Capítulo I
Titulo: La llegada Percy Jackson.
La noche que Percy Jackson llego a el campamento no había tenido nada de especial que mereciera la pena ser mencionado. Recordaba que había sido relativamente tranquila a pesar de todo, Nymeria había pasado la noche de la fogata junto a sus hermanos Pólux y Castor, los gemelos, e hijos de Dioniso, estos habían estado discutiendo con los hijos de Deméter sobre algunas plantas que tenían pensado plantar al día siguiente en el campo, Nymeria les habría acompañado en la interesante conversación, pero estaba demasiado ocupada intercambiando algunas palabras con el propio Luke Castellan, el miembro mas importante de la cabaña de Hermes, y capitán de esta misma.
No hablaban demasiado en verdad, no aquella noche. Sin embargo el silencio llegaba a ser bastante cómodo cuando se trataba de él. Éste veía con diversión las figuras de los hijos de Apolo, entonando algunas canciones melodiosas con sus voces perfectamente coordinadas en un hermoso coro a él que estaba ya lo bastante acostumbrada como para recordar a grandes rasgos las voces de aquella cabaña realmente numerosa.
Muchos estaban reunidos alrededores de la hoguera cálida de la diosa del hogar que les cuidaba con sus llamas silenciosas, Hestia. Era un ambiente hermoso, el mismo paraíso que había sido su día a día desde que llegó a aquel lugar. Trás haber sido mandada a llamar por el Dios del vino, Dioniso, su padre.
Nymeria había entrado en negación de hecho, creía haber visto muchas cosas extrañas en su vida, la mayoría eran malas, otras simplemente bastante extrañas. Pero ninguna como que el Dios Dioniso te reciba en un campamento lleno de adolescentes traumados y hormonales y que para cereza del postre, te diga que es tu otro padre. No había nada tan bizarro como eso.
Cuando la muchacha, superó el hecho que su padre mortal era gay aparentemente y que le había tenido con otro dios, quien técnicamente estaba casado de hecho, lo primero que dijo a Dioniso, casi suplicante fue: "Nací de una uva, verdad... Verdad? Por favor dime que he nacido de una uva y no de ti".
Jamás superaría aquel día. Nym aún tenía pesadillas terribles.
━━━Donde están Annabeth y Everett?━━━le pregunta a su acompañante en voz baja al notar que ninguna de las niñas estaba en aquel lugar, al menos no cerca de la atenta vista de Nymeria, Luke le dio una simple sonrisa, la cual realmente no llegó a sus ojos, sin embargo era bastante bueno en las mentiras, disimular los gestos eran su especialidad. ━━━No les estás encubriendo de nuevo verdad?
━━━Tranquila uvita amarga, Everett me dijo que no quería convivir con seres inferiores esta noche, así que se llevó a Annabeth a la cabaña para hacer sabrán los dioses que.━━━Dijo Luke con una sonrisa divertida, mientras alzaba la mano discretamente para esconder el mechón de cabello rebelde detrás de la oreja de Nymeria.━━━No son nada discretas cuando tienen la intención de dejarnos solos.
Nymeria le dio una sonrisa divertida.
━━━No estamos solos, Luke.
━━━Podríamos estarlo si eso deseas.
Nymeria se mantuvo calmada, mirándolo con suma diversión.
--No es el momento, Romeo.
Luke se rió entre dientes, antes de dejar escapar un suspiro. Las palabras de Nym lo confundieron, para ella nunca era el momento pero para él lo era todo el tiempo. Su comportamiento le indican que claramente quería que avanzará pero le dejaba hacerlo adecuadamente.
--Entonces, ¿Cuándo será el momento? ¿Cuándo será el momento adecuado?--Preguntó, sonriendo. Luke inclinó ligeramente la cabeza.--Estoy seguro de que este podría ser el momento adecuado--Bromeó. Pero también había una pizca de seriedad en sus ojos oscuros, este gesto no pasó desapercibido por Nymeria pero afortunadamente, no dijo o hizo nada más, ya que, evitó la mirada de Luke de nuevo, para mirar a los hijos de Apolo los cuales ya estaban terminando la música finalmente, y estaban recibiendo algunos aplausos del resto de los campistas, esto sirvió perfectamente para desviar la atención de Luke y de su coqueteo para nada discreto, sin embargo, si lo suficiente para que nadie mas lo notara.
No paso mucho tiempo luego de que Quirón ordenara a los campistas volver a sus respectivas cabañas, Nym no pudo evitar ver la preocupación en las facciones del centauro, parecía a simple vista estar presente al menos pero mentalmente parecía estar en otro lado diferente, sin embargo, antes de que pudiera preguntarle cualquier cosa, el centauro se marcho galopando con suma rapidez. Luke pareció llamarle la atención aquello, pero tampoco dijo nada al respecto.
