.- lo dice Yoongi al romper un poco el hielo que hay entre ellos
— Igualmente señor.
— Yoongi, Min Yoongi.- lo menciona al seguir examinando aquella belleza.
Un silencio incómodo se hace presente en la habitación.
—Tome asiento joven Park, creo que debe de saber que hago en este lugar.- lo dice el propio Yoongi al señalar el sillón de su lado.
Y es cierto, bien sabe el por qué ese hombre está en su casa y cuales son los propósitos de su padre.
"Tendrás que casarte para darme un heredero varón, es la única forma de la cual te vas a deshacer de mí y dejaré que esa mocosa que dice ser mi hija vaya contigo."
Esas fueron las palabras de su padre al cumplir los veinticinco años, después de años de tratarlo tan mal ahora le da una oportunidad de escapar con su hermana.
"Por favor, Jim cuida de Lisa" una voz débil se escucha "No dejes que él le haga daño, por favor."
Las palabras que su madre le rogó antes de morir lo logra enfriar. El tan solo tenía catorce años cuando su madre lo dejó, ahora Lisa tiene diez años, pronto cumplirá los once y la vida con aquel ser "humano" se ha vuelto cada vez más insoportable.
— Sé lo que mi padre le ha explicado.- lo comienza a hablar un Jimin frío y de mirada directa - Y si acepta el trato que le propone mi padre, yo deseo darle mis condiciones.- se lo hace saber al ver la expresión de ese hombre, helada como la de su padre.
— ¿Y cuales son esas, joven Park?.- lo pregunta atentamente.
—Tendremos al hijo que mi padre desea, así usted podrá tener aquel rancho que perteneció a su familia.- lo dice al seguir sentado y portar esa posición fría- Si después de eso nos divorciamos, deseo que me de la custodia total de mi hijo.- se lo dice al ver como la cara de ese hombre se vuelve mas dura.
—¿Pretende que renuncie a mi hijo?.- lo pregunta como si eso fuera una estupidez.
— Quiero todo el derecho del niño, usted podrá verlo y ser su padre, pero sin tener derechos sobre mí.- se lo hace saber, sin cambiar de posición o intimidarse.
— Lamento informarle joven Park, pero si me casara con usted el matrimonio tendría que ser de por vida, no planeo hacer que un hijo mío nazca sin el sostén de tener una familia estable, si es así como quiere interpretarlo.- se lo hace saber fríamente Yoongi.
—¿Aceptara la oferta de mi padre?.- lo pregunta Jimin, sintiendo como en su interior se rompe en mil pedazos.
—Solo si usted también acepta mis condiciones.
—¿Y cuales son?.- lo pregunta, sabiendo bien que podría ser igual que su padre, chantajearlo ¿no es suficiente con que se case para saber que su hermana estará a salvo?
—La más importante de todas por el momento es que mi hijo nazca en mi rancho.- se lo informa con una sonrisa al ver como el peliazul está a punto de protestar- no debe de preocuparse por el parto ya que tendrá al mejor doctor a su lado, pero es una tradición la cual pienso seguir.- lo concluye al explicar el por qué.
¡Dios! Siente pánico al pensar en ello, su madre había muerto por dar a luz en la casa, y la recamara en la que dio a luz no se ha abierto desde que Lisa vino al mundo.
—¿Alguna otra petición?.- se lo pregunta al tratar de guardar la compostura.
—Como tendremos vidas separadas, en el primer año podré tener amante si se me apetece.- se lo informa con una sonrisa al ver como frunce el ceño en disgusto.
—Si usted tendrá amante, eso quiere decir que ¿yo también podré tenerlo?.- lo pregunta un Jimin frío, dándole la otra cara de la moneda, ¡como puede ese hombre decirle algo tan indecente!.
—No, el único amante que tendrá será su servidor, planeo asegúrarme de que los niños que tenga sean míos.- se lo hace saber fríamente.
—¡Es todos o nadie!.- lo grita lleno de furia al levantarse del asiento.
—También deseare que si es niño se llame Bae-Shin.
—¿Bae-Shin?.- lo pregunta sin imaginarse por qué ese nombre.
—Así se llamaba mi abuelo, y deseo hacerlo por su memoria.- lo informa sin querer hablar sobre el tema.
Jimin por su parte tan solo ve al hombre que está enfrente suyo tan cómodo en el sillón que le dan ganas de rechazar cualquier proposición e irse a un convento, pero solo con pensar en su pequeña hermana toda sus ilusiones de casarse con un hombre por amor y tener una familia que pudiera darle cariño se han desvanecido.
—Hay otros puntos íntimos que desearía tratar con usted, pero claro, primero debe de pensar en lo que le he dicho y aceptar - se lo dice al sonreír de forma arrogante- Podríamos escribirlos en una hoja y mañana intercambiarlos para ver a qué acuerdo llegamos joven Park.- lo concluye al recorrer con su mirada negra a aquel hermoso cuerpo debajo de un conjunto hermoso.
—¿Planea aceptar la propuesta?.- se lo vuelve a preguntar el más bajo.
