Ya que al fin todos (excepto Aoife) cenaron y fueron a dormir, mientras tanto, se han preguntado ¿qué pasó finalmente con Peter Ruggerini?
Ninguno sabe que fue de él, y del clan... Mientras tanto...

-¡¿Que hizo qué?! —Peter termina la llamada y enseguida alista sus cosas para ir a la guarida de los chicos del clan— ¿Con que Aoife escapó de ahí? ¡Maldita sea! El señor Van Montfoort no se oía feliz... Está furioso... ¿Qué haré ahora? ¡¿Dónde estás maldita blanquita?!

Horas más tarde, bueno, amaneciendo el cielo por la ciudad de Amsterdam... Aoife se levanta de su cama, sacando sus papeles de registro, extrayendo todo lo que puede, hasta no dejar ni un solo rastro de él por el departamento... Aclarando al dueño del departamento que la chica se fué de viaje y deja el departamento... De parte de ella... Peter Ruggerini ya estaba en el cuartel del clan para aclarar cuentas...

-Ya estoy aquí señor Van Montfoort, ¿para qué me llamó?

-Escucha Ruggerini, tu noviecita hace tres días huyó de aquí, y nadie sabe de ese maldito blanquillo, ni un solo rastro dejó... —El anciano estaba bien enojado por el suceso, se enojaba más por la actitud de Peter que ponía ante la situación—

-¿Y qué tiene? Aoife ya no es mío, ni lo conozco, ella fue historia, incluso usted me dijo que una vez que la entregaba ya no era parte de nosotros, para ustedes él murió... Así de fácil las cosas...

-No te hagas el chistoso Peter Ruggerini, ¿acaso tampoco no leíste las letras extrapequeñas? O simplemente te haces idiota, ¿Me equivoco?

-¿Cuál letra extrapequeña habla señor?

-Si se nota que no leíste el tratado, más se nota que te quisiste deshacerte de esa pobre chica, en este caso, no lo hubiera hecho si te haces demasiado estúpido, ¿y te digo una cosa Ruggerini?

-¡Usted no tiene derecho de cambiarme las condiciones!, ni que fuera el jefe del clan... —Peter se cruza los brazos y se voltea a otra dirección—

-Eres un pedazo de idiota, no sabes de lo que está diciendo, ni sabes con quién estás hablando... —El anciano se empieza a reírse enfrente de él—

-Yo si sé, solo sé que ando hablando con un viejo de quinta que solo finge ser cortés, es más usted no es nadie...

-Como no soy nadie para ti Ruggerini, así que te voy a quitar todo eso, osea, TODOS LOS BENEFICIOS QUE TE HE OFRECIDO, es como si no hubieras hecho absolutamente NADA, ay pobrecito, este idiota llamado Peter Ruggerini hablaba con el jefe, y YO como el JEFE del clan, te puedo quitar todo eso, si eres rico ahora seré capaz de dejarte todo miserable, y así te tengas tus palabras e insultos que me hiciste...

-¡Usted no puede hacerme eso!

-Ohh si puedo, y por haberme insultado... Yo también puedo cambiar todo, y no hay nada a cambio... —El anciano se arreglaba su traje y luego toma su cigarro, fuma y suelta el humo en el rostro de Ruggerini—

-Si quieres yo busco a Aoife para que no me quites nada, por favor se lo ruego... No era mi intención insultarla... —Peter se pone de rodillas ante el jefe para rogarle que no le quite nada de lo que pidió—

-¡Na na na! ¡¿Qué creíste?! Que encontrando al chico que ya es ahora todo se solucionó y ¡ya! ¡Por Dios! No seas un incrédulo, las cosas no son fáciles como un demente como tú piensa, las cosas tampoco se arreglan muy rápido, estás demasiado equivocado...

-Usted no lo entiende

-Claro que lo entiendo, mis muchachos están encargándose de él, así que no te preocupes...

-Eres un maldito...

-Eso lo hubieras pensado en cuanto me insultaste jovencito, ni aún así, ni aunque me entregues al blanquito, tus problemas ya no serán solucionados...

Papá Adam y los demás comenzaron su día normal, uno de ellos va al cuarto... Resulta ser Thymós...

-¡Niño! Blanquillo, levántate, no te tengo todo mi tiempo para tus pendejadas... ¡No seas culero! ¡Ni sé por qué estoy aquí! —Enseguida Thymós sacude la cama, descubre que Aoife solo son almohadas, en realidad Aoife se había escapado— ¡Viejo! Aoife no está...

