—Así que sí eras tú después de todo...

No podía creer que estaba cara a cara frente a la persona que me venía acosando hace días. Pero si durante todo este tiempo se mantuvo en las sombras sin dejar pistas que pudiesen delatarla ¿Por qué salir ahora?

—Sí —Asintió con pesar—, y sé que hice mal con todas mis acciones, pero estoy aquí para solucionarlo.

—¿A que te refieres? —Cuestioné cruzando los brazos sobre mi pecho.

¿Estará bien confiar en su palabra después de todo? Supongo que a esto se refiere la gente con lo de "creer o reventar".

—Hay varias cosas que deberías saber —Comenzó, sus dedos jugaban con su trenza—. Te preguntarás por qué hice lo de las fotos y la razón es que... escuche algunos rumores sobre ti.

¿Rumores?¿Todo esto se basó en simples rumores? Un poco extremista a mi criterio. Creo que mi seño fruncido es una muestra muda de mi desconfianza.

—Soy compañera de clases de Ken Akemi. En clases la oí hablar con sus amigas sobre una chica nueva que intentaba dañar a uno de los miembros del Host Club y bueno... no podía quedarme de brazos cruzados al escuchar eso. Soy una cliente regular de los Hosts.

—Eso no tiene sentido —Negué sin poder creer lo que escuchaba. Bueno, en parte no sabía la clase de persona que era Akemi además de un débil intento de bully—. Además, yo no sería capaz de hacer algo como eso, ni siquiera tengo motivos.

—¡Si, lo se! Ahora lo se, pero estaba tan ¡Agh! —Presionó el puente de su nariz entre sus dedos con frustración—. No tengo ningún derecho a excusarme por estas cosas... Solo te vi varias veces con Haruhi-kun y pensé "Así que su objetivo es el niño becado" y creí que tratabas de jugar con sus sentimientos de alguna forma, por lo tanto cuando te vi en ciertas situaciones comprometedoras junto a Honey-senpai crei que era mi oportunidad para abrir los ojos del pobre muchacho.

—Primero —Levanté mi dedo índice para enfatizar mis palabras—, eso es totalmente falso, Haruhi-kun solo es un amigo. Segundo —Eleve el dedo medio para acompañar al anterior— ¿No se te ocurrió que si eso estuviese ocurriendo podrían haberse peleado por tus fotos?

El color rojo subió a su rostro delantando su vergüenza y rascó una de sus mejillas en busca de respuestas a mi acusación.

—Pensé que solo seria temporal, no conozco personas más unidas que las del Host Club.

—¿Y las fotos a las demás personas? —Inquirí luego de un suspiro— ¿Qué tienen que ver Ayami y Akemi con todo esto?

—Bueno, estaba muy molesta... Las fotos a Akemi fueron enviadas porque se que Honey-senpai es su Host favorito y ella se encargaría de alejarte no solo de Mitsukuni sino de todo el Host de una buena vez y a Ayami-san fueron enviadas porque la vi algunas veces junto a ti y esa chica me da mucha lastima, para serte sincera. No quería que otra persona la haga sufrir nuevamente así que cuando supe que ocupaba la mesa de Honey-senpai pensé que si le enviaba las fotos y veía que intentabas cosas con Honey se alejaría por su propia cuenta.

—Pero a Ayami-chan le gusta Mori-senpai —Le aclaré.

—Tambien me enteré de esa parte demasiado tarde... —Rió nerviosa chocando la punta de sus dedos índices—. Ella misma vino hacia mí y me contó cómo eran las cosas en realidad

Eso me sorprendió, sabía que ella me había dicho que tenía sus sospechas sobre el responsable de las fotografías ¿Pero enfrentarse sola?

—¿Ayami-chan hizo eso?

—Sí, pero le pedí que no te cuente sobre nuestro encuentro, quería disculparme contigo una vez hablemos personalmente y a solas.

Solo asentí estando de acuerdo con eso ¿Cómo se supone que reaccioné ante las cosas que me acaba de confesar?

—Y lamento mucho todos los inconvenientes que causé —Juntó sus palmas y realizó una profunda reverencia como disculpa que duró unos cuantos segundos—. Solo intentaba ayudar a los miembros del Host Club pero ahora no puedo siquiera entrar al Tercer Salón de Música sin sentirme culpable. Me dejé engañar por las palabras de Ken Akemi, y yo que creí conocer conocerla después de todo lo que le hizo a la pobre de Ayami-san junto a su hermano.

¿Todo lo que le hizo? ¿Cuántas cosas habrá sufrido mi nueva amiga por parte de los hermanos Ken? Recuerdo las palabras de Akemi la vez que la oí en los baños del campamento, al igual que la advertencia de Ayami sobre no bajar la guardia ante ambos hermanos.

Pero al igual que lo hizo esta vez conmigo, no permitiré que la hagan sufrir más. Quiero verla sana, alegre y segura.

—No sé hasta que extremo llegarán trás mi intervención, pero prometo hacer lo posible para remediar los problemas que puedan causarte.

—Entonces... ¿No más fotos? —Averigué para saber si de verdad podía sentirme en privacidad de nuevo.

Privacidad que, si se da la oportunidad, podría compartir con Mitsukuni.

—No más fotos —Asintió haciendome sentir que perdía un gran peso sobre mis hombros— ¿Sería demasiado de mi parte el pedirte que mi identidad no sea revelada a los demás Host? De verdad extraño verlos y no tengo otra oportunidad de interactuar con Kyouya-kun además de su club.

