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•Capítulo 4•

Hora de actuar

JAJAJAJAJAJA...

<<Qué fastidio...>> Pensaste con irritación. Pero, cambiaste de opinión ante esto. <<Mm... Pero, realmente tiene razón>>.

La palabra "cobarde" no dejaba de sonar en tu cabeza. Decidiste ya no darle importante, ya que, tenías algo mucho más importante que hacer.

...

Pasaron las horas, y decidiste reunir a los todos los ángeles para una "reunión". Hablabas de un forma eufórica que llamaste su atención y, se quedaban pasmados con tus palabras.

¿Qué tanto decías..? Palabras que profanaban al Altísimo. Sentiste que lo tenías bajo control, ya no tenías vergüenza alguna. Veías como sus rostros quedaban estupefactos, algunos estaban creyendo en la mayoría de tus mentiras y algunas verdades. Pero no había duda que la mayoría de tus palabras eran ofensivas.

La mayoría de los ángeles estaban disgustados de escucharte. Te hacía recordar cuando en tu vida anterior, tus padres aborrecían tus ocurrencias o tus reclamos hacia ellos; no querían abrir los ojos, mucho menos escucharte.

Sin embargo, viste también, una cuarta parte de los ángeles aceptaron tus palabras como si fuese un mandato y, se maravillaron por tus palabras.

<< Éstos ángeles nunca supieron lo que era una mentira disfrazada de algo de verdad. >> Pensaste. Este dato sí era cierto. Seguías hablando, tratando de terminar tu discurso.

—Ahora que ya escuchasteis vosotros. Compartirlos con los demás que no comprendieron. — Los que se quedaron asintieron.

<< ¡Qué fácil! >> Tu sonrisa se agrandó en cuanto por fin pudiste seguir llenando tus pulmones con aire.

Los ángeles se dispersaron, esperabas ver a Erse entre la multitud, mas nada veías, es como si nunca hubiese estado. Te entristeciste al saber esto.

Y seguiste con tu aburrida rutina celestial, solo que ahora algo estaba cambiando; la mente de los ángeles.

—Lucifer, me gustó bastante tu discurso. ¿Qué planeas hacer al respecto..? —Se acerca un ángel creyente.

—Mm... Pienso que, anunciaré otra reunión para hablar al respecto. — Responde a su pregunta como si fuese de los más casual. Éste se quedó maravillado. — Ahí será donde les hablaré de mi plan.

Poco a poco los ángeles se te acercaban a escucharte una vez más.

— Oye, Lucifer, ¿Qué piensas de aquellos que no creen en ti? —Esa pregunta no te lo esperabas, así que quedaste unos segundos pensando. — ¿Qué harás con ellos..?

—Bueno, bueno... — Dijiste algo fastidiado por sentir tantas miradas en ti, y también, por las preguntas. — Si... Si quieren escuchar mis respuestas ante ello, tendrán que asistir a la reunión. Sin falta, por favor. — Los ángeles creyentes asintieron por naturaleza. - Será mejor que anoten sus preguntas. — Y sales de ahí para seguir con tus labores.

...

[Erse]

Las palabras de Lucifer me parecen tan sorprendentes. Pero... Siento que algo raro le ha pasado. Según rumores de los arcángeles; Lucifer, el querubín más hermoso de todos y el favorito de Dios, cayó al "suelo" por desconocidas razones.

A veces pienso que vio el rostro de Dios, y que le surgió un raro efecto. Realmente quiero saber lo que le pasó. Pero, no quiero... no quiero verlo... Aún no.

Ver sus ojos me aterra. Sé que no es el mismo. No entiendo cómo los demás no se dieron cuenta, incluyendo a Él.

Hablando de Él... Siento que Lucifer decía la verdad... Realmente deja que lo peor pase.

—Erse, ¿Me ayudarías ayudar con la letra de una nueva alabanza? — La voz de Shadar me saca de mis pensamientos, éste parece notarlo, pero no cuestiona ante ello.

A lo cual le regalo una sonrisa y asiento con mucho gusto.

Shadar siempre ayuda a Lucifer a componer nuevas alabanzas. Pero aveces se queda sin inspiración y nos pregunta a los demás acerca de los magnífico que es Dios.

