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25 de noviembre del 2002, en Amsterdam, Países Bajos, Holanda, a las 10:30 PM...
Era un día lluvioso, todos estaban corriendo para sus casas, las gotas de lluvia caían por los autos, ruidos de los autos tocando tráfico, el olor de la lluvia nocturna daba orgasmos a algunos. Algunas personas cubriéndose de las gotas, del charco...
Era aquel día, aquél día que todo cambiaría por siempre a alguien muy especial...
-Oye Peter!!! —la chica ya empapada de la lluvia nocturna se cubría con su saco llamaba a aquel chico que estaba a su lado—
-¡Aoife! ¡No te mojes! —Mientras la observa—
-Cariño, ya estoy mojada, eso me lo hubieras dicho hace rato, ahora me voy a enfermarme de resfriado, ¿ya viste tu reloj Peter?
—Peter observa su reloj de mano mientras lo seca con su camisa de manga larga— ¡Ohhh cielos! ¡Casi medía hora para las once! ¡¡¡Nuestro momento casi llega!!! —Se empieza a paniquear—
-¿Qué pasa Peter?
-Nada corazón, lo que pasa es que quiero mostrarte algo, tenemos que estar en el lugar a las once en punto, pero estamos perdiendo el tiempo, no nos dará tiempo para llegar...
-¿Que harás? O ¿Qué haremos? más que nada... Solo si agarramos taxi para que no te preocupes...
-Mmm, no es mala la idea, pero estamos mojados de la lluvia... —Se sacude para sacar el agua que le quedaba—
Ambos vieron que la fuerte lluvia se calmó, ya eran las 10:45 PM, había tráfico, pero aún así decidieron esperar un taxi para llevarla al lugar asignado... Minutos más tarde un taxi vacío llega, ambos hacen una señal...
-¡Ya llegó un taxi vacío! —Peter brinca de alegría de la nada—
-¡Genial!
-Sube amor —Peter le cede el lugar y luego le susurra al oído al taxista, señalando la ubicación—
-¡Vaya! Al menos no es tan lejos el lugar, ¿o si? —Aoife estaba teniendo frío luego de haberse mojado con el aguacero que se dió—
-Tranquila pequeña, solo media hora llegaremos, tú no te preocupes pequeña niña de cabellos de plata... —Enseguida él recibe un mensaje SMS que lo tenía preocupado un rato, y al recibir otra se tranquilizó—
-¿Que pasa Peter? Ví que estabas un poco pálido al ver tu móvil... —Ella no sabía lo que su novio había visto, ella empezaba a pensar que lo amenazaban como siempre lo hacían—
-Tranquila amor, no es nada, solo son ofertas, y el otro era porque no pagué algo; pero tú tranquila —sonríe en medio de la nada—
-Está bien, confiaré en ti, pero no me asustes de esa manera, pero ok, ya no te fastidiaré...
El taxista llega al lugar señalado, mientras que Peter le paga al chófer con todo su propina, ambos bajan, la noche se torna fría, con vientos coordinados, el lugar por fuera es un poco lujoso, con árboles frondosos, no sé parece a un motel, ni casino, ¿qué es? Aoife estaba un poco asustada, el lugar era aislado, casi en las afueras de Amsterdam, parecía un estado de desconfianza... Mientras que Peter estaba muy tranquilo, sabiendo que el lugar tornaba algo siniestro...
-Oye, ¿estás bien? Te veo algo asustada —Peter estaba tranquilizando a su amada para poder quitarse el miedo—
-Es que está muy afuera de la ciudad, en plena las once de la noche, me da un poco de miedo estar ahí, me da la piel de gallina... —Aoife estaba muy asustada, ella casi no sale de noche para pasear, no obstante, su pareja decidió llevarla—
-¡Oye! No es para que te asustes, yo te protegeré de cualquier cosa, no te preocupes mientras estés conmigo, estoy seguro... —Enseguida sonrió—
-Confiaré en ti, pero aún así no estaré así, es muy demasiado noche para andar por estos rumbos...