Aquella noche fue tranquila hasta cierto punto, tuvo que soportar los ronquidos de Castor, quien sin preocupaciones descansaba, al igual que su hermano totalmente ajenos a las preocupaciones de la muchacha. Nym se sentó, al borde de la ventana con cansancio, viendo a través de los vidrios empañados entre la humedad y por supuesto la niebla de la madrugada tintado perfectamente el panorama anteriormente alegre, ahora era lúgubre, oscuro y evidentemente escaso de toda luz posible.
Era natural, teniendo en cuenta que era de madrugada, aproximadamente la 1am, el Sol todavía permanecía ocultó, y la única luz que alumbra el campamento eran la de las estrellas, junto con la fogata eterna del hogar, ligeramente más pequeña que antes, incluso pudo ver más a lo lejos la cabaña de Apolo luciendo imperturbable y llamativa, tal y como le gustaba a Dios de dicha cabaña que permaneciera. Doce cabañas, aunque en verdad deberían haber más para los hijos de dioses menores que aún no tenían un lugar en la cabaña y que se amontonaban en la cabaña de Hermes hasta el punto de hacerla casi explotar.
Aquel campamento era hermoso, pero trato era indudablemente injusto.
Nym no se hacía de la vista gorda, tenía 17 años realmente, no era ciega ni ignorante ante los tratos de los dioses a sus hijos, a muchos no les prestaban la suficiente atención, otros simplemente tenían que conformarse con dormir en Hermes sin saber nada de su procedencia divina, acostumbrándose a el doloroso hecho que resultaba ser, no ser amados, por ello es que eran una gran familia.
Luke le había enseñado eso, a ella y a todos, y parecían estar bien con eso, sin embargo, no estaba contenta, Everett entre ellos, era un ser precioso, su pequeña hermanita a la cual había adoptado, era hija de Thanatos efectivamente y había sido reconocida frente a todos justo unos días después de llegar al campamento, había sido un verdadero escándalo, algunos que habían entablado una amistad con Everett para entonces, se alejaron inmediatamente como si estuviera contagiada de una enfermedad mortal y peligrosa.
Todos menos Luke y Annabeth.
Ellos nunca les dejaron solos, Nymeria y Everett tampoco se alejaron de ellos en ningún segundo, ciertamente eran una familia bastante extraña. Pero era su propia familia, y mirándolo en retrospectiva, a pesar de no poder olvidar sus días encerradas en aquel infierno, parecían lejanos, y ahora todo parecía ser luz eterna y preciosa en sus días.
No cambiaría su familia por nada.
Everett no le gustaba nada el frio.
La muchacha daba pequeños golpes en el piso, debido a la poca paciencia, todavía cruzada de brazos, tanteando con impaciencia su dedo índice en su antebrazo como si estuviera contando los minutos en los que había estado sentada en aquel lugar completamente sola. El piso de la cabaña de Hermes era frio durante la noche, sin embargo era algo a lo que la muchacha estaba bastante acostumbrada a decir verdad, para ayudar a darse algo de calor a si misma, se encontraba como usualmente se mantenía durante las noches, despierta, abrazándose a si misma.
No podía conciliar el sueño, por más que lo intentaba, las noches siempre resultaban ser bastante atormentantes hasta el punto que se le hiciera una costumbre el levantarse en medio de un sudor frío durante la madrugada, sintiendo los temblores involuntarios de su cuerpo todavía en desarrollo. Everett emitió un profundo suspiro mientras se incorporaba de nuevo, aun apoyada contra la pared del refugio de semidioses no reconocidos, en la cabaña 11, Hermes. Descubrió de pronto que era incapaz de dormir de hecho. Por lo que tras un breve y casi inexpresivo suspiro de exasperación, Everett sacó lentamente los pies de la cobija en la que dormía, en el suelo, a pesar de que tenia mas tiempo que cualquier otra persona durmiendo en aquella cabaña, no tenia otro sitio para dormir que en el duro e incomodo suelo a el que ya se había acostumbrado a estar.
Los ronquidos de algunos campistas llamaron su atención, mientras caminaba con sumo cuidado una vez se había puesto los zapatos, los que estaban en el piso, se habían molestado lo suficiente en alejarse del pequeño espacio de Everett, era un hecho, que no deseaban estar cerca de ella. Pero estaba demasiado acostumbrada a aquel tipo de aislamiento como para que francamente le importase aquel asunto menor. Volteo la vista, para ver a Luke y Chris, durmiendo plácidamente ambos en su litera, la cual estaba mas cerca de la gran puerta que le aguardaba. Pasó junto a ellos en silencio, y cuando finalmente salió, sintió el frio de la noche inundar su cara de manera que no pudo evitar estremecerse, sin embargo siguió su camino cerrando con cuidado la puerta detrás de ella.