Antes de la tragedia silenciosa que se ha presentado. Pensaba que Dios era lo que todos necesitamos y que no nos faltaría. Pero, no esperaba que Lucifer haya liberado aquella forma de pensar las cosas.

Siento que nadie notó que Lucifer ha cambiado así de la nada. También, siento que he cambiado mi forma de pensar, al igual que él.

—Bueno, Erse vamos bastante bien. Tengo que consultar con Lucifer. — Me dice con entusiasmo y no retira su vista de los papeles que lleva en la mano, que por cierto, es la letra de la nueva alabanza. De seguro él fue de algunos que no escucharon su discurso. — Muchas gracias. Sé que le va a encantar. — Me regala una sonrisa amplia, y a causa de ello, no puedo evitar sonreír también.

— Todo sea por Él. — Le digo con regocijo. Y Shadar se retira con pasos divertidos, algo muy común de él.

Veo como se aleja de mi vista, luego, me voy a la orilla del río, y me siento en el pasto verde. Veo como fluye el agua de vida, cada vez que lo veo me tranquiliza; y puedo ver mi reflejo en ella, ya que es cristalina.

Cierro mis ojos por un momento, siento comodidad, y sé que es la presencia de Dios.

Todo va bien por unos minutos, hasta que siento pisadas acercándose, perturbando mi tranquilidad. Entonces, abro los ojos de golpe, y pude ver a través de las aguas el reflejo de un ser oscuro como el universo sin estrellas, como un vacío, y de ahí, alcé mi vista hacia arriba al igual que mi cabeza.

—Hola... — Saludo con timidez. Era Lucifer, no era lo que vi en aquel reflejo. De seguro era mi imaginación.

El reflejo que había visto era todo lo contrario a Lucifer. No lo sé. Pero, siento un ligero temblor en las manos.

Lucifer era perfecto. Todos lo admiramos, incluyéndome a mí. Es como si fuese la belleza misma de Dios, porque Él lo hizo a su perfección.

— Luci... — Solté de la impresión diciendo su nombre. Veía cada detalle de su magnífico rostro, que por si sola radiaba una luz cálida.

Él esbozó una pequeña risita, se le achinaban los ojos. Me quedaba viéndole y él lo notó.

— Bueno... Erse, ¿Qué haces por aquí? —Cuestionó mirando alrededor. Y luego sus ojos se posaron en los míos, comencé a alterarme.

—Pues... Relajandome. —Le respondí con algo de incomodidad. — Por cierto, ¿Cómo me encontraste..? — Ahora yo estaba cuestionando, me asustaba el hecho de que me encontrara en cada rincón del reino.

Cálmate, Erse... Lucifer no es un acosador. Bueno, ¿quién sabe?

—Te encontré de casualidad. También quería pasar el rato no haciendo nada. — Lamentablemente le creí. Pero, mi rostro decía otra cosa. Frunció con confusión ante mi expresión y yo cambié a uno de incomodidad. — Bueno... Se nota por qué te gusta el lugar. — Siento que me hablase como si nos hubiéramos conocido recién. Es... es extraño.

Me levanto del pasto y limpio mis vestidos con prisa. Me estaba haciendo tarde para ir con los demás a recibir el día sagrado.

—Bueno... Tenemos que irnos. — Lo tomo de la mano, parece que lo tomé desprevenido y lo jaloneo unos centímetros. Pero, él se detiene. — ¿Q-Qué sucede..?

— ¿A dónde con tanta prisa? — Dice confundido por mi inquietud. Y, dejó escapar una bocanada de aire. — No hace falta que nos vayamos allá. — Al parecer no tiene idea de la ansiedad que tengo por no llegar tarde. Ni se preocupa... ¿Qué le sucede..?

—E-Eh... yo —Siento mucha tensión y un nudo en la garganta. Lucifer ya no tiene el mismo destello que antes.

Esto... Esto... Esto es acaso ¿miedo...?

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Gracias por leer éste capítulo <3.

25/08/23

12:23 p.m.

Re-Corregido:

31/08/23

8:42 p.m.

1231 palabras

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