Un año había pasado desde que Lincoln y Jordan decidieron finalmente estar juntos, y las cosas habían cambiado bastante desde entonces.

Lincoln (narrando): "Es extraño cómo el tiempo puede cambiar todo a nuestro alrededor, ¿no? Hace apenas un año, estaba atrapado entre dudas, entre fantasmas del pasado y el miedo de no avanzar. Hoy, puedo decir que las cosas han tomado un rumbo diferente. Mi hija, Lina, ya ha cumplido cinco años y empezó el jardín de niños hace unos meses. Verla con su pequeña mochila y uniforme escolar, sonriendo mientras entra a clase, es algo que nunca creí que viviría tan pronto.

"Y luego está Jordan... las cosas con ella han sido realmente buenas. No diré que todo ha sido perfecto, porque eso sería mentir. Hemos tenido nuestras discusiones, altibajos, momentos en que no nos entendíamos. Pero al final del día, siempre encontramos la forma de resolverlo. Eso es lo que más me gusta de ella, siempre sabe cómo hablar conmigo, cómo hacerme ver las cosas de manera diferente."

Lincoln se detuvo un momento, recordando su última cita con Jordan.

Lincoln (reflexionando): "Hace poco tuvimos una cita realmente especial. Fuimos a un restaurante pequeño, uno de esos lugares que casi nadie conoce pero que tienen la mejor comida del mundo. Estaba nervioso, como siempre, aunque llevamos un año juntos. Es raro, porque aunque Jordan y yo hemos pasado por tantas cosas, todavía siento esa emoción cada vez que la veo. Estábamos sentados en una mesa junto a una ventana, con la vista del atardecer en el horizonte. Ella se veía increíble, como siempre."

Lincoln (sonriendo mientras recuerda): "Empezamos a hablar de todo y de nada a la vez. De cómo las cosas han cambiado, de los planes para el futuro, de las pequeñas tonterías que nos hacen reír. En algún momento de la conversación, no pude evitar pensar: 'Este sería el final perfecto en cualquier historia'. Es decir, todo estaba bien. Mi hija estaba creciendo feliz, tenía una relación increíble con una chica que realmente me importaba, y finalmente sentía que estaba avanzando en la vida. Era como un final feliz, ¿no?

"Pero, claro, la vida no es una historia que termina en el 'felices para siempre'. Siempre hay algo más, siempre hay nuevos retos, nuevos caminos. Lo que vino después fue la confirmación de eso."

Lincoln respiró hondo, pensando en lo que había sucedido después de esa cita. Todo parecía tranquilo hasta que empezaron a llegar las cartas de aceptación de las universidades.

Lincoln (narrando): "Unas semanas después de nuestra cita, recibí una carta. Era la respuesta de la universidad a la que había aplicado. Mi solicitud había sido aceptada para un programa en una ciudad diferente, bastante lejos de aquí. No era algo inesperado. Había hecho los trámites pensando en que sería una gran oportunidad para mí, para avanzar en mi educación y en la vida que quiero construir. Pero aún así, el peso de la noticia me golpeó. Irme significaría dejar todo lo que había construido aquí, aunque solo fuera temporalmente.

"Me había mentalizado para esto, hasta este punto podia confirmar que habia cambiado mi vida"

Jordan se encontraba sentada en su habitación, mirando la carta de aceptación de la universidad en el Reino Unido. El sobre llevaba días sobre su escritorio, intacto, pero ahora no podía evitar abrirlo. Sabía lo que significaba, pero no estaba segura de cómo compartirlo con Lincoln. Ambos habían pasado por mucho, y la idea de separarse ahora la llenaba de una tristeza profunda.

Jordan: (pensando) ¿Cómo voy a decírselo?

Después de pasar varios minutos observando la carta, decidió enfrentar la situación. Tomó su teléfono, revisó los mensajes de Lincoln, y finalmente decidió que tenía que hablar con él en persona. No podía hacer esto a través de una pantalla.

Horas más tarde, llegó a la casa de Lincoln, respirando hondo antes de tocar la puerta. Lincoln, que había estado jugando con su hija, le abrió, sonriendo al verla, aunque algo en la expresión de Jordan le hizo saber que algo estaba mal.

Jordan: ¿Podemos hablar un momento?

Lincoln asintió, dejando a su hija con una de sus hermanas mientras ambos caminaban hacia el pequeño jardín en la parte trasera de la casa. El sol estaba cayendo, lo que le daba un aire melancólico a la escena.

Jordan: (con voz temblorosa) Me han aceptado en una universidad... en el Reino Unido.

Lincoln la miró, su sonrisa desvaneciéndose lentamente. Podía ver el conflicto en los ojos de Jordan y sentir cómo su corazón comenzaba a pesar.

Lincoln: Eso es... genial, ¿verdad?

Jordan: (con tristeza) Sí... pero... también es lejos, muy lejos. Hemos pasado por tanto, y ahora...

