Frente a ellos proyectaron las imágenes de la sociedad antes de la gran catástrofe del 2024. Alfas y omegas conviviendo juntos en las calles, cortejándose y las familias creciendo con felicidad.

Pero después les mostró imágenes del caos que inició luego de que los omegas dejaron de nacer. La desesperación de los alfas que decidieron terminar con sus vidas porque no encontraban un omega que les ayudara a superar los lazos rotos con otros omegas fallecidos. Los suicidios y finalmente la falta de población.

La raza se extinguiría por completo, las farmacéuticas de anticonceptivos quebraron al igual que las tiendas de objetos para bebés porque sin omegas los alfas no podían depositar su semilla en otro vientre, porque los omegas eran los únicos capaces de llevar bebés en su interior.

—Lo que acaban de ver es la razón por la que están aquí. Ustedes son la esperanza de nuestra raza, los elegimos minuciosamente, los elegimos para que alfas y omegas tengan una buena vida juntos y traigan al mundo una nueva vida. Eso es lo que se espera de ustedes —dijo Samantha a través de la bocina—. No los he traído aquí para que peleen, ni para ver cuál de los alfas es el más fuerte. Esta será mi primer advertencia, si vuelve a haber algún altercado entre ustedes expulsaré al alfa iniciador de la granja.

Todos se asustaron. Después las imágenes dejaron de transmitirse y en la granja lo único que se escuchaba era el sonido de los animales.

Jungkook se acercó a Seokjin estirando la mano, pidiéndole disculpas y Jin lo tomó con fuerza estrechándolo.

—Aunque a quien deberías pedirle perdón de rodillas es a mi omega —dijo mirando a Namjoon.

—Oh... Lo siento —dijo Jungkook dirigiéndose a Namjoon—. No debí portarme de esa manera tan agresiva.

—Descuida. —Tragó saliva—. Por suerte tengo a mi alfa para protegerme. —Sonrió y Seokjin también.

—Oigan, yo no me di cuenta de lo que pasó —dijo Hoseok—. Taehyung me estaba platicando cómo es allá afuera.

—Creo que deberíamos presentarnos todos porque estaremos viviendo juntos, mostrarles la granja, lo que hacemos para conseguir alimentos y mostrarles sus habitaciones —dijo Jimin y todos estuvieron de acuerdo.

Les dieron un tour por la granja, mostrándoles los cultivos de distintas verduras, así como de frutas. Los tres alfas estaban impresionados porque los omegas sustentaban el lugar con sus habilidades agrícolas. Después los llevaron a donde estaban los animales, vacas, cerdos, caballos, pollos, gallos e incluso ovejas.

Cuando casi terminaban el tour llegaron a un jardín rodeado de flores coloridas y un hermoso árbol en el centro con un aroma bastante fuerte a limón.

—Este es el lugar favorito de Hobi —dijo Jimin.

—Yo hice crecer cada flor que ven sembrada, claro luego de suplicarle a nuestro patriarca que me dejara hacerlo. Es que leí un libro sobre plantas.

—¿Cada uno de ustedes se dedica a una cosa aquí? ¿O cómo se turnan el trabajo de sobrellevar una granja? —cuestionó Taehyung.

—Supongo que al crecer aquí con ayuda del patriarca logramos hacer un buen trabajo en equipo, los tres sabemos un poco de todo, claro que Jimin odia cocinar, Hobi detesta ayudar a los animales en los partos y yo, bueno, yo me adapto a todo —contestó Namjoon sonriendo.

—¿Vienes siendo el líder de la granja? —preguntó Seokjin.

—No, yo soy su hermano mayor —contestó Namjoon sonriendo y mostrando sus hermosos hoyuelos.

—¿Vamos a la casa? Para mostrarles sus habitaciones —dijo Hoseok y todos avanzaron hacia la casa.

Al llegar se sorprendieron porque las maletas de los alfas estaban en la entrada. ¿En qué momento habían ingresado los alfas del exterior a dejarlas ahí? Cada alfa tomó su maleta y sus omegas los guiaron a las que serían sus habitaciones. Jungkook se sorprendió al notar que era una réplica exacta de su habitación en el exterior, pero se quedó petrificado al ver que eran sus pertenencias. Jimin estaba parado en la puerta mirando a su alfa con ojos brillantes e ingresó a la habitación cuando Jungkook le hizo una señal con la mano para que cruzara el umbral.

