Ahí estaba, parado frente al Jet privado de su padre, reprimio sus ganas de llorar y suspiro para comenzar a subir los escalones de este, ingreso al Jet y se sentó en el tercer asiento.

Se encogió en su lugar al ver un total de 4 guardias en ese Jet, sabía que debían ir con escoltas, pero no podía ignorar la sensación de miedo que los demás hombres le daban.

Tomó la manta qué su padre le tendió y se cubrió con esta, se puso sus audífonos y con el celular que su padre le había dado, puso música para tranquilizarse.

El avión despego y miro por la ventana el despegue.

Se dejó caer en el abismo de tristeza que le dejaba el dejar atrás a quien amaba pero que no lo amaba a él.

-Gracias-Dijo a aquella joven azafata que le dejaba una taza de té con un pequeño tazón para tomar los cuadros de azúcar.

Volvió a mirar la ventana visualizando la noche, las estrellas adoraban el cielo con pequeñas nubes poco visibles.

Se dejó guiar por la canción, y comenzó a tararear, tomó la libreta qué permanecía en la red frente al respaldo de la asiento frente a él, pidió una pluma y comenzó a escribir lo que buscaba expresar.

~El dolor en mi garganta se pone peor
~Trato de cubrirlo
~No tengo opción
~Hoy escucho ese sonido otra vez

...

~Dime si mi voz no es real
~Si no debería haberme tirado

Dejó aquellas 6 frases escritas, esperando que más llegasen a su mente.

Le sonrío con dolor a la larga noche y reclino el asiento para acomodarse y cerrar sus ojos.

-¿Qué pasa, TaeHyung?

-No pasa, nada, solo... no me toques.

-¿Por qué no? ¿Qué pasa?

-No lo hagas, y ya...

-¿Pero que pasa?

-¡Que estoy sucio, JungKook, eso pasa!

-¿Qué?

-¡Abusaron de mi, estoy sucio!, no merezco que me toques cuando otro ya me tocó.

-Lo lamento, lo lamento tanto, precioso, no estuve a tiempo para salvarte de vivir eso, no te protegí, no pude protegerte.

-Lo mataré, te juro que lo mataré.

-JungKook, suéltame.

-No, para mi tu no estas sucio, tu sigues siendo mi precioso ángel, aquel a quien conocí hace unos meses.

-Kook... ¿cómo puedo ser él mismo?

-Para mi si lo eres, te ayudare en el proceso para superar lo que te hicieron, te brindaré toda la ayuda que necesites, no soltare nunca tu mano. Y escucha esto TaeHyung, no porque otro idiota ya te tocó, quiere decir que dejaré de amarte.

Se sentó de golpe con el pecho agitado, y apretó la cobija qué lo tapaba.

Los recuerdos de aquella conversación invadian su roto corazón.

-Al final... todo fue mentira, Kookie-Dijo mirando hacia la luna y comenzó a llorar, ahogando sus lamentos con la cobija esperando así no molestar a los demás que yacían dormidos a su alrededor.

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Tres semanas después

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-Atacamos la dirección que nos diste, conseguimos más mercancía de la que pudimos esperar. Un gran golpe para YoonGi. Con eso perdió más dinero del que yo tengo en mi cuenta.

-Es bueno oír eso-Dijo JungKook con los brazos cruzados, mirando a SeoJoon-¿Insendiaron el lugar tal y como les dije?

-Por supuesto, mi amor-Dijo SooJin abrazando a JungKook de forma melosa-Quemamos y saquemos todo el lugar, y absolutamente nadie de los que trabajaban ahí quedaron con vida.

-Bien...

-Ahora, Jeon. ¿Cuál será la casa que atacaremos de los Kim?

-Se paciente, formular un plan lleva tiempo, tarde 2 semanas para poder organizar los horarios y analizar los movimientos de la bodega 150 de mi padre. Necesito ponerme a trabajar con la de Kim. Me conocen, así que no durarán en dejarme entrar, así puedo atacar yo desde adentro y ustedes toman las riendas por fuera.

-Me agrada como piensas muchacho.

-Papá, iré con los muchachos para ver como limpian el cristal saqueado y lo venden a los inversionistas, tengo que aprender.

-Así se habla, hija, por cierto los quiero mañana a primera hora en Corea. La casa que atacaremos debe ser de allá.

-¿Por?

-Porque así digo yo. No empieces con preguntas estúpidas, Jeon, sabes las posibles consecuencias.

JungKook se movido la lengua y asintió, saliendo de aquella oficina y caminando hacia la que era su habitación en aquel lugar.

Se encerró y tomó su teléfono

•Número no registrado•

Estamos avanzando,
pero aún no sabemos que hacer

Mantén la calma, pronto
te tendré noticias.

Bien, no olvides ponerme
Al tanto.

Si.

Borro la conversación y guardo su celular para comenzar a hacer su maleta.

-Amigo, hola, ¿te comunicaste con Pyung?

-Pyung se comunicó conmigo hace tres semanas, creo saber la solución pero necesito más tiempo.

-Date prisa, NamJoon. Por favor.

-Lo intento. Mantén la calma.

Colgó la llamada y aventó el celular a el suelo tomando sus cabellos con ansiedad y jalando de ellos.

-Si no fuera por TaeHyung ya estarían muertos todos aquí, maldita seas SooJin.

-JungKook-Hablaron tomándolo por sorpresa y abriendo la puerta-Ven a mi despacho, necesito verificar unos números antes de que salgan.

-Entro al baño, y voy.

Tomó ropa y entró al baño para darse un rápido regaderazo buscando hacer esperar a SeoJoon lo suficientemente como pata hacerlo estresar.

Salió de bañarse y se coloco su pantalones negros, su camiseta larga negra y su sudadera negra, cubrió su cabeza con un sombrero de pescador negro y salió de esa horrible habitación de mal gusto

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Estaba estresado de tenerla colgada de su brazo, pero no podía hacer nada más. Caminaron por el aeropuerto hasta llegar a el Jet de los Seo.

Subieron y se sentaron de orilla a orilla.

-Solo por este vuelo, te dejaré respirar. Has hecho un muy bien trabajo, así que te felicito, JungKook. La bodega de tu padre fue un muy buen primer golpe para mi padre. Cumpliste con TaeHyung, lo tienes lejos de ti. Y si cumples con SeokJin, prometo dejarte una semana libre, aunque tendrás vigilancia.

JungKook asintió y sin responderme se levantó y caminó hacia el baño, encerrados ahí y mirándose fijamente en el espejo.

-Aguarda, pronto terminará esto, pronto podrás salvar a TaeHyung.