𝐢𝐢𝐢.
「
𝗰𝗵𝗮𝗽𝘁𝗲𝗿 𝘁𝗵𝗿𝗲𝗲;
ᴄɪᴄᴀᴛʀɪᴄᴇs ᴅᴇ ᴜɴᴀ ɢᴜᴇʀʀᴀ
」
⎯⎯ 🌦 ⎯⎯
Por otro lado, en una celda a las oscuras se encontraba Meliodas que después de larga siesta se puso de pie y camino hacia los barrotes que lo encarcelaban.
─ ¡Oigan! ¡¿Hay alguien ahí?! ─ Grito mientras su voz hacia eco por la cueva debido a que nadie de afuera se encontraba alrededor y parecía estar solitario el lugar.
Este estaba apunto de romper los barrotes que lo retenian hasta que pudo notar la presencia de alguien más que se hacercaba.
─ ¿Tú, quién eres? ─ Pregunto extraño al ver a esa persona extraña que traía una capucha que no dejaba ver su identidad.
Esta misma quien se ocultaba entre las sombras dio unos pasos para quedar frente al prisionero y se quito la capucha que la cubria mientras los rayos de sol de la entrada le daban a su rostro para que se pudiera notar su apariencia, el peli-rubio quedó sorprendido al ver que quien lo visitaba era nada más que una chica de cabello rojizo...
─ ¿Vienes de la superficie, no es así? ─ Expresó ella, ¿cómo pudo saberlo? ─ Y no eres Solaad. Me es extraño como la mayoría de personas te confunden con él, bueno aunque no debo negar que su parecido es asombroso.
─ Tienes razón, la verdad estoy ansiando por poder conocerlo, aunque te vuelvo a preguntar ¿quién eres y qué haces aquí?
─ Eso es lo mismo a lo que te vengo preguntar, es la primera vez que veo a alguien de la superficie, ¿vienes para robar algo?
─ ¿Qué? No, la verdad se me vendría bien tomar solo un pez celeste eso es todo a lo que viene pero no pensé que me llegarán a confundir con alguien más. ─ Pauso. ─ Aunque te recuerdo que yo fui quien primero preguntó, ¿cómo te llamas?
─ Mi nombre es Nikkal y ¿Cuál es el tuyo extraño, enano? ─ Se burlo puesto a que estaba acostumbrada a ver a chicos de gran tamaño a comparación de él ¿Será que acaso todos los demás hombres de abajo serán de baja estatura?
─ Mi nombre es Meliodas soy el dueño de una taberna en la superficie y mucho cuidado con lo que dices, seré chiquito pero muy peligroso. ─ Respondió burlón con los brazos cruzados apoyado en los barrotes y con su cara chibi. ─ Aparte no es la gran cosa pero estas igual de enana que yo.
Fue en ese momento que ahora que se puso a comparar su estatura con la de él notando que este le pasaba por 4cm, imposible, no lo había notado al principio, fue muy impulsivo de su parte decir dicha broma. Fingió reírse pero tenia razón en cierto punto, olvido que no debería de estar juzgando a alguien por su tamaño y sobre todo si nisiquiera lo conoce a la perfección y debería tener cuidado con él ya que desconoce que habilidades podría tener viniendo de la superficie.
─ Por cierto, ¿podrías apartarte? ─ Interumpio entre sus pensamientos ¿Apartarla? ¿Por qué? ─ Necesito que te alejes a menos que no quieras salir lastimada.
La oji-amatista salió de dicha pequeña cueva que mantenían preso al contrario y vio como de un solo golpe rompió la puerta de su celda que lo aprisionada, quedó muy sorprendida hasta que lo tuvo cerca a su lado.
─ ¿C-Comó es posible que tengas tanta fuerza? ─ Trago en seco y aclaró su garganta. ─ Idiota, me hubieses dicho desde un inicio que querías salir y hubiese forzado la cerradura, ahora solo falta que aparezcan los guardias viendo el desastre que dejaste y piensen que te raptaro-
─ ¿Seguirás ahí cuestionandote las cosas o piensas acompañarme? ─ Hablo a lo lejos el peli-rubio que estaba apunto de retirarse del lugar. ─ Bueno, como quieras. Buscaré la forma de salir de aquí pero antes debo buscar a ese tonto cerdo. ─ Susurrando lo último, empezó a caminar dejando atrás Nikkal.
Estupefacta lo miro irse hasta que recuperando el sentido, se maldijo internamente por la actitud que mostraba ante ella para luego correr detrás de él que todavía no respondía a las preguntas que le tenía sobre el paradero de Solaad.
⎯⎯ ☁️ ⎯⎯
Por otro lado el cerdito se encontraba devorando unas ricas sobras que le habría dejado aquella mujer anciana.
─ Oye Abuela tengo una pregunta ¿Hay modo de volver a la superficie? ─ Observo en la dirección en la que estaba la mencionada que solo se reía ante su pregunta.
