Epilogo
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El día se encuentra tan asoleado que la tentación de salir se hace presente, escucha como la risa infantil sale del baño, girándose para dejar de ver el paraíso que le demuestra aquella ventana.
Una gran sonrisa adorna su rostro, imaginándose lo que esta ocurriendo adentro, tal vez Yoongi trata de bañar a su pequeño y este siendo tan terco como su padre está dándole problemas, al querer su hijo comenzar a bañarse solo; y eso que tan solo acaba de cumplir un año que Bae-Shin vino al mundo.
Escucha ahora una fuerte maldición y la risa desatada de su hijo, al abrirse la puerta del baño por completo y dejar ver a los dos hombres de su vida, uno empapado de pies a cabeza, demostrándole la lucha que acaba de tener con el pequeño en sus brazos, siendo envuelto por una toalla.
Ríe ante la imagen que contempla, Yoongi mojado y algo malhumorado por lo que acaba de sucederle y pensar que en la mañana aun más temprano cuando Bae-Shin estaba dormido, ambos tomaron un largo y delicioso baño pero parece ser que la idea de su hijo es tomar también un baño con su padre.
— ¿Qué es lo gracioso?.- pregunta Yoongi al depositar a su hijo en la cama, para comenzar a secarle con la toalla.
— Vamos Yoon, no puedes estar enojado por ello.- se lo dice al saber que su esposo solo finge el estar en ese estado, acercándose hacia donde están ambos.
— ¡Já!, como si pudiera.- se lo hace saber al inclinarse a besar los labios de su pequeño esposo.
— Pa...pa...- lo balbucea aquel hombrecito de tan solo un año, haciendo intentos por ponerse de pie, solo que el tener la tolla encima de él no es mucha ayuda y el contar que no puede sostenerse solo.
Jimin se ríe al separarse de los labios de su esposo, para ver a su bebé que hace esfuerzos por levantarse.
— Bae-Shin...- lo menciona Yoongi, al tomarlo entre sus brazos, y comenzar a secarle.
— Deberías dejarlo que siga intentando pararse.-se lo dice, sabiendo bien que desde hace meses atrás Yoongi no había dejado que Bae empezara a caminar, ahora no lo deja pararse, comprende el miedo de su esposo al que su bebé se lastime, pero debe de dejarlo que haga esas cosas por sí mismo.
— Es demasiado pequeño, y si se lastima nunca me lo perdonare.- contesta al ponerle el pañal a su hijo, que tan solo ríe al querer jugar con las manos de su padre.
— ¿Puedes creerlo Bae?, tu papá es un exagerado.- lo pregunta en forma burlona Jimin al ver a su pequeño que tan solo suelta una carcajada- ¿Qué crees que haga cuando tengas a tu hermanito?.- lo concluye preguntando, viendo a su pequeño que agita sus bracitos.
— ¿E-estas... oh Dios...en verdad estas Embarazado?.- lo balbucea Yoongi al ponerse pálido por completo.
— Eso quisiera, pero no.- responde Jimin, viendo a su esposo, como este se ha puesto tan blanco como el papel.
— ¡Demonios Jimin!, ¿pretendes darme un susto?.- lo reprocha.
— Por supuesto que no, tan solo lo comentaba.- responde, al volver a tocar el tema, solo que en esta ocasión parece ser que Yoongi si desea discutirlo.
— ¡No lo comentes!, sabes muy bien que opino de ello.- se lo recuerda, algo furioso.
— ¡Ya ha pasado un año!.- lo exclama, queriendo hacer entrar en razón su esposo.
— Podrán pasar un año, dos, tres, hasta diez y mi respuesta seguirá siendo no, no habrá otro bebé en esta casa.- se lo repite como ocasiones atrás, destrozando el corazón de Jimin.
— ¡Eres un egoísta!.- se lo grita, tratando de controlar las lagrimas.
— ¡Oh no, Jimin!.- lo exclama al acercarse hasta su esposo, estrechándolo entre sus brazos, la situación para él es tan insoportable, pero no correrá el riesgo de perder a su esposo.
Escucha como Jimin comienza a sollozar entre sus brazos, al abrazarlo, dejando que él mismo la consuele.
