| 𝓒𝓲𝓷𝓬𝓸 |
Tras las estrictas órdenes de Jeon, TaeHyung fue cambiado a la mejor habitación de ese hospital, y a pesar de que se rehusó no pudo discutir con Jeon, al cual aún no lograba ver completamente.
Las ganas de verlo sin ese barbijo lo carcomian, quería verlo, ver más allá de esos ojos azules.
Seis días.
Seis días habían pasado, seis días en los cuales no salía de esa habitación de hospital más que para traerle de comer al peligris.
Amaba esa atención por parte del que ahora ya sabía era Pelinegro azabache, pues este al fin se había despojado de su sombrero, amaba su atención, su trato hacia él y sobre todo su protección. Jamás había sentido eso, eso que ahora tenía.
¿Ahora?
Ahora permanecía en casa alistando su nueva mochila para su día de clases, jueves. Odiaba los jueves. Tenia dos horas de Matemáticas, tres horas de lo que más odiaba; teoría. Pero lo peor no era eso si no que su salón a la 2da hora de teoría se unía con el aula C, aula donde Moon Daegguk estaba, y ¿Quién es Moon Daegguk? Una de las tantas pesadillas de TaeHyung. Aquel hombre que se dedicaba a hacerle su vida escolar imposible, por parte del cual nunca faltaban insultos, golpes o toques.
Y aunque pena le daba, ahora tenía un arma que si quería podía utilizar a su favor.
-Cariño, te despertaste, ven, ya esta el desayuno.
-Mamá... debemos hablar.
-¿Qué ocurre, cariño?, ¿Quieres mermelada en el pan?
-Es sobre papá... y sí, por favor.
-Sobre, ¿tú papá?-Preguntó nerviosa dejando el plato con el pan en la mesa junto a un plato con avena y otro con fruta picada.
-Si, sobre él.
-¿Qué quieres hablar?-Se sentó frente a él, acomodando sus platos con comida.
-¿Por qué nunca le has dado un "hasta aqui"... siempre esperas un golpe mamá, nunca te defiendes, ¿Qué escondes?
-Hijo, yo...-Calló bruscamente su hablar y trago con fuerza-Yo cometí un error hace años... que tu papá no me podrá perdonar, me odia por ello.
-¿Qué error, mamá?
-No, no hijo, eso no puedo decírtelo, no.
-Mamá.
-Cariño, no puedo decírtelo, si lo hago, todo será peor para ambos.
TaeHyung calló y continuo su desayuno con dudas en su cabeza, salió de su casa caminado hacia la estación, el día a su parecer era hermoso, las nubes grises cubrían el sol y el cielo grisáceo. Amaba esos días, días que daban un aura pacífica y amenazaban con lluvia.
Subió al autobús que pasaba siempre a las 6:30, su preparatoria quedaba a 30 minutos de su casa, así que llevaba a las exactas contando los 10 minutos de la estación a la preparatoria.
Tomó su celular, y lo golpeó 3 veces hasta que este prendió, y comenzó a observar algunas fotos que tenía de pequeño con sus padres. Por primera vez logró darse cuenta de cómo este nunca sonreía en las fotos, como nunca abrazo a su madre.
-Primer parada preparatoria MinYag, primer parada preparatoria MinYag.
Guardo su celular y pago el autobús, para después salida y comenzar a caminar, abrazando con fuerza la mochila.
Todos lo miraban, él era el objeto... si así fue catalogado, cómo el objeto escolar, los de último, segundo y primer año lo trataban como basura.
Ingreso con miedo a las instalaciones y comenzó a morder sus uñas, caminó a su aula, dejando su mochila en su pupitre y sentándose mirando hacia la ventana, Daegguk ya había llegado... sería un día largo.
Las primeras dos clases pasaron rápido, no fue hasta su segunda hora de teoria cuando los del aula C comenzaron a ingresar a su aula, se tenso más al mirar al grupo de 4, que por supuesto tenia a Moon Daegguk como líder.