Everett Athena Lazarus, tenia la costumbre desde el momento en que paso su primera noche en aquel nuevo hogar, de levantarse a mitad de la noche o en la madrugada en su defecto y pasear en el campamento, algunas veces resultaba ser por mero desinterés en descansar, otras veces simplemente era por la incapacidad de dormir debido a lo duras que podían ser algunas veces las pesadillas. En esos momentos encontraba bastante alentador el dar algunas pequeñas vueltas hasta encontrar el suelo suficiente para dormir o simplemente escaparse a la enfermería y dormir en alguna de las camillas disponibles.
Se asomó por mera curiosidad a la casa grande, sin embargo no entró, se quedó parada cerca de la puerta. Por supuesto, a pesar de ser de madrugada todavía, Quirón y el padre de Nymeria, el señor D, conversando algún asunto lo bastante grave como para notar la urgencia y nerviosismo en la voz de Quirón, intentaban por todos los medios hablar lo mas bajo posible para no ser escuchados, aunque realmente no les culpaba, tenían bajo su cargo a un grupo de adolescentes hiperactivos y curiosos.
━━━Dices entonces que el mocoso es poderoso?━━━La voz de Dioniso se escucha por encima de la música del tocadiscos de Quirón, parecía mostrarse sin interés alguno, aunque aquello podía atribuirlo igualmente a el usual tono de aburrimiento del director del campamento.━━━Debieron haberlo obligado a venir hace días, por que molestarse en ir personalmente a mostrarle todo?
━━━Sabe usted el procedimiento Señor D, es necesario que sepa al menos a que se va a enfrentar, no hay que preocuparse, su madre me ha prometido traerlo aquí temprano.━━━Dijo Quirón, mientras Everett escuchaba el sonido de lo que parecía ser una carta caer en una mesa, probablemente estaban jugando como siempre. Dioniso dio una pequeña carcajada en un tono de voz amargo y sin ninguna gracia.
━━━No podría importarme menos en realidad.━━━Dice el hombre en voz baja, sin embargo luego dio un profundo suspiro lleno de cansancio. Para luego carraspear y continuar con una voz más firme y alta.━━━Es malo espiar conversaciones Everest Lucian.━━━Anunció el hombre, dicha muchacha hizo una mueca casi invisible ante el nombre que le había dado el Dios, estaba seguro que lo hacía a propósito, la hija de Thanatos estuvo a punto de secuestrar una botella de vino del dios y dejarle una nota que dijera: "Aprendete mi nombre Everett Lazarus o nunca volverás a ver tu botella de vino con vida."
Estuvo a punto de hacerlo de hecho, pero Nymeria y Annabeth lo consideraron "imprudente" y lo evitaron de alguna forma, logrando para su desgracia que Everett muriera castigada por El señor D ante una ofensa imperdonable según era dicho, pero francamente Everett tan sólo estaba cansada de que le dieran apodos malos, le habían dado un nombre por una razón.
━━━Mi nombre es Everett Athena Lazarus, Señor D.━━━Murmura entre dientes la muchacha, pero ella se abstiene de decir lo que verdaderamente pasaba por su mente ante una mirada de advertencia de Quirón quien parecía leerle la mente casi perfectamente. Ella rueda los ojos con fastidio, pero se calma ligeramente. Claramente ni ella ni Dioniso estaban especialmente de buen humor.━━━Mi madre me ha dado un nombre, le agradecería que me llamase por el.
Dioniso no pareció feliz, de hecho estaba punto de levantarse al instante para maldecirla, sin embargo algo pareció apaciguar su hija notablemente, aunque el hombre no dijo nada, la hija de Thanatos supo inmediatamente que se trataba de su amistad con Nymeria lo que siempre de alguna forma se detenía de hacer algo estúpido. Era como una especia de inmunidad momentánea de la que se aprovechaba bastante para echarle en cara muchas cosas a Dioniso, siempre por supuesto con "respeto". Sin embargo siempre le regañaban por constantemente provocarle hasta algún día romper aquella mínima brecha que existía entre Everett y la paciencia casi inexistente del dios.
Quirón interrumpió la discusión mientras miraba esta vez a la pelinegra quien no pudo mas que darle una sonrisa inocente, mientras se sentaba en la silla frente a la mesa en la que ambos inmortales estaban jugando tranquilamente a las cartas, al darle una ojeada rápida confirmó que iban realmente muy igualados, aunque Quirón siempre terminaba ganando de alguna u otra forma.
━━━Deberias estar durmiendo.━━━Comenta Quirón dándole una ojeada discreta a Everett quien simplemente se encoge de hombros con aburrimiento notable.
━━━Soy una criatura nocturna.