Lincoln se quedó en silencio. Sabía que esto llegaría en algún momento. Ambos habían hablado de sus futuros, pero nunca esperaron que la distancia se convirtiera en un problema tan grande.

Jordan: Sé que siempre hemos hablado de estar juntos, de cómo podríamos lograrlo, pero... esto me obliga a pensar en lo que realmente quiero. Estoy muy feliz con lo que tenemos, pero...

Ella hizo una pausa, buscando las palabras.

Jordan: No quiero que nuestra relación se base en lo que podría haberse evitado o en sacrificios que podríamos lamentar después... y estoy asustada, Lincoln.

Lincoln sintió un nudo en el estómago. Había imaginado un futuro con Jordan, pero esto... era un obstáculo que ninguno de los dos había previsto.

Lincoln: (en voz baja) Yo también tengo miedo... pero quiero que sepas que, pase lo que pase, siempre he querido lo mejor para ti. Pero no sé si puedo imaginar esto sin ti cerca.

Jordan lo miró, sus ojos llenos de lágrimas.

Jordan: Es lo mismo que siento... pero no quiero dejar que eso nos destruya. Hemos llegado tan lejos...

Ambos se quedaron en silencio por un momento, asimilando el peso de sus palabras. Jordan estaba a punto de sollozar, pero se esforzó por mantenerse fuerte. Era difícil hablar de futuro cuando el presente parecía tan frágil.

Jordan: (mirándolo con ternura) No quiero que pienses que esto es el final... pero no puedo mentirte. No sé qué nos espera.

Lincoln asintió lentamente, comprendiendo el dilema. Sabía que Jordan no había tomado esa decisión con ligereza, pero al mismo tiempo, estaba devastado por la idea de que todo lo que habían construido pudiera desmoronarse.

Lincoln: (tomando aire) No sé si puedo soportar la distancia... pero tampoco puedo detenerte. Has luchado tanto por tus sueños, Jordan, y no quiero ser quien los detenga.

Jordan: Y tú también... (con la voz temblorosa) Tienes tanto potencial, Lincoln. No quiero que te sientas atado a mí, ni que sacrifiques nada por miedo a lo que pueda pasar. Pero odio la idea de que podamos alejarnos...

Ambos se quedaron callados, las emociones mezcladas entre tristeza y amor. Jordan no sabía cómo continuar, pero Lincoln le tomó la mano, apretándola con fuerza, como si no quisiera dejarla ir.

Jordan: (mirando hacia el horizonte) ¿Qué vamos a hacer, Lincoln?

Lincoln: No lo sé... pero quiero estar a tu lado, pase lo que pase.

Se quedaron allí, el silencio entre ellos pesando tanto como las palabras que aún no habían dicho.

Lincoln sentía que el mundo le caía encima. El silencio entre él y Jordan era sofocante, como si cada segundo que pasaba sin decir nada se convirtiera en una carga más pesada sobre sus hombros. Estaban parados frente a la gasolinera, pero en ese momento, el lugar desaparecía. Solo existían ellos dos y la tormenta que estaba a punto de desatarse.

Lincoln: (mirando a Jordan, casi rogando) Podría... podría ir contigo. No tiene que ser así, Jordan. Puedo hacer que funcione. Puedo buscar una universidad en el Reino Unido. No tenemos por qué separarnos.

Las palabras salían apresuradas, casi desesperadas. Sentía que si no las decía, la oportunidad de estar juntos se escaparía para siempre. Jordan lo miró con tristeza, su rostro reflejando la batalla interna que estaba librando.

Jordan: (suspirando profundamente) No, Lincoln... no puedes hacer eso.

Su voz era suave, pero cargada de un peso que Lincoln no entendía del todo. Él frunció el ceño, confuso, buscando respuestas en su mirada.

Lincoln: ¿Por qué no? Jordan, puedo hacerlo. ¡Por ti lo haría!

Jordan: (negando con la cabeza) No. No es solo por mí, Lincoln. Tienes una vida aquí, tienes a Lina, a tu familia... Tienes tu propio futuro en Estados Unidos. No puedes simplemente dejarlo todo y venir conmigo.

Las palabras de Jordan cayeron sobre Lincoln como una losa. Por primera vez, sintió que no había salida fácil, que la realidad era mucho más compleja de lo que había imaginado. Pero su corazón no lo dejaba rendirse.

Lincoln: (con voz temblorosa) Jordan, si estar contigo significa dejar todo, lo haría. No me importa.

Jordan bajó la mirada. Sentía que el corazón le pesaba en el pecho. Sabía lo que Lincoln estaba dispuesto a sacrificar, pero ella no podía permitirlo. No podía ser la razón por la que él dejara su vida atrás.

Jordan: (en voz baja, tratando de mantener la calma) Lincoln, no entiendes... No puedes simplemente tirar todo lo que has construido. Tienes un futuro brillante aquí. No puedes renunciar a todo por algo que puede no funcionar.