─ No se puede, porque la Raza Demoniaca tomo el control de la superficie hace miles de años.
─ Eso no es cierto, yo soy de la superficie. ─ Respondió Hawk hasta que sintió como ella se apoya a en el.
─ Eres el animal más raro y adorable que eh visto.
Debido a que puso todo su peso apoyada en el, este salio rodando hasta donde le llegaba la luz de una de las ventanas iluminando su piel dejando asombrada a la anciana que miraba al cerdito de un tono muy blanquecino.
─ ¿E-Esa figura, sera posible que sea....?
⎯⎯ ☁️ ⎯⎯
Mientras tanto con Meliodas y Nikkal, está se encontraba enseñadole los diversos lugares al peli-rubio que estaba muy asombrado por los bellos paisajes de aquel lugar.
─ Y dime ¿Cómo llegaste hasta aquí? ─ Pregunto oji-amatista siguiendo su camino en enseñarle todo al chico de la superficie con la idea de que este por ahí se habría encontrado al celestial perdido.
─ Pues andaba en busca de un pez celeste junto a un tonto cerdo y pues ni tengo idea de como volver, espero que él ya haya encontrado una forma de volver a la taberna.─ Explicó mientras mantenía sus brazos detrás de su cabeza. ─ ¿Y tú como notaste que no era Solaad? Si hasta su propio padre nisiquiera noto que no era el. ¿Acaso eres alguien muy cercana a él?
─ Es complicado explicarlo y más sobre todo no se si decírselo a un extraño que apenas conozco hace unos minutos.
Llego en un punto que estos se encontraron a la distancia lejos de lo que parecía ser el campo de entrenamiento de los soldados junto a Soria que les daba indicaciones y una que otras palabras de aliento.
─ Solo puedo decirte que soy parte de su familia y el hecho de que pueda reconocerlo es debido a que pasábamos mucho tiempo juntos. Bueno a escondidas de su padre. ─ Respondió Nikkal observando desde la distancia a Soria, en su mirada se parecía notar el desprecio que le tenía y repugnancia a este.
─ ¿Si son familiares por qué se ven a escondidas? ¿Acaso ese viejo no los deja encontrarse? ─ Pregunto Meliodas extraño ante lo que escuchana. ¿No qué las familias tenían la costumbre de verse entre ellos? Quería saber la razón pero decidio no meterse porque vio derrepente la mano de ella se formaba en un puño.─ Entiendo, quizás esto no es de mi incumbencia, total soy un extraño para ti.
《¿Sera qué puedo confiar en él?》 Penso Nikkal.
─ Muchas gracias por entenderlo, Meliodas. Tenía la idea que los de la superficie eran seres totalmente egoístas como los Demonios, pero tú pareces ser totalmente distinto a ellos.
─ No hay de que y no te fíes porque como yo no encontraras a otros más, Nishishi.
Ambos siguieron caminando aunque por la mente del rubio pensaba en por donde estaría aquella criatura rosada, la peli-rojiza por su lado estaba encantada con poder ver los paisajes a pleno día libremente y sobre todo teniendo compañía.
─ ¿Y cómo supiste que venía de la superficie?
─ Mm...pues supongo esto ya no debe ser un secreto, pero ayude a Solaad a cruzar el portal que llevaba a la superficie, aunque temía que algo le pasara por mi culpa. ─Mencionó cabizga sacando de su bolso que cubría con su capa un libro que parecia estar muy desgastado.─ Mi nana me dejo este libro antes de fallecer y aquí están escritos algunos misterios que ni el viejo Soria sabe que ocurren en el reino, perteneció a mi padre, como así a mi abuelo y tatara abuelo. Bueno a lo que quiero llegar es que dentro del libro se habla de un portal que llevaba a tu mundo pero para eso era necesario hablar en una lengua antigua para abrir la puerta. Pensé que esto le serviría a Solaad para encontrar al Gran Blanco y no pensé en las consecuencias que traería...
─ Por ejemplo traer a un extraño de la superficie.
─ Hey, eso es en parte culpa tuya y la de tu amigo en entrar en lugares desconocidos para ustedes.
─ Tienes razón pero ¿Quién es el Gran Blanco? ¿Te refieres a ese ser de piedra que vi en aquél templo? ─ Nikkal asintió con la cabeza. ─ ¿Serias amable en explicarme quién es? En todo el tiempo que llevo vivo nunca oí hablar de él.
Ella empezó a contarle la historia del pueblo y como fueron atacados por dicha raza enemiga y que llegó un mágico ser a salvarlos, no pudo explicarle mucho debido a que eran muy corto las leyendas sobre este y su paradero, más solo se sabría que estaba en la superficie, en donde el futuro líder celeste fue en busca de el para la salvación de su pueblo ante la llegada de la hora de la Ruina y la por cuál todos entrenaban arduamente.
