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Luego de aquella noche trágica, la señora Díaz le había prohibido a Johnny acercarse a Miguel, la rubia también pidió disculpas que fueron aceptadas.
Lo que Lottie quería hacer, era golpear a Kyler hasta el cansancio y ya encontraría el momento.
-- Supongo que no todo iba a salir bien.. -- Dijo la chica al ver a su padre en el sueño. -- Viejo.. -- Le tocó el hombro. -- Despierta..
Lottie escuchó como el teléfono del rubio comenzaba a sonar.
-- Viejo te llaman.. -- Volvió a tocar su hombro, pero al no ver reacción del rubio decidió intentar otra cosa. -- ¡Wow, cerveza gratis! -- Gritó.
El rubio levantó su cabeza de golpe. -- ¿Donde?
-- Es mentira, Viejo.. solo te interesa la cerveza. -- Susurró. -- Te entan llamando..
Johnny se removió hasta poder tomar su teléfono, Lottie comenzó a recoger las latas de cerveza vacías y al ver que su padre colgaba la llamada se acercó nuevamente.
-- Parece que tu, tu hermano y yo nos fuimos de viaje..
-- ¿Que diablos..?
-- Robby no fue a la escuela por casi un mes, dijo que estábamos haciendo un viaje en familia.. En Colorado. -- Explicó. -- Iré a verlo.. ¿Quieres ir?
-- Claro que iré..
-- Espera. -- La detuvo. -- ¿Y la escuela? ¿Si se salteas las clases afectará tus calificaciones?
-- Me saltearé la primer clase, no habrá problema. Aunque no lo creas, tengo muy buenas notas. -- Dijo con orgullo y caminó al pasillo. -- Pero siempre estuviste ocupado estando demasiado ebrio, como para darte cuenta..
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Al llegar, Johnny entró primero encontrándose a su hijo y sus dos amigos en la sala.
-- Disculpen por interrumpir la charla.. -- Dijo Johnny entrando por la puerta.
-- ¿Que diablos, Viejo? ¿No sabes tocar la puerta? -- Preguntó Robby con molestia.
-- Estuvimos cinco minutos tocando la puerta, pero no escuchaste por la porquería que suena en tu estéreo.
-- ¿Que es un estéreo? -- Preguntó uno de bigote.
Lottie atravesó el marco de la puerta. -- ¿Que diablos es eso en tu cara? -- Preguntó con una mueca.
El de pelo largo se toco la cara. -- Es un bigote..
-- Bueno, pues parece una rata.. -- Dijo la chica y el moreno soltó una carcajada.
-- ¿Que hacen aquí? -- Cuestionó Keene.
-- La directora me llamó, me enteré de nuestro viaje a Colorado..
Robby sonrió de lado. -- No sabia como seria un viaje de padre e hijo y usé mi imaginación.. -- Contestó. -- Si te hace sentir mejor, la próxima ves tu eliges a donde ir..
Johnny se acercó. -- Oye, esto no es sobre nosotros ¿Bueno? Es porque deberías estar en la escuela, no perdiendo el tiempo con estos idiotas.
-- Oye, vete al diablo. -- Dijo uno.
-- No, tu vete al diablo. -- Habló la rubia apoyada en la barra.
-- ¿Está tu mamá? -- Preguntó el rubio. -- ¿Que digo? Son las tres de la tarde, debe haber algún bar abierto.
Robby al escuchar eso, se levantó con molestia para enfrentar al rubio, pero su hermanastra se colocó frente a Johnny y así evitar cualquier pelea.
-- No.. No hables así de mi mamá. -- Dijo mirando al mayor.
-- Mira, lo entiendo. La escuela puede ser aburrida, pero tienes tu futuro en tus manos.
-- Uy.. ¿Significa que puedo crecer y tener mi propia escuela de Karate? -- Preguntó con burla y sus amigos rieron.
-- No estoy hablando de mi ¿Bueno? Aún puedes hacer algo con tu vida.. -- Insistió el rubio.
-- ¿Como tu amigo Daniel LaRusso? Debe ser genial ser un ganador..
Lottie sabía que eso fue como una patada en las bolas para Johnny.
-- Como quieras.. Si vas a la escuela o no, no me importa.
-- ¿Ves? Ese es el asunto, no te importa o esto no habría tardado tanto..
-- Esta mañana recibí una llamada de la escuela..
-- Te tomo dieciséis años y no iré a la escuela. Me aburrí, a mamá no le molesta. Está bien, puedes irte.
