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Cuando el pálido rostro de Charlotte Lawrence fue iluminado por los rayos del sol que se colaban por su ventana, supo que debía levantarse para vivir otro día de mierda..

Simplemente se levantó para cerrar las cortinas, en esos momentos no soportaba la luz de la mañana.

Se encaminó hasta la cocina, la cual estaba llena de botellas vacías de cerveza y basura. Abrió la heladera buscando algo para desayunar, pero suspiró pesadamente al ver que lo único que había era jamón, leche cortada y cerveza.

-- Como que ya no tengo hambre. -- Murmuró y volvio a su habitación.

Mientras caminaba por el pasillo, vio a su padre tirado en su cama, al lado de el había un paquete de frituras rancias y más botellas de cerveza.. Como siempre.

Lo único que quería era que su padre cambiara esa actitud, pero siempre que hablaban de ese tema terminaba en una discusión.

Hace unos meses que la rubia habia dejado de insistirle a su padre, simplemente se habia rendido con el.

Lamentablemente, Lottie sentia que iba por el mismo camino que su padre. Su único argumento era que nunca tuvo un ejemplo para seguir.

La rubia fue a cambiarse, se puso una remera holgada, unos jeans viejos y unos tenis.

Finalmente salió y se sentó a un lado de la puerta, saco un cigarrillo y lo prendió.

La adolescente escuchó la puerta de su "Hogar" abrirse, de allí salió Johnny.

-- ¿Por qué fumas? -- Cuestiono el rubio. -- Eso te matará lentamente..

-- Esa es la idea.. -- La chica lo interrumpió.

-- No sabia que mi hija era una suicida.. Sabes que eso es de nenitas.

-- Hay muchas cosas que no sabes de tu hija. -- Respondió con la vista al frente.

-- Como sea, tira esa porquería.. -- Ordenó. -- Tienes una vida..

-- Cuando pongas en orden la tuya aceptaré tu consejo. -- Lo miró de reojo. -- Por el momento no trates de cambiar la mía.

El sabía que ese era el ejemplo que le estaba dando a su propia hija, pero eso no era motivo para cometer los mismos errores que el.

Los ojos azules de la chica volvieron al frente, logró ver a un chico que nunca había visto por ahí. Este se acercaba con una gran sonrisa, dispuesto a acercarse a los malhumorados padre e hija que se encontraban allí.

-- ¡Hola, soy Miguel! -- Saludó. -- Nos mudamos al 109.

-- Genial, más inmigrantes.. - Gruñó la rubia.

El chico frunció el ceño confundido.

-- De hecho, somos de Riverside. -- Argumentó.

-- Ah.. -- Asintió la rubia con una sonrisa, la cual parecía más una mueca.

-- Pero me preguntaba si tienen problemas con la presión del agua, o si es nuestro fregadero.. -- Continuó. -- ¡Las botellas van en el azul! -- Exclamó al ver que Johnny tiraba la basura en el contenedor equivocado. Lottie soltó una pequeña risa al ver como el moreno se alteraba por esa simple cosa.

-- Escucha, menudo, eh vivido aquí por diez años. -- Comenzó a hablar Johnny bastante fastidiado. -- La tubería no funciona, la fuente está llena de orina. Y lo único bueno de estar aquí es que no debo hablar con nadie. Así que fue un gusto.

-- Muy bien.. Bueno, que tenga un buen día.. Supongo.

Cuando el rubio se marchó en su auto, Miguel se giró con una sonrisa tímida hacia la chica.

-- Hola.. Soy Miguel.

-- Si, te escuché.. -- Lo interrumpió.

-- Ahmm.. ¿Cuál es tu nombre? -- Preguntó amablemente. -- Anoche te vi entrando aquí, pero no pude presentarme porque mi abuela me llamó y..

-- ¿Me estabas espiando? -- Cuestionó haciendo que el moreno se pusiera nervioso. -- ¿Eres un acosador o algo así?

-- ¡¿Que?! ¡No! Claro que no, es solo que.. -- Rascó su nuca y suspiró. -- Lamento si pensaste eso sobre mi..

La rubia solto una risa. -- Relájate, era una broma..

Miguel suspiró aliviado. -- ¿El era tu padre?

-- Si.. ¿Tanto se nota? -- Cuestionó con una mueca.

-- Bueno, eres como su versión mujer..

La chica se levantó y tiró la colilla de su cigarro. -- Porfavor, no sigas..

-- Lo siento..

-- Bien Díaz, me tengo que ir. Fue un gusto conocerte. Y bienvenido.. Supongo.

