11
Ellos salen del restaurante agarrados de la mano, hay fotógrafos y el alfa frunce el ceño, no puede creer que se hayan enterado de que estaba con alguien allí, es sumamente raro.
—Mingo.
La voz asustada de Jisung lo llama y él voltea a mirarlo preocupado, los flashes impactan en su rostro y él comienza a caminar más rápido para llegar al auto.
—¿Es tú omega Minho? ¿Desde cuándo han estado saliendo?.
Muchas preguntas los envuelven, Jisung grita al sentir como un fotógrafo lo empuja y cae al suelo, Minho lo observa y empuja al fotógrafo.
—Cuidado maldito imbécil, ¿no sabes mirar o qué?
El fotógrafo pide disculpas y el omega asiente, su rodilla duele demasiado, baja la mirada y nota que está mojada, se ha raspado y ahora está sangrando.
—¿Estás bien amor?
El alfa acaricia suavemente la mejilla del bicolor quien muerde su labio, le duele, arde.
Sus rodillas han caído muy duramente contra el suelo, y sin dudas se había lastimado.
—Me duele.
Susurra.
—Iremos a mi departamento, te cuidaré.
El menor ríe y rueda los ojos.
—No me fracturé, alfa cuidador.
El mayor ríe y entrelaza una mano mientras comienza a manejar para poder ir a su departamento.
—Te tendrás que acostumbrar, seré así a partir de ahora.
La idea a Jisung no le desagrada.
Nos haces sentir querido y protegido.
No pasan más de quince minutos cuando ellos llegan al edificio donde vive Minho, el menor se asombra porque está en un maldito barrio privado, wow, algo nuevo, está lleno de seguridad además de algunos perros.
Él ríe.
—Está muy protegida la zona.
El alfa voltea a mirarlo y asiente.
—Hola, MinHyuk.
El joven le sonríe y los deja pasar.
—Sí, hay varias celebridades además de gente con mucho dinero que busca protección más que nada por su familia, es muy seguro aquí, y hasta ahora no han habido robos, por suerte.
El omega asiente.
Mira todo a su alrededor y sonríe, es hermoso. La naturaleza, hay un pequeño parque al fondo y pequeños locales donde puede ver que son de ropa, perfumería, zapatería y hasta ¿un supermercado?
—¿Es un centro comercial esto?.
Minho ríe y asiente.
—Si, digamos que tenemos todo aquí, falta que tengamos la estación de servicio para cargar nafta y estamos completos.
El bicolor rueda los ojos.
—Aburrido. Prefiero salir y caminar por las calles haciendo las compras.
Minho estaciona justo en su garaje y ellos bajan, el ojigris carga de imprevisto al menor quien chilla para después cubrirse la boca.
—Me ha salido chillón el bebé.
El bicolor lo fulmina con la mira.
—Cállate, me has tomado de sorpresa.
—No puedes decir que es caballeroso.
El rizado asiente no pudiendo negarse, es verdad, es un gesto muy bonito además de caballeroso.
—Sí, sí, pero enserio puedo caminar.
—Te duele, bebé, ya llegamos.
El menor observa la casa y abre los ojos, joder, con éste alfa iría de sorpresa en sorpresa, la casa es hermosísima más que cualquier otra que ha visto, sí, es más pequeña que la de Chan, pero sin dudas la del alfa ojigris es mucho más bella.
—Quédate aquí, iré por el botiquín.
El rizado asiente y espera sentado en el sofá mientras ve al ojigris desaparecer, acaricia el sofá y nota que es de cuero, wow, se siente bien, muy suave.
Minho está fundido en dinero.
—Necesito que te quites tu pantalón.
La voz del alfa lo hace salir de sus pensamientos, sus mejillas se tiñen de rojo y él asiente, se levanta y se desprende el pantalón, quita sus botas y las patea a un costado. Baja el pantalón y queda en bragas, y joder, Minho muerde su labio al verlo, se ve tan bien.
—Nunca pensé que me verías así, qué vergüenza.
El alfa niega, porque mierda, quiere verlo así siempre.
Bonito y delicado, sumamente delicado.
—No me mires así.
Chilla cubriéndose la cara, primero ha recibido sexo oral por parte del mayor y ahora lo ve en bragas, no tendría que sentir vergüenza pero siente.
No tenemos por qué, es nuestro alfa.
—¿Con deseo? ¿Por qué amor? Te deseo, demasiado.
El omega saca las manos de su rostro debido a que Minho las retira con sumo cuidado.
—¿Me deseas?.
Su voz sale bajita, con temor a la respuesta.
¿Está mal desearlo también?
—Sí, mucho.
Los labios del ojigris toman rápidamente los del omega, éste gime por la sorpresa y enreda sus brazos alrededor del cuello del mayor quien sostiene su cintura delicadamente, Jisung se siente desfallecer.
Nunca se ha sentido así.
Es algo inexplicable y se pregunta ¿merece sentir eso?
La vida después de todo el sufrimiento que ha pasado a lo largo de su vida por fin comienza a dale factura, pero no en forma negativa sino que todo lo contrario.
Aunque él no está actuando de la mejor manera.
—Tengo que curar tu rodilla.
Susurra sobre los labios el ojigris una vez que se separan.
—¿Qué?.
—Tu rodilla lastimada, bebé.
Ríe porque se ve tan aturdido.
Jisung asiente.
Se había olvidado del dolor, pero ¿quién no con un alfa así?
Bésame más.
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