ℙ𝕣ó𝕝𝕠𝕘𝕠
Una noche común y corriente en las calles de Paris, donde la luna se mostraba con todo su esplendor a pesar de no haber público en las calles, pero siendo acompañada por una dulce melodía en esos desolados caminos.
Pero ¿De donde provenía?
Es lo que cualquier turista podría preguntar y guiado por la curiosidad terminaría cruzando las puertas del pequeño pero lentamente conocido cabaré, siendo asombrado por la maravilla que se presentaba.
Más que un show cualquiera, pareciera una obra maestra, que te llevaba a otro mundo tanto en la ambientación como en los colores de las luces, pero más que todo las voces, parecían de ángeles por no decir más, una muy buena mezcla entre dos personas en el escenario.
Lo único que se podría señalar como insatisfactorio podría ser el final de la obra, donde ambos talentosos artistas hacían una reverencia mientras les llovían rosas para que el telón cubra lo que hace unos momentos fue un viaje de fantasía.
Aunque también...
-¡¡Sí!! ¡¡ESA ES MI NOVIA!!-
Uno de los gritos que llamó la atención del público los cuales giraron para ver quién era el que provocaba tal escándalo, encontrándose con un hombre que parecía muy eufórico mientras que atrás suyo uno más pequeño lo jalaba de su abrigo un tanto avergonzado, aparentemente en un intento de calmarlo.
Unas pequeñas inaudibles palabras fueron suficientes para que ambos se retiraran, sin que nadie pudiera escucharlos, a pesar de ello no había duda que iban a visitar a la dama que había participado en esta escena cuando ambos fueron caminando por no decir que uno fue corriendo hacia el camerino de la señorita.
Nadie sabía quién era ese hombre exactamente, pero se negaban a creer que era el novio de aquella dulce joven, más que todo parecía un fanático, debido a que siempre estaba en las mejores mesas y era el primero en aplaudir cuando era el momento de su presentación.
Aunque a casi nadie le importaba, había algunas personas chismosas que solo querían saber la historia detrás de todo esto y si a de ser verdad "¿No se pudo encontrar a alguien mejor?" Era lo que algunos pensaban pero solo se quedaba ahí, en pensamientos.
Tampoco era como que pudieran hacer algo al respecto o tomar las desiciones de la otra persona, si lo había escogido era por algo y con solo esa idea se retiraban de aquel local para dirigirse a sus hogares.
-Uff, esta vez fue más cansado que los anteriores ¿No es así Francoeur?- Señaló la joven mientras cerraba la puerta detrás de ella
-...- El típico silencio acompañado con sutiles sonidos indescriptibles pero de alguna forma se podía entender su estado de ánimo. Estaba de acuerdo con ella
-No pensé que Raoul vendría esta vez, digo... ya sabes que lo amo, pero ¿Acaso no tiene trabajo que hacer?, antes siempre estaba ocupado co_ ¿Podrías ayudarme por favor?- Le mencionó al darse cuenta que sus alas de ángel estaban enredadas con su cabello, debía recordar primero quitarse las alas antes de soltárselo, un error de su parte-
-...- Su acompañantes asintió para seguido posicionarse detrás suyo y ayudarla con su problema, era más sencillo debido a que tenía dos brazos extras
-Como te decía, antes siempre estaba ocupado todo el tiempo, iba de aquí para allá, de allá para acá, tanto que pensaba que trataba de evitarme- Se miró frente al espejo para ver como iba Francoeur con su cabello- Cuidado con las plumas ¿Sí?
-...- De nuevo ese leve chillido sonó para al segundo finalmente soltar las alas del traje y de su pelo separándose de ella para colocarlas en su respectivo sitio junto a los sombreros que solía usar en otros actos o para salir.
-Muchas gracias Francoeur, no sé que haría sin tí- Le dedicó una sonrisa para recibir una de vuelta, era algo que hacían entre ellos como compañeros, se había vuelto una costumbre debido a su falta de palabras no musicales.
Lo que los interrupió fue el toque de la puerta, podría ser cualquier pero por la rapidez, fuerza y un leve tono musical que le dedicaba no había duda que era de Raoul, sacando una leve risa de Lucille, le daba gracia lo persistente que podría llegar a ser a veces.
