
𝓒𝓐𝓟𝓘𝓣𝓤𝓛𝓞 3
Holiiis Vamos con un Tercer capitulo, Recuerden actualizaciones lentas.💕💕💕❤️❤️
Espero les este gustando como va hasta ahorita comenten y voten para poder ver su apoyo con este nuevo proyecto.
JUNGKOOK
Idiotas. Todos en el mundo eran unos idiotas. Vi por la puerta cómo otro asistente salía llorando, y no me sorprendió en lo más mínimo. Justo después, Taehyung entró gritando, furioso.
Todo estaba sobre mi tenia que hacer todo excelente, esta compañía seria mía y sabia que tenia metas algo imposibles pero nadie era de ayuda, nadie podía seguir mis pies.
—¿Eres imbécil o qué? —dijo, cerrando la puerta con fuerza—. Estoy cansado de hacer el trabajo de tus asistentes. Deja de ahuyentarlos. —Me señaló con enojo, pero yo solo quería que todos se callaran.
—¿Puedes dejar de hablar de una maldita vez? —me acaricié las sienes, sintiendo que la cabeza estaba a punto de explotar—. Es culpa de ellos por ser tan débiles. No es un trabajo difícil, cualquier idiota debería poder hacerlo —respondí, mirándolo con frialdad.
—Te juro que voy a renunciar —dijo, claramente molesto, lo cual me hizo reír.
—No lo harás —dije con seguridad, entregándole unos papeles—. Tengo una reunión en treinta minutos, si es que... como sea que se llame, la programó. Confírmalo y prepárate. Y ahora, sal de aquí.
—No sé por qué demonios somos amigos —gruñó antes de salir, cerrando la puerta con tanta fuerza que casi tembló.
Me recosté en mi silla, suspirando mientras giraba hacia la ventana. La cabeza me estaba matando. Podría llamar a la agencia de omegas una vez más. Quizás un buen polvo me liberaría de este estrés, pero no tenía tiempo para eso. Tomé mi celular, mi cartera y me puse el saco antes de salir, caminando hacia el estacionamiento. Taehyung entró de mala gana al auto con una tablet cargada con toda la información de la junta. Mientras el auto avanzaba bruscamente, se detuvo de golpe porque un chico pasó corriendo enfrente, casi siendo atropellado. Se disculpó rápidamente frente al auto mientras seguía corriendo, y su olor invadió el interior del vehículo. Fue solo un segundo, pero el aroma a "madera floral y fresca" hizo que el dolor de cabeza disminuyera. Sonreí levemente, cerrando los ojos por un momento.
Estaba a punto de cumplir un año como la cabeza de la firma. Seis meses más, y se cumpliría el plazo que mi padre me dio para cederme todo el poder. El trabajo se estaba triplicando, y cada uno de mis asistentes caía bajo la presión. Los abogados senior estaban al borde del colapso por el cambio de poder y los casos que se acumulaban. Había pasado un mes sin asistente. Nadie era lo suficientemente bueno para estar en esta empresa. Taehyung intentaba cubrir el hueco, pero él también tenía sus propios asuntos en su departamento. Últimamente, me tocaba hacer todo solo. Incluso, la compañía había programado visitas diarias de omegas para ayudarme a relajarme, pero hoy... hoy todo se sentía diferente.
Un chico entró en mi oficina, y ni siquiera presté atención a lo que decía. Le entregué los pendientes de inmediato.
—Escucha bien, porque no repetiré esto. Quiero el informe de clientes fijos en mi escritorio a las 9:00 a.m. en punto, no a las 9:01. Si está mal hecho, te lo devolveré y lo corregirás en tu tiempo libre. Organiza la reunión con el cliente habitual, HOPE, para el jueves a las 10:00 a.m., y asegúrate de que todos los documentos estén preparados con 24 horas de antelación. El reporte financiero debe estar listo para las 6:00 p.m. hoy, sin excepción. Apóyate en Kim Taehyung y asegúrate de que los números cuadren, porque no pienso tolerar errores. No quiero excusas. —Pausé para contestar el teléfono; era la agencia de omegas confirmando la cita del día. Levanté la mano para indicarle que esperara mientras confirmaba. Noté que anotaba todo en una libreta sin siquiera mirarme a la cara. Aún no percibía ningún olor de él—. Que todos los documentos legales estén revisados y archivados antes de finalizar la jornada. No quiero quedarme hasta tarde por culpa de tu falta de organización. No me interrumpas para hacer preguntas, solo hazlo. —Con un gesto, le indiqué que se fuera. Mientras me giraba para tomar la llamada con más privacidad, lo miré de reojo al verlo salir—. Recuerda también que no tolero retrasos. Si llegas un minuto tarde, no te molestes en venir. ¿Quedó claro? Bien, ahora ve y hazlo. No necesito escuchar ninguna explicación.