—¿Te gusta tu habitación? —preguntó Jimin mirando los objetos.

—Es exactamente igual a la que tenía antes, las cosas, todo esto es mío.

—Entonces te sientes más cómodo. Yo no sabría qué hacer si un día llego a un lugar desconocido y lejos de mis hermanos. ¿Tú tenías hermanos? —Jungkook negó con la cabeza.

—Soy hijo único, allá afuera están mis padres.

—¿Qué se siente tener padres?

—Nunca me había hecho esa pregunta, pero es... Tener a alguien enseñándote cómo es el mundo y que te quiere bastante. —En ese momento Jungkook recordó lo que le dijo su padre en el elevador—. ¿El patriarca les habla cuando están en sus habitaciones? Digo. ¿Puede ver lo que haces en el dormitorio?

—Am... No lo sé. ¿Le preguntamos?

—¡No! —Jungkook gritó—. ¿Patriarca, me escuchas? —preguntó el alfa, pero no obtuvo respuesta—. Espera aquí Jimin. —Jungkook salió de la habitación, parándose en el pasillo y volvió a hablar—. ¿Patriarca me escuchas?

Un segundo...

Dos...

Tres...

—Claro. ¿Sucede algo? —preguntó Samantha desde las bocinas.

—¿Las cosas en mi habitación son realmente mis cosas?

—Sí, son tus pertenecías Jungkook.

—Oh, interesante. ¡Gracias!

Jungkook volvió a ingresar a la habitación junto a Jimin. El omega no comprendía lo que estaba haciendo el alfa, pero se quedó quieto mirándolo sacar de unos cajones un cuaderno con hojas blancas, lápices y plumas. Después lo puso en el escritorio y tomó a Jimin de la mano haciéndolo sentarse frente a él.

—¿Sabes dibujar? —preguntó Jungkook con mirada intensa.

—Eh... No... —respondió Jimin, un poco nervioso.

—Pues dibuja un mapa de la casa —dijo Jungkook—. Quiero conocer las habitaciones, entradas, salidas, todo.

—Pero te dije que no sé dibujar... —murmuró Jimin, tomando el lápiz con renuencia.

—Jimin, ayúdame... —dijo Jungkook, pareciera que estaba suplicando.

Jimin lo miró, sorprendido por la vulnerabilidad en la voz de Jungkook. ¿Por qué quería que dibujara?

—Haré el intento —dijo finalmente, sonriendo ligeramente.

Jungkook sonrió también, y se sentó junto a Jimin, observándolo mientras comenzaba a dibujar. El lápiz se movía torpemente sobre el papel, pero Jungkook no se impacientó. En su lugar, se inclinó hacia adelante, su rostro estaba demasiado cerca del de Jimin.

—Así —dijo, tomándole la mano y guiando el lápiz—. Dibuja la entrada principal.

Jimin se rió, sintiendo la proximidad de Jungkook.

—Si quieres tocarme no ocupas tomar este tipo de pretextos —dijo, sonriendo.

—No es un pretexto, de verdad quiero saber cómo está dividida la casa —respondió Jungkook, sonriendo también—. Y quiero aprender de ti.

El ambiente se volvió cálido y acogedor, mientras Jimin trabajaba en el mapa.

Mientras dibujaba, Jungkook comenzó a hacer preguntas sobre la casa, sobre las habitaciones y los pasillos. Jimin respondía, y Jungkook asentía, absorbiendo la información.

—¿Y qué hay en el ático? —preguntó el alfa.

—No lo sé —respondió Jimin—. No voy allí, me da miedo la oscuridad.

—Pues vamos a investigar y de paso vencemos tu miedo.

Jimin se rió nervioso, sintiendo una emoción creciente.

—Me gusta esto —dijo mirando la hoja y dibujando en el ático dos caras a las que le puso las iniciales Jk y Jm.

—¿Qué? —preguntó Jungkook.

—Esto —dijo Jimin, moviendo la mano entre ellos—. Esto de trabajar juntos.

Jungkook no podía evitar sentirse cómodo con Jimin, era el primer día en el que se conocían y sentía que ya había pasado de todo, sus feromonas enloquecieron, casi follan, hicieron un tour por la granja, pero no se habían besado. El alfa moría por probar los labios del omega, pero quería encontrar el momento preciso para besarlo.

