Entrar a aquella casa había sido una verdadera hazaña. Había tantas personas en aquel sitio que el simple hecho de caminar, implicaba un reto para él.

El miedo de ver a tantos alfas a su alrededor se podía olfatear con facilidad, haciendo que su aroma a vainilla con toques de lavanda se volviese algo amargo, sintiendo el brazo de Hoseok envolver con fuerza el suyo en cuanto olfateo el miedo en él.

—No quiero estar aquí, Jinnie —murmuro a su lado el menor, temblando levemente al ver como un alfa casi cae sobre él.

—Descuida, Hobi, estaremos bien —dijo con amabilidad, intentando calmar su temor al olfatear en el ambiente cargado de alcohol el aroma de algunos otros omegas.

Al menos, no eran los únicos en el lugar y aunque no eran muy fuertes debido a su rango, unidos algo podrían hacer.

—Vayamos a buscar algunas bebidas —dijo Jimin por sobre el ruido, guiando a ambos chicos por el gentío hasta llegar a una enorme cocina repleta de personas y bebidas sobre una mesa que se encontraba en el centro.

—Woah —murmuraron Hoseok y SeokJin al unísono.

—Tomen lo que se les apetezca, iré a buscar a Kookie para hacerle saber que ya estamos aquí. Vuelvo rapidito.

Sin esperar respuesta, Jimin salió del lugar, dejando a sus amigos en aquella cocina repleta de gente desconocida.

—Tomen algo, no sean tímidos —la voz del extraño joven sobresalto a ambos chicos, quienes observaban atentos como preparaban los chupitos, mezclando distintos licores—. Hey, Tommy, pásame dos por acá.

Dicho aquello, el chico Tommy levantó a vista, miró a su amigo y a los dos chicos a su lado, sonrió y después le pasó dos chupitos al desconocido.

—Aquí está —dijo como aliviado, entrego las bebidas a los chicos y se les quedó mirando en espera de que los bebieran.

SeokJin y Hoseok intercambiaron miradas, no muy convencidos de tomar aquellos chupitos ya que ninguno de los dos era buen bebedor, y sabiendo que en cuanto aquella bebida ingresará a su organismo no habría nada que hacer para mantenerlos conscientes.

—De acuerdo —respondió SeokJin al cabo de algunos segundos, pensando que no le haría tan mal beber un poco aquella noche, intentando de ese modo alejar el estrés de final de parcial en la universidad y toda la carga que había pesado sobre sus hombros aquella semana—. ¿Qué es lo peor que puede pasar? Solo serán unos tragos —se animo, llevándose a los labios el vasito y tomando de golpe su contenido.

Hoseok observó sorprendido al mayor y confiando en sus palabras le dió un pequeño sorbo a su chupito.

—¡Genial! —exclamó el chico que los observaba—. Que se diviertan.

Hoseok asintió, agitó su mano a modo de despedida y observó al chico alejarse entre el gentío, volvió su atención hacia SeokJin y pudo observar al mayor acercarse hasta la mesa de bebidas y tomar uno de aquellos vasos rojos del montón y servir en el una bebida que no sabía muy bien que era.

✿Kim☆Palomita✿