— Desearía tener contigo, todos los hijos que Dios quiera mandarme, pero no puedo arriesgarte Jiminie, no quiero perderte, eres lo mas importante en mi vida.- se lo murmura, confesándole en esta ocasión sus miedos, no como en las anteriores ocasiones que solo grita un no y sale de la habitación hecha una furia.
— Pero... no hay riesgos si me trato.- lo balbucea, queriendo tener una esperanza
— ¿Y si te pierdo?.- lo pregunta separándose lo suficiente de su Jimin para ver su rostro, pero a pesar de eso seguir abrazándolo.
— No lo harás.- lo murmura al ver los ojos negros de su Yoongi, tan preocupados y llenos de miedo ante el simple hecho de perderlo.
— ¡Dios, Jimin!, si tan solo me aseguraran que no te pasara nada, tendríamos otro bebé, pero no quiero... no deseo, no te perderé.- se lo hace saber, siendo consiente que este tema es una discusión entre ambos.
— Pero...
— Si sigues insistiendo en el tema pondré un remedio permanente.- se lo informa, al ser consiente de las consecuencias de ese remedio, una vasectomía.
— ¡No!.- lo grita al saber de que se trata- Si lo haces Yoongi quiero el divorcio.- lo amenaza.
— ¡¿Que demonios?!.- pregunta desconcertado al alejarse de su peliazul.
¿Qué ha hecho?, no desea divorciarse de Yoongi, es lo menos que desea en esta vida, pero siempre lo pone él al limite que no es consciente de las tonterías que dice.
— Yoongi... yo....- lo murmura avergonzado Jimin, dando un paso hacia su esposo, pero este tan solo le da una mirada fría y sale de la habitación, azotando la puerta, asustando a Bae-Shin el cual comienza a llorar, llamando la atención de su ma'.
¿Qué puede hacer?, ahora que se encuentran en el rancho del padre de Yoongi, Hyuna, Lisa y Lysook no los acompañaron, dejando solos a la familia, pero las extraña tanto como en aquel momento.
Siente como las lagrimas se acumulan en sus ojos, ¿Por qué Yoongi no lo comprende?, ¿Qué le puede costar el volver a tener un bebe?.
Ya una ocasión pasada lo sedujo, pero Yoongi se mantuvo cuerdo y solo le dio placer a él, dejándolo agotado pero sin llegar a consumarlo todo por completo, para que no quedara embarazado.
Lo ama, más que a su propia vida, tanto que desea poder tener dos hijos más que sean el vivo recuerdo de Yoongi, una familia, que le fue negada cuando estaba chico, desea eso, pero parece ser que Yoongi no quiere cumplírselo.
¡Min Tonto Yoongi!
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Comienza a desesperarse con ese chico, hasta el punto de querer algunas ocasiones darle una lección como lo hizo el año pasado, diciéndole de su amante, pero como tal amante en el año pasado no hubo y se lo confeso a Jimin.
"¿Me estas diciendo que me mentiste?." se lo pregunto asombrado.
"Si." respondió simplemente.
"¿Por qué?." pregunto desconcertado.
"¿Pretendías que mostrara mi debilidad?, ¿Qué te dieras cuenta que desde que te vi no podía dejar de pensar en ti, de tenerte entre mis brazos, y cuando te tuve no hacía otra cosa que revivir ese momento una y otra vez, siendo incapaz de mirar a otra persona?." se lo confiesa, viendo el rostro de sorpresa de su esposo, al estar entre sus brazos.
"Yo..."
"Jimin nuestro matrimonio no empezó como el de los demás, necesitaba marcarte que no era de tu propiedad, que no me podías hacer conmigo lo que te placiera, no darte ese poder." lo interrumpe, al hacerlo comprender de lo que pasaba en ese entonces.
Ahora no hay lección que pueda darle a su chico, ¿pero para que darle una lección?, comprende a Jimin, comprende ese anhelo de tener otro bebé, tal vez una niña o un niño igual que Bae-Shin, que pueda jugar y llenar la alegría de ambos.