-Y aquí vamos de nuevo- Mencionó levantándose de su sitio frente al espejo y ir hacia la puerta- Oh, pero a quién tenemos aquí
-¡Lucille! No esperas la visita de alguien tan importante como yo ¿No?- Le dirigió la palabra sacando pecho orgulloso de sí mismo recibiendo una leve risa de la contraria
-Raoul, tu nunca cambias. Vamos pase_ espera un momento ¿Donde está Emile?-
-Oh Emile... Emile...Emile...- Sus ojos giraron de tal manera que lo estaba pensando- No te preocupes Lucille, debe de estar por ahí, de seguro se encontró con Maud, ya sabes como es él-
-Sí... por supuesto.... ¿No lo habrás sobornado para que te haga un mandato otra vez?- Le dijo con ironía aunque sin borrar su sonrisa en su rostro mientras cruzaba sus brazos
-Vamos querida ¿Tu crees que soy tan cruel como para_
-¡¡Raoul ya lo traje!!- Por el pasillo apareció corriendo Emile con un ramo de flores, su sonrisa fue borrada en cuanto miró a Lucille en el marco de la puerta- Oh... emm... señorita Lucille, que sorpresa verla aquí... en su... camerino- Mencionó con verguenza tratando de ocultar el ramo detrás suyo, pero siendo arrebatado de sus manos por Raoul
-Lo que mi estimado Emile quería decir es que, una bella dama no puede quedarse sin un regalo después de tan espléndida actuación ¿No?- Le sonrió colocando el ramo frente suyo para dárselo-
-Aww, que detalle de tu parte... no es como si hubieras hecho eso las últimas 2 semanas-
-Solo estás exagerando, no fueron tantas ¿o sí Francoeur?-
Dentro del camerino en un lujoso sofá se encontraba el músico con su guitarra anotando para una posible canción futura, aunque sin poder moverse muy bien del todo gracias a la enorme cantidad de flores que lo rodeaba, en sí muchas estaba secas y otras en el proceso.
Ante las palabras de Raoul, Francoeur solo hizo su típico sonido antes de que una flor marchita cayera en su sombrero, siempre se enfocaba de más en sus partituras que se olvidaba quitarse su traje si es que no llega a incomodarlo, como ahora.
-¿Vez? Él está de mi lado-
-Que no pueda hablar no significa que está de acuerdo con todo lo que digas Raoul- Mencionó Lucille agarrándo las flores y caminando para colocarlas al lado de todas las demás, acomodándolas para que no moleste a su amigo y quitándole las secas que caían sobre su sombrero
-Ni que fueran tantas, son muy escasas si contamos tu talento, tu voz para hacer un impacto en la mente. Nadie está a tu nivel y dudo que alguien llegue... a excepción de Francour por supuesto- Tuvo que detener sus alagos al ver como Lucille y Francoeur lo miraban sin decir nada, pero se podía interferir lo que pensaban solo con ello
Un leve suspiro salió de su Lucille haciéndoles un gesto con su mano de que podían pasar a su camerino. Raoul entró con una sonrisa arreglándose su ropa en un rápido movimiento, mientras que Emile iba detrás suyo, solo lo seguía como buen compañero para asegurarse que no metiera la pata, que siendo honestos era la mayoría de veces.
Se quitó su sombrero como solía hacerse de cortesía y entró cerrándo la puerta al ser el último entre todos, para seguido darle un leve saludo al otro artista que estaba en el camerino.
-Bonjour Francoeur-
-...- Un chirrido volvió a sonar, bajando levemente su cabeza para saludarlo, abriendo levemente sus ojos mientras Emile iba con él para sentarse a su lado acercándose hacia donde deberían estar sus canales auditivos para susurrarle.
-¿Tienes la canción que te pedí?- El contrario asintió con una sonrisa en su rostro mientras con una de sus patas extra le daba una de las hojas con las que estaba trabajando, aún no tenía título, pero parecía completa
Mientras tanto a unos pies de distancia se encontraba Raoul hablando con Lucille, aunque en verdad parecía que él hablaba consigo mismo mientras ella empezaba a peinar su cabello sentándose frente al espejo, que gracias al reflejo podía ver a su acompañante.
