Capítulo 6: Rasgos únicos
Historia de la Familia Imperial.
Libro de Primera edición.
Volumen II
Capitulo 258
" La familia Imperial poseían unos ojos rojos que se desia eran la sangre que derramaron los ante pasados para proteger el Imperio"
Eran un signo de poder absoluto los hacía únicos en su clase, hermosos como ningún otro.
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El caballo negro, tan negro como un abismo era la definición de que poseían el poder de controlar hasta la oscuridad.
Una hermosa pero aterradora oscuridad.
Algo que odiaba era que mencionaron el hecho de que poseo la sangre de aquellos bastardos que llacian pudriéndose en las llamas del infierno.
Y otra cosa que odiaba más que mi sangre eran estos rasgos, esos razgos que resaltaban a cualquier lugar que fuera, eran la clara evidencia que podría está sangre que aborrecía y les daba el poder a los demás de saber quién era.
—¡Bastardos inútiles!—caminaba colerizado por los pasillos del palacio de Garnett—¡Creen que pueden hacer los que les plazca!—
Los viejos del consejo Imperial eran tan molestos con sus estúpidos consejos y decisiones.
Sí, actualmente sabianque era el absoluto gobernar te de Obelia, pero las estúpidas reglas de mis antepasados eran una molestia.
No había sido reconocido como Emperador por los nobles, por lo que debía realizar una coronación y nombramiento como nuevo Emperador de manera formal.
—¿¡Que más pruebas quieren de que soy Emperador!?— abrí la puerta de mi habitación con brusquedad, inmediatamente mire el escritorio a un costado y el montón de documentos que ahí se encontraban— ¿¡Ya todo el trabajo que llevo es suficiente!? No necesito más, un nombramiento oficial es una molestia.
Estaba irrita después de la reunión, generalmente era molestó pero hoy fue especialmente irritante.
—Majestad—
—¿¡Que!?—voltee a mirar a Félix quien llego de la nada a interrumpir mis quejas.
—Un mensajero de Atlanta trajo un mensaje con el sello de la familia real—Arrugue mi seño en desconfianza, no manteníamls contacto con el reino de Atlanta desde hace años. El tratado de paz seguía intacto y sin problemas así que un mensaje era indicio de problemas.
Tks.
La molestia seguí creciendo más y más un problema tras otro era como si todo se acumulará simplemente para hacerme enojar.
Félix me entrego aquel pergamino que estaba perfectamente cerrado y sellado con el escudo de la familia real de Atlanta. Recuerdo haber leído que los mensajes entre la familia real se enviaban vía un hechizo mágico especial, así se mantenía confidenciales pero al parecer a el actual gobernante se le olvidaron las tradiciones y reglas.
¿Así de inutil era?
—¡Ja!—lei con cuidado cada palabra del dichoso mensaje y efectivamente eran problemas y más molestias para mí—jodidos interesados.
Queme el pergamino.
—¿Que decía el mensaje su majestad?—
—Vendran— fijé mi mirada enojada en Félix— Los dos jóvenes príncipes de Atlanta vendrán a mi nombramiento oficial a Emperador. Es un evento "único" en la historia y estos quieren precenciar el momento en que acienda formalmente al trono en especial la joven princesa la cual me "admira" mucho desea poder conocerme en persona.
—Oh— Félix me mira y puedo notar como contiene su diversión — ¿no sería una buena oportunidad?.
—¿¡OPORTUNIDAD!?—
— No se altere majestad, solo digo que sería una buena oportunidad uno; relacionarse con ellos de manera amistosa sería ventajoso, Atlanta siempre a estado neutro desde todo lo acontecido generalmente ellos deberían ser más activos respecto a lo que pase en Obelia después de todo tenemos un tratado y ellos tienen ciertos derechos sobre Obelia— y ahí iba de nuevo, recordándome todo y regañandome junto como recuerdo.
—Lo se, pero no veo el por que deba conocer personalmente a la princesa el príncipe es quien debe ser la prioridad en esta visita—.
— Y de ahí el punto dos; Apesar de que el joven príncipe de Atlanta es el próximo gobernaré y el que se encarga de todo, no suele aparecer en público solo el actual emperador y la princesa— me explica— ¿Por qué no aparece el príncipe? Al ser el sucesor el debería estar más cerca del emperador y convivir más con eventos sociales, pero solo es la princesa quien aparece.
Tenia dos motivos muy buenos.
—Esta bien—suspire— está situación e inesperada visita es sospechosa, así que trataré y recibiré cordialmente a los jóvenes príncipes, que les den una bienvenida adecuada y todo lo que necesiten.
—¿Cuando los recibirá majestad?—
—Al día siguiente, necesitaran descansar y yo mentalizarme para manejar todo lo que se avecina—
Y con el simple chasquido de mis dedos desaparecí de el lugar. Necesitaba descansar de todo, Félix me había dicho del pueblo que quedaba fuera de la capital, un lugar el cual al estar en la frontera de Obelia tenían poco conocimiento de la familia Imperial.