Una vez terminó de contar su relato, su acompañante solo la miraba por el como contaba dichas leyendas que al parecer amaba contarlas como si se tratara de un cuento para niños, estaba apunto de preguntarle algo ya que sabría mucho sobre la historia de su pueblo hasta que ella mencionó otro nombre mirando hacia una roca que estaba delante de ellos.
─ ¿Elate?
Al observar de nuevo, pudo ver a dicha chica que tenía rasgos parecidos a su Elizabeth, que al notar su presencia de ambos está salto hacia su dirección ignorando completamente a Nikkal.
─ Solaad ¿Cómo escapaste de la celda, dime?
─ Desde ayer sigues confundiendome con alguien. ─ Dijo Meliodas sin esperar que esta le iba a dar una cachetada de no ser porque logró esquivarla a tiempo.
─ ¡¿Por qué me esquivas?! ¡Déjate pegar!
Antes de que volviera a dirigirle otra cachetada su mano fue detenida siendo agarrada por otra obligandola a no atacarlo. La albina observo a la oji-amatista sorprendida ante su acto.
─ Elate debes calmarte, él no es Solaad. Es otra persona, todo este tiempo tanto tu como el resto lo confundió. ─ Afirmó Nikkal mientras por la mente del rubio estaba agradecido con ella.
La celestial no podía creer lo que decía hasta que soltaron su mano y se pudo ver a lo lejos a los guardias en compañía de Soria quien parecía ver en dirección de la peli-rojiza que al ver que estos se hacercaran se cubrió con su capucha y corrio hasta colocarse detrás de la gran piedra dejando confundido a Meliodas por su acto repentino de esconderse.
Cuando aterrizaron estos los rodearon a ambos y uno que otro guardia miraba en dirección de dicha roca esperando órdenes de su maestro.
─ Solaad, veo que no quisiste reflexionar sobre lo que hiciste. Escapaste de tu celda, siendo tu Padre no puedo permitir esta clase de insulto.
Apunto de golpearlo mientras Elate era retenida por los guardias al intentar detenerlo de la golpiza que se le sería proporcionaba, el de baja estatura logró detener aquél golpe dirigido hacia él con tan solo dos dedos dejando a todos sorprendidos por la manera en como lo detuvo.
─ Ya le dije que no soy su hijo, Señor. ─ Seguido de eso lo mando para atrás y cayera al suelo dejándolo totalmente sorprendido ante la abismal fuerza de su "hijo".
─ Solaad...¿cómo te hiciste tan fuerte? ─Recobrando de nuevo el sentido en sí mismo miro a sus guardias. ─ Guardias, capturen a la rebelde escondida en aquella roca.
Los guardias asintiendo a su orden soltaron a la albina y cuando estaban apunto de ver detrás de aquella piedra, había una oji-amatista apunto de lanzar una de sus flechas en dirección de estos, no fue hasta que el peli-rubio detuviera a los guardias interponiendose en su camino dejandolos confundidos a todos ante su acto.
Su "padre" quien estaba más que molesto ante que alguien se opinia a su orden estaba apunto de gritarle pero a lo lejos se escucho una fuerte explosión proveniente de una de las montañas en donde se encontraba lo que al parecer era un huevo inmenso.
─ Si el sello se rompe, será nuestro fin.─ Dijo Soria mirando en dirección de aquella montaña, llamó a que sus soldados llamasen a los demás y que algunos lo acompañaran a ver que provocó dicho impacto. ─ Ustedes dos, quédense aquí.
Una vez se retirara con sus demás guardias, Elate los siguio por detrás dejando solo a Meliodas que fue rapido a buscar a Nikkal detrás de dicha piedra pero no la encontró, ella se habría marchado después de ver aquella explosión que distrajo a todos, no sin antes estar agradecida mentalmente con él por su acción al evitar que la descubrieran sin saber que es lo que pasaba realmente y sospechado a que la llamaban "rebelde" él habría decidido confiar en que ella sí se escondía era por algo importante que quizás por ahora el no debería saber hasta el momento adecuado que quiera discutirlo Nikkal.
⎯⎯ ☁️ ⎯⎯
─ ¡Una explosión! ─ Grito uno de los soldados mientras se hacercaban el resto en aquel lugar donde se ocasión.
De entre un agujero de aquel huevo gigante, estaba un hombre semi-desnudo de cabellera albina y piel morena.
─ P-por favor...que alguien me ayude.
Algunos soldados preocupados corrieron a su auxilio y uno de estos se Inclino a observar que le sucedía intentando revisar si se encontraba herido.
─ P-por favor...necesito, algo de comer.
Muero de hambre.
