Rondaban alrededor de la media noche, hacia frió pero no tanto como en anteriores ocasiones, sin embargo a Talon se le había dado por dormir en un short playero y una playera prestada por la morena.

Luego de su salida de la tarde se había decidido quedar a dormir en la casa de su novia, la idea había sido apoyada por su suegra el cual le preparo el sofá cama de la sala para que el muchacho pudiera dormir . No era la gran cosa el azabache ya se había quedado un par de veces en esa casa y no hacía pasar ningún disgusto a su suegra o novia.

Sin embargo aún estaba presente lo de aquella tarde en su mente, ¿Había sido muy duro? No tenia una respuesta clara para eso pero aun así sentía cierto remordimiento por aquello. Era la mejor amiga de su novia y quizás la única que tuviera en ese dichoso cuartel general.

Era algo simple en la mañana se disculparía por su comportamiento y luego abrazaría a su novia por ser tan celoso.

unos pequeños sonidos sacaron a Talon de su transe, salió de la cama y entro a la cocina-pensando que era la alarma del micro ondas-, al mirar dicho aparato solo lo encontró apagado y la luz provenía de la mesa. Froto su ojos con su puños entre bostezos y se acercó a la mesa mirando el teléfono de su novia con un par de notificaciones de llamadas, lo tomo y abrió la aplicación par ver a quien se le ocurría mensajear a esa hora de la noche, sin duda no esperaba ver un total de fotografías de un par de muchachos y todas mandadas por Penny bajo una breve oración que dictaba "A que están riquísimos, piénsalo: sábado a las 2 en el Metrocentro cita con ellos".

Talon apago la pantalla del móvil y tomo una galleta de singular forma de cerdito de un cuenco que había en a mesa, con aun el aparato en la mano se dirigió al balcón de la sala y metiendo la galleta con total tranquilidad encendió la pantalla del celular de nuevo.

—Y pensar que considere decirle a mi novia que volviera a hablarte—Dijo mirando fijamente el nombre del contacto en la pantalla.

Con una fuerza que jamás se imagino tener rompió el teléfono táctil a la mitad y lo lanzo a la calle lo más lejos que pudo.

Durmió tranquilo esa noche como si nada hubiera pasado en realidad.