Ambos se miraron a los ojos en silencio, pero finalmente Johnny se volteó hacia la puerta, se detuvo y volteó hacia su hija.
-- ¿Vienes? -- Le preguntó.
-- Si, dame un minuto para hablar con Robby..
El rubio asintió y se fue.
Estuvieron unos segundos en silencio, mientras Robby miraba sus manos, Lottie lo miraba a él.
-- El trata de arreglar las cosas.. ¿Sabes? -- Hablo la ojiazul, rompiendo el silencio. -- Trata de rehacer su vida, de demostrar que le importamos..
-- Vamos.. ¿Con una escuela de Karate? Y te recuerdo que eso arruinó tu vida. -- Preguntó con burla. -- Nunca dejará de ser lo que es.. Un perdedor.
La rubia suspiró tratando de guardar la calma y no darle vuelta la cara de un puñetazo. -- Lo dices como si tu madre no fuera igual.. -- Robby la miró con molestia. -- ¿Te molesta que hable así de tu madre? Bueno, a mi también me molesta que te expreses así de mi padre..
-- Mamá lo intenta..
-- Si, lo sé. Pero Johnny también y no merece que lo trates así..
Ambos se quedaron callados.
-- Es difícil.. ¿Sabes? -- Hablo el chico. -- Confiar en alguien que te fallo durante toda tu vida.. -- La chica asintió. -- Y que la única persona en la que confiabas te dejara de hablar durante dos años..
Lottie sintió una puntada en el corazón.
-- Lo siento, Robby.. -- Tomó la mano del chico. -- No pondré excusas, lo que hice estuvo demasiado mal..
-- ¿Por qué debiste convertirte en Johnny Lawrence ese día?
La chica suspiró. -- Sabes que no soporto ver como molestan a personas indefensas.. No podía dejarlo pasar, no me lo habría perdonado.
Robby sonrió. -- Si, como la vez que golpeaste a un chico que me quito mi patineta..
La chica rió. -- ¿Que habrías hecho sin mi, ese día? -- Ambos rieron.
-- Prométeme que no te olvidarás de mi como lo hiciste.. -- Dijo el chico.
La chica elevó su meñique. -- ¿Pinki Promis..?
Robby enlazó su dedo con el de la rubia, creando así, una promesa. Ambos se sonrieron y se abrazaron. Aunque no lo admitieran, odiaban estar separados, se necesitaban mutuamente.
-- ¡Ay, que linda escena de hermanos! -- Expresó el del bigote con falsa ternura. -- Casi me hacen llorar..
-- Si no quieres que te arranque pelo por pelo de tu estúpida cara.. -- Se apresuró a decir la chica. -- Será mejor que cierres la boca, ya que solo sabes decir babosadas.. -- El chico tapó su bigote y volvió a sentarse. -- Eso pensé..
Robby rió al ver que sus amigos se sentían intimidados por la rubia.
La chica se volteó hacia su hermano.
-- Debo irme, Lord Farquaad. -- Dijo con burla. -- El viejo odia esperar..
Robby rió. -- Hasta luego, intento de Avril Lavigne. -- Dijo de la misma manera.
La rubia puso su mano en su corazón con falsa tristeza. -- Auch..
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Lottie llegó al segundo receso. Al momento de entrar, se encontró con James quien la bombardeo de preguntas y la rubia contestó cada una de ellas con paciencia.
En estos momentos, Lottie y James se encontraban en la biblioteca, el chico le prestaba sus apuntes a la rubia.
-- Oye.. -- Llamó la rubia. -- ¿Que demonios dice aquí?
-- Déjame ver.. -- El chico tomó su cuaderno y lo miró con los ojos entrecerrados. -- Ahmm.. Dice.. -- Se acercó un poco más. -- No lo se, escribe esta palabra de la misma manera que yo, nadie se dará cuenta..
-- ¿No te gustaría aprender Karate? -- La chica cambió de tema. -- Un poco de deporte te hará bien..
-- ¿Con tu padre como sensei? -- La chica asintió. -- No, gracias.. Le tengo respeto, pero miedo..
-- Vamos.. Es duro al principio, pero eso te ayudará..
Nego con la cabeza, mientras dibujaba una flor en una hoja. -- No lo creo.. Mira. -- Mostró su dibujo. -- Me salió linda ¿No?
-- Prométeme que lo pensaras..
Suspiró. -- Bien, tal vez lo considere si tu estás ahí.
Lottie sonrió y siguió en lo suyo.