Derrepente aquella persona se puso de pie asustando a los de su alrededor al ver que no tenía su cabeza, sin embargo poseía un enorme torso junto a su cuello ancho que llevaba su larga cabellera. Fue entonces que su piel se tiño de un tono verde y su cabello albino a un rojo, su torso pudo revelar un símbolo y por debajo sus dos ojos junto a una gran boca.
Este de un bocado atrapó a uno de estos soldados que estaba lo demasiado cerca de él hasta escupirlo, todos suponieron que era alguien de la Raza Demoniaca para luego aquél demonio abriera su boca para absorber lo que serían las almas de los que se encontraban en su entorno y aquellos que aún se mantenían de pie los empezo a azotar con su cabello.
A lo lejos pudo ver a más soldados que rodeaban a su maestro Soria y como a uno de los que atacaba escapaba totalmente asustado en dirección hacia estos, dándole unas vueltas a su cabello, lo alargo lo suficiente para atrapar la pierna de quien intentaba escapar.
─ Latigo de voltaje.
Entonces de su cabello emano unos rayos que terminaron electrocutando a quien tenía atrapado dejándolo totalmente quemado hasta que saliera de su boca su alma dejando ver una horrible escena a los ojos de Elate. El Demonio al verla pensó hacerla su siguiente víctima hasta que Soria evitará aquel ataque enviado hacía ella.
─ Somos los guardianes del pueblo Celeste, rindete ahora y dejaremos que tengas una muerte honorable. ─Imponía el mayor ante aquél demonio quedando delante de la albina en modo de protección.
─ ¡Ire a por la Espada Celeste! ─ Grito ella para luego alejarse del lugar.
Fue entonces que Soria decidió por enfrentar al demonio con una lanza dejándole una lluvia de golpes con este en diversas partes del cuerpo contrario mientras el resto de soldados solo le daban barra apoyandolo y cabiendo recalcar que aquél maestro derrotó a lo que son 65 demonios.
Cuando dio su golpe final totalmente exhausto pensando que lo habría dejado malherido al demonio pudo observar su lanza que se encontraba partido a la mitad. Aquél ser demoníaco tenía en su boca la otra mitad observando disgustado ante la comparativa de este con esos otros demonios.
Por otra parte Elate fue al gran templo en donde se resguardaba la espada y nota la prescencia de la anciana que andaba persiguiendo al cerdito, ignorandolos teniendo ya en sus manos la espada tomo vuelo para volver donde se encontraba enfrentándolo al demonio. El cerdito corrio detrás de ella siendo seguido por la anciana que con sus medianas alas comenzó a volar en dirección a ellos.
Volviendo en donde estába aquella batalla el maestro Soria fue lanzado contra una piedra dejándolo totalmente agotado cayendo exhausto al suelo viendo en dirección al demonio de aspecto sin cabeza que poso su pierna sobre este en un intento de aplastarlo.
─ No tienes oportunidad anciano, cometiste el error de enfrentar a uno de los Seis Caballeros Negros. El demonio sin cabeza. ─ Entre carcajadas dio un golpe al contrario a mandarlo rodar por el suelo.
Antes de que pudiera dar el golpe final apareció otra persona que de una patada lo mando a rodar por el suelo, delante del Maestro Soria se poso un chico de cabello rubio y ojos esmeralda espectando lo que haría el demonio tirado en el suelo.
─ Sera mejor que te calmes, a menos que quiera morir. ─ Dijo este posando su mano derecha en su cadera.
─ No sabes con quien te enfrentas, Humano. ─ Se puso de pie a punto de lanzarse en contra de Meliodas. ─ ¡Disfrutaré matarte lentamente y después devorare tu alma!
Al llegar donde el de menor estatura sintió como el puño de este se metía entre el medio intermedio de sus ojos succionandolos, retrocedió con las piernas tambaleantes y fue entonces rayos eléctricos emanaron de su cuerpo y los mando a la dirección del de ojos esmeraldas en un intento de acabarlo de un ataque.
─ ¡Contraataque!
Grata fue su sorpresa cuando el ataque fue re-dirigido hacia él mismo, destruyéndose, carbonizandose como nunca y quemándose por completo.
La celestial Elate que observaba todo desde arriba se hacerco preocupada ante Soria quien estaba inconsciente y al oír el llamado de ella comenzó a reponerse aún dolido por el golpe proporcionado del difunto demonio.
─ Que bueno que los dos están bien. ─ Hablo Meliodas observándolos a su dirección notando la mirada preocupada de la celestial.
─ Muchas gracias.
A lo lejos se escucho el grito del cerdito, feliz por encontrar a su compañero que sin darse cuenta estaba pisando el cuerpo rostizado del demonio mientras preguntaba por este mismo hasta que noto lo que estaba pisando y su cuerpo empezó a temblar y fue lanzado a voltearse para atrás ya que pisaba por la boca de este demonio que libero las almas que se habría comido y fueron devueltas a los cuerpos de aquellos que atacó haciendo que recobraran el sentido.
