• Capítulo 5 •
Reconocer
[T/N narrado por el narrador]
Sueltas ligeramente su mano. Puedes ver de todo a través de sus cristalinos ojos.
<< No me digas que lo terminé asustando... >> Pensaste con angustia.
— Yo... Bueno... Necesitamos ir a recibir... — Ves como intenta controlar sus emociones encontradas.
— ¿Qué sucede..? — dejaste que tu voz sonara seca. Te mira con sorpresa. - ¿Recibir qué?
No pensó mucho en qué decir. Solo tomó de tu mano y te llevó al palacio.
Viste como erais el centro de atención, no tenías de otra que solo dejarte llevar por la situación.
También, veías como todos se acomodaban en sus asientos, al parecer el lugar parecía un estadio.
En tu cabeza se formulaba una pregunta. <<¿Qué vana recibir..? No entiendo nada sinceramente. >>
Todos automáticamente inclinaron sus cabezas, evitando así ver una radiante luz que pasaba. Hiciste lo mismo y cerraste los ojos al hacerlo, era una presencia muy poderosa. Por curiosidad quisiste mirar de reojo, viste dos seres más que destellaban una luz similar al mayor.
<<¿Hay más dioses..? Qué confusión. No logro entender qué sucede aquí.>>
— Bienvenidos sean, mis amados.
Les vengo a informar que muy pronto habrá una misión importante.
Todos se oían sus voces maravillados. Eres el único que sigue sin comprender.
<< ¿Acaso se refiere a la creación..? Si es eso, está más que claro. Pero... ¿Qué tienen que ver lo ángeles en esto..?>>
— En fin. Comencemos con el culto...
***
Terminado la reunión, todos se fueron a seguir con sus labores. La verdad es que ya estabas agotadísismo, y no entendías cómo los demás seguían de pie.
— Lucifer, ¿estás bien..? — Encontraste a Heber, al quien viste primero. Su rostro preocupado te recuerda cuando comenzó todo.
Te sentías mareado, una pantalla en tu cabeza se te presentaba, escenas de tu vida como humano. Tus errores, tus logros, tu búsqueda sobre el origen del mal. Aún te preguntas cómo es que llegaste a este lugar.
<< Aquella frase va recobrando sentido: "La curiosidad mató al gato". Y yo siento morirme de miedo por lo que sucederá, pero a la vez siento que debo cumplir con este deber. >>
— E-Eh... — lo único que podías es balbucear. — T-Tengo...
— Voy a llevarte a su presencia, sé que nuestro Señor puede hacer algo. — Estaba a punto de irse, pero de inmediato te repones y tomas de su brazo con fuerza. Heber te mira con sorpresa al ser detenido por ti.
— No lo necesitamos.
— ¿Qué?— una combinación de confusión y terror se forma en su rostro. Lo sueltas de golpe, y lo miras con profundidad.
— Lo digo enserio. Únete a mí y lo verás... — al sentirte bien, haces que tu espalda se vuelva erguida.
Por unos momentos parece pensarlo, pero también parece dudar. Antes de que diga cualquier cosa te retiras sin decir nada más.
— ¡E-Eh, Lucifer! — Alza la voz para detenerte.
— Nos vemos a fueras de la cuidad — dices sin mirarlo. — y no olvides llamar a los demás. Necesito a todos los ángeles. — Estiras tus grandes alas, vas camino al palacio a la sala de trono.
—¡D-De acuerdo! — Lo decía muy eufórico.
***
Te encuentras de espaldas del trono. La gran presencia está detrás de ti. Pero, ya no sientes aquel temor de antes, sientes que puedes vencer, estás confiado.
— Lucifer.
— ¿Mm...? ¿Qué sucede? — consultas con algo de cansancio. Éste parece notarlo.
— ¿Crees que les doy bastante trabajo?
Piensas un poco, y asientes con sinceridad, pero no te atreves a responder con un sí o no.
— Ya veo. ¿Qué crees que deba hacer para que disfruten en hacerlo..?
— Pues... —no tenías ganas de responder, pero no tenías otra opción, no podías dejarle con la pregunta suelta. — no lo he pensado. Pero, no lo sé la verdad.
— Comprendo...
Pensaste que no diría nada más, seguías con las alas extendidas; te pones a juguetear con tus manos, que de por sí, la piel era de un tono pálido, similar a la porcelana.
Miras al suelo de cristal, era como un gran espejo. Viste por primera vez tu rostro en él.
Realmente eras la perfección que definirían los científicos, si estuviesen en tu presencia. La envidia te invadió, pensabas si tuviese ese aspecto desde un principio serías más aceptado por todos.
— ¿Qué se siente que ser bello..?
— ¿E-Eh? — La pregunta te toma desprevenido, tanto así que olvidaste lo que dijo. — ¿Qué dijo..?
— Je, je, je.
<< ¿Se está riendo..? ¿Cree que lo que dije es chiste? >> piensas muy fastidiado.
— Sea lo que sea que suceda. Siempre acude a mí.
<< ¿Es chiste, no? >>. No respondes nada, solo dejas que el silencio domine en la conversación. Te sientes un/a tonto/a por no haber oído la pregunta.
Se escucha la puerta principal abrirse, notas que es un ángel muy diferente a los demás.
— Mi Señor, ya hice conforme a lo que dijo.- Su grandes alas se extendían, creías que su rango era mayor que el tuyo; por lo trabajado que está su cuerpo.
