Daryl despertó a Donovan moviéndole levemente del brazo.

— Donovan — llamó Daryl nuevamente cuando no obtuvo respuesta. Tan solo se quedo ahi de pie al lado de la cama mientras lo movía — Donovan.

— ¿Mhm?

— Phoenix se ha ido.

— ¿Que? — preguntó Donovan sentándose de golpe en la cama — ¿Se ha ido? ¿Como que se ha ido? 

— Se fue en la noche, dijo que ya había hablado contigo.

— Lo hizo, pero... no me volví a despedir — murmuró Donovan — Estaba molesto con él.

— Dijo que no iba a regresar hasta que fuera con tu familia, que era una promesa.

Donovan tan solo hizo una mueca y se aparto el cabello de los ojos de forma fastidiada.

— Entonces ya estamos solos — murmuró Donovan que no parecía del todo contento con ello.

— ¿Tan malo seria?

— No es por ti — dijo Donovan al instante — Es solo que sin Phoenix todo se siente real y aterrador. Si ya no regresa eso solo significaría que las cosas le han salido mal y... si eso pasa nosotros moriremos aquí.

Daryl observo las ganas de llorar que Donovan se aguantaba, y no pudo estar más de acuerdo con ello. El que Phoenix se fuera no era una noticia particularmente buena, tan solo había una pequeña lancha de pesca y eso no les serviría en grado caso que quisieran marcharse.

Phoenix se había llevado el barco y aunque lo hubiese dejado era muy probable que terminaran perdidos en el mar ya que ni Daryl o Donovan sabían manejarse por este.

— Volverá — aseguró Daryl y aunque detestaba a Phoenix podia apostar su vida a que eso iba a suceder — Lo hará porque te lo ha prometido.

— Todos prometen cosas hacia mi — indicó Donovan — Y muy pocos las han cumplido.

— Esta vez todo resultara bien — insistió Daryl — ¿Por que no mejor vamos a pescar?

Donovan asintió con la cabeza, de cualquier forma no había mucho que hacer en la isla entonces eso era lo que harían para perder el tiempo.

Daryl estiro su mano y fue recibida por el más joven al instante, entonces con ello lo jalo para que saliera de la cama.

— Necesito cambiarme — murmuró Donovan ocasionando un asentimiento con la cabeza por parte de Daryl.

— Te espero afuera — dijo Daryl y con ello salió de la habitación no sin antes besarle la frente al más joven como siempre acostumbraba.

Una vez que Daryl salió, Donovan aprovecho para cambiarse rápidamente y salir de la habitación para ir en donde el mayor se encontraba.

Al salir de casa noto que en el porche estaba un pequeño cofre de madera encima de un banco.

— ¿Que es esto? — preguntó Donovan señalando la caja, Daryl le miro dudoso y se apresuro a llegar a su lado cuando el más joven tomo el cofre en manos.

— No es nada — dijo este rápidamente quitándole el cofre de manos — Es mierda de Phoenix que a dejado aquí.

— ¿Puedo ver que es?

— Es mejor que no — le aseguró Daryl — Son preservativos, Donovan.. y otras cosas.

El rostro de Donovan se coloreo al instante en rojo y decidió que mejor no quería ver nada.

— Te dije — murmuró Daryl lanzando la caja en una de las mecedoras. Incluso a él mismo le causaba vergüenza ese tema por más normal que fuese.

— ¿Y porque...?

— No — le cortó Daryl al instante — No quiero hablar de eso, ahora mejor vamos a pescar.

Así de rápido le corto la curiosidad a Donovan y mejor lo tomo de la mano para que se alejaran de la casa y poder avanzar a la orilla de la isla donde el bote de pesca les esperaba.

Ambos se subieron al bote con todo listo para pescar como todos los días, Daryl se encargo de hacer encender el motor para ir casi en medio del mar, donde siempre se ponía Phoenix a pescar.

— El agua es linda — dijo Donovan inclinándose levemente en el bote y estirando una de sus manos para mojarla — Es casi cristalina.

Daryl tan solo comparo el color del agua con los ojos de Donovan, no sabia si era la luz del sol o tanto azul a su alrededor que hacia que los ojos del chico se vieran más azules y brillantes de lo normal.

— Tus ojos se ven lindos — indicó Donovan cuando Daryl se le quedo viendo — Me gusta la naturaleza.

— ¿Ahora que traes? — preguntó Daryl intentando apaciguar la vergüenza que sintió ante el comentario de Donovan — ¿Te tomaste algo?

— No — se rio Donovan — Ya me siento tranquilo. Esperanzado.

— Claro — dijo Daryl frunciendo el ceño sin comprender como poner el orzuelo a la caña — Esta mierda es más complicada de lo pensado.

— ¿Cómo pescas tú? — preguntó Donovan curioso.

— Con un palo y ya esta — se encogió de hombros Daryl — Es tardado pero da resultados.
Phoenix hace que la pesca se vea sencilla.

— Aquí esta el instructivo Daryl — extendió Donovan cuando lo encontró dentro de un balde — Toma.

— ¿Cómo mierda voy a entenderlo? Esta en chino — soltó Daryl con frustración.

— Yo puedo ser tu traductor — se ofreció Donovan causando la curiosidad en Daryl.

— ¿Cuantos idiomas sabes, Donovan? Pensaba que solo sabias Frances.

— Quería ser un traductor — admitió Donovan — Estaba estudiando Traducción e Interpretación. Se varios idiomas, siempre se me facilito aprenderlos entonces desde muy pequeño mamá vio mi potencial y me metió en clases particulares de diferentes idiomas.

— ¿Y cuales hablas?

— Ingles, Español, Frances, chino, aleman, Italiano.. — recordó Donovan — Ruso y antes de que todo brotara estaba aprendiendo algo de Arabe. Solo esos.

— Solo esos — repitió Daryl con ironía — Menos mal son pocos.

Donovan le miro divertido y procedió a traducirle las instrucciones a Daryl mientras que el otro solo se sentía más confundido que al principio.
Finalmente ambos pudieron comprender como funcionaba la caña y estuvieron esperando a pescar algo.

— Esta mierda de pescar es más aburrida de lo que pensé — resoplo Daryl — Mi método es más entretenido y mejor.

— Tienes que tener paciencia — dijo Donovan con calma mientras sostenía la caña de pescar.

— Me estoy orinando.

— Por dios, Daryl — se rio Donovan — ¿No puedes esperar a...? Olvídalo.

Donovan tan solo miro incomodo antes de desviar la mirada, a Daryl poco le había importado y le dio la espalda para orinar desde el borde del bote.

— Lo siento — se disculpo Daryl — Hay mucha agua alrededor, no iba a aguantar hasta llegar a la orilla.

Donovan entonces se comenzó a reír ocasionando que Daryl le viera con diversión.

— ¿Y si mejor regresamos? — preguntó Donovan una vez que dejo de reír — Ya me dio calor.

— Tu rostro esta rojo — señaló Daryl — Esto de la pesca es lo más aburrido del mundo, mejor lo hago a mi manera. Ya hay que regresar.

Daryl entonces le quito la caña a Donovan y comenzó a enrollar el hilo para después dejar la caña dentro del bote e inclinarse al motor para encenderlo y poder regresar.

La noche había llegado y tanto Daryl como Donovan estaban sentados uno al lado del otro en el sofa.
Donavan leía un libro de terror mientras que Daryl estaba dormido con su brazo alrededor del chico. Todo en calma como debía ser.

— Daryl — susurró Donovan cerrando el libro de golpe y moviéndolo — Cuéntame algo bonito, ya me ha dado miedo.

— Te dije — murmuró Daryl sin abrir los ojos — ¿Que quieres que te cuente?

— Lo que sea — pidió Donovan enderezándose en el sofa y viendo a Daryl insistente hasta que este abrió los ojos.

— ¿Te cuento la vez que vi al chupacabras?

— ¡No! Claro que no — respondió Donovan al instante — Algo que no me de miedo, por dios.

— Ah — soltó Daryl pensativo — Entonces no tengo nada que decir.

— Acompáñame al baño.

— Donovan — resopló Daryl tallándose los ojos — Bien, vamos.

Daryl miro a Donovan pero este ya lo estaba viendo con insistencia, le costo apenas unos segundos en comprender y fue que se levanto primero seguido de Donovan que lo tomo de la playera para seguirlo hacia el baño, mandando primero a Daryl por en frente.

— No hay nada, Donovan — dijo Daryl sentándose en la orilla de la cama ni bien ingresaron a la habitación donde Donovan se escabullo al baño con rapidez.

No paso mucho cuando Donovan estuvo de regreso, notándose menos nervioso que en un principio.

— Ya tengo sueño — dijo Daryl — ¿Puedo ya irme a dormir?

— Duerme conmigo — pidió Donovan de forma nerviosa — Por favor... y solo si no te molesta.

— Claro que no me molesta — admitió Daryl — Dormiré contigo, ese no es problema.

Donovan asintió con la cabeza y jalo a Daryl de la mano para que se acostara en la cama a su lado, no perdió tiempo en abrazarlo y que el mayor lo abrazara de vuelta.

— Te quiero, Daryl.

— Yo también, Donovan.

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Siguiente capitulo:
Daryl le da la razón a Phoenix.