-Bueno... ¿Que haces por aquí Raoul? La última vez te dije que no había necesidad de que vengas diariamente, siempre nos vemos de una forma o otra-
Raoul giró los ojos con nerviosismo, lo cual no pasó por desapercibido por la cantante que ahora lo miraba un tanto acusadora, sabía que él la amaba, pero a veces sentía que se pasaba de la línea. No es como si ella quisiera alejarlo, adoraba que venga a verla, pero no si eso significa que pierda días de trabajo o gastase montonares de dinero para darle flores diarias.
-Lucille, cariño. Claro que escuché lo que me dijiste y por supuesto que te estoy haciendo tu recomendación, el gran Raoul lo jura- Coloco una mano en su pecho y otra en el aire como si fuera un militar haciendo un juramento, lo cual hizo que se le formara un leve sonrisa en el rostro de la dama.
Sin duda sabía como alegrarle el ánimo, aunque ella lo describa como estupideses, aunque por supuesto no lo decía de manera directa, sabía manejar su vocabulario en los momentos precisos.
Al darse cuenta que estaba más animada continuó.
-¡La verdad es que vine para hacerle una oferta a Francoeur!-
Sus palabras fueron escuchadas por todo el camerino por el simple hecho que elevó la voz. Todos dejaron de hacer sus actividades para verlo provocando un silencio incómodo.
-¿Que? ¿No se lo esperaban?- El silencio se sintió más que antes de ser posible
Lucille lo miraba perdida, mientras que muy en el fondo de la habitación Francoeur inclinaba su cabeza con curiosidad con Emile a su lado girando su cabeza entre el artista y Raoul, mirándolo con un entendible "¿Que crees que estás haciendo?"
Era más que obvio que era una excusa, una muy vaga. Raoul no solía siquiera nombrar a Francoeur sino era para darle algún cumplido a Lucille, pedirle un favor o simple cortesía, lo cual hacía muy rara, por no decir que obvia la situación.
Y Emile lo sabía muy bien, Lucille no le gustaba que metieran a Francoeur en sus típicas excusas, no desde que se dio cuenta que Raoul le pedía favores en la hora de dedicarle poemas o componer canciones diariamente haciendo que cometa errores en sus presentaciones por la cantidad de trabajo que le pedía.
-He estado paseando por las calles de París para llegar a la guarida de mi bello ángel- Tendió su mano con tal de que ella la agarrara pero no ocurrió por lo que la retiró- Y estonces pensé en su acompañante- Camino rápidamente hacia la pulga mientras Emile lo seguía juzgando con la mirada- Entonces me di cuenta que hasta el momento no hemos presenciado un show donde esté solo él frente a los reflectores
-Él siempre está en los reflectores, no sé a donde quieres lle_
-SOLO. Todo músico talentoso en algún momento de su vida pasa por ello. Lucille lo hacía antes de que llegara, no veo el porque no hacerle un espacio para que se apropie del escenario totalmente. Además que Lucille, podrías descansar y quién sabe... tal vez... salir a un lujoso restaurante... solo digo-
La dama estaba apunto de contradecirlo, pero el solo hecho de pensarlo la hizo dudar. Francoeur no había pasado nunca por un momento así, por lo que no sabría como reaccionarían los espectadores si llegara a haber un "accidente". Pero también estaba el hecho de que podría ser su oportunidad para con el tiempo tener sus propias presentaciones.
Aunque no lo pareciera, muchos del público lo pedían, en el momento que cantaba, ella podía sentir como muchos lo miraban con deseo de más, pidiendo poder escucharlo más seguido o que su voz sea la canción, sin necesidad de instrumentos o alguien secundario.
Su rostro quedó en medio de sus pensamientos, planificando el que haría en esas situaciones o que le diría para que pudiera seguir su vida como humano, aunque no lo fuera.