—Se lo contestaré mañana al terminar de discutir los temas.- responde al levantarse con elegancia y sonreír ante ese bello joven.
—Me podría decir a qué hora.
—¿Le parece como a las nueve? a la hora del desayuno.- se lo menciona.
—Perfecto.
—Fue un placer conocerlo joven Park.- se despide Yoongi al comenzar a acercarse hacia el menor que solo da un paso hacia atrás al toparse con el sillón, sonriendo ante la idea que tiene en su cabeza desde que vio al joven.
Besarlo.
—¿Que hace?.- lo pregunta Jimin al sentir como ese hombre posa sus manos en su cintura atrayéndolo hacia su cuerpo.
—Algo que deseo.- lo murmura al inclinarse y atrapar esos gruesos labios.
Escucha un suave gemido de protesta por parte de Jimin, sintiendo como sus propios labios comienzan a tomar el control del asunto, deslizando suavemente su lengua entre los labios contrarios, dejando que sus manos acerquen más al peliazul hacía él.
Apenas puede sentir como Yoongi es capaz de sostenerlo entre sus brazos, dejándolo que se aferre de forma suave a su traje, entregando sus labios a merced de él, sintiendo que su cuerpo se inflame al sentir cada roce, cada movimiento.
Finaliza el beso, dejándolo sin respiración, sin tener algo coherente en su mente ahora en blanco, su cuerpo temblando pidiendo algo que él mismo no sabe que es, sus piernas apenas capaces de sostenerlo en pie, pero gracias a los brazos de Yoongi se mantiene de esa forma, abre sus ojos verdosos lentamente, mostrándole aquel brillo al pálido, sintiéndose desconcertado por aquel beso que lo ha dejado sin control alguno, algo que parece ser nuevo para él.
— Nos veremos mañana joven Park - lo susurra suavemente Yoongi al depositarlo con cuidado en el sillón al ser consciente del temblor del más bajo.
Se mantiene en silencio al verlo marchar por la puerta del estudio, suspirando al sentirse de esa forma inexpiable.
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— ¿Y bien?.- lo pregunta aquel hombre al sentarse en la silla principal.
—Mencionó que lo pensará - lo murmura suavemente Jimin, viendo a su padre.
— Más te vale que acepte.- lo dice en tono amenazador.
— Lo hará - afirma al seguir comiendo.
— Sabes que si no acepta el joven Min, aceptare la propuesta de Taemin.- se lo vuelve a recordar, y como olvidarlo.
"Deseo a su hijo, y estaría dispuesto a casarme con él, pero también deseo que sea mío para siempre."
Esas palabras repugnantes de Taemin, cada vez que solía venir a la casa lo veía de una forma que le hacía estar enfermo, veía su cuerpo como si con ello se saciara, por lo menos con el señor Min era diferente. Él lo retaba, lo hacía revelarse.
Le hacía sacar al Jimin verdadero y no al sumiso que ha estado al maltrato de su padre.
— Estoy dispuesto a dejar que Lisa y Hyuna se vayan contigo al saber que estas embarazado.- lo anunció el propio Park Heeso tomando por sorpresa a Jimin, que solo lo observa sin darse valerse de sus palabras, ya otras veces lo ha engañado ¿Por qué esta ocasión será diferente?.
— Pero eso sí, Min tendrá que estar de acuerdo, si él autoriza que Lisa y Hyuna se vayan contigo, podrán ir.- Da su última palabra, de esa forma se aseguraba que su hijo quedara pronto embarazado de su heredero.
Ve a su padre alejarse sintiéndose por primera vez en su vida feliz. Algo bueno de todo eso está resultando, podría llevarse a su hermana y a Hyuna con él, pero antes tendría que quedar en estado y claro que Yoongi aceptaría eso.
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—Me ha dicho nana que te vas a ir.- lo dice la pequeña niña al entrar a su habitación.
Fija a su hermana pequeña, algo parecida a su madre, el mismo color de ojos, a diferencia del cabello que es castaño igual que su padre, pero la piel blanca al igual que su madre, alguna vez pensó que ella pudo haber sido de chico igual que Lisa; un espíritu salvaje que deseaba explorar el mundo, pero se mantuvo reprimido a causa de su padre y los insultos por no ser el varón que él deseaba.
—Ven cariño - Le llama al estirar sus brazos, dejando a un lado la lista que está haciendo a petición de Yoongi.
— ¿Te vas?.- lo murmura con un leve sollozo aquella pequeña refugiándose en los brazos de su hermano.
— Solo será por un corto tiempo, después tú te reunirás conmigo en nuestra nueva casa.- se lo hace saber con una sonrisa al limpiarle las lágrimas que salen de sus ojos.
— ¿Dejarmos a papá?.- lo pregunta esbozando una pequeña sonrisa.
— Sí, lo dejaremos.- se lo repite al saber que aquello es un gran alivio tanto para él como para Lisa.
— ¿Seremos felices Jim?.- lo pregunta, como si temiera a la respuesta.
— Lo seremos, dejaremos todo atrás y comenzaremos una nueva vida.- lo murmura al abrazar a su hermana, sintiendo que aquello es lo mejor, una nueva vida alejada de ese hombre, que solo se dedica a destruir todas sus ilusiones.