"No quisiera que Bae creciera solo, yo viví eso... y no me gusto"
Se lo había dicho al tenerlo entre sus brazos, bostezando al terminar de hacer el amor, tal vez una idea algo vaga que había tenido en ese momento; al principio no le desagrado la idea de volver a ver a su esposo embarazado, el acariciar con sus manos su cuerpo desarrollándose y admirarlo como lo hacía en su embarazo con Bae, pero el pensar también en las consecuencias, el poder pederlo en el mismo parto, ¡Dios! Le aterra aquello; ¿Por qué Jimin no es capaz de comprender que simplemente tiene miedo?, miedo de perderlo.
¡Ahg!
Abre la puerta con cuidado de la habitación, siendo consciente de que su familia puede estar dormida, es común en Bae dormir a esas horas tempranas de la noche y tal vez Jimin este dormido por el hecho de que no le hablo en toda la tarde y el prefirió tampoco tocar el tema.
En aquel rancho se deben de hacer tantos arreglos, que apenas es capaz de evaluar que es de que cosa, aparte de la nueva adquisición que es el rancho de Jimin, la cadena de los Min ha crecido, y aquello fue decisión de su esposo.
"Quiero que mi rancho sea tuyo."
Aunque se había tratado de negar Jimin simplemente le contesto con:
"Todo lo que es tuyo es mío, y lo mío es tuyo, somos una misma alma, un mismo ser en dos cuerpos."
¿Cómo negarse a ello?.
Tiene tantas ganas de golpear algo como hace unas horas atrás al dejar a Jimin en esa habitación, golpeo los costales que estaban en los establos hasta que pudo amortiguar algo de su enojo.
Observa la habitación todo bañado por los rayos solares que comienzan a entrar por la ventana, iluminando la cuna donde Bae esta durmiendo y su Jimin está en la cama abrazando una almohada, escuchando su suspiro con su nombre murmurado, cosa que le da un golpecito en el corazón.
¿Qué voy hacer?.
Trata de pensar en algo, algo que pueda no tener tantas bajas en su matrimonio, puede ver a su esposo dormido con la ropa que utiliza para dormir, un simple camisón de seda blanco que se adhiere a él como una segunda piel.
Comienza a desabrocharse la camisa, botándola en una silla donde se encuentra la ropa de Jimin, y así mismo con los pantalones a diferencia que las botas y los calcetines están botados en el suelo.
Retira con cuidado la almohada de los brazos de Jimin para acomodarla en su parte de la cama, y así levantar las cobijas para poder estar dentro de ellas.
— ¿Yoon...?.- escucha como lo murmura y pregunta Jimin, al acercarse hacia su cuerpo.
— ¿Qué pasa cariño?.- pregunta con voz suave recibiendo a su esposo entre sus brazos.
— Te quiero... pero también quiero un bebé.- lo murmura soñoliento al enrollar sus piernas con las de él.
— Lo sé, amor... lo sé...- suspira con esas palabras al acariciar el hombro desnudo de su pareja, tal vez lo mejor sería hablar con Mark y explicarle como van las cosas.
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Apenas le da tiempo de responder los besos hambrientos de Yoongi, las manos de este pelinegro lo recorren sensualmente, despertando en él aquellas pasiones ocultas, algo nuevo puede percibir en los movimientos de Yoongi, como comienza a hacer masajes circulatorios exprimiendo suspiros de placer, con una facilidad y desesperación que lo lleva a la cama depositándolo en ella.
Así es como empieza a desabrocharle el camisón, o mas bien tan solo tirar de aquel listón para dejar que la parte de su pecho aún hinchado por almacenar leche se abra por completo para luego inclinarse a chupar y lamer sus pezones, succionarlos hasta el cansancio.
Gime al sentir como su cuerpo esta desnudo, sin comprender ¿Cómo?.
— Yoongi...- lo murmura entre un gemido Jimin, tratando de posar sus manos en el pecho del chico, pero le es inútil por que este las toma y las coloca encima de su cabeza, obligándolo a observarlo a los ojos, demostrándole aquel oscuro mirar fundido por el deseo y amor que le ofrece.