Me sorprendió mucho ver qué ese pequeño pueblo era bajo en educación pero sorprendermente muy próspero en el mercado.
Era una variación entre los objetos fauna, flora y gastronomía de muchos lugares diferentes, inclusive había personas con razgos muy diferentes a los Obelianos.
Piel oscura.
Ojos negros.
Era interesante de admirar y lo que más me agrado fue que, yo no llamaba la atención en absoluto.
A nadie parecia importarle, quizá soor que ya estaban acostumbrados.
Una vez llegue a el inicio del pequeño pueblo camine por el camino que había memorizado ya, a la distancia pude notar el cendero que lleva al bosque. En este pueblo tenía un lugar en el que me gustaba estar y era bajo la fresca sombre de aquel árbol.
Era tranquilo y se sentía como los viejos tiempos.
Ya estando cerca pude ver un destello rosa y amarillo un poco apartado del árbol.
Era ella de nuevo.
Miraba en dirección al árbol ligeramente inclinada. Mire confundido su actitud
¿Que demonios estaba haciendo?
Parecía querer ver el árbol más de cerca.
—¿Que estás haciendo?—
—¡Ahhh!—
¡PLAF!
Todo quedó en silencio, senti que todo se paralizó por un momento y lleve mi mano a mi mejilla en la cual empezaba a sentir un leve ardor.
—¡ERES TU!— me miró aliviada acercándose rápidamente— De verdad lo siento, me sorprendiste y fue un reflejo.
Seguía observándola, ella acababa de golpearme, baje la mirada y recuerdos llegaron a mi mente en un instante.
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[Yo no era el legítimo heredero de este un Imperio, simplemente había tomado a la fuerza lo que le pertenecía a alguien más.
—Tus ojos, cabello y sangre podran ser parte la familia real, pero la mitad de tu sangre es sucia— esa mirada despectiva y arrogante mirándome desde arriba creyendose mejor o superior— El que no poseas la capacidad para evitar ser herido lo demuestra, no eres más que un ilegítimo.
Tuve mi primer golpe de realidad a mis siete años de edad]
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La familia Imperial poseían una habilidad que se otorgaba al nacer a los hijos legítimos.
[Schutz]
Una habilidad que se mantenía oculta del resto del mundo y de cualquier libro de historia.
Aquella que protegía a los herederos y mantenia aquellos con malas intenciones alejados de ellos.
Una herida al portador de la habilidad era equivalente a el filo de 10 espadas siendo incrustados en el cuerpo de el atacante.
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—Oye... ¿realmente estás bien? Te vez abatido— sus manos apartaron la mía de el rostro y pude sentir el cálido tacto de su mano en mi mejilla— lamento el golpe ¿puedo hacer algo para compensarlo?.
Fijé mi mirada en ella, debería estar enojado.
Quería sentir esa furia que sentía cada que un recuerdo del pasado venía a mi mente pero por alguna razón no sentía nada.
¿Tristeza?
¿Confusión?
¿Miedo?
Sostuve su mirada, sus ojos azules me veían con preocupación en un impulso lleve mi mano sobre la de ella, acción que la sobre salto pero aún así no se alejo de mi.
—Quiero que respondas una pregunta, Athanasia— dije sin apartar la mirada de ella.
—Clara, la que tú quiera— su respuesta fue inmediata dandome una sonrisa.
—Mis ojos y cabello...— solté, pero nuevamente sentí mi interior llenarse de pánico y recuerdos, revivir ese día no quería— ¿Que piensas de ellos?.
Su mirada cambio a una confundida, debió ser extraño para ella una pregunta sin sentido alguno.
—Son hermosos—sonrio—tienes unos Rasgos Únicos Lucas, no sé que tipo de sentimientos te aflijen tampoco nos conocemos pero... "Siempre que una persona está triste hablar con sinceridad puede cambiar su día"—conocia las palabras que salían de ella, la seguí en su relató.
"Por eso no ignores una pregunta que vengan de unos ojos llenos de confusión, puede ser que sea el detonante de su destrucción"
—Pagina 455 de; Un monstruo entre los humanos— menciono ella— ¿También te gusta leer Lucas?—.
—Si— apreté ligeramente su mano— Me gusta.
Continuara... Cha! Chan! Channnn! 💫
Jajajajaja perdóneme estoy re feliz amo este capítulo [El Lucathy más que todo] ame totalmente como quedó sentí que se amaron ya ajajajajajajaja dios soy yo quien escribe esto y quedé más pica que queso en panadería.
🙃
En fin los amo se me cuidan y pronto más actualizaciones ❤️❤️💫
Se despide 💫Vys 💫
❤️Bye, bye❤️
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