Lincoln: (dando un paso adelante, con la voz quebrada) No quiero perderte... no puedo.

La desesperación en su voz hizo que Jordan sintiera un nudo en la garganta. Sabía que lo estaba lastimando, pero también sabía que lo estaba protegiendo. Aun así, cada palabra que decía dolía más de lo que podía soportar.

Jordan: (tomando aire profundamente) No quiero que te arrepientas de las decisiones que tomes por mí. No quiero que un día te despiertes y te des cuenta de que sacrificaste todo por algo que no era seguro. No sería justo para ti.

Lincoln se quedó en silencio, intentando procesar lo que Jordan estaba diciendo. Su mente se debatía entre la lógica y sus emociones, pero su corazón se resistía a aceptar lo inevitable. Entonces, Jordan finalmente alzó la mirada, sus ojos llenos de lágrimas contenidas. Sabía que estaba a punto de decir algo que lo destrozaría.

Jordan: (con voz temblorosa, entrecortada) Lincoln... yo... no sé si podría manejar... una relación a distancia.

El aire pareció detenerse en ese instante. Lincoln sintió que le arrancaban el corazón del pecho, como si las palabras de Jordan hubieran perforado su alma. La miró con incredulidad, intentando comprender lo que acababa de escuchar.

Lincoln: (susurrando, con la voz quebrada) ¿Estás... diciendo que quieres romper?

El silencio que siguió a su pregunta fue insoportable. Jordan intentó hablar, pero las palabras se le atragantaban en la garganta. No quería decirlo, pero sabía que tenía que hacerlo.

Jordan: (con la voz temblorosa, entrecortada por la emoción) Creo que... lo mejor sería... que termináramos... antes de que todo esto... nos haga daño...

Cada palabra salió con dificultad, como si le estuviera costando respirar. Su pecho subía y bajaba con rapidez, y aunque trataba de mantenerse fuerte, las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos. No quería perder a Lincoln, pero sabía que lo peor sería prolongar una situación que, en su corazón, sentía que no podría soportar.

Lincoln: (con la voz llena de dolor) Pero...

Jordan: (interrumpiéndolo suavemente) Por favor, Lincoln... no quiero que esto nos destroce. Prefiero que recordemos lo bueno... que seguir adelante y terminar odiándonos.

Lincoln la miró, sus manos temblando. Quería gritar, quería aferrarse a ella y suplicarle que no lo dejara. Pero no podía. Algo en sus ojos le decía que esto era definitivo, que Jordan había tomado una decisión de la que no había vuelta atrás.

Jordan: (sollozando ligeramente) Eres lo mejor que me ha pasado, Lincoln... pero no puedo prometerte algo que no sé si podré cumplir. Y no quiero que ambos nos aferremos a algo que podría... destruirnos.

Lincoln tragó saliva, sintiendo cómo su garganta se cerraba. No sabía qué decir. Se sentía vacío, como si todo su mundo hubiera perdido sentido en un instante.

Finalmente, dio un paso atrás, incapaz de mirar a Jordan a los ojos. Sabía que si la miraba, no podría contener las lágrimas. No dijo nada más. No había nada que pudiera decir que cambiara lo que ya estaba decidido.

Con pasos lentos, se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia su casa. Cada paso se sentía pesado, como si sus pies se hundieran en la tierra. Sentía el corazón roto en mil pedazos, y cada respiración era dolorosa.

Cuando finalmente llegó a su casa, subió las escaleras en silencio, evitando a sus hermanas. Se encerró en su habitación y cerró la puerta detrás de él. Todo estaba oscuro, pero eso no le importaba. Sacó su teléfono del bolsillo, buscando distraerse, pero lo primero que vio fue la pantalla de inicio. Una foto de él y Jordan, sonriendo juntos en uno de esos días felices que ahora parecían tan lejanos.

El simple hecho de verla allí, tan cerca y tan distante a la vez, hizo que algo dentro de él se rompiera por completo. Con un grito de dolor, lanzó el teléfono contra la pared, el dispositivo chocando y rebotando en el suelo con un estruendo. No pudo más.

Se dejó caer en el borde de su cama, las lágrimas finalmente fluyendo libremente. No trató de detenerlas. Todo el dolor, la frustración y el amor no correspondido lo golpearon de una sola vez. Los sollozos sacudían su cuerpo mientras se cubría el rostro con las manos. Estaba destrozado, y por primera vez en mucho tiempo, no sabía cómo seguir adelante.

Ahí, en la soledad de su habitación, con la imagen rota de lo que había perdido aún flotando en su mente, Lincoln lloró por lo que pudo haber sido, por lo que perdió y por lo que ya nunca sería.

Fin del capitulo 

Les mate el ship, pero no me culpen... si lo hacia mas extenso la historia hubiera sido como de 90 caps para lo que tengo planeado asi que nomas aguantense