⎯⎯ ☁️ ⎯⎯
Debido ante lo sucedió se organizó una cena especial en el templo donde la gran mayoría de gente celebró la victoria de los celestes del demonio perteneciente a los seis caballeros negros, "Solaad" sería el invitado de honor puesto a que gran parte de la victoria fue gracias a él.
─ ¡Hacique esto es un pez celeste asado! ─ Expresó asombrado el peli-rubio mirando su plato que contenía un gran pescado. ─ ¡Que delicia!
─ Estoy tan feliz, nunca creí poder celebrar una victoria con mi hijo.
Complacido por el gran banquete ofrecido el de ojos esmeralda tomo uno de los aperitivos que le ofrecieron quedando maravillado por el sabor, tanto que hasta Soria le ofreció el suyo y el de menor estatura no pudo estar tan agradecido y comió de ambos a la vez. Pero ante todo estaba tranquilo ya que aquel hombre no le habría preguntado más sobre Nikkal ya que andaba más centrado en la victoria obtenida por él.
─ Al fin te has volvido en un guerrero mucho más fuerte que tu viejo Padre. ─ En ese momento este le dio una palmada en su espalda que casi lo manda para adelante.─ ¡Claro, te fuiste a entrenar en secreto!
Este mismo se puso de pie con una copa en su mano izquierda llamando la atención de todos para que atendieran a su comunicado.
─ Tal como dicta el código de los celestes, mi hijo Solaad ya está listo para la ceremonia de sucesión.
Fue cuando todos empezaron a alzar sus copas y brindar entre sí mismos felices ante la noticia, Meliodas quien se encontraba confundido ante lo que era dicha ceremonia vio a lo lejos como las señoras comenzaban a empujar a Elate hacia donde se encontraban pero al parecer esta se resistía hasta que la empujaron por última vez haciendo que llegara a estar de pie delante de él.
Derrepente pequeñas campanas comenzaron a sonar desde la entrada llamando la atención de todo el mundo que pudieron notar a dos hombres sosteniendo lo que parecía ser un palanquin con un cerdito encima, mientras la anciana movía dichas campanillas hasta llegar al centro del templo, la mayoría estaban confundidos ante su llegada más solo se abrían paso para que pasarán.
─ ¿Qué estás haciendo, Hawk? ─ Pregunto Meliodas mirando en dirección del cerdito.
─ Que imprudente. Mi nombre no es Hawk, soy el Gran Blanco amo y señor de- ─Fue interrumpido ya que fue sostenido por una de sus orejas dejándolo entre los aires, entonces empezó a quejarse muy adolorido.
─ No engañas a nadie, cerdo tonto. ─ Dijo el de mechones rubios que lo sostenía por su oreja y escuchaba las miles de disculpas del cerdito.
─ Solaad, Debo decir que estoy muy impresionada. Fuiste capaz de encontrar al legendario gran blanco, el mismo que nos salvo hace 3.000 años. ─ En ese momento solto a Hawk que terminó cayendo al suelo aún adolorido y la anciana se le hacerco y señaló a la figura de piedra que tenían delante. ─ Es idéntico a la imagen que tenemos en nuestro mural y además es blandito y suavecito.
─ Pero el nisiquiera es blanco.
Debido a lo que dijo Meliodas, la anciana empezó a examinar el rostro del cerdito con mucha cautela denotando como éste comenzaba a sudar y temblar.
─ Ahora que lo mencionas es verdad. ¿Eres un impostor?
─ ¡...Pero claro que no lo soy! ¡La verdad es que soy descendiente del gran blanco! ¡Soy el gran rosado! ─ Respondió el cerdito con algo de miedo debido a las miradas furiosas de algunos que los observaban
─ ¿Quién creería semejante estupidez? ─ Pregunto el oji-esmeralda hasta que vio como todos empezaron a venerarlo.
⎯⎯ ☁️ ⎯⎯
Al llegar el atardecer todos seguían disfrutando del gran banquete al igual que ambos amigos que llegaron a dichoso mundo del cual ahora todos los adoraban.
─ No lo puedo creer cerdito, todas las cosas que haces para comer gratis.
─ ¡Y lo volvería hacer! ─ Grito alegremente Hawk que acababa de comer un plato de sobras.─ No me arrepiento de nada.
Su conversación se vio interrumpida por la celestial Elate que le ofrecio un atavío de uno de los guardias para que este se cubriera, ya que gran parte del día se la paso sin algo que ocultará su torso.
─ Vístete, Nikkal te está esperando afuera.
Fue lo único que dijo una vez que le entregará aquella vestimenta y se apartará para ir con los suyos que la esperaban para brindar...
Fuera de aquel templo se podía contemplar como el sol empezaba a dar paso a la luna y en donde Meliodas pudo encontrar a Nikkal que portaba de nuevo llevando aquella capucha ocultando su rostro ante los demás como si fuese una profuga de la justicia. Una vez que el llegó hasta ella que observaba detenidamente el paisaje, solo se paro a su lado mirando en su misma dirección.