<<Genial, así que esto es un arcángel.>> fue lo que pensaste. Mirabas a detalle cada parte de su cuerpo.
— Muy bien, Gabriel. Me alegra oír eso. Pues, ve en paz.
Apenas termino la frase, el tal Gabriel se inclinó ante el ser y se retiró muy sonriente.
<<Así que, Gabriel...>> Al escuchar aquel nombre se te hacía conocido, pero no ecordabas en dónde lo habías escuchado.
Pero, al revisar tus recuerdos, se te hacía difícil verlos, ya que eran borrosos. Dejaste que tu conocimiento actual defina quién es este personaje.
Entonces se terminó tu turno, y decides retirarte.
— Solías despedirte...
Su voz sonaba entristecida, pero no entendiste lo que trataba de decir y seguiste con tu camino. Dejándolo solo con sus palabras, a que otro ángel haga su turno de ocultar su luz.
Sientes una abrumación intensa, ya que tienes agendado una reunión con los ángeles.
Un ángel se te acerca con una amplia sonrisa, ya sabías de quién se trataba.
— Shadar...— titubeaste su nombre, pero él no parece haberlo oído.
— Lucifer, —sus ojos muestran inquietud. —¿dónde será la reunión?
<<¿Acaso Heber no anunció nada..? ¿Really? >>. Aunque no sabías lo que realmente sucedió estabas fastidiado(a).
— Heber, — Shadar te miraba interrogativamente por qué mencionas aquel nombre. — ¿no les dijo nada..? Se supone que le dije que hoy organicé una reunión y necesito a todos los ángeles. —Dijiste alzando la voz, sin darte cuenta de que estabas asustando a Shadar.
— Parece que no... —Responde como si le faltace el aire.
— Entones, hazlo. — Ordenas y te retiras de ahí sin mirar atrás.
Incocientemente miras a tu alrededor, no hay muchos ángeles rondando, pero te urge estar a solas contigo mismo(a). Sientes la necesidad de ordenar tus ideas y de lo qué está pasando.
Así que te retiras afueras del palacio y te acercas a los muros. No hay nadie, suspiras aliviado(a), y sólo te recuestas en el muro dorado.
A tu mente se venía a Erse tomado de tu mano corriendo un campo de trigo, sonreía alegremente, y solo se escuchaba el viento y vuestros jadeos. Solo deseabas que ese momento fuese real.
<< ¿Qué es lo que realmente siento por Erse? >> Tu mente formuló esa pregunta por instinto. Al analizarlo no le encuentras muchas dificultades para descifrar que es.
— Me gusta... - dices en voz baja. — Eso es lo que mi mente y mis acciones me lo demuestran.
Tu mano acaricia tu pecho, en un intento de consolar aquella fuerte emoción.
— Espera... —tu cuerpo se vuelve erguido de golpe. — No debo estar aquí... ¡Tonto, tú eres el anfitrión de la reunión!
Corres con prisa al lugar acordado. Hay escasos ángeles esperando ahí. Te acercas fingiendo estar preocupado por no haber estado primero, como anfitrión.
— Lamento por la tardanza.— dices con los ojos achinados y rascándote la nuca. Te muestras apenado por la situación, supuestamente.
Los ángeles se miran entre sí y te sonríen con despreocupación. Heber decide hablar en lugar de ellos.
— Mantén la calma, creo que hemos venido muy pronto. — niegas con la cabeza ante su respuesta.
Te acercas en medio de ellos.
— En fin, — suspiras aliviado — solo queda esperar a los demás. —muchos asienten.
Pasan los minutos y la cantidad de ángeles aumentan, tanto curiosos como interesados en aquel plan que habías comentado. Entonces, decides que ya era el momento de dar inicio a la presentación y explicación del plan para vengarse de la injusticia, según tú, que hizo Dios con su mismo pueblo.
— Veo que ya son bastantes, — comentas observando a tu alrededor: algunos ángeles hablaban entre sí, otros te miraban con curiosidad, y otros que ni sabían por qué estaban ahí. —ya es hora de mostrarles el plan.
Cuando dijiste lo último, todos prestaron atención, y eso te hacía acelerar el corazón, si es que lo tenías.
Estabas un poco triste en que Erse no se encontraba por ninguna parte. Aún así comenzaste a hablar.
— Bueno, como muchos sabrán, he estado planeando una venganza que no solo lo hago por mi, sino por todos ustedes. — haces unos segundos de silencio para observar a ru público. Todos están maravillados. - Muchos no se dan cuenta que esto es un fraude. Estamos trabajando rodó el tiempo, ¿acaso no se merecen tal descanso?
Antes de que agregaras algo más...
—Pero tenemos un día de reposo... — murmuró un ángel.
Miraste al ángel por unos segundos, quisiste fulminarlo con la mirada y repudiarlo con todas tus fuerzas por haberte interrumpido. Pero, a cambio de eso, solo suspiraste y le respondiste de la forma más bonita de hablarle a alguien que te interrumpe.
—Y, ¿te parece suficiente..? —todos se miran entre sí, comentan y discuten entre ellos.
Ver aquel caos te fascinaba, suponías que era por naturaleza.
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Gracias querido(a) lector(a) <3
Palabras: 1613
Fecha: 03/12/23
Hora: 6:43 a.m.
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