Es el cumpleaños de Paul en unos días, John lo había estado esperando con muchas ansias este año, le quería hacer un regalo muy especial esta vez, pensaba y pensaba, pero no se le ocurría absolutamente nada.

¿Un ramo de flores? Nah, una cursilería.

¿Un perrito? Ya tenía una...

¿Una canción? Sonaba como una buena idea, pero ya lo había hecho el año pasado, y el antepasado, y el anterior al antepasado, esta vez quería regalarle algo más especial a su mejor amigo.

¿Una caja de bombones? Regalo cliché y barato, muy barato para Paulie.

¿Un globo? Por favor, John, ¿no puedes usar tu cerebro un poco más?

¡Lo estoy intentando!

Hm...

¿Un beso?

...

Podría ser, sí, un beso, supongo.

¿Qué dices? ¡No!

John se hablaba a sí mismo en su mente, estaba empezando a frustrarse, ninguna idea le convencía por completo.

Llegó el esperado día y John aún no le tenía nada, "No importa, cálmate, ya se te ocurrirá algo de último minuto".

Todos habían llegado más temprano de lo usual al estudio de grabación ese día, todos menos Paul, los demás le tenían planeada una sorpresa al bello chico de ojos dormilones.

George y Ringo estaban decorando el estudio con cadenas de banderines de colores suaves y muchos, pero muchos globos.

Eppy traía un pequeño pastel de vainilla y merengue con una velita aún apagada enterrada en el centro y lo colocaba sobre una mesa con un mantel marrón, puesto por él mismo, ya que lo último que quería era que ensuciaran esa linda mesa de madera, y sabía que los chicos eran expertos en ensuciar mientras comían.

Todo esto mientras John estaba en un rincón, sentado en una silla plegable con una mirada distraída, el bien terco seguía pensando en qué regalarle a su querido amigo.

--¿Qué acaso no nos vas a ayudar?--preguntó Brian, indignado-- ¡Levántate!

--Enseguida.

Seguía sentado, Epstein le agarró la mano y lo levantó a la fuerza, este se volvió a sentar.

--Ah, eres un pesado, cuando sea tu cumpleaños no voy a hacer nada, ahí lo vas a lamentar.

--Brian, déjalo ahí--le gritó George, entre risas--, ven y te explicamos.

Brian fue hasta donde estaban los chicos, ellos hicieron un círculo para que John no oyera.

--Aún piensa en qué regalarle a Paul--explicó Harrison, con una gran sonrisa en su cara--.

--¿Eso siquiera importa? Yo creo que Paul estaría feliz sólo con su presencia...

--No, no entiendes, Eppy--el chico más bajito comenzó a susurrar, también con una sonrisa, tratando de contener la risa--, está enamorado, sólo que aún no lo sabe.

--¿Cómo es eso?

Se escuchó el picaporte de la puerta moviéndose, todos callaron y miraron a la puerta al mismo tiempo esperando un movimiento.

--¡Rápido! ¡Posiciones!

Los chicos se pararon a los lados de la mesa, tiesos como estatuas y con sonrisas tontas fijas en su cara.

La puerta no se abría, pero el picaporte seguía moviéndose.

--Bloody hell, ¿¡Cómo se abre esto!?

--...

Finalmente pudo abrir y vio la sorpresa que le tenían, valga la redundancia, sorprendido.

--¡Chicos! ¿Qué hacen aquí tan temprano? ¿Qué es est...

--¡Sorpresa!--exclamó Richie, feliz, y corrió a abrazar a Paul--

--¡Feliz cumpleaños, falso hermanito mayor!--Geo se unió al abrazo--

--Woah--rio McCartney--, gracias, chicos, los quiero.

--Feliz cumpleaños, Paul--lo felicitó Eppy--. ¿John? ¿Vas a venir a saludar a tu enamo...

George le dio un codazo.

--Amigo--tosió Brian--.

Este seguía parado junto a la mesa, congelado por su presencia.

Mierda, ya era muy tarde.

--¡Paulie!--lo abrazó--¡Feliz cumpleaños!

--Aw, ¡Muchas gracias!--volvió a reír--¿Estás bien, Johnny Johnny? Te noto algo raro.

--Estoy de maravilla, darling--trató de lucir calmado, pero no lo estaba--.

--¿¡QUIÉN QUIERE COMER!?--gritó Harrison, impaciente por probar el pastel--

Todos rieron y Epstein trajo el pastel, así que empezaron a cantar y a repartir el pastel.

Cuando todos habían comido, estaban contando chistes idiotas, riendo y conversando.

--Ah, ¡sí! ¡Ya recuerdo! John dijo que te tenía un regalo muy especial--le dijo Brian a un... más que confundido, intrigado Paul, guiñándole el ojo a John--.

--¡Yo no he dicho eso!--respondió, pero nadie pareció escucharle--

--¡LOS REGAAAALOS! ¡LOS REGAAAALOS!--gritó Ringo--

"Seas imbécil..." pensó Lennon.

Bueno, estaba arruinado, ahora sólo tenía dos opciones, inventar una canción en el momento que probablemente sería horrible y haría el ridículo, la otra opción era besarlo... ¿besar a su mejor amigo?

Creanlo o no, esa era una de sus opciones, sin saber si la eligió porque no se le ocurría nada más o porque secretamente quería hacerlo, y por otra desconocida razón se inclinó por la segunda opción.

--Bueno, te espero, John.

John rio nervioso, ¿estaba coqueteando con él? ¿Sabía su plan? ¿O él mismo estaba malinterpretando la frase y el tono de voz de McCartney?

Suspiró, está bien, iba a hacerlo.

Se acercó a Paul y puso sus manos alrededor de su cintura.

--¿John? ¿Qué crees que haces?

Ignoró su pregunta, ignoró los gritos de sus amigos, ignoró a todos y al universo, acercó sus labios a los de Paul, estaba decidido, nunca había estado más seguro en su vida, y lo besó.

Paul no lo veía venir, se había dado cuenta de que John estaba enamorado, pero era sólo una intuición, lo había conversado con sus compañeros y vio que ellos creían lo mismo, pero ninguno estaba seguro.

Veía capaz a John de hacer algo así, pero no enfrente de todos, no enfrente de Eppy...

Lennon terminó de besarlo y se apartó, tenía miedo de haberlo arruinado todo, vio su mundo venirse abajo por un momento, era el fin.

Epstein estaba sorprendido, pero George y Ringo estaban ansiosos de ver cómo respondería Paul. El menor de los dos lo miró con una pequeña sonrisa y rodeó su cuello con los brazos.

--Realmente te luciste con el regalo este año, Lennon.