—A mí también —dijo haciendo a un lado sus pensamientos de deseo—. Me agrada haberte conocido.

Jimin sonrió, satisfecho de haber completado el mapa. Después de unos minutos de trabajo, había logrado dibujar una representación bastante precisa de la distribución de la casa. Cuando Jungkook lo miró, sonrió porque su teoría de que las habitaciones estaban una al lado de la otra era cierta.

La suya estaba en medio de la de Seokjin y Taehyung, lo que significaba que podría hacer un agujero en cada pared y así hablar con sus amigos sin que Samantha los descubriera. La idea le pareció divertida y emocionante. No podía confiar todavía en los otros omegas, ni siquiera en Jimin. Aunque era encantador y le gustaba mucho, seguía siendo un desconocido para él.

—¿Aquí escuchan música? —preguntó Jungkook, cambiando de tema.

Jimin asintió, sonriendo.

—Sí, aquí todos amamos la música.

—¿Tienes bocinas? Me gusta poner música a todo volumen de vez en cuando... —dijo planificando poner música mientras rompía la pared.

Jimin se rió.

—Puedo prestarte mi estéreo —dijo—. Es de alta calidad, te encantará.

—Eso es magnífico —dijo Jungkook, sonriendo—. Te lo agradezco mucho.

Jimin sonrió también, sintiendo una conexión creciente con Jungkook porque él también se sentía bastante cómodo con él alfa.

—De nada —dijo—. Me alegra que te guste la música.

—Sí, es una de mis pasiones —Jungkook mintió—. Me... Me ayuda a relajarme y a escapar de la realidad.

—Oh, que lindo. A mi me gusta ver los animales cuando dan a luz, ya sabes, la nueva vida. Hay una oveja que está a días de ser madre, me gusta recibir a los pequeños.

—Quizás después pueda acompañarte a ver los nacimientos.

—¡Sí! —Jimin se puso de pie emocionado—. Layla es bastante pacífica, te gustará y sé que le gustarás.

—Creo que vamos a llevarnos bien —dijo Jungkook sonriendo.

Jimin se rió.

—Yo también lo creo —dijo—. Y me alegra.

La conversación continuó, fluyendo con facilidad y naturalidad. La noche avanzaba, y la casa se sumía en el silencio. Pero en la habitación de Jungkook, las voces y las risas llenaban el aire, creando un ambiente cálido y acogedor. Mientras que, por otro lado Hoseok y Taehyung estaban teniendo una noche bastante... húmeda.

El omega tenía el año bastante dilatado, Taehyung probaba con su lengua sus fluidos mientras introducía un dedo en el interior de Hoseok. Quién le respondía los movimientos con gemidos, los dos estaban desnudos y deseosos el uno del otro.

—¡Follame ya! —chilló Hoseok—. Quiero que me partas en dos.

—Oye, no pareces ese tipo de omega, creí que eras más bien dulce y tímido... —Sonrió al apartar su boca de la intimidad de Hoseok y limpiándose los rastros de babas y fluidos con el antebrazo.

—Es que no sabes lo mucho que me excitante verte, eres hermoso y ardiente —contestó y Taehyung sonrió.

—Creo que entraste en celo... ¿Verdad?

—Sí. Ya deja de torturarme y...

Taehyung colocó la punta de su erección en la entrada de Hoseok, este ya estaba bastante dilatado cuando ingresó en él. Sintiendo sus paredes ardientes, sintiendo que encajaban a la perfección.

—¡Joder, es delicioso Taehyunie! —Sus ojos estaban en blanco mientras que Tae entraba y salía de su interior, tomándolo cada vez con más fuerza.

El sonido de sus cuerpos pegajosos comenzó a escucharse en las otras habitaciones. Los primeros en escucharlos fueron Namjoon y Seokjin, ellos jugaban al ajedrez, claramente Namjoon iba ganando y aprovechó la distracción de Seokjin para hacer un jaque mate.

—¡Oye! —Se quejó el alfa riendo.

—Son bastante ruidosos —dijo Namjoon.

—No los juzgues, pronto tú y yo estaremos en su misma posición.

—¡Oh no! —Negó ruborizado—. No quiero que los otros nos escuchen cuando eso suceda...

—Podemos hacerlo fuera de casa...

—¡No, eso sería peor! —chilló.

—¿Por qué?

