
Capitulo 30.- Impulso
Donovan espero pacientemente por Daryl pero este no parecía tener intenciones de llegar pronto.
Su padre le había mencionado lo muy preocupado que el hombre se encontraba ante su desaparición pero aseguro que iba a regresar esa noche.
Ya había oscurecido y Donovan decidió que lo esperaría en el interior de la casa en la sala de estar, tenia sueño y frío gracias a que la temperatura había descendido considerablemente.
Se pregunto que era lo que Daryl sentía o pensaba de él, habían tantas cosas que lo hacían dudar y una de ellas era el cazador. Recordaba perfectamente todas las pláticas que habían tenido desde el momento uno, así también como sus reacciones cuando algo no le gustaba o cuando este se molestaba de una forma celosa.
Como con Phoenix, con la sola presencia del hombre bastaba para que Daryl se sintiera molesto, ni que decir cuando los veía hablar y ni olvidar cuando Daryl se lanzo a golpearlo cuando Phoenix solo propuso un reto en aquel juego que habían tenido. Era demasiado confuso.
Se dio cuenta que el sueño comenzaba a ganarle y él luchaba con mantenerse despierto pero en esa pelea le iba ganando la somnolencia.
No fue hasta que escucho la puerta cerrarse con fuerza que dio un respingo y se despertó completamente. En plena oscuridad enfoco la vista para ver quien había llegado y fue hasta que noto la figura alta junto a la ballesta sobresalir que se dio cuenta que era Daryl.
— Daryl — llamó Donovan cuando se dio cuenta que el hombre no le había visto y se iba a ir de largo.
La reacción de Daryl había sido dar un respingo e impulsivamente levantar su ballesta para apuntar a la sala, no fue hasta que una luz se encendió que el ceño de Daryl se relajo y soltó la ballesta al suelo con brusquedad.
Su sorpresa fue muy grande cuando Donovan lo vio acercarse con rapidez, ni siquiera lo había dejado levantarse del sofa cuando los brazos de Daryl le abrazaron con fuerza sin importar la incomoda posición.
Donovan pudo sentir las emociones transmitidas por medio de ese abrazo, el alivio que Daryl sintió al verlo completo y sano, al igual que el cariño que sentía hacia él.
Ciertamente Daryl no comprendía que era por lo que Donovan había pasado en su pequeña desaparición, pero ya habría tiempo para preguntarle, lo que en ese momento le importaba era abrazarlo y asegurarse de que se encontrara bien.
Aquel pensamiento fugaz le invadió la mente mientras lo sostenía, si algo no estaba bien siempre estaba la opción de forzarlo, siempre y cuando no fuera de una manera cruel.
El enorme cariño que sentía hacia Donovan era natural, no era forzado, simplemente había pasado y aunque todos señalaban lo muy mal que eso estaba por el simple hecho de que lo podría dañar, incluso él mismo lo pensaba y estaba firme con ese pensamiento.
Y todo se terminaba derrumbando ni bien tenia a Donovan de frente.
Todas esas barreras se caían, sus pensamientos cambiaban y solo daban paso a lo que sus sentimientos exigían, no solo eso, él también lo deseaba de una forma romántica.
Quería a Donovan para él aunque estuviese mal.
Podrían construir un paraíso de recuerdos si tan solo todo fuera un poco distinto.
Y las barreras siempre caían, lo hacían y era imposible engañar al corazón cuando frente a el se tenia a la persona dueña de este.
Donovan se quejo cuando los brazos de Daryl le apretaron con tanta fuerza que le dolió, el mayor entonces noto que se había dejado guiar por sus pensamientos que ni siquiera se había dado cuenta de la fuerza empleada.
— Me alegra que estes de vuelta — susurró Daryl aflojando el agarre y soltándolo para llevar las manos al rostro del más joven — ¿Estas bien? ¿Te han hecho daño?
— Daryl.. — se quejó Donovan enrojeciendo levemente.
