02
TaeHyung se encontró deseando fervientemente que las citas con su nutriólogo llegarán cada quincena, viviendo de los recuerdos de su primer encuentro durante los días que no lo veía. Y trato, realmente se esforzó por cumplir con su indicación de comer una de las comidas, aunque de nada sirvió. Como siempre terminó en el baño, vomitando todo, hasta que su estómago decidió que también debería expulsar el jugo gástrico. Ya se había autoimpuesto una rutina de consuelo, buscó una paleta de caramelo de su bolsillo y esta no era baja en calorías como las anteriores.
Tirado en el suelo del baño, sacó su celular y vio el número grabado de su nutriólogo, pensó en llamarlo, comentarle que estaba cansado de fallar, pero recordó su rostro y la posible expresión que pondría al oírlo rendirse. La sensación fue mucho más amarga que acabar de vaciar lo poco que había en su pancita y se puso de pie para salir de allí, buscando en gallistigram el nombre "Jeon JungKook" y por fortuna lo encontró. Al parecer a su joven médico le gustaba la escritura erótica de un famoso escritor del momento, ya que compartía ciertas frases y capítulos que lo habían atrapado. Además, sus pasatiempos parecían ser hacer ejercicio por las candentes fotos de sus visitas al gimnasio y cocinar por las fotos de sus platillos antes de comerlos.
—Dios, es adorable.— soltó emocionado y cerró los ojos con fuerza, decidido a enviarle mínimamente un mensaje porque aún faltaba para su próximo encuentro.
Dulce conejito🐰🍭
Buenas noches, espero con ansias la cita de pasado mañana, que tengas buena noche y ojalá sueñes conmigo.
JungKook se encontraba leyendo la actualización de su novela cuando la notificación en su celular lo hizo dar un saltito del susto, creyendo que alguien se había percatado de las cosas tan morbosas que leía, aunque estaba solo en la calidez de su hogar. Sin demoras tomó el aparato y vio el contacto de su ya no tan nuevo paciente, sonrió al leer su mensaje y soltó unas sonoras carcajadas por el final tan inesperado, era encantador a su manera.
Paciente TaeHyung 🏥
También tenga una buena noche.
Dulce conejito🐰🍭
¿Solo eso? Está bien, de igual forma yo soñare contigo.
Por el bienestar del corazón de JungKook, decidió que no contestaría más porque estaba pasando una línea médico-paciente que no debía y de hecho ya lo había medio desdibujado desde la primera cita que tuvieron juntos. No debería cometer un error como ese, pero era joven y le había pedido consejos a su mayor, YoonGi, pero descubrió que no era adecuado para darle recomendaciones cuando se hizo novio de su paciente, JiMin.
Ya sentía que era un fracaso si continuaba negando la realidad, el hombre le atraía y pudo sentirlo en las ganas de que llegara lunes cuando él odiaba los malditos lunes. No se le podía culpar, fue absorbido de manera lenta por su depredador y como buena presa, se dejó comer. Aquella vez en su consultorio, pudo haberse retirado, rechazarlo o regañarlo por su atrevimiento, pero no tuvo las agallas de hacerlo.
Kim TaeHyung poseía algo distinto a las demás personas, un brillo característico que lo hacía resaltar y estaba ligeramente opacado por sus problemas alimenticios, más JungKook estaba seguro de que encontraría la manera de hacerlo comer. Sabía que su paciente estaba vomitando cada cosa que probaba, aun si no se lo decía, era un precedente muy normal de los pacientes con anorexia y bulimia. Quería ayudarlo, hacerlo entrar en razón y quién sabe, en una de esas termina como su superior.
Cada que veía a YoonGi y a JiMin sentía un poco de recelo, quisiera tener esa libertad con TaeHyung, le gustaría tomarlo de la mano, llevarlo a comer y hacer travesuras en su consultorio. Si recapacitaba, sonaba tan adolescente enamorado que se sentía avergonzado, nunca considero llegar a tener tales sentimientos por un completo desconocido que llegaría a consultar.
Para su mala suerte, la clínica se quedó sin luz el día en que tenía su cita programada con TaeHyung y tuvo que quedarse mientras los técnicos hacen lo suyo para arreglarlo, ya que YoonGi se tomó el día. Las enfermeras tampoco habían asistido, así que dejó a los empleados en el techo con el asunto y fue directo hacia su consultorio, ganándose un susto tremendo al ver una sombra dentro.
