
―ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟜―
LA PEQUEÑA ROSA
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Una de las Rosas más queridas de toda la historia fue la gran mujer de la que voy a hablarte, pero antes debemos conocer su origen y su historia.
Dicen que el invierno y el verano se enamoraron y tuvieron dos hijos muy bellos; a los cuales llamaron otoño y primavera. El primero heredó poderes de tierra y sus derivados, tenía alas como las de un ángel color bronce y largos cuernos. El segundo manipuló la flora y la fauna, sus alas eran inmensas como las de una mariposa y de su cabello brotaban bonitas flores.
Verano y primavera se mezclaron con humanos y estos dieron a luz a sus vástagos, cuyos poderes fueron heredados. Su magia era perfecta.
Cuando el Emperador Jaden asumió al trono después de su madre era joven y bien parecido, todas ansiaban ser su esposa, todas querían ser su Emperatriz. A diferencia de sus padres Jaden heredó todos los poderes de un Nigromante; controlaba la vida y la muerte de las personas, podía hablar con los muertos e inclusive invocar a aquellos que dieron su vida en tributo a estos. Jaden eligió sabiamente a su esposa y escogió a Thara Marquesina, una Faerie de la primavera de cabellos como flor de cerezo y ojos como la miel dorada.
Thara era la hija menor de los Marquesina, antigua familia Reinante de la Corte Primavera que vivía en el exilio en las catacumbas de Iskarjal. Thara tenía buenos modales y era una gran maga, sus poderes trajeron buenas cosechas al imperio, y éste se volvió un buen comerciante entre los reinos. El problema vino con el nacimiento de sus hijos.
La pequeña rosa dio a luz a cinco bebés a lo largo de los años, ninguno de ellos fue Nigromante. Jaden estaba molesto pues sus hijos controlaban plantitas en lugar de los muertos, así que hizo lo que ningún emperador había hecho antes. Se divorció y se casó con una humana.
Thara lloró amargamente pues su único error fue no dar el hijo que se esperaba de ella, esa vil humana pudo darle lo que tanto quiso. El Emperador al ver el dolor de Thara le dio permiso de volver a casarse, le dio la libertad de hacer lo que quisiese con su vida y así esta hizo lo que le dio la gana.
Nuestra joven rosa sufrió de desamor, puesto que ningún noble quería desposarla. Hasta que un día en la boda del Emperador alguien pidió su mano. Era un hombre andrajoso, su ropa estaba desaliñada y su apariencia era grotesca. Todos se rieron de ella, la antigua Emperatriz sólo cautivó a un simple don nadie.
"—Mi señora, me he atrevido a pedir su mano puesto que nuestra unión traerá grandes beneficios si usted me dice que si. Está escrito en las estrellas, nuestro matrimonio traerá el inicio de una nueva era."
Thara, despechada y sin amor propio ni ajeno, sin vergüenza ni pena, aceptó la oferta. El hombre la citó en la Fuente de Trevi en su natal Iskarjal, pero no era el que recordaba. El hombre presente medía cerca de los dos metros, cabello de bronce y piel morena con estrellas y constelaciones tatuadas de color oro. La de cabellos cerezo se casó con él y tal como prometió cumplió sus deseos.
Liberó a su familia de las catacumbas de Iskarjal, masacró a gran parte de la familia real y dio su apellido a sus hijos. Sinead Itadori se convirtió en el Káiser de Gyalkamia y Thara en su Kaiserin. Fue fundador de lo que conocemos como Triple Corona, de sangre Jodugar y sangre Original.
Quizás en el futuro sigan extintos, o quizás hayan renacido. No importa, es el Imperio de las Rosas el que sobrevivirá.
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