-Estás preocupada por él ¿No es así?- Su pareja la interrumpió agarrándola de los hombros detrás de ella- No te preocupes, va a estar bien. Nadie lo va a menospreciar, burlar o hacer alguna broma pesada. De hecho creo que podría ser totalmente lo contrario, digo, el tener un club de fans no es para todos
-¿Club de fans? Raoul, si este es uno de tus trucos te digo que no voy a caer- Giró sobre sí misma para verlo, lo cual provocó que él retrocediera un poco por instinto
-Pero no es truco Lucille, tu tienes en conocimiento que a veces le suelen llegar algunas cartas- Caminó hacia el espejo, empezando a abrir uno por uno los cajones con los que contaba- ¿Donde están? Juro que las había visto por aquí
-¿Te refieres a estas?- Lucille abrió uno al final de todos sacando una bolsa repleta de ellas
-¡Bingo! Ahora si me lo permites... - Extendió su mano, en la cual llegó lo que pedía mediante la dama
-Solo son mensajes de otros cabarés- Miró como es que Raoul abría la bolsa- en un inicio lo presenté como un músico que venía a visitarnos, así que fue cuestión de tiempo para que la gente empezara a extender la noticia sobre él y muchos locales estuvieran interesados en contratarlo-
-¿No le dijiste nada sobre esto?- Empezó a pasar algunas que no parecían nada interesante por la portada
-Pues claro que se lo dije ¿No es así Francoeur?-
-...- Giro su rostro para asentir ante la pregunta de Lucille, sus brazos sostenían la guitarra tocando algunas notas con delicadeza y lentitud mientras que Emile estaba al frente suyo anotando cada uno de sus movimientos en una pequeña libreta
-¿Ves? Él no es mucho de interactuar con extraños, al carecer de voz propia temo que alguno de ellos lo utilice para sus propios fines aprovechandose de él- Le quitó las cartas a Raoul, volviendo a ordenarlas en la bolsa y metiéndolas donde habían estado en un principio
-Lucille... él no es un niño, estoy seguro que puede cuidarse por su cuenta, puedes hacer que empiece a interactuar más con otras personas además de nosotros, tal vez encuentre una manera de comunicarse sin la necesidad del habla-
La contraria suspiró girándo en su eje para ver que hacían Francoeur con Emile, ambos parecían estar en un ambiente muy tranquilo, ajenos a lo que estaban hablando. El de menor tamaño le hacía algunas preguntas y el músico le respondía tocando alguna nota de la guitarra, lo cual era anotado
Ella suspiró poniendo su mano en el pecho escuchando su propia respiración, por su mente pasó el momento en el que se conocieron por primera vez. Cuando estaba aterrada al encontrar al monstruo de Paris frente a su puerta.
Un monstruo que ahora tocaba dulces melodías y era su compañero en el escenario.
-Tienes razón, Raoul. Él necesita esto, no puede estar encerrado aquí toda su vida, debe aprender a socializar con otros y actuar de ser necesario-
-Bueno... eso no es a lo que me referí_
-Así que vamos a ayudarlo a que se acostumbre y pueda pasar por las calles como alguien normal. Hasta entonces espero contar con tu apoyo- Sus ojos se fijaron en Raoul esperando su respuesta
-Emmm... ¿Sabes que eso no es a lo que me refería?-
-Raoul ¿Estás con nosotros?-
Con la mirada busco ayuda de Emile, pero al parecer estaba demasiado distraido con Francoeur para notarlo, soltando un suspiro de decepción- Sí. Estoy contigo-
-Entonces preparemos un plan para empezar- Remangó las mangas de su traje, buscando entre los cajones-
-...¿Ahora?- Preguntó dudoso mirando como su amada se disponía a sacar un papel con una pluma con tinta
-Pues claro, si queremos que él aprenda debemos de empezar lo antes posible o ¿Acaso tienes otra forma?- Se levantó, tomando asiento frente a su espejo al ser la única mesa disponible sin flores cerca, además de no interrumpir la sesión que parecía tener con Emile
-No estoy seguro de esto Lucille...-
-Vamos Raoul, será más fácil si lo trabajamos juntos- Golpeó un poco la madera para darle a entender que se acercara
-Claro que sí...- Sonó desanimado antes de ver lo que su compañera iba a escribir
-Hasta la próxima cariño y... Francoeur-
Lucille lo beso en la mejilla mientras le abría la puerta para que saliera con tranquilidad.