— Te quiero Jim, te quiero mucho - lo murmura Lisa, al dejar que su hermano la siga abrazando.
— Yo también duende, yo también.- se lo dice de la misma forma, asegurándose que nadie le hará daño a su hermana, nunca más.
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— Disculpe si lo hice esperar.- Habla Jimin al entrar a la habitación donde Yoongi se encuentra.
— No se preocupe, creo que cualquier doncel debe tomarse su tiempo para lucir hermoso.- se lo hace saber al comprobar como las mejillas del chico se tiñen de rosa.
— ¿Desea comenzar?.- lo pregunta al sentarse en el sillón al estar de nuevo en el estudio, un lugar donde Lisa no es capaz de entrar.
— Por supuesto.- Y sin más saca una hoja doblada de su saco ahora color azul marino a diferencia del negro que usaba ayer.
— Los términos ya mencionados ayer; los acépto.
— En ese caso nos ahorramos algo de tiempo.- Yoongi habla con una suave sonrisa.
— Hay algo importante que deseo pedirle.- lo comienza a decir Jimin, sabiendo que tiene la atención de Yoongi para continuar- quiero que cuando cumpla un mes de embarazo permita que Lisa y Hyuna vayan a vivir con nosotros.- presenta su propuesta importante.
— ¿Su hermana y la ama de llaves?.- lo pregunta sorprendido Yoongi.
— Sí - contesta simplemente mostrando aquella frialdad, pero en el interior temiendo que lo rechace, conoce a Taemin y él es capaz de dejar que su hermana se pudra con su padre.
—No creo que haya problema, el rancho es lo suficientemente grande para que estén todos cómodamente instalados.- Min acepta sin dudarlo.
—¿No tendrá ningún problema?.- lo pregunta algo sorprendido, normalmente los hombres al casarse obligan a las mujeres y donceles romper cualquier lazo con la familia.
—No tendré ningún problema si usted joven Park acepta una propuesta que tengo.- se lo informa al sonreírle de esa forma arrogante.
— ¿Cuál es?.
—Cada vez que se me apetezca hacer el amor, usted no podrá rechazarme.- lo dice simplemente al notar primero el rostro de sorpresa del chico para concluir con uno de enfado.
—¿Planea tratarme como un cualquiera?.- lo pregunta furioso al levantarse de su asiento con ganas de cachetear a ese hombre.
— Solo deseo que mis placeres no sean reprimidos.- se lo hace saber simplemente- claro si es que desea que cumpla su primera propuesta, dejar que su hermana se vaya a vivir con nosotros junto con la ama de llaves.- se lo recuerda al observar como ese hermoso chico se mantiene frío y furioso.
Mierda, lo tenía en sus manos.
—Bien, acepto - lo murmura a regañadientes al volver a sentarse.
— Perfecto, veamos qué más tiene joven Park.
— Deseo dormir en una habitación propia.- lo menciona como si aquello fuera una orden.
— ¿No quiere compartir mi cama?.- lo pregunta burlonamente el pelinegro.
— Quiero privacidad.
— Bien, acepto, pero usted tendrá que abstenerse a coquetear con mis hombres.- se lo menciona al mantener su rostro duro como si aquello no fuera a permitirlo jamás.
— Acepto.- lo contesta sabiendo bien que no es capaz de coquetear con nadie.
— ¿Alguna otra petición?.- lo pregunta burlonamente Yoongi
— Sí, no deseo que me obligue a estar todo el tiempo encerrado.- se lo hace saber.
— En el Rancho podrá pasear si es que lo desea, pero estará al lado de su servidor o bien de un peón.- lo informa- y usted tendrá que acompañarme a los eventos sociales donde tendrán que presentarse los señores Min.- lo concluye.
—He asistido a muchos banquetes, los suficientes para saber como son las fiestas de esa clase.- lo informa al recordar cuánto aborrece esas fiestas llenas de gente que solo cree que el dinero es importante para comprar cualquier cosa como lo piensa su padre.
— Creo que por mi parte no hay nada más que agregar.- lo dice Yoongi al ver a Jimin.
— Por mi parte sí - se lo hace saber al verlo a los ojos- pido tener algún tipo de trabajo, algo en lo que pueda distraerme.- lo concluye.
— ¿Le gusta cultivar rosas?.- pregunta Yoongi.
— Me fascinan las plantas, pero odio específicamente las rosas - lo confiesa.
— Bien, entonces tendrá trabajo en el invernadero del rancho.- asegura - sin rosas.
—¿Esta aceptando la oferta de mi padre?.- lo pregunta una última vez.
— Sí, acépto la oferta.- Yoongi lo afirma con una sonrisa.
La Oferta ha sido aceptada
Firma:
𝑴𝒊𝒏 𝒀𝒐𝒐𝒏𝒈𝒊
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Chapter One!
Esta es una adaptación a mi parecer hermosa y bastante interesante, simplemente única a mi parecer. Espero que disfruten de ella tanto como yo lo haré al hacerla.
Min.
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