
Capitulo 2.- Olor dulce
Daryl ya estaba despierto cuando Donovan ingreso al día siguiente con una bandeja con comida.
Antes de él a una hora muy temprano una de las monjas ingreso para cambiar las cobijas y probablemente regañarlo de algo ya que por el tono en que decía las cosas se notaba nada contenta.
— ¿Aún tienes fiebre? — preguntó Donovan dejando la comida en la mesa de noche y tocando la frente de Daryl con su mano — Ya ha disminuido un poco, creo que eso es algo bueno. Te traje el desayuno, no se que te gusta así que te traje de todo.
— Gracias — dijo Daryl con completa honestidad y se estiro a tomar la bandeja de comida para no perder el tiempo en atascarse de lo que había.
Sus modales no eran desde luego los mejores pero a Donovan no parecía interesarle ya que le mirada con entusiasmo.
— La hermana Jude me dijo que si volvías a dejar sangre en las cobijas iba a hacer que te fueras antes de tiempo — dijo Donovan — Creo que debes moverte dormido y es por eso que se te saltan los puntos.
— Todas las monjas son estrictas.
— Y más las francesas — añadió el castaño — Aquí lo son.
Se notaba y era por eso que Daryl no quería estar ahi. En primer lugar, sabia que no permitían ninguna inclinación sexual hacía nadie. Ni hombre, ni mujer, ni nada y eso era algo complicado de ocultar.
Daryl dudaba mucho que pudiese ocultar lo que era por mucho tiempo y todo era un poco más complicado cuando Donovan era el único hombre en el convento, que para colmo parecía haber sido besado por un dios.
Entonces no iba a ser su culpa si distraídamente su mirada lo delataba.
— ¿Realmente te interesa quedarte en este lugar por siempre?
Donovan tal vez no esperaba que Daryl le hiciera una pregunta por lo cual se quedo en silenció unos segundos y después se encogió de hombros.
— No tengo a donde ir y no se si mi familia o lo que quede de ella este viva aún — respondió el chico — Mi papá murió antes de todo y no tengo idea de si mi mamá y hermano sigan con vida. Probablemente no sea así.
A pesar de que el ambiente se torno triste y el humor de Donovan pareció bajar un poco, aún así se mostraba aquel brillo agradable en sus ojos.
— Tal vez lo están — dijo Daryl sin querer hacerlo sentir más desanimado.
— Si eso es así espero verlos algún día — respondió Donovan — pero por el momento debo estar aquí.
— Si tú y tu familia son de Georgia, difícilmente los encontraras aquí en Francia — indicó Daryl — Tendrías que buscarlos algún día.
— Si, pero seria aventurarme a ciegas — dijo Donovan — No tengo nada ni a nadie por el momento, lo único que tengo es este convento.
Las palabras "podrías venir conmigo" picaron en la lengua de Daryl pero se contuvo y no dijo nada.
No conocía a Donovan como para invitarlo de regreso a Georgia, era un completo desconocido a pesar de que sabia que el chico era una persona confiable e indefensa. No importaba que su presencia se sintiera como si ya lo conociera de hace tiempo, al final de cuentas eran ambos desconocidos para el otro.
— ¿Y que hay de ti? ¿Siempre has estado solo? — preguntó Donovan con curiosidad mientras abría una bolsa de plástico color metálico que Daryl apenas había notado.
— Tengo un grupo pero me he separado de ellos — respondió Daryl — El lugar en donde estábamos lo destruyeron, todos nos separamos y yo termine aquí. Es por eso que debo de irme, tengo que buscarlos.
— Es curioso el como terminaste en otra parte del mundo — indicó Donovan — ¿Sigue doliendo tu cabeza?
— Si.
— Bien, toma — extendió Donovan cuatro diferentes tipos de píldoras — Las he robado de la hermana Jude, debo de regresarlas antes de que lo note.
— ¿Por qué? — preguntó Daryl aceptando las pastillas y llevándoselas a la boca de golpe.
Quería saber la razón del porque el chico le ayudaba sin esperar nada a cambio.
— Porque si se da cuenta que las robe entonces se va a molestar mucho y es algo intimidante — respondió Donovan — ¿Ya te las has tomado? Pronto te sentirás mejor.
— No, me refiero al porque me ayudas.
— Tú necesitas ayuda y yo puedo brindártela — respondió el ojiazul — Si hago cosas buenas tal vez me vaya bien eventualmente.
— Eso es una tontería — dijo Daryl — A las personas buenas son a las que peor les va, siempre.
— ¿Entonces debería ser malo contigo?
— Eso seria interesante — respondió Daryl ocasionando un fuerte sonrojo en el rostro contrario.
— Debo irme — indicó Donovan de forma apresurada — Más tarde vendré para llevarte al baño.
— ¿Llevarme al baño?