—He vivido toda mi vida aquí y estamos rodeados de vigilancia, los alfas que nos cuidan nos miran las veinticuatro horas. El único lugar en donde tenemos privacidad es en nuestras habitaciones, aquí no hay micrófonos, tampoco cámaras.

—¿En serio? —cuestionó, pero en ese momento se le vino el recuerdo de lo que el padre de Jungkook les dijo en el elevador "Las paredes escuchan, excepto en las habitaciones alfaxomega".

—Sí, es para darnos privacidad a la hora del coito.

—Oh... Que interesante, entonces lo haremos aquí cuando sea nuestro turno.

—Cuando tú y yo lo hagamos haré que todos salgan de la casa, no quiero que me escuchen hacer ruidos extraños.

—Y te aseguro que harás bastantes ruidos extraños, mi Nam. —Sonrió y Namjoon se ruborizó.

—Creo que... Ya es tarde, me iré a mi habitación. —Se puso de pie con torpeza y Seokjin lo siguió acompañándolo a su habitación.

—¿Y mi beso de buenas noches? —preguntó Seokjin mientras caminaban por el pasillo.

—¿Beso? —cuestionó Namjoon al llegar frente a la puerta de su habitación.

—Ven aquí... —Seokjin tomó la nuca de Namjoon acercándolo a él para darle un dulce, tierno y casto beso en la frente—. Descansa, mañana te espero en la cocina para hacer el desayuno juntos.

—Oh... S-sí, hasta mañana Jin.

Dicho eso, Namjoon ingresó a su habitación a con el corazón acelerado y las mejillas tan rojas como un tomate. Cuando Taehyung avanzó a su habitación miró a Jimin y Jungkook tomados de la mano en el pasillo, después desapareció con paso apresurado ingresando a su alcoba.

—Después podemos quedar y dormir juntos —dijo Jungkook—. Me gustaría sentir tu calor por las noches.

—Me gustaría ir lento —confesó Jimin.

—Hace rato cuando te desvestí no dijiste lo mismo. —Apretó los labios para evitar reír.

—Hace rato fue por el shock de las feromonas y el impacto de conocer a un alfa por primera vez.

Jungkook hizo un movimiento rápido, acorralando a Jimin entre él y la pared.

—Yo no soy cualquier alfa, Jimin —dijo Jungkook, mirándolo a los ojos con intensidad—. Yo soy tu alfa.

—Mi alfa... —dijo con sus ojos brillando.

Elevó la mano para acariciar el perfil cincelado de Jungkook, su dedo trazando la línea de su mandíbula. Mientras que el alfa cerró los ojos, disfrutando del tacto suave del omega.

—Eres muy apuesto —susurró el omega—. Tanto que pareces irreal.

Jungkook abrió los ojos, encontrándose con la mirada brillante de Jimin.

—Quiero besarte —soltó, mirando los labios de Jimin con deseo.

Jimin no dijo nada, simplemente se puso de puntitas y chocó sus labios con los de Jungkook por primera vez. El alfa se sorprendió, pero le encantó el gesto. Tomó con fuerza las mejillas del omega, sintiendo su suavidad y calidez.

A medida que lo besaba de manera desesperada y acalorada, Jimin por su parte disfrutaba de su primer beso. Sentía como si estuviera flotando entre melodías mágicas y en su mente y sentidos solamente se escuchaba "Jungkook".

Después de un momento, Jimin empujó ligeramente a Jungkook, separándose de él.

—Iré a mi cuarto —dijo, con los labios hinchados y una sonrisa en su rostro—. Nos vemos mañana.

Y con eso, corrió a su habitación, dejando a Jungkook parado mientras lo veía desaparecer ante sus ojos.

—Sí, mañana —dijo en voz baja, sabiendo que no podría dormir pensando en Jimin y en su beso.

Se dio la vuelta y se dirigió a su habitación, sintiendo una conexión profunda con el omega. Sabía que esto era solo el comienzo de algo especial.

Mientras se acostaba en su cama, Jungkook no podía dejar de pensar en Jimin. En su sonrisa, en su risa, en su beso. Sentía una emoción que no había sentido en mucho tiempo, una emoción que lo hacía sentir vivo.

Y cuando finalmente se durmió, su último pensamiento fue de Jimin, y de lo que el mañana les depararía.

Lunes de granjeroooooossssssss

No tengo mucho que decir porque ando malita y no había puesto la notita wuaaaa wuaaaaaa

Espero que disfruten🫶🏻