|𝓒𝓾𝓪𝓽𝓻𝓸 |
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1:46
Martes
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Llevaba 2 horas esperando, ¿Dónde estaba el peligris?
Su hora de salida según su suposición era a la 1:00 y el lo esperaba desde las 11:50, ¿pero por que aún no lo veía?
Decidió bajar de su lugar y dejar de esperar, lo iría a buscar.
Hacia frio y la oscuridad de esa noche era más pues la luna era tapada por las nubes y los postes de luz alumbraban en tonos neutros sin dar luminosidad a las calles.
Camino rápido hasta parar frente a la cafetería mirando a los que parecían se compañeros de trabajo del peligris cerrando la puerta del local, riendo a carcajadas.
¿Por qué TaeHyung no estaba?
—¿Dónde esta TaeHyung?—Se acercó amenazante a ellos
—Disculpa, ¿Tú eres?—Preguntó la fémina nerviosa manteniendole la mirada.
—Les acabo de hacer una pregunta, ¿Dónde está TaeHyung?
—Oye, calmado viejo, no le hables así a la señorita. ¿Quién eres y qué eres de Tae?
—No pretendo repetir mi pregunta otra vez—Dijo acercándose mirándolo completamente serio, acomodó su barbijo—Steve—Llamó mirando el jafete del menor que colgaba en su delantal.
—Si no respondes que eres de TaeHyung y quien eres, no te daremos información sobre él, eres un desconocido, no te diremos donde está nuestro amigo—Dijo esta vez ella agarrando el brazo de su compañero de trabajo, algo asustada por la amenazante mirada del desconocido.
—¿Dónde, putas, está, TaeHyung?—Preguntó aquello lentamente sonando aún más serio que las anteriores veces, aquellos dos fueron testigos de cómo aquellos ojos azules se oscurecian.
—Escucha, bro, aunque des un putero de miedo no te diremos donde está TaeHyung, no sabemos quien eres.
—No soy peligroso para él, así que habla de una jodida vez, o si no—Dijo llevando su brazo hacia su espalda tomando su machete, un machete militar MTECH, negro con detalles plateados.—Le corto la cabeza—Dijo apuntando a JoonHa, quien al mirar este se colocó detrás de su amigo.
—Aléjate de nosotros.
—Solo respondan mi pregunta y no saldrán lastimados.
—JoonHa... Súbete a la moto, vamonos.
Se arto.
Lo tomo de la camiseta y lo tiro al suelo apuntando con su arma en el cuello impropio rosandola poco a poco intentando mantener la calma, su TaeHyung se enojaria si daña a sus amigos, no quería eso, pero le importaba más saber donde está el peligris.
Lentamente la sangre comenzó a salir por aquella pequeña cortada que el arma blanca le había echo al estar extremadamente filosa.
—¡Ya!, ¡Suéltalo!—Grito ella asustada mirándolo con terror—¡Esta en un hospital!—Dijo rendida corriendo hacia su amigo para abrazarlo.
—¿Tan difícil era?—Preguntó sin caer en cuenta de sus palabras—¿Dijiste hospital?, ¿En que puto hospital?, ¡HABLA!
—En... En... En el Houston Hill—Dijo llorando siendo abrazada por Steve.
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—Buenos noches, ¿Puedo ayudarle en algo?
—Busco a uno de sus pacientes, Kim TaeHyung.
—A ver, permíteme, Claro, si, Kim TaeHyung, 18 años de edad, llego ayer en la noche presentando una contusión cerebral y muestras de violencia doméstica.
—Dónde se encuentra.
—Mmh, se encuentra en observación, en el área de cuidados intensivos neurológicos, en el piso 4 en la habitación 287.
—Gracias—Dijo para salir disparado al ascensor sin tardar ni un segundo en presionar el número cuatro—¿Violencia doméstica?, mataré al idiota que lo toco...
Nadie en el pasillo, y después de ceciorarse nadie en la habitación, nadie más que un chico peligris. Acostado en la camilla con una venda en la cabeza, desconocía la mayoría de los aparatos conectados al menor, pero al menos le tranquilizaba mirar sus signos vitales a ritmo normal.