Minutos después, Kyler y su manada, cruzaron la puerta de la biblioteca, los amigos no le dieron importancia, pero cuando la chica escuchó burlas, se preocupó.
-- Ya vuelvo. -- Le dijo a su amigo.
Lottie caminó hasta poder ver, comenzó a hervir de rabia al ver como esos matones se burlaban de sus amigos.
Justo cuando iría a defenderlos, Samantha llego al lugar, parándose al lado de la rubia.
LaRusso miraba la escena con decepción, pues su novio no era como ella creía.
-- Perdiste una amiga que valía la pena.. -- Dijo la rubia. -- Por rodearte de gente como ellos..
-- ¿De que hablas?
-- De Aisha.. Ella te apreciaba ¿Sabes? -- La miró. -- ¿Por qué no la defendiste?
-- Yo no podía hacer nada.. -- Se excusó.
-- Claro que podías, pero como no quieres perder tu popularidad no lo hiciste.. -- Interrumpió. -- Fíjate de quien te rodeas, LaRusso.
La castaña miró la escena por última vez y luego se marchó del lugar.
Lottie miró por donde la chica se había ido, cuando frente a ella pasó Demetri y Miguel, más atrás venía Eli.
Eli y Lottie conectaron miradas, pero el chico, rápidamente, la desvío con vergüenza.
La rubia lo tomó del brazo con delicadeza. -- Eli.. ¿Que les hicieron?
El chico negó con lágrimas en los ojos y se marchó sin decir nada.
La rubia colocó sus manos detras de ella y comenzó a acercarse mientras silbaba inocentemente. Cuando estuvo más cerca de los chicos, miró a su alrededor para comprobar que no había nadie.
Kyler la miró con el ceño fruncido. -- ¿Que haces tu aquí? -- Sonrió. -- ¿Quieres algo de mi, lindura?
-- Oh, Kyler..
La chica se acercó hasta el rostro del asiático y lo tomó del cuello de su camisa.
-- Tal vez si quiero algo..
El chico le hizo una señal a Brucks para que se fuera, quien hizo caso, y así poder estar solo con la rubia.
-- Dímelo..
-- Quiero.. -- Le dio una patada un la entrepierna, haciendo que el chico se retorciera del dolor. -- Que te alejes de mis amigos.. ¿Oíste? -- Lo tomó del cabello. -- Y no te recomiendo que vayas a quejarte con algún profesor como una nenita.. -- Le dio unas palmadas en la mejilla. -- Esta vez te tuve piedad, pero para la próxima.. No.
Finalmente se marchó y se acercó alegremente a su mejor amigo.
El rubio la miró con una ceja alzada. -- Te tardaste mucho.. ¿Que fuiste a hacer?
Su mirada se dirigió a Kyler, quien trataba de disimular el dolor al caminar. -- Oh, nada.. Solo quise solucionar un problema.. -- Contestó y observó al rubio. -- ¿En que estábamos?
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Luego de las clases, Lottie volvió al dojo. Quería aprovechar el mayor tiempo posible, antes de que su padre lo cerrara por falta de dinero y de alumnos.
La chica practicaba una Patada 540, cuando alguien habló detrás de ella.
-- ¡Wow, esa patada fue genial! -- Exclamó el chico.
Lottie se volteó. -- Miguel.. -- Se acercó y chocaron los puños. -- Me alegro de que estés bien, pero ¿Que haces aquí? -- Preguntó. -- Pensé que te habían prohibido el Karate.
Johnny, escuchó a su hija hablar, su primer pensamiento fue que estaba loca, pero igualmente salió a ver.
-- Mamá dice que puedo entrenar.. -- Comunicó el chico.
-- ¿De verdad? -- Preguntó la rubia con felicidad.
A la chica le gustaba pasar tiempo con Miguel, después de todo el no la juzgó antes de conocerla.
-- Si.. -- Asintió. -- Bueno, aun tenemos el dojo.
-- Solo por ahora. -- Respondió Johnny. -- Debo saber si estas listo para llevar las cosas al próximo nivel. -- Dijo mientras se acercaba.
-- Si, sensei. -- Respondió con una sonrisa.
-- Te patearon el trasero porque no tenias defensa. -- Dijo mientras caminaba. -- Así que te enseñaré la mejor defensa que puedas imaginar. Y la mejor defensa.. -- Miró a su hija a los ojos mientras sonreía, contagiando a la rubia. Lottie se paró al lado del rubio y ambos levantaron sus puños. -- Es el mayor ataque.