─ Oye, agradezco mucho que hayas intervenido. De no ser por ti capaz me veía atrevida a empezar una batalla contra ellos.─ Hablo Nikkal rompiendo aquél silencio entre ambos, ¿ahora como debería de explicarle todo lo que sucedía? Tocar esta clase de tema era muy delicado para ella.
─ Desconozco las razones por las cuales te quieren atrapar pero creo que habrá de ser una razón injusta. Por el poco tiempo en el que nos vamos conociendo estoy seguro de que no serias capaz de cometer un gran crimen que atente contra los demás.
─ Yo no cometí ningún crimen...es solo que, el viejo de Soria piensa que mi grupo y yo somos unos rebeldes que vamos en contra ante sus leyes de convivencia y que en algún momento haremos un atentado en contra de su liderazgo. ─ Soltó un pesado suspiro mirando a la nada. Era cierto que a su grupo los perseguían por el hecho de que creían que eran personas que iban en contra del liderazgo de Soria pero no sabían que si estos andaban alejados de los demás celestiales era por otra razón.
─ Desde que era muy pequeña. Mis padres fallecieron debido a un ataque por los Demonios dejándome huérfana, mi nana que en aquel entonces era sirviente de mi padre me cuido aún sabiendo que quien tenía que tomar la responsabilidad de mí era mi tío...─ Pauso un tiempo y volteo a ver la fiesta que se llevaba acabo en aquel templo notando al maestro de los soldados que estaba bebiendo alcohol con los suyos. ─ Mi tío Soria no se quizo hacer acargo de mí y me dejo a manos de mi nana, bueno aunque también el estaba devastado porque no solo habrían fallecido mis padres sino también su esposa que los dejo solos a él y Solaad que apenas era un bebé...La cosa es que el anterior líder era mi padre, debido a su fallecimiento tomaron acargo el asunto y como última opción decidieron dejarle el liderazgo a Soria.
─ Espera, si Soria no es él verdadero líder legítimamente eso quiere decir que tú lo eres. ─ Comentó Meliodas sorprendido al ver que tenía razón en lo que decía. Nikkal era legítimamente la líder de los celestes pero aquél puesto se lo arrebató su propio Tío.
─ Sí es cierto, pero el hecho de que no haya podido reclamar mi título fue por un acontecimiento que paso, mi nana debido a la gran mayoría de edad que poseía terminó falleciendo y quedé totalmente sola, nadie se había enterado que el anterior líder de los celestes tuvo una hija por lo cual el viejo de Soria logró entrar fácilmente y me quede sin nada, intente conversar con él pero nunca tenia tiempo libre debido a sus nuevos deberes como líder y sobre todo arreglando los desastres que habría dejado dicho enfrentamiento con los Demonios, no sabía a quien acudir para ayudarme hasta que los conocí. Un grupo de personas que vivían apartados de los celestes que por alguna razón de la vida fueron apartados de sus familias ya sea por problemas o el hecho de que nacieran sin alas que es un claro simbolo de ser un celeste, ellos me recibieron y aceptaron en su pequeño refugio y con el pasar del tiempo fui entrenando con el arco y flechas hasta llegar el punto en que ellos me decidieron nombrar su líder, solo mis más cercanas personas saben sobre mis padres y aquel título arrebatado.
─ La verdad no me lo imaginaba del viejo, siendo tan apegado con las leyes y haya desequilibrado el orden de sucesión y como gente que nisiquiera te conocían fueron capaces de acogerte y recibirte en su hogar que tu mismo tío.
─ Aún así estoy agradecida por los caminos de la vida porque me hicieron conocer a grandes personas a lo largo de la vida comenzando desde mis preciados amigos quienes fueron un pilar fundamental para mi vida, ellos a quienes les encomendaria mi vida, mi confianza y a quien recurrir cuando siento que me desmoronó. ─ Mencionó la oji-amatista mientras por su mente pasaban imágenes de aquellas personas realmente importantes para ella.
Ambos acompañantes se quedaron en silencio observando como la luna se ponía en su punto más alto sin darse cuenta de un pequeño cerdito que se les hacerco con pasos silenciosos mirandoles un tanto confundido ante la chica misteriosa que se encontraba a su lado.
─ Meliodas, por alguna extraña razón siento que si llegaste hasta aquí justo en este momento creo que es para salvar a todo el pueblo celeste. ─ Por su mente pasó la imagen de aquel pueblo en medio de la hora de la ruina en donde se rompería el sello y serían atacados por los Demonios. ─ Hasta que Solaad pueda regresar te pido de favor que tomes su lugar en la ceremonia de sucesión que se hará mañana, tendras que desposar a Elate reemplazandolo a él hasta que llegue, tengo fe en que el regresara con o sin el Gran Blanco.