— Te deseo... te amo...- lo susurra Yoongi con un gruñido para inclinarse de nuevo a sus labios y hacerlo enloquecer junto aquel pensamiento de detenerlo que se ha desvanecido de su mente, entregándose por completo a las caricias de este.
Apenas es capaz de mantener su mente en algo coherente, pero aquello le es inútil, se dedica a corresponder aquellos besos ya que es lo único que puede hacer, Yoongi mantiene aprisionada sus manos con fuerza y eso solo lo calienta aún más.
— Quiero saborearte como la primera vez...- lo susurra al bajar aquellos labios por el cuello del peliazul, escuchando los suspiros del mismo.
Jimin también quiere hacer el amor, pero parece ser que Yoongi no lo dejará participar, así que lo mejor es disfrutar.
Ríe ante la urgencia de su esposo al tenerlo solo para él, la desesperación y ternura que siente en los besos que él le da en su cuello recorriendo hasta su pecho sin dejarle las manos libres.
— No te muevas...- lo murmura roncamente Min al separarse de su chico y comenzar a desvestirse ante sus ojos, disfrutando como los ojos de Jimin se funden en aquel deseo verdoso que los consumen.
Sube de nuevo a la cama, quedándose encima de su esposo, observando las reacciones del cuerpo de él, apenas de tener más de un año con aquel peliazul todavía su deseo no disminuye si no al contrario crece de una manera que no puede dejar de pensar en llevarlo a la cama y seguir enseñándole maravillosas posiciones.
— Eres mío.- se lo hace saber con aquel deseo que recorre todo su cuerpo, el calor que no lo deja estar en paz hasta haberse saciado.
Grita un poco al gemir, mordiéndose su labio inferior al sentir como el miembro de su esposo invade su cuerpo luego de que éste se encargara de abrirlo dulcemente con sus dedos, encendiendo por completo cada uno de sus sensibles sentidos.
El pálido mueve sus caderas a pesar de que desea prolongar el momento, pero el tener a su pequeño esposo en aquel estado hace que comience a perder la razón queriendo saborear aquel cuerpo con locura, posando sus labios en todo su cuerpo, desde su pecho, mordiendo sus pezones, succionando y lamiendo con devoción para luego volver a reclamar sus labios con posesión y pasión, sintiendo como su chico comienza a perder la razón, gimiendo y susurrando su nombre hasta derretirse entre sus besos, llegando aquel orgasmo donde se marcan las uñas de su esposo en sus caderas y se pega a su cuerpo, dejándolo sentir un millón de sensaciones y satisfacción que solo Jimin puede darle.
— T-tonto...- susurra débilmente Jimin al estar debajo de su esposo.
Ríe ante aquel pequeño insulto.
— Yo quería participar.- lo reprocha jadeando Jimin, al separarse con un gemido de protesta del cuerpo de su esposo, para acurrucarse a su lado.
— Sí participaras, no podría concentrarme.- se lo dice simplemente al recorrer su cuerpo en aquellas caricias íntimas que dan sus manos.
— Mañana me toca...- susurra débilmente al bostezar y dejar que Morfeo lo lleve al mundo de los sueños.
— Tal vez... tal vez, pequeño - lo murmura al besar su frente perlada ante la actividad.
"No veo el problema de tener otro bebé, solo que debes de mantenerlo en tratamientos a partir de que Jimin de indicios de estar embarazado e ir a un internado unas dos semanas antes del alumbramiento..."
Una pequeña explicación que había obtenido de Mark al preguntarle por aquella terquedad que tiene su esposo en tener otro bebé, y parece ser que siguiendo los pasos de Mark podrán tenerlo sin perder a su chico.
Ya mas adelante se lo dirá a Jimin... mientras tanto disfrutar de esa deliciosa intimidad.
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Escucha a lo lejos el sonido del teléfono sin querer contestar en absoluto, pero el gemido de queja de Yoongi lo hace ser consciente de lo que sucede por medio de sus oídos ya que sus ojos siguen en el mismo estado de descanso.
Siente como su esposo se mueve solo un poco para alcanzar tal vez el teléfono, puede escuchar la voz ronca de Yoongi demostrándole al ser que esta del otro lado que lo acaba de despertar.
"¿Se encuentra el señor Park?" pregunta un hombre del otro lado de la línea.
— ¿Qué necesita?.- pregunta Yoongi abriendo sus ojos y alarmándose ante la voz masculina del otro lado de la línea.
"Tengo que informarle que su padre ha muerto" su voz es profesional y neutra.
— ¿Qué sucedió?.- pregunta al quedarse tenso, cosa que Jimin nota y pregunta con la mirada que pasa.
"Parece ser que sufrió un accidente automovilístico, estaba por la carretera cerca del rancho donde vive su hijo, pero no se que falla hubo y el carro salio volando por el barranco" se lo informa.
— Yo le informo...- lo dice Min, prefiere darle él la noticia a su esposo.
"Gracias... ¿tuve el gusto con?"
— Min Yoongi - responde.
"El esposo del señor Park, me alegra de habérselo dicho a usted, espero que puedan venir a recoger su cuerpo, estamos en la estación de policías en Seúl" lo termina informando
Ve como su esposo cuelga el teléfono mientras suspira.
— Cariño tenemos que hablar.- lo dice Yoongi al deleitarse con la figura de Jimin a un lado suyo.
— ¿Qué pasa?.- pregunta algo preocupado dejando que sus piernas se acomoden entre las de su mayor.
— Tu eres sobrino de Heeso – comienza a decirlo sin encontrar las palabras adecuadas – Aunque llegaste a pensar que era tu padre.- se lo dice, dándole vuelta a las cosas.
— Dime que sucede.- Pide Jimin al acercarse hacia su cuerpo besando el pecho desnudo del pálido.
— No me es fácil...- lo confiesa al rodear a su chico entre sus brazos.
— Me estas preocupando Yoon...- se lo dice con voz baja.
Min sonríe al escuchar la pequeña abreviatura que Jimin solamente le dice al estar ambos en la cama tan íntimamente.
— Si deseas llorar no te culpare.- lo dice al acariciar la pequeña cintura de su pareja.
— ¿Qué sucede?.- vuelve a preguntar.
— Heeso... ha muerto.- suelta de una vez aquella noticia.
— ¿Qué?... - pregunta apenas audible.
— Lo siento, pequeño.- dice en un susurro consolador mientras lo mantiene entre sus brazos teniendo que caiga o algo parecido, algo que sería un tanto tonto por qué ambos estaban sobre un muy suave colchón.
Jimin no contesta, solo sus ojos se le llenan de lagrimas.
¿Muerto? ¿Heeso? ¿Cómo?
Tal vez él no se merezca el que llore su partida, pero fue la persona que creyó hasta hace un año que era su padre, su familia y siguió siéndolo, se convirtió en su tío, un tío que Yoongi dijo una vez "no se merece un sobrino como tú y una hija como la pequeña Lisa"; pero aun así le duele su muerte.
Abraza a su frágil esposo brindándole consuelo, dejando que se desahogue de todo aquel sentimiento de tristeza.
...
— ¿Seguro que no deseas conservarla?.- pregunta aquel pelinegro al ver a su chico vestido de negro al igual que la familia que los acompaña.
— Seguro.- responde el ojiverde suavemente al darle aquella última vista a la casa donde vivió por mucho tiempo.
— Entonces, de regreso a casa.- lo dice Yoongi al ver como todas las pertenencias que Jimin deseaba conservar se encuentran en la mudanza y así mismo las demás se quedarían en la casa para los siguientes dueños de ella.
Una casa que quedara en el olvido de los recuerdos pertenecientes a los hermanos Park al igual que aquel hombre que los hizo sufrir tanto.
...
— ¿Dónde está Yoongi?.- pregunta un peli azul sonriendo de oreja a oreja. Estaba haciendo lo posible por no saltar por toda la casa.
— En las caballerizas, ¿Por qué la euforia Jiminie? - lo pregunta Hyuna al ver a su niño feliz, mientras ella se encuentra dándole de comer a un caprichoso Bae-Shin.
— Necesito hablar con él.- se lo anuncia a amabas mujer, mientras Lisa no dice nada concentrándose únicamente en cuidar de su sobrinito.