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Durante las próximas semanas, Johnny puso a Miguel a completar ejercicios para su defensa, de a poco, el chico le daba más pelea y tenía más resistencia contra Lottie. Aunque le quedaba mucho por aprender.
En estos momentos, Johnny y Miguel estaban en un combate, Lottie miraba atentamente.
Miguel logró derribar al sensei con un barrido, pero la felicidad no le duró, pues el rubio activó la máquina de pelotas, dándole así, en la oreja.
-- ¿Que? ¡Eso no fue justo! -- Exclamó Miguel desde el suelo, algo que hizo reír a la rubia, Johnny le hizo lo mismo.
-- ¿Quieres una pelea justa? Sigue soñando..
-- Si, pero mi oreja..
-- ¿Y si esa pelota fuera el amigo de tu enemigo desde atrás? -- Preguntó Johnny. -- Debes estar preparado para todo.. -- Los ojos del rubio viajaron de Miguel hasta Lottie, quien se encogió de hombros. -- Déjame ver. No, esta bien, deja de ser una nenita.. -- Miró a la chica. -- Tu turno, Bestia.
-- Te pateare el trasero, viejo. -- Dijo mientras se levantaba con una sonrisa.
-- Sigue soñando, rubia.. -- Se puso en posición de combate.
El ruido de la campana interrumpió, haciendo que los tres voltearan. Varias mujeres entraron al lugar, vestidas con ropa llamativa, una radio y tapetes.
-- Son las cinco, se acerca el ocaso.. -- Dijo una.
-- ¿Que sucede? -- Preguntó el adolescente.
-- Tuve que alquilar el dojo por unas horas, al menos hasta conseguir estudiantes. -- Respondió.
-- Genial.. Tal vez encuentres una pareja de tu edad. Mira, tienes muchas opciones. -- Bromeó la chica y Johnny la fulmino con la mirada.
Una señora se acercó. -- El yoga en un buen ejercicio.. ¿Alguno quiere unirse?
Esa fue la oportunidad de Johnny, quien señaló a su hija. -- Ella quiere..
Lottie abrió sus ojos como platos. -- ¿Que?
-- ¡Muy bien! -- La señora tomó a la rubia llevándosela. -- Te vendrá muy bien. -- Se acercó al oído de la rubia. -- Entre nosotras, el yoga es mucho más genial que golpear un muñeco.. -- Soltó una risa.
Lottie giró su cabeza hacia su padre, quien reía junto con Miguel y los miró con el ceño fruncido.
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Lottie y Aisha conversaban animadamente entre risas, la rubia guardaba libros en su casillero, mientras que la morena estaba recargada con su espalda en los casilleros.
-- Podríamos ir a tomar un helado algún día. -- Dijo Aisha.
Lottie cerró su casillero y la miró con una sonrisa. -- Me encantaría..
La conversación fue interrumpida por un unos chicos que se pararon al lado de Aisha.
-- Ten cuidado.. -- Habló uno de ellos. -- Tal vez se tome tu helado. -- Su grupo y el rieron.
-- Si y seguramente la Cerdita te coma a ti.. -- Dijo otro y miro a la morena. -- Deberías considerar matarte, tal vez si vuelves a nacer y salgas bien..
La de lentes bajo la cabeza, considerando lo que aquel idiota había dicho. Realmente estaba cansada de todas las burlas hacia ella.
La rubia tomó ambos brazos del chico y lo empujó hacia los casilleros, estaba realmente molesta. -- Espero que sea la última vez que te burles de alguien.. -- Dijo. -- Porque eres muy joven como para que te rompa el brazo..
-- E-esta b-bien.. -- Habló asustado. -- No lo volveremos a hacer..
-- Pídele disculpas.. -- Dijo la rubia.
El chico miró a Aisha. -- Lo siento..
La de ojos azules lo soltó. -- Muy bien, ahora váyanse.. Ver sus estúpidas caras me dan ganas de vomitar.
El grupo de chicos se alejaron con miedo.
Lottie miró a su amiga. -- No te sientas mal Aish.. Si quieres que esto acabe, deberías aprender a usar estos.. -- Levantó sus puños. -- Cobra Kai.. No lo olvides.
La campana sonó, indicando el inicio de otra clase. La rubia se marchó, dejando a su amiga reflexionando sobre lo que había dicho.
"Si quieres que esto acabe, deberías aprender a usar estos.."
Con curiosidad tomó su teléfono y buscó en ínternet "Cobra Kai"
-- Es hora de ponerle fin a todo esto.. -- Dijo Aisha, para ella misma.
+3☆ Para Continuar.
Tali.
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