Cuando la puerta se cerró, el día siguió su curso. El joven entraba y salía de la oficina, dejando papeles en mi escritorio sin decir una palabra, lo cual agradecí.
El día terminó, pero el estrés no cedía. Esperaba con paciencia las seis treinta de la noche, el momento en que una de las chicas llegaría. Me encontraba mirando la ciudad cuando la puerta se abrió. Me giré para mirar hacia la entrada, y ese olor, "madera floral y fresca", llegó a mis fosas nasales. Sentí un gruñido emerger desde lo más profundo de mi pecho al ver su rostro. Era precioso: facciones delicadas y suaves, labios llenos y ojos color miel. Importaba una mierda que fuera un hombre. Aclaré mi voz antes de hablar, sintiendo un deseo primitivo de devorar a ese lindo omega.
—Le dije a la agencia que no me gustan los omegas hombres, pero está bien. Puedes quitarte la ropa y esperarme en ese sillón —dije, señalando el lugar. Estaba a punto de ponerme de pie para dominarlo, cuando vi su rostro tornarse rojo, pero no de vergüenza. Habló con firmeza.
—No soy ningún omega de compañía. Soy su nuevo asistente. —Mi cuerpo se congeló—. Aquí están los pendientes de hoy y este es mi número de celular corporativo. —Lo observé, cada uno de sus movimientos, hasta que lo vi salir, susurrándome "imbécil". Sonreí de lado, soltando un suspiro.
"Bien, pequeña mierda. Si te atreves a regresar mañana, me encargaré de hacerte la vida imposible", pensé para mí mismo, golpeando el escritorio con los puños. Justo en ese momento, una chica pelirroja entró, y sin decir palabra, le indiqué que se acercara. Sobre mi escritorio, descargué todo el estrés acumulado del día.
Sinceramente, estaba convencido de que con esa ofensa el omega jamás regresaría. Solo un idiota lo haría. Sin embargo, ahí estaba, en el escritorio, tecleando con una tranquilidad irritante. Cuando me acerqué a mi oficina, se levantó de inmediato.
—Buenos días, Señor Jeon —dijo, inclinándose en una reverencia. Lo observé de arriba abajo, con desdén, antes de entrar a mi oficina, mientras él me seguía. Hoy no pude percibir el olor de ayer, lo que me molestó más de lo que quería admitir.
—Aquí tiene su café del día, negro con una de azúcar —dijo, ofreciéndome la taza con la misma cortesía fría de antes. Tomé el café, pero mi mirada permanecía fija sobre él—. Y esta es una copia del informe financiero. —Dejó el documento con una sonrisa en mi escritorio con una precisión que casi parecía un desafío—. Su chofer vendrá por usted a las 9:30 para su junta de las 10 en el restaurante del Hotel Royal. Cuando esté listo, estaré esperando. Con su permiso, me retiro.
Lo observé en silencio mientras salía de mi oficina, la puerta cerrándose tras él. Apenas había terminado de salir, mire el perfecto documento fente a mi y lo lancé contra la pared con una fuerza que dejó marcas en las hojas. Terminé mi café, sintiendo una mezcla de frustración, luego tomé mi tablet y portafolio antes de dirigirme a la reunión. No esperaba encontrar a mi "asistente" hablando animadamente con Taehyung.
—Entonces, ¿un café? Yo invito —preguntó el alfa, guiñando un ojo, pero no le di tiempo al omega de contestar.
—Vámonos —ordené sin siquiera mirarlos. Al pasar junto a ellos, añadí en un tono gélido—: Y si me vuelves a traer esa mierda de café, mejor no me traigas nada.
Escuché un gruñido bajo, casi inaudible.
—Enterado, señor —respondió él, con los dientes apretados mientras subíamos al auto.
Esto apenas comenzaba, y ya estaba tomando un rumbo interesante.
Esta es una pequeña introducción de Jungkook como protagonista aun no conocemos sus motivaciones pero ya lo conocimos
opiniones las leo :)
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