Le regaló una última sonrisa y entró a su departamento.

Horas más tarde. Lottie se dirigió hacia donde estaba su trabajo, un ring de Boxeo. Tal vez para algunas personas era un lugar caótico y horrible, pero para la rubia era donde se sentía más cómoda.. Lo sentía más como un hogar que su propia casa.

-- ¡James Martin, Hola! -- Saludó la chica. -- ¿Que haces aquí? ¿Vienes a entrenar?

El chico soltó una risa. -- Sabes que no necesito eso.. -- Levantó su brazo, para presumir sus músculos y dejó un beso en estos. -- Así están perfectos.

La chica rodó los ojos con diversión. -- Que idiota.. Entonces ¿Para que estás aquí?

-- Vine a traerte un poco de comida, mamá preparó pasta casera.. -- Extendió una lonchera. -- Tu favorita..

-- Muchas gracias, rubio. -- Agradeció con una sonrisa.

-- ¿Sabes? Aveces siento que mis padres te consienten más a ti que a mi.. -- Hizo una mueca.

-- Y.. ¿Que te puedo decir? Soy un amor de persona.. -- Bromeó.

-- Si, claro.. -- Rió. -- Hoy te pagan ¿Verdad?

-- Si.. Compraré cosas para rellenar el refrigerador.

-- Charlotte, eso le corresponde a tu padre..

-- Lo sé, pero lo que gana en esos pequeños trabajos se lo gasta en cerveza.. -- Suspiró. -- Además no me cuesta nada ayudar, después de todo, yo también vivo allí.

El chico abrazó por los hombros a su mejor amiga, tener un padre presente pero ausente hizo que la rubia madurara a temprana edad.

-- Te acompañaré a comprar.. - Dijo.

-- ¿Pero? -- Preguntó con una sonrisa, sabía que pediría algo a cambio.

-- Pero deberás invitarme un helado.. -- Completó.

-- Eso suena justo.. - Rió.

-- Y que sea de chocolate, porfavor.

-- ¡Lawrence! -- Una voz masculina llamó la atención de la rubia. -- Dile a tu novio que no te distraiga y ven a limpiar el ring.. Alguien sangró demasiado.

Si, la mayoria veia a estos dos chicos como una pareja, pero Lottie solo la veia como un hermano.

Lamentablemente el chico no la veia de la misma manera que ella..

-- Bien, el deber me llama. -- Habló mientras tomaba las cosas necesarias.

-- Te espero a la salida. -- Dijo el chico dándose vuelta.

El paso del rubio fue interrumpido por un hombre, el cual tenia su mano en su nariz, tratando de parar la sangre que caia de ella y se desparramaba por el suelo.

Los ojos azules de la chica bajaron al rastro de líquido rojo y suspiró con una sonrisa. -- Amo mi trabajo..

••

A la salida del trabajo, Charlotte y James caminaban con dirección al pequeño Mall de Reseda.

-- Si te dan a elegir, entre Marvel y Dc Cómics ¿Que eliges? -- Cuestionó Lottie, mientras miraba a su mejor amigo con el ceño fruncido.

-- Probablemente a Dc Cómics. -- Respondió. La chica lo miró indignada. -- ¿Que?

-- No puedo creer esa respuesta.. -- Dijo. -- Obviamente Marvel es superior..

-- ¿Sabes? Me recuerdas a Demetri.. -- Dijo el chico.

Lawrence lo miró confundida. -- ¿Quien es Demetri?

-- Oh, cierto que no te gusta socializar.. -- El chico rascó su frente. -- El chico pálido, siempre está acompañado de Eli.. El del labio raro.

Charlotte sonrió al recordar a ese chico tímido. -- Si.. Creo que los ubico. Yo no creo que tenga un labio raro, a mi me parece lindo..

El rubio la miró con las cejas alzadas. -- ¿Lindo? ¿Te gusta ese chico? -- La chica se sonrojó y desvío la mirada al frente. -- Oh, por Dios.. te gusta.

-- ¿Que? ¡No, claro que no! Ni siquiera hemos hablado.. Espera, creo que allí está mi papá..

-- No, no me cambies de tema..

-- Cierra la boca y mira.. -- Tomó la cara del chico e hizo que mirara al frente.

Allí estaba el hombre, sentado en la vereda mientras comía una rebanada de pizza y discutía con una mujer.

-- Si, definitivamente es mi padre..

Segundos después, un grupo de chicos salieron de la tienda, estos iban empujando a un chico, el mismo que se había presentado amablemente esa mañana.

La rubia se enfureció al ver como Kyler, el chico coronado como el mayor idiota de la escuela, vaciaba un líquido encima de su nuevo vecino.

Cuando decidió que se acercaría para ayudar al chico Díaz, sintió como la tomaban del brazo.

-- Lottie, piensa lo que harás.. -- Dijo su amigo. -- Recuerda el motivo por el cual te expulsaron..

La chica lo miró a los ojos. -- Ese idiota se merecía la paliza que le di, estaba molestando a una chica de primer año.. No iba a permitir que le arruinara la vida.. -- Dijo con odio en sus palabras. -- Además no estamos en la escuela..

-- Bien, igualmente harás lo que tu quieras.. -- Habló resignado. -- Espero que la policía no esté cerca..

James sabía que la chica era muy impulsiva, y que no podría detenerla fácilmente.

Lottie se acercó con velocidad a la escena. -- ¿Cuál es tu problema, tarado? -- Pasó al lado de Brucks, quien la tomó del brazo. -- Piénsalo dos veces antes de tocarme.. -- Dijo y le pegó un rodillazo en el estómago del chico.

El gordo trató de acercarse nuevamente a la rubia, pero fue detenido por el asiático.

-- Ne te metas, rubia. Se una buena chica y mantente fuera de esto.. -- Dijo y los otros comenzaron a reír.

-- No me digas que hacer, idiota.

Miguel, quien estaba tirado en el piso, intentó escapar, pero Kyler lo volvió a empujar y el moreno cayó sobre el auto de su padre.

-- Tengan cuidado con mi auto.. -- Habló el mayor.

-- ¿Y este quien es? -- Preguntó Kyler.

-- Ya dejen a ese tonto ahí. -- Dijo viendo como su hija ayudaba a Díaz a reincorporarse.

-- ¿Lo ven? Come su cena en la calle como un vago..

-- Esperen, creo que lo conozco. Es el imbécil que limpió mi tanque escéptico. -- Reveló Kyler.

-- ¡Wow!

-- ¡Oh, amigo! Por eso huele a retrete.

-- Se meten con el sujeto equivocado el día equivocado. -- Advirtió mientras se acercaba amenazante a los adolescentes.

-- ¿En serio?

-- Si..

-- ¡Lárgate de aquí, Perdedor!

Kyler empujó al rubio, haciendo que toda la rabia que Lottie había acumulado, comenzara a salir.

Claro que Johnny era un perdedor, pero no soportaba que alguien más se lo dijera. Después de todo era su padre, quien a diferencia de su madre, no la dejó tirada.

La rubia se acercó mientras hundía sus uñas en las palmas de sus manos y ardía de rabia. Una vez que llegó al lado de su padre, éste la detuvo poniendo su mano en el hombro de la chica.

En un movimiento inesperado, Johnny lanzó una patada directo a la cara de Kyler, haciendo que todos los presentes se asombraran, menos su hija, quien sonrió con satisfacción al ver como su padre le daba una paliza a ese montón de imbéciles.

La rubia se acercó tranquilamente Miguel y James, quienes miraban la escena sorprendidos.

-- Santo cielo ¿Como..?

Las palabras del moreno fueron interrumpidas por Kyler, quien se levantó nuevamente para continuar la pelea.

-- ¿Que pasa? ¿Te cuesta respirar? -- Cuestionó con burla el asiático, mientras asfixiaba al rubio.

Pero su momento de victoria fue interrumpido por Johnny, quien le pateó el trasero nuevamente.

El rubio tenía a Kyler por el cuello y de un momento a otro, las sirenas de policía comenzaron a escucharse y los oficiales se acercaron para arrestar al mayor.

-- ¡Oiga! ¡No es su culpa! -- Dijo el moreno.

-- ¿Por qué se lo llevan? ¡Estos idiotas se lo merecían! -- Exclamó la chica tratando de que liberaran a su padre.

Aún así, lo oficiales ignoraron cualquier tipo de queja y se llevaron al rubio.

James se agachó y levantó las llaves del auto del rubio y se las entregó a Lottie. -- Ten..

-- Gracias..

El rubio miró al moreno. -- ¿Necesitas otro Pepto Bismol o..?

Miguel bajó su cabeza, totalmente avergonzado.

-- No.. no te preocupes.. -- Contestó el latino.

-- Acéptalo.. -- Habló la rubia. -- Seguro lo necesitas con urgencia.. -- Dijo con burla.

A la mañana siguiente, Charlotte fue a buscar a su padre a la comisaría.

Una vez que estuvieron juntos, volvieron a casa, el camino iba bastante callado, Johnny estaba concentrado en el camino y Lottie miraba por la ventana.

La adolescente miró de reojo a su padre y pensó que sería buena idea tratar de tener una conversación.

-- Aún estás en forma, viejito.. -- Finalmente habló. -- Esos tarados se lo merecían.

-- ¿Los conoces?

La chica soltó un suspiro. -- Por desgracia si.. Los matones de la escuela.

-- Ya sabes que hacer si te molestan..

-- Golpea Primero y Fuerte. -- Dijo con una sonrisa. -- Lo se..

-- Te faltó algo.

-- Claro, casi lo olvido.. Sin piedad.

Ambos se miraron con una sonrisa, el Karate era un tema que le gustaba a los dos. Johnny le había enseñado todo lo que el había aprendido en su juventud, decidió enseñarle cuando una niña le habia quitado su juguete favorito a la rubia y esta lo recuperó a los golpes.. Si, no estuvo bien alentar una pelea de dos niñas, pero desde ese momento supo que su hija era una Cobra Natural.

Una vez que llegaron a su departamento, se bajaron del auto y comenzaron a caminar hasta la puerta, pero su camino fue interrumpido por Miguel, quien se acercó a ellos.

-- Oiga, solo quería agradecerle. -- Dijo el chico.

-- Bien, ya lo hiciste. -- Respondió de manera cortante.

Lottie siguió su camino y abrió la puerta, encontrándose con Sid, el padrastro de Johnny. Afortunadamente, el viejo no la había visto, así que cerró sigilosamente y se paró al lado de su padre.

-- ¿Lo de anoche fue taekwondo, jiu-jitso, artes marciales mixtas? -- Cuestionó el moreno, caminando detrás del hombre.

-- Karate de la vieja escuela. -- Respondió la rubia al ver que su progenitor no tenía intenciones de contestar.

-- ¿Podría enseñarme? -- Cuestionó el adolescente hacia el rubio.

-- ¿Que? No..

-- Cuando comience la escuela esos chicos me harán la vida miserable.. -- Se quejó.

-- No es mi problema.

-- Si supiera un poco de lo que usted sabe, podría..

-- ¡Olvídalo! Ya no practico Karate, además debo encontrar un trabajo. -- Respondió Lawrence.

-- Bueno.. podría abrir una escuela de Karate.

-- Se llama Dojo. -- Dijo la chica.

-- Podría abrir un Dojo. -- Se Corrigió.

-- Mira, no hablaré de esto. -- Dijo decidido. -- Bueno, no se si pueda estar cerca de jóvenes ¿Quieres mi consejo? No seas irritante, quizás así dejen de golpearte.

-- Bueno.. -- Murmuró Miguel triste.

Johnny iba a entrar, pero al ver que su hija no se movía de su lugar se dio vuelta.

-- ¿No vas a entrar? -- Preguntó.

-- Ahm no.. Me quedaré aquí unos minutos más..

Johnny asintió sin tomarle importancia y entró.

Luego de una charla entre Sid y Johnny, y otras cosas, el rubio decidió cambiar su vida y volver a abrir Cobra Kai, el lugar que le había ayudado cuando era niño.

Pero para comenzar necesitaría estudiantes, y que mejor que su estudiante estrella..

-- Charlotte, tengo que hablar contigo.. -- Dijo mientras entraba a la habitación de la mencionada.

-- Podrías aprender a tocar la puerta.. -- Dijo de mala gana.

-- No me hables así, jovencita. -- La chica lo miró con una ceja alzada. -- ¿Me escuché como un idiota, no?

-- Si.. Pero no importa ¿Que quieres, viejito?

-- Abriré mi propio dojo, reabriré Cobra Kai..

Lottie asintió. -- ¿Y yo que tengo que ver?

-- Que necesito a la bestia de mi lado..

La rubia sonrió al escuchar ese apodo, asi la nombró cuando comenzó a aprender Karate. -- Bien, lo haré..

Johnny abrazó a su hija emocionado. -- Seré un mejor padre para ti y no te dejaré sola como estos años, te lo prometo..

Johnny habló con sinceridad, pero..

¿Podrá cumplir su promesa?







Por fin el primer capítulo de Complicated!!

Espero que sea de su agrado, no se olviden de Votar y Comentar que les pareció (Y si gustan pueden Seguirme)

Nos leemos pronto! <33

+3☆ Para Continuar.
Tali.

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