— Si, imagino que debes querer ducharte — respondió Donovan ocasionando un ceño fruncido en Daryl — Hasta pronto.
— Te he preparado la bañera — dijo Donovan horas más tarde — Es agua tibia.
Daryl quizo protestar, él no necesitaba un baño pero esa tal vez era una de las reglas del lugar y no iba a desobedecer cuando le estaban brindando ayuda.
Entonces se levanto de la camilla con ayuda de Donovan y fue consiente de que seguía sin estar apto para valerse por si mismo, el dolor de cabeza y el mareo fue lo que lo delato.
Donovan lo sostenía con toda la fuerza que podia y a pesar de que para Daryl era algo incomodo sentir su cuerpo pegado a él tampoco protesto y se dejo guiar al baño.
Una vez dentro fue que Daryl se sentó encima de la tapadera del retrete para estabilizar el fuerte mareo y alcanzo a ver como el chico ponía una bomba que no sabia de que era al agua, misma que al instante se desintegro.
El olor era familiar y dulce, entonces Daryl lo reconoció como el aroma de Donovan y entendió de donde provenía. Claro que ese olor calzaba perfecto para Donovan, era dulce pero no empalagoso, era agradable y era tal vez una combinación de lavanda, rosas o tal vez fresas, no estaba seguro.
— Listo, ya puedes desnudarte — dijo Donovan de forma animada.
— ¿Frente tuyo?
— Es verdad, debes de ser penoso — soltó de forma pensativa — Si te dejo solo podrías caerte pero tienes razón. Tú metete al agua cuando estes listo y yo estaré esperando afuera.
— Espera — le detuvo Daryl — Tan solo date la vuelta.
Donovan asintió con la cabeza y se dio la vuelta dandole la espalda a Daryl, el castaño observo como el chico llevaba ambas manos a sus ojos para indicar que no estaba viendo nada.
Daryl entonces se levanto de la taza con rapidez, el mareo nuevamente lo invadió con tanta fuerza que tuvo que regresar a sentarse a su lugar y una vez que estuvo un poco estabilizado fue que se desvistió ahi sentado.
No podia estar de pie o caminar sin marearse, el golpe que había recibido en la cabeza había sido tan fuerte que lo destabilizo completamente. Tenia que recuperarse y tener mucho reposo si lo que quería era mejorar para poder irse.
— No puedo llegar a la bañera — dijo Daryl con pesadez. A él más que a nadie le molestaba tener que pedir ayuda para algo tan simple como eso.
— Déjame ayudarte — pidió Donovan — Lo intentare con los ojos cerrados y..
— Tan solo llévame a la bañera y ya esta — le interrumpió Daryl en un resoplido.
Donovan entonces se dio la vuelta y se acerco a él sin ver más allá de su rostro.
Daryl pensó que seria incomodo pero su sorpresa había sido grande cuando no fue así, el chico había sido educado y le ofreció la ayuda que necesitaba como venia haciendo desde un inicio.
Lo dirigió a la bañera tomándolo de los hombros y una vez que Daryl ingreso en esta fue que su toque desapareció completamente.
— ¿Cómo fue que te golpeaste la cabeza? — preguntó Donovan sentándose en la tapa del retrete a esperar a que Daryl finalizara con su baño.
— Desde Georgia termine en un barco — dijo Daryl — Me secuestraron porque necesitaban a personas para experimentar, ese barco se dirigía hacia aquí. Termine haciéndolo explotar, supongo que al caer en tierra firme me habré lastimado.
— Que mala suerte — comentó Donovan de forma pensativa.
Daryl se encogió de hombros y en cambio se relajo ahi en la tina con el agua tibia y el olor dulzón que esta desprendía, incluso la presencia de Donovan lo hacia sentir relajado.
— ¿Crees que tu gente deba estar buscándote? — volvió a preguntar Donovan.
— Si, deben de estarlo haciendo — respondió Daryl — Difícilmente me encontraran, la idea de yo estando aquí en Francia, en un convento.. no se le ocurriría a nadie.
— Es impensable — estuvo de acuerdo el chico — Tienes que tener mucho reposo para que puedas mejorar e ir a buscar a tu gente.
— Debo de recorrer casi todo un continente para regresar a Georgia — dijo Daryl — ¿Eso cuanto tiempo me va a tomar? Si no me topara con inconvenientes en el camino.
— Poco más de una semana, tal vez — respondió Donovan — Y con problemas de por medio tal vez hasta un mes.
— Espero recuperarme pronto entonces — suspiró Daryl — Es un largo camino.
— Si, pero estoy seguro que al final encontraras lo que buscas.
Oh que chico tan más agradable que era, pensó Daryl.
Lamentablemente las personas como Donovan siempre terminaban siendo dañadas por personas como Daryl.
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Siguiente capítulo:
Daryl pecador 👀
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