-¡¿Qué dices Thymós?! ¡¿Desde cuándo no ha estado?! ¡¡¡Busquen lo por toda la casa chicos!!! —Papá Adam y compañía se encargaron de buscarlo por todos lados de la casa, hasta el jardín y no hubo respuesta de parte de Aoife—

-¡Papá Adam! No hay nada, se nos hace que ese niño no se andó con mamadas muchas gracias Thymós... —Jane estaba fijando su mirada hacia Thymós—

-¡Oye yo no hice nada! Ni tan siquiera me acerqué con ese niño...

-¡Entonces no hay remedio!

-¿Que quiere decir con eso papá Adam? —Chris y Katherine dudaban en lo que el señor quiso a dar—

-Jane, Thymós y yo iremos al exterior a buscar a ese niño, no quiero que esos hombres le hagan algo malo por esos rumbos...

-Yo no iré al exterior solo para buscar a ese blanquillo, así que de aquí no me muevo... ¡Ño!

-Lástima, de ahí encontrarás a mujeres más guapas, pero como no te quieres mover de ahí, lastima por ti pendejito, así que yo sí veré a mujeres muy hermosas... ¡Bye bitch!

-¡Está bien! Solo porque JANE anda de mamón iré, pero solo por las chicas...

-Ustedes dos se quedan, no podemos ir todos, capaz que les pase algo... Mejor se quedan haciendo lo que ustedes quieran... —Papá Adam alistaba su camioneta para que los chicos vayan a bordo—

-Cuidaremos ambas la casa, sé que está bajo protección, pero por si las moscas... —Katherine alista la pelota para jugar—

-¡Vámonos!...

Los tres chicos se fueron a bordo en camioneta para irse a buscar a Aoife, mientras este se alista para irse de compras y probarse la ropa, una vez que hizo, inmediatamente fue a un cuarto para confeccionar toda su ropa... Dos horas más tarde, ya teniendo todo, fue a la casa de sus padres para decirle lo que le pasó...

-¡Papá! ¡Mamá! —Aoife toca la puerta de la casa, una mujer abre la casa, después, lo desconoce—

-¿Quién eres tú? —La madre de Aoife le contesta con una severa desconfianza hacia el chico—

-¡Soy yo mami! ¿Por qué no me reconoces? ¡Me pasó algo terrible mami! Confía en mí por favor, casi me matan... Por favor créeme... —Al ver Aoife que su madre no lo reconocía, por dentro quería llorar, pero no podía hacerlo—

-Mi bebé estaba desaparecida hace tres días, pero luego su novio me dijo que estaba muerta, niño, por favor no te hagas pasar por mi hija... A mí me duele su pérdida de ella... Así que vete... —El rostro de su madre estaba lleno de lágrimas que ya no podía más, le cerró la puerta y lloró adentro de la habitación—

-¡Mamá! ¡Créeme por favor! ¡Peter me convirtió en esto! ¡No puedes creer a un imbécil que a tu hija! ¡Ella está viva! Créeme por favor... Te lo ruego mamá... —Aoife lloraba en la puerta de la casa en lo que rogaba, cosa que no lo estaba llevando a ningún lado— Mami, por qué me haces esto... Aoife Saenredam está viva, y soy yo... Por favor... Ábreme la puerta por favor... —Este seguía golpeando la puerta mientras lloraba de dolor que sentía, al ver por sus propios ojos que su misma madre no le creyó—

Amsterdam era una ciudad con mucha gente, las calles se llenaban, no como por donde viven, había gente por dónde caminan, corren, compran, trabajan, todo tipo de actividades cotidianas por la ciudad, muchos autos, bicicletas... Los muchachos no podían distinguir por dónde se habría ido Aoife, nadie lo conocía al 100%, él era un poco desconfiado, lo último que había dicho fue que se iba a irse del lugar para darle gusto a Thymós... Pero ninguno de los tres chicos tenía éxito en su búsqueda...

-¡Mira Thymós! Una chica rubia, muy bonita por cierto... —Jane observaba a las chicas que rondaban por la ciudad—

-¡Se ven muy hermosas! Alguna de ellas será mi nueva novia, si que si...

-¡Chicos! No venimos a ver mujeres, recuerden que venimos a buscar a Aoife, él no puede estar aquí, no quiero que el clan descubra de su existencia, así que se calman ustedes dos... —Papá Adam ya empezaba a ponerse de malas al no poder localizar al muchacho, pasaban las horas y nada—

Aoife fue muy terco y fue a buscar a Peter, tomó el taxi y fue por su casa para rendir cuentas...

Toc toc toc

-¿Quién es? —Pregunta Peter desde el otro lado de la puerta—

-¡Soy yo!

Peter reconoció la voz y lo desconoció de inmediato...

-¡No sé quién es!