-Ya sé nena, no pasa nada, confía en mí, yo sé lo que te digo corazón —le agarra la mano y siguen caminando—
Por fin llegan a la puerta, los recibe una muchacha vestida de recepcionista, aunque estaba de color oscuro su traje y muy servicial, enseguida los guió hasta la sala... Peter sigue confiado...
-Oye amor, ya estoy más tranquila, tenías razón, no debí haber desconfiado del lugar, aún así estás ahí para mí... —Se ruboriza y lo besa—
-Te lo dije Aoife, no dejaré que sueltes mi man... —Ve a un anciano y corre hacia él, ambos conversan privadamente, ella no los logra escuchar... Intrigas e intrigas le llegan—
-¿Que estarán diciendo? No puedo oírlos, pero tampoco debo meterme en asuntos ajenos... —Sus pensamientos le invadían lentamente esperando respuestas, sentada en un sillón, pero mejor prefiere esperar que el tiempo siga su curso—
Peter la llama, hace la típica presentación con el anciano, —por cierto el anciano era muy cortés y elegante, todo bien, se peinaba bien, hasta conocía la talla exacta para que sus ropas estén limpias sin ni un pizco de suciedad, y todo perfectamente arreglado a su modo—... Aoife muy cortés lo saluda sin duda alguna...
-¿De dónde es usted?
-Yo soy de Gouda, es una ciudad muy conocida por nuestros excelentes quesos, por cierto está muy hermosa señorita, que bueno que usted sea una excelente modelo... —Sonrío el señor—
-¡Ay dios! Yo soy de esta ciudad, nací y crecí, por cierto me encanta los quesos gouda, casi son mis favoritas... Gracias por el halago, casi nadie me halaga cortésmente... —Se sonrojaba rápidamente—
-Muchas gracias por recibirnos señor Van Montfoort, ¿cuál es la siguiente fase? —La voz de Peter empezaba a cambiar de manera muy siniestra, que hasta Aoife lo desconoció—
-¡Llévala al cuarto! Ya están preparados... —El señor Van Montfoort ya era otra persona—
-¡¿Qué está pasando Peter?! ¡¿A dónde me llevan?! —Aoife se precipitaba al ver que el ambiente cambiaba cada momento, cada segundo—
-¡Oye! Nos harán una limpia, no te asustes, ya te dije nena...
-¡Esto no me está gustando!
-¡Te guste o no, vas a te hagan una limpia! !Porque lo digo yo! ¡¿Oíste?! —El chico le empezaba a gritar y de la nada aparecían personas desconocidas tratando de sujetar a la chica, tratando de que no escapara—
-¡No me grites Peter! ¡Vámonos de una vez! No quiero estar aquí, ya casi es media noche, no quiero estar aquí, ¡¡¡vámonos!!! —Aoife no sabía lo que estaba a punto de pasar—
-Awww que tierna se ve la pobre pequeña, se ve que no sabe que le va a pasar, a veces me da ternura... —El señor con una pequeña risa malévola se burlaba de la situación—
-¡¡¡Exijo una explicación!!! ¡¿De qué se trata todo esto Peter?! ¡¡¡Me dijiste que me protegerás de esto!!! ¡¡¡Diles que me suelten!!! —Aoife no podía zafarse de los chicos que la estaban sujetando por todo su cuerpo, no podía evitar golpear a su alrededor—
-Lo siento nena yo hice un trato con este señor, no puedo hacer nada por tí... —Peter sonrió al observarla atada entre los individuos que la pobre pequeña sin saber lo que le esperaba—
-¡¿De qué diablos hablas Peter?! ¡¿Cuál trato?! ¡¡¡No me dejes hablando sola!!! —La chica siguió haciendo sin éxito, mientras el cuarto estaba listo para el experimento—
-¡Bien! Ya te puedes retirar mi buen joven, ya sabes que estamos en contacto... —Aquel señor arrugado le hablaba como si fueran conocidos de algún lugar—
-¡Peter no me dejes aquí! ¡¡¡No me dejes sola!!! ¡¡¡Peter!!! —Los llantos de la chica no cesaban, los demás la ataban mientras los otros alistaron para la prueba—
Perdón corazón, lo hice por mi familia, me duele, pero ya tengo que irme, negocios son negocios. —El descarado se retiró mientras los gritos y llantos de la pobre muchacha seguían—
-¿En dónde la pongo señor? Para que no logré escapar... —Uno de los muchachos la agarraba con fuerza mientras el otro le quitaba su ropa de Aoife—
-¡¡¡Quitenme sus manos de encima!!! ¡¡¡No me dejes aquí con estos amor!!! ¡¡¡Te lo suplico!!! —Aoife le rogaba a su amado que no la dejara sola, pero este omitió la orden—
Siguió y siguió, hasta llegar la media noche para dar comienzo al ritual...