Everett se recostó en la mesa, con la mesa admirando la partida en silencio. Realmente les daba igual su presencia de hecho, había hecho aquello costumbre desde que llegó a aquel lugar, a veces se sentaba a jugar con ellos, no por interés, si no por mero aburrimiento. Solía ser así hasta que Quirón le obligaba a volver a la cama y terminaba despierta toda la noche debido al insomnio y durmiendo gran parte del día.
Una rutina sana y agradable.
Entonces se escuchó un grito no muy lejos, Everett no tardó en ponerse de pié de un salto, parecía ser la voz de un muchacho esté llamando a su madre, fué tan abominablemente fuerte que logró apaciguar cualquier rastro de somnolencia de sus propias facciones. Miró a Quirón por un breve segundo, quien sin duda había escuchado lo mismo, y por su cara, Everett confirmó que se trataba de alguién que conocía, Dioniso ni siquiera se tomó la mínima molestia de mostrarse preocupado, e hizo lo imposible por simplemente ignorar la alerta, aquello para la molestia de Everett, definitivamente no le importaba nada.
Todos los dioses eran una mierda.
Everett salió corriendo, seguida de Quirón galopando, el grito también había alertado a algunos campistas mayores quienes se encontraban haciendo guardia, algunos incluso buscaron sus armas, sin embargo Everett supo de pronto que realmente no la necesitaría. Las voces de los fantasmas inexplicablemente emocionados se lo indicó. Se escuchó un gruñido más cercano a el campamento uno de agonía y casi agonizante, identificó aquello como el Minotauro. Everett corrió más rápido que nunca, por lo que incluso ante las advertencias de los campistas mayores, fué la primera en llegar, Quirón también lo hizo al pico tiempo, armado con su arco y algunas flechas en su carcaj, sin embargo el hombre de detuvo al momento en secó cuando el sol ya estaba empezando a salir y Everett se abría paso entre los campistas más altos que comenzaban a llegar.
Luke entre ellos intentó apartarla del lugar, pero la hija de Thanatos se apartó de golpe cuando vió a un muchacho pálido, sudoroso, evidentemente exhausto y semiconsciente a duras penas, mirando con sus ojos entrecerrados a Quirón, casi luciendo impresionado por la complexión física del centauro. Everett empujó a Travis y a Connor de en medio los cuales cayeron al piso y presentaron su queja con dolor, sin embargo al ver que trataba de ella se callaron, Everett les dió una mirada mortalmente sería e ignorandolos se acercó a el rubio muchacho de ojos verdes, quien la miro sorprendido, abrió la boca para decir en voz baja.
━━━Quien eres?━━━Le pregunta a Everett quien no se molestó en responder, colocó una mano en la espalda de Percy para intentar suavizar el golpe que se estuvo a punto de dar cuando su cabeza cayó hacía un lado, repentinamente sin fuerza.
━━━Bienvenido al campamento Mestizo, Percy Jackson, te estabamos esperando.━━━Anuncio Quirón, el nombrado Percy entrecerro los ojos confundido pero luego estos se cerraron con cansancio, y de repente Everett se encontró llevándose todo el peso.━━━Está inconsciente Everett, llevalo a dentro.
Everett asintió y con cierta dificultad rodeó el brazo de Percy en su hombro y el otro en la cintura de Percy para estabilizarlo y comenzaba a arrastrarlo. Intentaron ayudarla, pero la muchacha rechazó el gesto de manera orgullosa, Nymeria en cambio le siguió en silencio tan sólo para asegurarse de que el muchacho llegará a salvó y en una pieza a la enfermería. Y escucharon como Quirón pedía a los campistas que se dispersaran, y ordenaba a los hijos de Apolo que fueran a encargarse del muchacho.
Everett ignoró por completo la escena, sin embargo dando una mirada de reojo, miro como Annabeth y Luke ayudaban a Grover, luciendo preocupados, comenzaron a ahogarle en preguntas constantes para asegurarse de que estaba bien. Pero no había rastro del Minotauro, entonces Everett le dió una mirada silenciosa a el inconsciente Percy Jackson, acaso había sido aquel muchacho el que se había encargado del monstruo? De donde demonios había salido aquel desconocido?
Eran preguntas que carcomian su mente. Everett Lazarus era una persona curiosa, miles de preguntas que nunca eran respondidas invadían si mente, pero sin duda la más poderosa era:
Quien demonios era Percy Jackson?
Era un hecho, y estaba demás mencionar, que luego de la llegada del muchacho lindo de ojos verdes, de nombre Perceus, su vida jamás volvió a ser la misma.
Quien era Percy Jackson?
Posiblemente la principal razón de su caída lenta y dolorosa hacia la locura.
Pero eso es historia para otro momento.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro