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HOLIS💕🙊 PRECIOS@S 78 LECTORES 

╰(*°▽°*)╯La actualización era de la semana pasada, pero mire ya llego jajaja mejor tarde que nunca.☆*: .。. o(≧▽≦)o .。.:*☆

Notita abajo después de leer el capitulo :) (❁'◡'❁)🙊


JIN

Un mes más pasó, y mi paciencia estaba por el suelo mientras mi estrés alcanzaba el cielo. Por fin era mi día de descanso y, aunque rara vez lo respetaba, aún eran las ocho de la mañana. Definitivamente no era el momento de molestarme atendiendo las tontas exigencias de mi jefe.

Estaba en mi cama, disfrutando del silencio de mi departamento, mi celo estaba cerca y el fuerte olor a alfa cerca de mí encendieron algo que quería apagar. Estirando mi mano hacia el cajón de  noche, saqué un pequeño vibrador, regalo de Yoongi. Me quité los pantalones cortos y comencé a tocarme con suavidad, primero el pecho, luego el abdomen, hasta llegar a mi entrada, donde introduje el vibrador, dejando escapar un gemido de placer mientras me perdía en la sensación. Justo cuando estaba a punto de alcanzar el orgasmo, Yoongi abrió la puerta.

—Oye, si ya estás despierto, ven a desay... —soltó una risa nasal—. Perdón.

—No... no —respondí sin poder evitar un gemido entre palabras—. En... tres...

Al cerrar Yoongi la puerta, un grito de frustración escapó de mí. Como era de esperarse, YeonJun comenzó a llorar desde la otra habitación. Con la vergüenza haciéndome arder el rostro y la frustración de no haber terminado, guardé el vibrador y salí a la barra de la cocina, donde apoyé la cara, aún con una mezcla de incomodidad y vergüenza.

—¿Te divertías? —preguntó Yoongi entre risas, mientras colocaba un plato con el desayuno frente a mí.

—Cállate, no digas nada —respondí, levantando la cara de la barra.

—No, está bien. Es natural masturbarse, pero hazlo cuando no haya nadie en casa para que tengas privacidad —rió con más fuerza.

—No tengo privacidad si entras sin tocar —Yoongi levantó las manos en señal de rendición. Suspiré y lo miré—. Estoy frustrado, mi celo está muy cerca y no puedo seguir tomando neutralizadores —dije, tomando un bocado de comida.

—¿Por qué no sales con un alfa? Ese que siempre te invita a salir... ¿Taehyung, no? —se sentó frente a mí.

—No puedo... Es que Song Kang... —intenté decir, pero él me interrumpió.

—Eso fue hace un año. Él se fue, te dejó, y está casado. Eres libre de salir y acostarte con quien quieras, incluso si tienes un hijo —sentenció con energía.

—Auch, gracias por recordármelo —dije soltando una risa—. Tengo miedo... ¿Y si todo sale mal? —lo miré.

—Pasará, y seguirás tu camino hasta que vuelvas a enamorarte. Es el ciclo de la vida —dijo con serenidad, y en la distancia, escuchamos la risa de YeonJun en su porta bebé.

—Lo dices tan fácil —respondí, mientras él solo reía, y la conversación terminó ahí.

Pasé todo el día libre con mi hijo. Yoongi se fue al hospital a trabajar. Eran las cuatro de la tarde cuando recibí una llamada de mi jefe, pidiéndome un informe urgente sobre una empresa nueva que quería trabajar con la firma. Como le urgía, me avisó que pasaría por él a mi departamento. Justo mientras imprimía el documento, YeonJun despertó y comenzó a llorar por hambre. Lo tomé en brazos para calmarlo y alimentarlo, en ese momento escuché golpes fuertes en la puerta. Me acerqué, con YeonJun aún sobre mi pecho y la camisa algo levantada. Al abrir, vi a Jeon Jungkook, el pareció sonrojarse por la vista.

—¿Por qué abres así la puerta? Ten más respeto por ti y por tu hijo —dijo, dando un paso hacia dentro haciéndome retroceder unos pasos.

—Fue inercia, no volverá a pasar —me excusé, tapándome el pecho con una manta—. Tome asiento, en un momento le traigo el documento.

Él se sentó en el sillón, mirando alrededor con una expresión crítica.

—Tu departamento es pequeño y lejano —comentó fríamente.

—Pero es mío y no pago renta —respondí, acercándome con el documento impreso. Él solo emitió un "hmp" mientras lo tomaba y comenzaba a leer.

—¿Dónde está tu pareja? —preguntó, algo que me sorprendió; era la primera vez que hacía una pregunta personal.

—Soy padre soltero. Y, si se refiere a mi compañero de cuarto, él está trabajando —respondí, dejando a YeonJun recostado nuevamente—. ¿Le ofrezco un café o un vaso de agua?

—Café —fue todo lo que dijo. Trabajamos en silencio y algo incómodos hasta que él se fue, sin más que una mirada fija antes de salir. Así, rápidamente llegó el lunes y, con él, los primeros signos de mi celo: sonrojo, sensibilidad al tacto y unas ganas incontrolables de tener sexo. Tomé inhibidores antes de ir a la oficina y decidí pedir un descanso de dos días.

Toqué la puerta de la oficina de Jungkook, y su olor me golpeó con fuerza, haciéndome sonrojar.

—Pendientes —dijo, levantando la mano para recibir la tableta con su agenda—. Tengo que salir. Puedes tomarte el día libre, tengo una reunión familiar y no quiero interrupciones.

—Solo tiene dos citas con los clientes del sábado y la reunión con su familia —me miró, frunciendo el ceño—. También necesito pedir un permiso de un día extra —añadí, sintiendo que mi rostro se encendía de nuevo mientras mordía mi labio.

—Avisa a RH y retírate —ordenó, dejándome libre. 

Aproveché el momento para ir a RH, donde me encontré con Taehyung, quien dejó su aroma fresco en el aire y se dirigió a mí:

—¿Te gustaría salir a cenar esta noche, precioso omega asistente? —dijo, sonriendo, sabiendo que lo rechazaría.

—Seguro, salgamos a cenar —respondí sonriendo, dejándolo sin palabras.

—¿En... en serio? Wow. ¿Te parece a las ocho en mi departamento? Yo cocinaré la cena —dijo con una sonrisa genuina.

—Pásame la dirección, ahí estaré. Me encanta cuando un alfa cocina —dije con una sonrisa, y vi cómo Taehyung se sonrojaba. Lo dejé ahí y fui a Recursos Humanos a pedir el permiso de ausencia. Llamé a Yoongi para avisarle que saldría esa noche y que llegaría tarde. Me felicitó y, para variar, me sugirió que comprara condones. Lo regañé, pero él solo rió y me colgó.

Eran las dos de la tarde cuando salí del edificio y tomé el auto de Jungkook, que ya estaba esperándome para llevarme a casa. Dormí un par de horas, y cuando llegó el momento de arreglarme, me bañé y cuidé de estar impecable, por si acaso terminaba quitándome los pantalones; al menos, tuve suerte de que tengo poco vello en el cuerpo.

Cuando salí de la ducha, Yoongi ya estaba alimentando a YeonJun. Me acerqué a jugar un poco con mi hijo antes de irme, pero entonces Yoongi me detuvo.

—Toma —me dijo, colocando un pequeño arnés en mi mano. —Estás en celo, y aunque lo tienes bajo control, no puedes permitirte obtener una marca de esa manera. Quítate la camisa, te voy a poner esto.

Me desabotoné la camisa mientras Yoongi ajustaba los tirantes delgados que pasaban por mis axilas y el collar flexible anti-mordidas en mi cuello. No importaba cuánto mordiera un alfa, este collar no se rompería, y solo podía abrirse con una clave única.

—Gracias. Nunca me dejaría marcar por nadie, a menos que alguien pague muchísimo dinero o alguien esté muriendo —dije, riendo mientras me abotonaba la camisa de nuevo—. Además, solo vamos a cenar.

—Ajá —respondió Yoongi con una sonrisa, empujándome suavemente hacia la puerta—. Diviértete.

Hice un puchero cuando cerró la puerta detrás de mí, pero no pude evitar sonreír

Treinta minutos en auto me llevaron al otro lado de la ciudad, a un edificio de lujo de 16 pisos. Toqué en la puerta del departamento 15-3B, y Taehyung me recibió con esa sonrisa cuadrada que hacía que las rodillas me temblaran. Era guapo, con la piel bronceada y un aroma fresco que llenaba el ambiente.

—Llegaste justo a tiempo —dijo, haciéndose a un lado para abrirme la puerta—. Espero que te guste la lasaña. Siéntate; ahora te sirvo un plato y una copa de vino.

La cena fue amena, y la conversación fluyó fácil. Taehyung era interesante, listo y gracioso, y mientras hablábamos, notaba cómo tocaba mi mano o mi pierna de vez en cuando. Para cuando me di cuenta, ya estaba sentado sobre él, con sus labios en los míos y mis piernas alrededor de su cintura. La ropa fue desapareciendo lentamente, y aunque gruñó al ver el collar, lo ignoró y continuó, llenando cada rincón de mi piel de caricias.

Fue una noche intensa. Taehyung me tomó con delicadeza y energía unas cuantas veces, y justo cuando íbamos a una tercera ronda, unos fuertes golpes retumbaron en la puerta.

—Mierda —gruñó con fastidio, poniéndose los pantalones rápidamente para abrir. También empecé a vestirme, aún aturdido por el reciente orgasmo y sin entender del todo qué ocurría afuera. Lo siguiente que escuché fue. —No, no entres, estoy con alguien.

—¿Con quién demonios estás que no me dejas pasar? — su voz era inconfundible

Entonces lo vi: Jungkook, con su ceño fruncido y esa mirada fría fija en mí, casi desnudo en el sillón. Un calor extraño recorrió mi cuerpo, y mordí mi labio antes de decir algo. Pero él desvió la mirada y salió del departamento, azotando la puerta detrás de él.

A pesar de lo incómodo de ese momento, Taehyung y yo nos echamos a reír. Esa noche marcó el inicio de una relación con intenciones amorosas y, sin mucho esfuerzo, el chisme comenzó a rondar la oficina.

Holis  ☆*: .。. o(≧▽≦)o .。.:*☆
Ya comenzó a ponerse picante he interesante el asunto jaja, pero aun no es momento de que nuestra pareja principal comience su relación aun faltan muchas cosas por en medio jaja

Deja tus comentarios y dudad y yo feliz de contestarlas :)(❤️ ω ❤️)

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