— Ve por él Jim, yo cuidare de Bae.- se lo dice Lisa al ver a su hermano que solo agradece para luego salir corriendo del lugar.
— Ahora si pequeño, tendrás que comer todas tus papillas.- se lo dice la niña al tratar de darle una cucharada pero falla, cosa que hace a Bae estallar a carcajadas.
Park Lisa en cambio infla los cachetes en signo de enojo cosa que el bebé imita, causando la risa de las dos mujeres mayores.
Lysook ya decía que ese hombrecito se parecía a su Yoongi cuando estaba pequeño.
¡Una ternura!
...
— ¡Yoongi!.- grita Jimin con aquella voz radiante de felicidad, corriendo dentro de las caballerizas.
El mencionado se levanta mostrándose manchado de tierra y algo de lodo, observando a su esposo correr hacia él abalanzándose a sus brazos para que la cargue cosa que no tarda en hacer.
— ¿Qué sucede?.- pregunta sonriente al mantenerlo en el aire, a unos centímetros del suelo.
— ¡E-estoy... Estoy embarazado!.- lo grita feliz, sin dejar de abrazar a su esposo.
— ¿Hablas en serio?.- pregunta sorprendido, había pensado que para embarazarlo de nuevo pasaría mas de tres meses, pero parece ser que en el primer intento lo logró.
Bendita sea su puntería, ¡Já!
— Completamente.- se lo hace saber al tocar el piso y ponerse de puntitas capturando los labios del mayor en un beso largo, transmitiéndole así su felicidad.
Él envuelve los labios de su pequeño con los suyos, suspirando al sentir como su cuerpo comienza a arder, y pensar que en la mañana le hizo el amor renovando con orgullo la llama de pasión que se mantiene bastante activa en su matrimonio.
— Estoy tan feliz...- lo murmura el peliazul al abrazarlo sin importarle que su ropa se ensucie, aquel short blanco que lleva junto con la playera del mismo color.
— Me has dado el mejor regalo.- se lo dice Yoongi al abrazarlo con fuerza.
Hace dos meses atrás Heeso había muerto, Suran había desaparecido sin dejar rastro alguno, aunque aquello no lo mantenía tranquilo ya que ella había jurado vengarse y no hay ninguna señal de ello.
Su deber es proteger a su familia y con eso cuenta.
...
Siete meses después...
— ¡Ya te dije que era una niña!.- lo exclama la voz masculina al estar afuera de la habitación, discutiendo con los demás miembros de la familia.
— ¡Yo había jurado que tedríamos otro niño en la familia Min!.- exclama la voz de Hoseok, sonando lastimera.
— ¿Qué tiene de malo una niña en la familia?.- pregunta la voz masculina, la voz de aquel primo que reconoce, Minho.
— Yo estoy orgulloso de mi nena.- ahora se escucha aquel hombre de mirada oscura al abrir la puerta dando paso a toda la familia que desea conocer al nuevo miembro de ella.
Jimin ve dormir a sus dos angelitos a su lado, Bae dormido a un lado de su pequeña bebé, acaba de llegar a la casa después de una semana en el hospital y a pesar de que Yoongi lo internó dos semanas antes del parto contra su voluntad, ya pudo salir de ese lugar y estar en su hogar.
— ¿Cómo te sientes cariño?.- pregunta el mayor al acercarse a la cama.
— Un poco cansado.- lo confiesa, al estar acostado, a pesar de haber descansado hace no mucho.
— Es normal...- se lo dice al tomarle de las manos, contemplando a su familia.
Jimin sonríe al ver a sus cuñados y cuñadas, al igual que su suegra, nanas, hermana y su amigo Minho.
— Deberíamos dejar de descansar a Jimin.- lo dice Sammy al ver a su yerno apenas recuperándose de un parto no tan difícil como el primero, y pensar que su hijo estuvo loco en los meses que siguieron después de que el peliazul le diera la noticia.
— Yo opino lo mismo que mi tía, deja descansar al pobre de Jimin, ya tiene suficiente soportándote.- lo dice Minho, al ver como Yoongi comienza a enojarse, ocasionando risa en las demás personas.