El trato entre Van Montfoort y Peter Ruggerini consistía en que entregarían a una mujer cualquiera a cambio de fama y aceptación por parte de un clan desconocido, por parte de un Misterioso experimento del cambio de rol, es decir, cambio de sexo, cosa que el experimento obviamente no sería bonito ni placentero, sería doloroso, la famosa letra pequeña decía que no sé harían responsables si llegase a morir en el intento o no... Ese era el trato, más a parte por dos millones de dólares... El experimento daba efecto a la luz de la media noche
-¡Muy bien muchachos! Procedan con el experimento, lo llevaremos a prueba con la asociación... —Van Montfoort descaradamente presenció aquel sufrimiento de la chica—
-Ojalá no sobrevivas estúpida —El muchacho se retiraba lentamente mientras la chica la electrocutaban, sin importar la culpa que cargaba...—
Los muchachos que controlaban el experimento, hacían con un alto nivel de potencia que hacía que el cuerpo de Aoife se alterara biológicamente hasta dar resultados no tan favorables... Inmediatamente ella (bueno ya es él) empezó a correr, pero desafortunadamente los muchachos lograron agarrar el nuevo cuerpo, y empezaron a golpearlo, él estaba desnudo, los demás lo golpeaban, mientras el resto lo violaban...
¡¡¡Ya déjenme!!! ¡¡¡Déjenme!!! —La bella voz de la jóven cambió a un voz juvenil, grave que ya ni ella sabía lo que exactamente pasó, a uno de los muchachos los pateó hasta Incluso Aoife corrió—
-¡¡¡Está escapando!!! ¡¡¡Corran detrás de él!!! ¡¡¡Qué esperan bolas de sabandijas!!! ¡Corran! Traenmelo con vida, porque yo mismo lo mataré —Van Montfoort enfurecido mandó a qué lo siguieran, hasta encontrarlo—
El pobre muchacho corrió desnudo entre la carretera, sabiendo que si vuelve a ese lugar, sería asesinado a manos del señor...
Todo golpeado y tocado siguió corriendo hasta agotarse, mientras tanto, los chicos que lo perseguían se habían perdido a lo largo de la carretera de la ciudad...
-¿Por qué me tuvo que traicionarme de esa manera?, ¿Por qué lo hizo?, No le hice nada malo para que me pagará de esa forma... Y yo que le creí, caí a su trampa, me las vas a pagar muy caro Peter Ruggerini... —Aoife cae al suelo del dolor que sufrió—
Mientras tanto, una camioneta pasa por la carretera por dónde Aoife pisó, Aoife quiso huir del lugar, pero estaba muy lastimado para poder quitarse de ahí... El chófer era un señor con una edad alrededor de los cincuenta años, manejaba una camioneta negra con una carga... Vió algo extraño para él que hizo que bajara inmediatamente de su camioneta negra...
Se acercó lentamente, se dió un fuerte susto, pensando que halló un cadáver, pero afortunadamente no fue así...
-¡Oye! ¿Que haces a la una de la madrugada en esta fría carretera? —Lo observa y se da cuenta de sus heridas lo recoge y lo acomoda a su camioneta—
-¡Ayúdeme! Estoy muy solo, quiero huir de este lugar, lleveme con usted, por favor, no quiero estar aquí... —Él ya no podía contener la respiración hasta a punto de desmayarse—
-Ya estás a salvo querido...
Mientras el señor sube a su camioneta junto con Aoife, esto con la helada noche...
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