—Joder.— maldijo, tocándose el pecho mientras encendía la linterna en su celular —¿TaeHyung?
—Tenemos nuestra cita que recuerde mi agenda.— se excusó el mayor, dando un paso hacia adelante y luego otro, otro más, hasta que se encontraron fuera del consultorio —Espera aquí.— puntualizó, señalando con su dedo.
JungKook se rió entre dientes porque era obvio que no tenía a dónde más ir, debía esperar a los técnicos y probablemente este haya sido un error de las recepcionistas, no le avisaron a Kim TaeHyung que todo el programa de hoy se cancelaba. A sabiendas de ello, no tuvo el corazón de echarlo, simplemente espero a que volviera, quién sabe qué se traía entre manos y mejor tomó asiento en su silla giratoria para esperarlo.
A la media hora, TaeHyung entró con tres hombres desconocidos, señalando lugares y dando órdenes, en menos de diez minutos el consultorio de JungKook parecía un lugar de citas románticas. Había velas por todo el lugar, algunos adornos florales que desprendían un glorioso aroma y dos platos sobre el escritorio junto a una bebida que debía ser malditamente costosa. La opción de decirle que se fuera y volviera mañana ya no existía, así que como un niño mimado dejó que tomara el control del asunto y le dijera que era esto.
—No creas que esto es una cita, osea si lo es, pero una cita médica. Me refiero a que las velas, las flores y la comida son solo parte de nuestra... ¿Terapia? Sí, eso, me estás ayudando a comer. He fallado en todos los intentos, pero quiero sorprenderte, así que sigo tratando.— explicó entre titubeos y rodeos, era más fácil coquetear por celular que en persona, comprobado.
JungKook asintió —Claro, esto es parte de nuestro plan inicial, una comida entre paciente y médico ayuda a la solidificación de confianza para que puedas progresar.— aseguró, queriendo calmarlo porque podía notar el sobreesfuerzo que estaba haciendo.
TaeHyung agradeció mentalmente mientras se mordía el labio inferior, se acomodó en su usual asiento de paciente y dejó que su nutriólogo abriera los platillos. Sinceramente todo fue improvisado y solo le pidió a uno de sus empleados que comprara algo elegante y rico, carne, había visto que eso le gusta mucho a JungKook.
—Oh, esto es muy bueno, está todo muy bien equilibrado y huele magnífico, así que podemos comerlo todo.
—¿T-todo?— dudo TaeHyung en un murmullo inseguro, observando como su médico cortaba la carne en trozos y le cambiaba el plato.
—Lo que puedas comer, hyung.
Esas palabras calmaron al errático corazón del mayor, tomó un bocado con su tenedor, su mano temblaba y su boca ya podía sentir el sabor amargo del vómito. JungKook pareció darse cuenta por qué le quitó delicadamente el utensilio y lo tomó para alimentarlo él, lo cual hizo a TaeHyung acercarse un poco más.
—Creo que es mejor si yo te lo doy, te sentirás comprometido a no ir corriendo al baño si lo hago ¿No?
TaeHyung pensó que era una opción, en realidad era incapaz de hacer sentir mal a JungKook, así que estaba seguro de que su mecanismo mental tendría que arreglárselas para procesar esta nueva actividad. Iba a comer, JungKook lo iba a alimentar y no iba a vomitar, su estómago lo tendría que digerir o se golpearía contra la pared.
—Sería más sencillo si lo pusieras entre tus labios o colocaras mi comida sobre tu cuerpo, apuesto que podría devorarte entero.— comentó TaeHyung con coquetería, arrepintiéndose al instante porque imaginó haberlo pensado y no dicho en voz alta.
JungKook tosió y tomó un gran trago de su bebida, observó a su paciente mirándolo atentamente, apoyando su mentón en su mano hecha puño. Pensó que estaba jugando, pero parecía ir muy en serio, no había nadie en la clínica, no tenían luz, ni siquiera llevaba puesta su ropa de consulta. Podría mentalizarse, que esto no era lo que se supone que era, aunque torpemente seguía siendo una cita, médica, romántica, ya daba igual.
—¿Lo prometes?— preguntó, poniéndose de pie para desabrochar el cierre de su sudadera, por un demonio que lo iba hacer.
Todo sea por el bienestar de TaeHyung.