— ¿Qué insinúas?.- pregunta algo molesto el mayor.
— Por favor, no comiencen a pelear.- lo dice Seokjin al estar con su familia, tomando a su hijo entre sus brazos.
Jimin sonríe ante la escena y pensar que hace tres años atrás no había tenido algún lugar donde pertenecer.
— Vamos señores que los libros de cuentas no se hacen solitos.- se los recuerda el mismo Seokjin llamando a Hoseok, Yoongi y Minho para comenzar la pesadilla de cada primavera.
— ¡No quiero! - lo exclama el menor de todos al comprender que siguen noches de desvelos y estar sin su Tae.
Minho ríe ante la escena y suspira al recordar que dentro de unos meses se casa, la familia seguirá aumentando ante su boda y el bebé que espera Taehyung y su primo.
La familia Min va en aumento...
...
La luz de la luna ilumina la habitación, observa al hombre a su lado, su doncel, su pequeño Jimin. A pensar de que hoy estuvo hermoso en la boda de Minho con Yeonwoo, era en estos momentos en los que no dejaba de apartar su vista de su chico, cargando a su bebita y a su lado un bien dormido Bae, su familia.
Escucha el balbuceo de su pequeñita Samhye, el nombre de la madre de Jimin, acordado por los dos. Sonríe ante la hermosa imagen que tiene de ella, el dedo pulgar dentro de su boquita succionándolo, su vista se vuelve en su otro pequeño que tiene la misma postura que su hermanita menor, boca abajo y succionado aquel dedito con entusiasmo.
Ambos están en la misma habitación ya que la familia se encuentra reunida por la boda de su primo, cada uno en la habitación y la cabaña, así se dan cuenta que la familia esta creciendo y seguirá en ese estado.
"¡Te odio!, ¡Te odio!"
Se lo había gritado Suran por el teléfono al enterarse que la habían encerrado en la cárcel por provocar la muerte de su tío Heeso, pensando que si moría aquel hombre ella se iba a quedar con toda la fortuna pero no había contado con que la fortuna Park estaba en nombre de su hijo Min Bae-Shin, perdiendo todo el dinero.
Ahora su familia está en paz y las pesadillas han acabado, tiene a un dulce chico a su lado que planea envejecer con él y ver crecer a sus hijos, al igual que sus sobrinos.
Namjoon embarazado de otro Min, Taehyung de igual manera, y su pequeña Samhye sigue siendo la única niña Min en la familia; esperaba que Minho trajera una niña dentro de unos meses.
— ¿No te has dormido?.- pregunta un Jimin soñoliento al abrazarse al cuerpo de su esposo sintiendo aquellos músculos nuevos que iba ganando mediante el aumento de trabajo en el rancho. Como un gran osito fortachón.
— Te amo...- lo susurra al abrazarlo, agradeciéndole a Dios esa bendición, y muy a su pesar agradeciéndole a Heeso por haberle ofrecido esa Oferta, una que resulto la mejor joya de todas.
— Yo también Te amo Yoon...- lo murmura el ojiverde al quedarse de nuevo dormido entre sus brazos.
El tener a su familia no se comprara con ninguna otra cosa, la felicidad al igual que el amor no puede comprarse aunque le den a uno la mejor de las ofertas; el amor verdadero se gana.
Las ofertas se acabaron.
De eso está seguro Min Jimin.
¡Fin!
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Aquí es donde termina "𝑳𝒂 𝑶𝒇𝒆𝒓𝒕𝒂" y en verdad estoy muy agradecida con todos aquellos que llegaron hasta el final.
Como se comentó desde el inicio esto tan solo es una corrección de la adaptación que había sacado durante el año 2020, pero tarde me di cuenta que nunca había publicado el Epílogo y créanme, casi me da un paro cardíaco.
Lo más probable es que aquellas personitas que tiempo atrás lo leyeron no podrán leer éste final, pero sin dudas espero que los nuevos lectores puedan disfrutar de tener un final limpio y bonito.
Sin más que decir nos veremos en nuevos proyectos, sé que cuento con su apoyo.
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Min.
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