Emile siguió a Raoul, no sin antes acomodarse bien su saco y asegurarse que el blog de notas esté presente junto a sus escrituras.
-Muchas gracias por la canción, hasta pronto señorita Lucille- Le dio una pequeña reverencia y salió detrás de su amigo.
Ambos caminaron hacia la puerta de salida, escuchando como detrás de ellos, la puerta se cerraba.
Raoul colocó sus manos en su rostro con cansancio y un tanto frustrado, mientras que Emile taradeaba una canción con las notas en la mano, siguiéndolas con su dedo.
-¿Que es lo que tanto hablabas con Francoeur que no te dignabas a ayudarme?-
-¿Um? Oh eso. Tener un amigo artista no es algo que cualquiera tenga, así que le pedí de favor algunas canciones para mi próxima gran obra cinematográfica ¡Te lo juro Raoul! Será algo que cambie la forma en la que vemos películas-
Una ligera risa salió del mencionado mientras abría la puerta principal del lugar para salir- Y yo que pensaba que era para Maud-
-¿M-Maud?... yo.. este.. es que ella.. esto...- Su compañero le fruncio el ceño levantándo una ceja mientras cerraba la puerta al ya encontrarse afuera, lo cual lo llevó de nuevo a la realidad- Ella merece algo mejor que esto, digo... ella es un wow y-y creo que por el momento estoy bien con las tarjetas, no quiero sonar como alguien apresurado ¿Sabes?
-Sí, sí pillín. Ya le dijiste tus sentimientos, ahora solo falta que los demuestres, sigue a tu amigo Raoul, el cual consiguió el corazón del ángel de Paris-Sonaba demasiado orgulloso señalándose así mismo
-No creo que eso sea lo mío, digo... Lucille te ama pero creo que se siente afixiada por todas las cosas que le das ¿Alguna vez han hecho algo juntos además de verla solo en sus presentaciones?-
-No- Se desanimó un poco mirando el letrero que indicaba las calles, en uno de ellos estaba escrita la palabra "Francoeur", Lucille le mencionó que fue gracias a él que le pudo dar ese nombre a su querido amigo- Ella está muy preocupada con sus obras y... Francoeur, pensé que la idea de hoy la animaría a salir más
-¿La de presentar a Francoeur como un artista individual?-
-Exacto, Lucille ya no tendría que estar ahí la mayoría de días para sus presentaciones, podrían intercalarse, pero creo que ella lo entendió mal y ahora estoy comprometido a ayudarla con las clases de habilidades sociales para él-
-Mmm, eso podría ayudarte a pasar más tiempo con ella, pero ¿Con que tiempo van a hacer todo eso? Ella está todo el día en ese lugar-
-En las mañanas, ella solo actúa durante las noches y antes en esos tiempos se encargaba de practicar con Francoeur, pero ahora su prioridad va a ser enseñarle como comportarse más como un humano, por lo que tendré que venir temprano para acompañarla, le diré al doctor que me retrasaré algunas veces con las entregas, espero que lo entienda-
-Tu si que sabes como meter la pata, pero vamos. Estoy seguro que vas a estar bien, aprovecha esos momentos para conectarte más con ella y nuestro amigo, no solo para pedirle favores y complacer a Lucille-
-Por supuesto...-
Ambos siguieron caminando entre las calles en búsqueda del medio de transporte del más alto, el cual no se acordaba donde lo había dejado por lo que siguieron sin rumbo hasta dar con el.
Estos si que iban a ser días largos, muy pero muy largos.
Continuará...
Un gusto mis pesadillas, aquí Natura reportándose.
Un libro que más que todo lo hago por el hecho de que no he visto muchas lecturas sobre esta hermosa película y necesitaba al menos alguna, apesar de no tener una buena habilidad escribiendo se hará el intento.
Como se mencionó se hará con la idea de la película, donde Lucille terminó en una relación con Raoul, algo así como una... ¿secuela? pero versión fanfic para ser feliz.
Sin más, nos vemos mis pesadillas.
Dudas----
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