Miro a estos dividirse en bancas, cuando miro a Daegguk dirigirse al pupitre solo al lado del suyo.
-Kim TaeHyung, el jueves anterior no te tuvimos por aqui-Dijo estirando su mano para acariciar el cabello impropio, siendo rechazado su toque al instante.
-No me toques
-¿Qué no te toque?-Preguntó seguida de una risa escandaloza-Que te quede claro algo Kim... soy el único que puede tocarte.
Tomo bruscamente el cabello grisáceo y jaló a su dirección haciendo que el oído impropio se acercase a su boca.
-Entendiste maldito inservible-Aventó su cabeza al pupitre haciendo que el peligris recibiera un fuerte golpe que dejaría marca.
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19:48
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-Tae, no se ve bien.
-Si bueno...
-¿Qué tanto te hizo ese imbécil?, yo le aplico una llave japonesa que aprendí en Tokio
-Ay ajá, eso dijiste después de que nos atacó esa persona aquella noche.
-¡Me agarro desprevenido!
-Otra vez... lamento lo de Jeon, hable con él y dijo que no lo volvería hacer solo si ustedes son importantes para mi.
-No te preocupes por eso Tae, lo que si es que... se va a enrrabiar cuando vea lo que te hicieron.
-No es para tanto-Dijo TaeHyung retirando la mano de JoonHa.
-Es para mucho, TaeHyung-Regaño Steve.
TaeHyung hizo un ademán dando a entender su poca importancia, se levantó dando por terminado su descanso laboral.
Camino sin prisa al mostrador para tomar la "libreta" pues su jefe días atrás había cambiado la libreta por una tableta para anotar los pedidos.
Y como rutina diaria, personas entraban y salían, hasta la hora de cierre y hora de limpieza. Agradecía que su jefe había mostrado un poco de generosidad y a los 3 por quedarse a hacer la limpieza les había aumentado 6,000₩ al salario.
Las 00:40 dieron cuando el trío salió de la cafetería.
-Pues, ¿suerte?-Habló JoonHa
-Tae, mañana iré a tu preparatoria, y me dirás quien fue él maldito.
-No vale la pena Steve, mejor ya váyanse, es tarde y viven en terreno peligroso.
-Bueno, ¡adiós!.
Se despidió de ellos y al mirar la moto avanzar suspiro, un suspiro de dolor al forzar su rostro a mantener una sonrisa apesar de lo adolorido que estaba.
-¿Qué te pasó?, ¿Quién mierda fue?
-Oh... Hola Jeon.
-¿Qué te ocurrió?
-Deberías tener un poco de modales, ¿sabías que un "hola" hasta ahorita no ha matado a nadie?
-TaeHyung...
-Da igual.
El peligris comenzó a caminar hasta que su brazo fue tomado sin ejercer presión y lo acercó a la ventana del local, acercando lo suficiente su rostro para que se mirara con claridad.
-Esto no da igual. ¿Quién putas fue?
El menor se miro con detenimiento mirando su ojo izquierdo morado, su labio partido y su pómulo izquierdo con una cortada y un poco inchado.
-Si bueno-Habló nervioso-No se ve bien...
Y es que hasta ese preciso momento no se había visto al espejo, ni un solo segundo.
Jeon lo giro y soltó su brazo para tomar con un poco se fuerza su cintura conectado miradas con él, desde que salió de el hospital, era la primera vez se veía sus ojos nuevamente, Jeon alejó su mano derecha de la cintura impropia y la llevó a su barbijo negro bajándolo lentamente, sin despegar su mirada de los ojos impropios que empezaban a adquirir un pequeño brillo de emoción.
Bajo por completo su barbijo y lo guardo en su bolsillo trasero del pantalón de mezclilla negra que llevaba.
-No preguntaré otra vez.. ¿Quién mi..
-Eres precioso...