—¿J-Jeon?
—¿Cómo supiste que era yo?
—Re-Reconozco tus pasos—Dijo abriendo lentamente los ojos, para encontrarse a aquel chico vestido de negro con un barbijo del mismo color puesto. Con su cabello negro azabache algo alborotado cubriendo levemente uno de sus ojos
—¿Quién..
—¿Qué, quien me hizo esto?, no le des mucha importancia, pasa seguido.
—¡¿Qué?!
—¿Te importaría si te pido que no grites?, la cabeza aún me duele.
—Dime quien demonios fue y juro que le sacaré los putos órganos.
—Tus—Tosio— Tus ojos son hermosos—Halago—Tenía tiempo queriendolos ver nuevamente, pero no me dejabas.
—TaeHyung, te hice una pregunta.
—Por cierto, la mochila—Sonrio—Gracias pero es un detalle carisimo, no puedo aceptarlo.
—Eres hijo único... ¿Fue tú padre?—Dijo ignorando completamente al peligris
—Y si así fuera, ¿Qué?, ni se te ocurra lastimarlo, puede ser un monstruo a veces, pero no deja de ser mi padre.
—Lo mataré.
—No.
—Lo haré. Estas en un puto hospital, eso no se quedará así, a ti no te tocan. Nadie.
—¿Y por qué no?
—Por qué yo lo digo.
—¿Por qué yo?—Preguntó esta vez confundido intentando sentarse.
—¿Por qué tú qué?—Preguntó acercándose a él para ayudarlo a acomodarse.
—¿Por qué me cuidas?, Si hace unos días yo no sabía de ti ni tu de mi.
—Es una necesidad, necesito tenerte a salvo. Lo mío siempre estará a salvo.
—¿Lo-Lo tuyo?
—Si—Susurro acercándose lentamente su oído izquierdo—Tú eres mío Kim TaeHyung y nadie te toca.
TaeHyung se tenso en su lugar, apretó las sábanas a su lado y se mordió el labio nervioso.
—No lo hagas... no tientes a la suerte—Dijo mirando como este mordía lentamente su labio
—Y-Yo no... no hice nada.
—Ah, ¿No?, ¿Seguro?—Preguntó sentándose en la camilla inclinándose al menor que lo miraba expectante.
—¿Qu-Qué haces?
—Observo lo que me pertenece.
—Y-yo ¿Te-te per-pertenezco?—Preguntó nervioso observando fijamente aquellos ojos azules que era lo único que podía observar.
—Completamente, precioso. Completamente.
La puerta fue tocada y aumentando los nervios del peligris quien volteó hacia otro lado diciendo un leve "Pase", dejando ver la figura femenina de su madre.
—Hijo, estas despiert- ¡Oh!, tienes visita, ¿interrumpí algo?
—Buenas noches señora Kim.
—¿Tú eres, querido?
—Soy Jeon
—Pues hola Jeon. Soy Lee AhnSun de Kim mamá de TaeHyung.
—Lo supuse.
—Bueno, solo le traje de comer, los dejo solos, Nos vemos mañana hijo.
—S-si ma, adiós.
—Solos... de nuevo.
—Yo, yo debo dormir...
—¿Aquí?, no. Espera.
Salió de la habitación dejando al Peligris el cual soltó todo el aire que retenía al sentir al sujeto en la habitación.
—¿Suyo?, yo no soy suyo, y-yo soy mio. ¿Así funciona?, si, sí así funciona.
—Buenas noches Joven Kim, lamento molestarlo en sus horas de descanso, pero nos vemos en órdenes estrictas de llevarlo a mejor habitación del hospital.
—N-no, claro que no doctor, no tenemos el dinero para pagar el hospital, mucho menos para pagar la estadía en una habitación así.
—De el dinero me encargo yo—le dijo Jeon mirándolo desde la puerta y sin más se fue, se fue dejando al peligris confundido pero sintiendo su pecho cálido y latir más rápido su corazón.
¿Por qué de todos los tipos Jeon se fijo en él?
¿Eso era bueno?
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