Lo pienso por unos segundos y no veo ninguna razón por la que negarme, ella actuó de buen corazón después de todo. Y yo no soy nadie aquí como para demandar a los demás dónde pueden o no estar.

—Me parece correcto.

Sus ojos brillan acompañando una sonrisa de pura felicidad y, sin esperarme su próximo movimiento, me abraza con euforia por más que tenga que inclinarse por la diferencia de estatura entre ambas.

—¡Muchas gracias, Aiko-chan! Seré tu senpai preferida, ya lo verás.

Prefiero ignorar lo incómoda que me siento con su intromisión en mi espacio personal y le doy pequeñas palmadas en la espalda con cuidado. Se separa poco después y una sonrisa pícara ocupa su cara a la vez que se inclina lo suficiente para quedar a mi altura una vez más.

—Me alegra que Honey-senpai tenga una novia tan linda.

La escuché reir al abrir los ojos totalmente impresionada con su suposición y se apresuró a despeinar mi cabello con una de sus manos antes de salir casi corriendo en la misma dirección a la que se dirigía anteriormente.

—¡No somos nada! —Grité en respuesta cuando reaccioné.

—¡Aún! —La oí replicar antes de desaparecer de mi vista por completo.

¿Qué le pasa hoy a todo el mundo? Ven un casi-beso y ya se escandalizan. No quiero saber como sería si nos hubiésemos besado esa vez.

Aunque, si lo pienso mejor, no me molesta la idea de que se hubiese concretado.

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Tercer Sala de Música

—Así que ya todo está solucionado —Sentencié.

Después de dejar el lugar acomodado y listo para un nuevo día de actividades, y aprovechando los minutos antes de abrir las puertas del Host Club, decidí que era un buen momento para dar la noticia. Evitando ciertos detalles para no causar revuelos innecesarios.

No más fotos, no más colorados persiguiendo mis pasos a "escondidas".

—¡Eso es fantástico, Aiko-chan! —Tamaki fue el primero en hablar tras las buenas nuevas.

—¿Eso es todo? ¿Chismes? —Preguntó Haruhi algo inconforme con la información. De todas formas no pudo seguir con su diálogo ya que un feliz Tamaki la atrapó con una historia de algo que no venía al caso.

—¿Entonces trajimos todo esto para nada? —La queja simultánea de los Hitachiin la acompañaron arrojando una caja extraña, que cargaban justo en ese momento, al suelo.

¿Acaso decía "Spy Company"? ¿Qué pensaban hacer con eso?

—¿Pero quién habrá empezado con todo esto de los rumores? —Kyouya habló, aunque se veía complacido era obvio que el iba a querer saber los detalles.

Simplemente me hundí de hombros, haciéndome la desentendida, quería evitar los problemas por ahora. Suficiente tenía ya con el regreso de mis padres y la "amenaza" de Akemi.

—Ai-chan —Oí esa voz dulce acompañada de un leve tirón en la manga izquierda de mi uniforme.

—Honey-senpai.

¿No estaré sonrojada, verdad? De todas formas omití mirar su rostro por prevención, la corbata de su uniforme era lo único que se robaba mi atención en ese momento.

—Es muy bueno que se haya solucionado el problema, Ai-chan. Pero... —Tuve que levantar la vista a sus ojos en ese momento ¿Pero? ¿Había algo malo?—, me gustaría seguir los entrenamientos ¡Hay muchas cosas que aún no te enseñé, Ai-chan!

¿Eso que oigo son mis latidos?

—Yo... —Necesite remojar mis labios en la busqueda de palabras. Además de evitar el pequeño temblor de mi voz—. Me encantaría ¡Honey-sensei!

El ruido de su risa inocente y feliz llegó a mis tímpanos, era agradable y extrañamente no quería que acabase. No sé cómo no me pregunté antes sobre mis sentimientos hacia el rubio, siendo tan indiferente a todo por un tiempo, pero no fue difícil descubrir la verdad.

Solo aprovecharía de su compañía, pero no podía arriesgarme a mucho más que eso, ya que después de cumplir mi parte del trato me iré. Y espero irme con buenos recuerdos junto a cada uno de mis locos compañeros.

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Tutoría

Biblioteca, la de siempre. Mesa, la de siempre. Isomu, el de siempre.

¿Entonces por qué sentía un ambiente tan distinto al usual?

—No lo entiendo.

Ya había triturado mi lápiz entre mi dientes y jalado de mi cabello durante diez minutos seguidos, mi cerebro seguía igual de blanco que al inicio.

—Ya te dejé notas que serán útiles, yo debo irme ahora.

Acercó mi cuadernillo de notas y guardó todo lo que había usado en su portafolio con una calma estresante.

—¿Está todo bien? —Me atreví a preguntar.

—Nada de que preocuparse —Habló acomodando su uniforme con elegancia—. Nos vemos luego.

—Adiós.

Me despedí con la mano hasta que desapareció tras la puerta ¿Qué habrá ocurrido? Tuve que sacudir la cabeza para sacar la curiosidad de mi cerebro. Guardé mis útiles para irme tambien a mi casa dónde podría estudiar con más calma. Los pasillos estaban tranquilos y debido a la poca cantidad de estudiantes que concurrían el edificio a esta hora pude llegar a mi limusina con solo unos minutos de caminata.

Tomé el cuadernillo para dar un breve repaso de las notas en el viaje. Aburrido, aburrido, aburrido, abu...

—¿Qué?

"Es una lástima, en verdad me caías bien".

Eso no era Geografía.