Sí. Fue todo lo que salió de los labios del de cabello gris haciendo que Jeon soltara una pequeña risa, y se acercara a él quien se puso nervioso más no se alejó ni un poquito de su lugar.
-responde mi pregunta
-Si no te digo no me dejaras ir, ¿verdad?
-Es correcto, aparte de que asesinare a uno por uno de los estudiantes de tu preparatoria, y no me temblará la mano en hacerlo de igual manera con los docentes.
-Si te creo capaz-Susurro bajando su cabeza, que no tardó en ser levantada por la mano de Jeon que sostuvo su barbilla-Se llama Moon Daegguk, de último año, aula c.
-Esta muerto...
-N-no... no, no lo asesines. No podría cargar con ello en mi conciencia.
-Nadie te toca, TaeHyung, nadie, ni yo mismo. Soy capaz de mutilar mi propio brazo si llegara a levantarte la mano.
-Jeon...
-Le daré un aviso... y será la primera y última vez que hago un aviso. La próxima, será el platillo principal en la cena de Rayan.
-¿Ra-Rayan?-Preguntó confundido
-Te presentaré a mi mascota. Pronto.
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4:15
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Se levantó de su cómoda cama quitándose la camiseta por aquel intenso calor que había e inundaba su cuarto, a su madre no le gustaba que prendiera la calefacción de noche, ya que supuestamente era peligroso, pero en esos momentos era lo que menos importaba.
Camino a la puerta de su habitación encendiendo la luz por el interruptor que estaba al lado de esta, salió de su habitación, bajando las escaleras y entrando a la sala de estar, prendió la calefacción y cerro las cortinas de las ventanas.
Camino a la cocina encendiendo la luz y tomando una botella de agua de la nevera, bajo un vaso de la vitrina y tomó el bote de azúcar, sirviendo dos cucharadas al vaso seguido del agua.
Apagó las luces y caminó de regreso a su habitación, pero al subir las escaleras un fuerte sonido se escucho, miro hacia abajo y pudo observar la puerta trasera que estaba en la cocina abierta de par en par, dejó su vaso en una pequeña mesita y bajo las escaleras regresando a la cocina para cerrar la puerta. Suspiro confundido, para después escuchar como ahora la puerta principal era abierta, asustado camino a cerrar la puerta con seguro y poner la trampilla.
Rascó su nuca asustado y confundido para tomar camino a las escaleras nuevamente, pero cayó de rodillas al piso cuando escucho la ventana ser quebrada y sentir un dolor inmenso en su pierna izquierda. Miro hacia el frente cuando miro una roca en el piso, las luces fueron apagadas de golpe, después solo miro como una mano ingresaba por el orificio de la ventana y abría la puerta desde adentro.
Miro a un hombre alto ingresar, capucha negra, barbijo del mismo color y vestimenta blanca, completamente blanca que dejaba ver sus tatuajes en el brazo izquierdo, y aquellos penetrantes ojos azules, que los miraban fijamente asutandolo lo aún más.
-¿Moon... Dae... Gguk?
-S-si.
Escucho como este reía y descolgaba de su espalda un machete que brillaba aún más del filo. Se hizo para atrás cuando miro que este acercaba la punta a su rostro, se intento levantar pero sintió una fuerte pisada en su pie derecho obligandolo a permanecer tirado en el piso y después gritar por la patada que recibió en su brazo izquierdo, tirandolo al piso acostado.
No tardó mucho en volver a gritar cuando el filo del machete tocó su rostro sintiendo como este cortaba dolorosamente en una línea desde su cien izquierda hasta la parte inferior de la mandíbula en su lado derecho haciendo una línea que trasaba su rostro a la mitad.
Lloraba de dolor retociendose en el piso ante tal sensación.
-Esta es solo una pequeña advertencia, vuelves a siguiera mirar a Kim TaeHyung y esto solo será un pequeño juego de calentamiento a lo que te haré.
Así la pensaría 2 veces para volver a tocar al peligris.
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