Donovan estaba más concentrado en el hecho de que Daryl estaba casi encima de él mientras que Daryl estaba actuando de una forma distinta, como si estuviese en un trance en donde sus pensamientos iban ganando. Distraído.
El menor se rindió cuando noto que el otro no parecía importarle y que en cambio estaba muy entretenido viéndole mientras pensaba, tampoco le soltaba del rostro y Donovan se sentía avergonzado de solo pensar que podia sentir su rostro hirviendo en pena.
Entonces se decidió a verlo a los ojos y se sintió mas cohibido y avergonzado que nunca.
— Daryl ya.. — murmuró Donovan por lo bajo, tanta cercanía lo ponía completamente nervioso, podia sentir que su corazón iba a parar en cualquier instante.
Daryl le miro y se dio cuenta que solo necesitaba darse cuenta de algo de una vez por todas, podia sentir los nervios de ambos, el sudor y el temblorismo.
Sentía que no podia moverse y los grandes ojos de Donovan se veían brillantes, el color azul se veía oscuro no muy seguro si era por la poca luz del lugar.
Daryl iba a mostrarle cada version de si mismo esa noche, más bien, la última que quedaba por descubrir ya que con Donovan, él se convertía en un libro abierto.
— Lo siento — Dijo Daryl.
Donovan le había mirado con preocupación pero Daryl había sido rápido al dejarle un casto beso en los labios. Uno pequeño, uno diminuto, uno que a pesar de que no era un beso particularmente de película iba a demostrar un antes y después en ellos.
Se había disculpado antes de besarlo pero realmente no lo sentía y Donovan parecía que quería estar en todos lados menos ahi.
— Daryl — llamó Donovan con voz temblorosa con sus ojos brillando en lagrimas. El mayor entonces se dio cuenta que lo que hizo no estuvo bien — ¿Que hiciste?
Lo había arruinado.
Decían que él arruinaría a Donovan y le rompería el corazón, pero que si las cosas terminaban al revés.
¿Quien rompería el corazón de quien?
¿Quien caería primero?
Daryl no dijo nada y fue como si el tocar a Donovan le estuviese quemando, lo soltó y se alejo con rapidez, los ojos del chico le vieron nervioso, tenso y expectante a algo.
— ¿Donde estabas? — preguntó Daryl ignorando todo e intentando cambiar el ambiente que se había tornado.
— Estaba.. estaba — intento decir Donovan — Me encontré con Phoenix.
— ¿Phoenix? — gruñó Daryl sin ocultar el desprecio — ¿Estuviste con él todo este tiempo?
— Si — respondió Donovan — Me salvo de que me asesinaran.
— Donovan — llamó Daryl después de una pausa — Lo lamento.
— No te disculpes — pidió Donovan pero el temblor fue visible en su voz — No se como sentirme.
— Puedes sentirte asqueado, enojado, feliz, triste — sugirió Daryl — De cualquier manera que te sientas quiero saberlo, quiero saber que he hecho mal.
— No me siento de ninguna de esas formas — admitió Donovan — Tan solo me siento confundido.
Daryl soltó aire y termino sentándose al lado de Donovan conservando distancia, sin verlo y tan solo pensando pero el mas joven si lo estaba viendo.
— No tiene que significar nada — dijo Daryl finalmente — Lo siento, solo eso.
— No lo haces realmente — dijo Donovan — Solo lo sé.
— Tienes razón — dijo Daryl — No lo hago.
Donovan soltó un suspiro con frustración, se paso ambas manos por el rostro y luego se acerco a Daryl, el otro le vio de reojo y espero que hiciera lo que quisiera, tan solo se quedo estático y expectante.
El menor entonces lo abrazo de la cintura y recargo su cabeza en el hombro de este, Daryl finalmente le paso un brazo por lo hombros.
Mañana era una día no muy lejano.
Y mañana todo cambiaria.
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Siguiente capitulo:
Ley del hielo.
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