─ Esta bien, no tengo inconvenientes en ayudarla, solo espero que el viejo no se ponga loco otra vez. ─ Dijo el de mechones rubios mientras posaba ambos de sus brazos detrás de su nuca sin esperar que la albina celestial estaría detrás de ellos interrumpiendolo.
─ El Maestro Soria tiene sus motivos por el cual odia a los Demonios, hace mil años nos atacaron y entre la víctimas de la guerra estuvo su esposa y madre de Solaad. ─ Hablo Elate con una mirada interrogativa dudando si este pudiera tomar el puesto de su prometido.
─ ¿Entonces es por eso que su hijo decidió escapar?
─ ¡Solaad no escapo! ¡El me dijo que tenia un plan, se que el no es un cobarde y tengo la esperanza en que muy pronto volverá! ─Le grito la albina recalcandole al contrario, puesto a que ella conocía a su prometido y sabía que no era la clase del líder que dejaría a su pueblo indefenso ante una amenaza .
─ ¿Y por qué no te casas con alguien más y se acabó?
─ Idiota, ¿Acaso no te das cuenta? ─ Le pregunto Nikkal molesta ¿No era fácil ver que aquella pareja su amor iba más allá que un simple compromiso?
─ ¡No me casaré con nadie más! ¡Él y yo hicimos una promesa! Desde que nos conocimos gracias a Nikkal yo y Solaad fuimos amigos, desde entonces surgieron sentimientos. ─ Aclaró Elate. Sin duda alguna aquél celestial habría robado su corazón de ella.
─ ¿Se conocieron gracias a Nikkal? Vaya, si que es eso sorprendente y la forma en la que lo dices veo entonces estas enamorada. ─ Dichas palabras hizo que su cara se tiñera de un color rojizo adornando sus mejillas, no era capaz de decir sus sentimientos abiertamente a las personas, pero escucharlo decir de estos era como darle en su punto débil. ─ Te ayudare en caso de que él no aparezca mañana.
─ Si se parece a este tonto de seguro habrá de ser feo. ─ Interrumpiendo su charla a aquél grupo llegó el cerdito rosado que estaba metido entre algunos cajones cerca de ellos.
─ Oh, ¿Tú eres Hawk? ─ Pregunto la peli-rojiza inclinándose hasta acariciar al cerdito por su lomo, encantada en conocer a hermosa criatura que podia comunicarse con los demás, era la primera vez que veía a uno así.
─ Sir Hawk para tu información, Capitán de la orden de las Sobras.
─ Cerdo tonto ¿Desde que tiempo estas escondido escuchándonos? ─ Preguntó Meliodas que observaba como la oji-amatista acariciaba a su compañero mientras la albina los miraba con cierta rareza.
─ No mucho pero puedo decir de que cuentan con mi ayuda para todo. ─ Respondió este que disfrutaba las caricias proporcionadas por Nikkal.
⎯⎯ ☁️ ⎯⎯
Una vez acordado todo no pudieron esperar a que fuese mañana para llevar acabo todo lo que planearon y claro las chicas tuvieran la esperanza de que apareciese Solaad.
Elate se retiro para poder descansar dejando solos a aquél par de chicos junto al cerdito y claro la peli-rojiza tenía planeado volver a su refugio con los de su grupo debido al tiempo que llevaba ausente y estos deberían de estar preocupados por ella, aunque se ofreció a acompañarla el de mechones rubios junto al cerdito, ella al principio se negó ante la propuesta pero al final fue convencida, entonces los comenzó a guiar por otro lado alejado de los molinos y casas en camino a su hogar.
─ Oye, ¿No has pensado en la probabilidad de tomar de nuevo el liderazgo del Reino celestial? Digo, porque en parte estas en tu total derecho y habría gente que te apoyaría. ─ Cuestionó el oji-esmeralda. ─ Aparte, ¿Elate y Solaad saben que tú eres la legítima líder de los celestes?
─ Nunca se los mencione. Después de todo la gente esta acostumbrada al liderazgo de Soria, aparte dejo de importarme el cargo. Ya que ahora tengo a gente verdaderamente preciada para mí a la que debo de proteger. ─ Contestó ella mientras una dulce sonrisa se formaba en su rostro que no pasó desapercibido de su acompañante nocturno.
─ Aún así creo que deberías de demostrarles a todos los demás de aquí que tu Padre si tuvo una hija que hubiese sido heredera, no entiendo..─ Paro de hablar al notar que andaba muy atrasado en caminar y vio que en suelo se encontraba la capucha de la joven, cuando este la tomo para devolvérsela, al levantar su mirada noto que en su espalda no se encontraban las típicas alas que poseía cualquier celeste. ─ Tus Alas...¿Qué sucedieron con ellas?
El cerdito paro de caminar ante lo que preguntaba el rubio y pudo ver que de la espalda de Nikkal no se encontraba ningún par de alas. Ella volteo a verlos, por su rabillo del ojo observo su espalda.
─ ¿Esto? Oh, es debido a que de pequeña me vi involucrada en aquel conflicto de los demonios, totalmente estúpida en busca de mi padre terminé en medio de la batalla contra el bando enemigo. ─ Fue entonces que los recuerdos de aquel fatídico día empezaron a pasar por su mente y un viejo dolor volvía a aparecer. ─ Mi Madre en su intento defenderme de un Demonio que estaba apunto de acabar con mi vida terminó arriesgando la de ella, eso no fue suficiente ya que me encontraba cerca de un molino en donde le llego un ataque de estos Demonios que hizo que terminara cayendo una de sus estructura sobre mí e intentando escapar de ello terminó cayendo sobre mis alas...
En sus recuerdos se vio a así misma que entre lágrimas y gritos de ayuda que no eran escuchados, con sus pocas fuerzas intentaba quitar dicha estructura de sus alas ya que veía el gran charco de sangre que emergía de ellas. De fondo se podía escuchar la gran masacre que ocasionaba aquella raza infernal sedienta de sangre ante los suyos, la pequeña terminó cediendo al sueño por el pesar de sus párpados sumiéndose en la oscuridad siendo su último pensamiento su Padre, antes de quedar profundamente dormida.
No sabría cuanto tiempo habría pasado pero derrepente sintió el alivio en sus alas cuando la estructura que las aplastaba la quitaron, sus ojos intentaron acostumbrarse a la luz del día y pudo reponerse sentandose en su mismo sitió y vio que delante de él tendría a su Tío que la miraba estupefacto ante la imagen que presenciaba.
Ella volteo a ver en dirección a sus alas y noto que una de estas se encontraba con un gran moretón y pequeñas cortadoras, sin embargo la otra...pendía de su misma carne colgando sobre la mitad que seguía intacta habiendo expulsado la suficiente sangre que capaz de dejar a un Humano totalmente moribundo, lo único que pudo pronunciar por sus labios fueron un "Mami...Papito" antes de caer completamente inconsciente.
Desconoció que fue lo que paso después, más solo despertó en una habitación completamente solitaria y al intentar sentarse en la cama no podría moverse correctamente debido a un fuerte dolor que pasaba por toda su columna vertebral. Algo le faltaba eso podia sentir, toco el vendaje que habría por todo su abdomen y fue entonces que solo pudo llorar toda la mañana hasta que en la tarde recibió noticias de que su padre habría fallecido.
Meliodas por su lado se encontraba escuchándola con total atención a los sucesos del pasado, quedó totalmente sorprendido y a la vez con algo de admiración hacia la joven al igual que el cerdito que se encontraba derramando algunas lágrimas al suelo. Una vez que ella terminará guardando silencio, Hawk se apoyo en ella mientras no paraba de llorar ya que por su mente pasó la idea de que en algún momento él perdería igual a su querida madre.0
《 Ella solo fue una más de las víctimas de las consecuencias que dejó la gran guerra 》Pensó para sí mismo Meliodas.
La oji-amatista que por su lado andaba consolando al cerdito a cuclillas, sintió como el de mechones rubios le colocaba de nuevo su capucha por su espalda, observó en su dirección y vio la mano extendida que tenía hacia ella.
─ Llevo no mucho conociéndote y Nikki puedo asegurar que eres una gran mujer fuerte y valiente. Estoy seguro que los de tu grupo han de ser agradecidos en tener tal líder. Así como tu confías en mi, quiero que tengas por seguro que haré todo lo posible en ayudarte a ti y a tu pueblo. ─ Fue entonces que la peli-rojiza tomó su mano y la fue levantandola hasta tenerle frente a frente en donde ambos se miraron entre si y él le brindo una sonrisa de oreja a oreja.
─ Muchas gracias, Meliodas. ─ Acto seguido está lo abrazo dejándolo sin saber que hacer en aquel momento repentino, tenía ambos brazos a los costados indeciso si debía de tocarla o no, como si tuviese miedo a que con solo abrazarla esta se desvanecierá entre sus brazos.
Lentamente colocó sus manos en ambos costados de su cintura atrayendola hacia él pudiendo sentir el latir de su único corazón a diferencia de los siete que poseía, inhalo el aroma que desprendía aquel cabello rojizo y esponjoso en sus fosas nasales y no podía sentirse tan fascinado por esta joven que sería incluso de entregar su vida para protegerla y defenderla de todo mal que buscará dañarla.
Hawk solo especteaba aquella escena secándose sus lágrimas con ambas de sus orejas y solo optó por apoyar su cabeza en las piernas de estos que aún seguían abrazándose no queriendo romper bello momento.
Un nuevo día acababa de empezar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro