Dio un par de pasos en dirección a las escaleras antes de que sus pies se enredasen con el largo cobertor que cargaba en brazos provocando una estruendosa caída, o que así parecía por el silencioso ambiente nocturno que envolvía al inmueble, el rubio sorprendido por el sonido se giró hacía la dirección de donde provino el golpe encontrándose con la entrada a la cocina vacía

El pelinegro de inmediato sintió un gran pánico inundar todo su cuerpo al escuchar como el rubio se ponía de pie, asustado y temiendo la reacción de su padre al encontrarlo ahí se levantó olvidado por completo el cobertor que traía consigo y corrió tratando de hacer el mayor silencio que pudiera escaleras arriba de vuelta al cuarto principal de la casa donde cerró la puerta rápidamente pero sin azotar

Una vez dentro del cuarto se deslizó lentamente por la madera hasta el suelo con lágrimas que no sabía cuándo habían comenzado bajando por sus pálidas mejillas comenzando a sollozar quedamente sintiendo un gran dolor sobre su pecho, más específicamente en su corazón, un dolor asfixiante como si estuvieran apuñalando su corazón, luego de que se calmara un poco se puso de pie para regresar a los brazos de su madre donde se sentía seguro

Mientras tanto en la primera planta de la mansión el rubio miraba algo confundido un cobertor tirado en el suelo en dirección a las escaleras