—Oh, por dios, en todo caso, también el pantalón, debería ponerle seguro a la puerta y ¿Podrás acomodarte en tu escritorio?— bromeó TaeHyung, creyendo que el médico estaba molestando por su gran boca, pero no fue así.
JungKook realmente se quitó la ropa, quedando solamente en ropa interior y bajo la tenue luz de las velas podía verse claramente que se encontraba sonrojado. Pese a eso, siguió las palabras de su paciente, movió los platillos a un lado y se acomodó sobre el escritorio, tomando lechuga, alguna fruta y cortes de carne para esparcirlos sobre su cuerpo.
El tigre hambriento dentro de TaeHyung pareció rugir ante la tentadora imagen, desesperado, hambriento y descontrolado. Necesitaba obtener cada bocado, morder esa perlada piel para marcarla y lamerla para reconocer el sabor de su sudor.
TaeHyung no conocía el apetito, pero cuando veía a JungKook entendía lo que era y cómo se sentía. Era el infierno, su estómago vacío resonaba hueco y sus papilas gustativas salivaban ansiosas.
El asco ya no existía más en el diccionario, era solo el deseo de ser alimentado, de probar y consumir, todo lo que viniera de JungKook, TaeHyung lo tomaría. A modo de agradecimiento podía asegurar que no lo dejaría con las manos vacías, de hecho, estaría tan lleno y rebosante que lo pensara dos veces antes de volver a hacer algo como esto.
JungKook vio los ojos oscuros de TaeHyung brillar, pasos largos y lentos, como un verdadero depredador, hasta que se encontró subiendo una rodilla sobre el escritorio. Tuvo que tragar saliva en seco por el nerviosismo de este repentino cambio y lo vio agachar el rostro, sin dejar de mirarlo, para tomar un trozo de carne que descansaba sobre el interior de su muslo. No estaba seguro de cuantas masticadas dio antes de tragarlo, pero sí de cómo volvió al mismo hueco en su piel para morderla y succionarla, marcándola para dejarla ir con una suave lamida.
—Tae~— gimió con voz agitada.
—Mi dulce conejito, estoy por devorarte y te has puesto tú solo en el plato.— advirtió TaeHyung con diversión —¿Acaso debería detenerme cuando estoy por darme un festín?
JungKook negó, totalmente perdido en cuanto sintió otros dos bocados siendo tomados de su cuerpo, uno de su estómago y otro de sus clavículas. TaeHyung estaba encantado, se alzó mucho más y lo besó, moviendo sus gruesos labios contra los finos, intercalando lengua y saliva. El sabor de ambos era tan increíble que estaba seguro así debía saber la ambrosía de los dioses, solo se apartó cuando sintió la falta de aire.
—Aún hay mucho que comer, hyung.— alentó JungKook, tomando un poco de la salsa del bistec para untarla en sus pectorales y colocar más carne sobre su torso desnudo.
TaeHyung no se resistió ni un minuto, se subió sobre su cuerpo para amasar ese par de pechos, lamerlos, morderlos y chuparlos, hasta que simplemente no quedará ni un solo rastro del acompañamiento. Dejó la carne para el final para morderla perezosamente mientras mecía sus caderas y se hacía consciente de la erección que JungKook tenía. Decidido, fue bajando hasta encontrarse frente al bulto y lo liberó para introducirlo directamente en su boca, saboreando el glande, introduciendo la lengua en la uretra y sentir el salado del presemen en su boca. Empezó a masturbarlo con una de sus manos a la vez que la otra palpaba sus testículos y volvía a envolverlo con sus labios, atragantándose con la extensión.
JungKook estaba suplicando por llegar, deseaba tanto hacerlo que incluso tomó el cabello castaño de TaeHyung para mover su cabeza a su gusto y follarle la garganta. Luego de unos cuantos movimientos tuvo su tan ansiada liberación, el orgasmo fue tan intenso que apenas podía respirar con regularidad y las luces parecían parpadear.
—Gracias, esta es la mejor terapia alimenticia.— confesó TaeHyung, deleitándose con el abundante, caliente y espeso semen.
Entonces se acomodó nuevamente sobre el cuerpo contrario para volver a besarlo y se fijó en los platos que quedaban, había sobras que no pretendía desperdiciar. Por primera vez en su vida, no tenía la intención de dejar algo.
🍭
Trataré de mañana subir los otros dos capítulos restantes, ¿Qué tal les va pareciendo?
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