-¡Soy Aoife! ¡Y si no me abres la puerta juro que te mataré! ¡O abres la puerta o la abriré yo! —Aoife estaba muy furioso que ya le quería reventarle de a golpes a su ex—

-¿Aoife? Pensé que te habías muerto...

-¡No te hagas idiota! ¡Tú mismo me hiciste esto así que abre la puerta!

-Está bien, espero que sea una broma... —Le abre la puerta—

-¡Peter Ruggerini! Con que esas tenemos idiota... —Aoife no podía contenerse para golpearlo luego del terrible daño que le hizo—

-Pero si eres hombre, Aoife es una mujer, no un hombre gay de quinta, pensé que ella de verdad está viva... Aww, perdón, ella murió hace tres días...

-Escúchame Peter Ruggerini, pobre de ti si me entero de algo más juro que te mataré... Esto lo que me hiciste a mí y a mí familia ¡no tiene perdón! ¡Por tu culpa mi vida es miserable! Y yo haré que tú vida sea la misma... ¡¿Me oíste?! —Aoife ya harto de al situación estalló de ira... Cerrado los puños con ciertas ganas de golpearlo—

-¿Que pasa amor? ¿Por qué hay tanto grito...? —La chica pelirroja salió de la cocina y vió que su novio estaba en la puerta—

Mientras tanto, Thymós y Jane pasaban por la casa de Peter y vieron que Aoife estaba ahí, empezando a pelear con el chico de la puerta...

-¡Mira Thymós! ¡Es Aoife!

-¡Ahí está sano y salvo! Pero que hace peleando con ese viejo...

-Juro que no te conozco niño, pero te pareces a ella...

-¡Eres un estúpido! Aparte rápidamente me cambiaste por esa vieja zorra, no te perdonaré jamás... Maldito imbécil —este empezó a insultarlo y a golpearlo hasta que Peter se rompió la nariz, Jane y Thymós lo agarraron y rápidamente se fueron sin que Jane también terminara de golpearlo en su cara—

-¡Papá Adam! ¡Ya lo encontramos!

-¡Bien hecho niños!

-¡Vaya! Con que el niño nos salió peleonero y le rompió la nariz a esa puta, genial, mil respetos niño... —Thymós se burlaba de la nariz de Peter—

-No sé de qué discutían pero le dejaste bien chato a ese hijo de puta jajaja...

-Papi Adam, perdón por haberme escapado, perdóneme por favor... —Aoife agachó la cabeza mientras estaba al frente del señor—

-Niño, ¿en qué estabas pensando? ¿Por qué estás llorando? —Adam ponía su mano en la mejilla de Aoife mientras esté empezaba a llorar—

-¡Perdóneme! ¡Mi mamá no me creyó! Ella piensa que estoy muerta... Que hice para merecerme esto... —Aoife abrazaba al papá Adam para desahogarse la pena que vivió, mientras él lo consoló—

-Tal vez si hubiera visto a mis padres, ellos tampoco me hubieran creído... No pensé que él pasó por algo feo... —Jane agachó la mirada al oír cosa semejante—

-No sabía que esa señora fuera capaz de creer más a ese idiota que al blanquillo... Es muy feo... —Thymós se compadeció de él, pensó en él, hasta que se distrajo y tropezó con Aoife por su pecho ocasionando dolor intenso en él—

-¡Auch! Me dolió, ten cuidado al caminar...

-¡Pe! ¡pe! ¡perdón! ¿Y esos piercings? ¡¿Y esa ropa?! Blanquillo, ¿de dónde sacaste todo eso? Te ves muy bien, ¡digo! ¡¿Por qué puta escapaste?! —Thymós empezaba a tartamudear mientras lo observaba de pies a cabeza—

-Todo eso lo compré, con mis ahorros, tenía calor, por eso compré y costuré mi propia ropa...

-¡Hay se ve que tenías demasiado calor! De por sí esa cara se te nota que eres bien hermoso... Espera un segundo... —Sacude su cabeza— ¿qué mierda estoy diciendo?

-¡¡¡Sabía que te gustaba a ese niño desde un principio!!! ¡¡¡Lo sabiaaaaa!!! —Jane grita de victoria mientras se burlaba de Thymós—

-¡¡¡No es cierto puto!!! Él me cae bien mal... ¿Cómo va ser así?

-Si no muestra carne tú estás bien pendejo si hablarle o no, pero bueno... Tarde o temprano el amor de un negro y de blanquito estallaría... Que cosas de la vida...

-Ya basta rubio pendejo...

-¿Qué? No tiene nada de malo romper estereotipos... Siempre habrá clichés así, pero en su caso no... Eso es de romper clichés...

...