único
La novia de Roseanne Park había muerto.
Su teléfono no paraba de llenarse de mensajes de sus amigos, todos decían que era un infortunado accidente. Cayó de las escaleras de su casa y no pudo sobrevivir.
La vida de Jennie había llegado a su fin dicho día.
Roseanne no podía aceptar que su novia no se encontrará más en ese mundo, es por eso que no ha ido a la escuela en los últimos días. Ella no pudo hacer nada para salvarla, siempre pensó que la vería cada mañana como siempre acostumbraba en la puerta de su casa... Lista para ir a clases y empezar el día. Roseanne simplemente no ha podido sobrellevarlo.
O bueno... Eso es lo que piensan todos.
La verdad es que Roseanne mató a su novia, pero nadie sabe todo lo que hay detrás de eso.
La maté, de verdad la maté.
Roseanne llevaba días encerrada en su habitación reviviendo todo, aun no podía entender como Jennie, la chica tierna de la escuela no era como muchos pensaban.
Jennie Kim era el tipo de chica que enamora a cualquiera, tenía un bonito cabello castaño largo que estaba a juego con sus ojos color miel y su nariz tan bonita. Su voz era de un tono amable y cuando te acercabas a ella, podías olor perfectamente su perfume.
De todos los chicos y chicas del salón que había cautivado con su belleza, ella había escogido como novia a Roseanne Park
—Rosie tengamos una cita hoy —Jennie siempre daba la iniciativa, Roseanne solo seguía— Vayamos a ver los animalitos al zoológico.
Roseanne solo asentía a cada plan de la chica, ella no se consideraba completamente enamorada, pero lo intentaba... Estaba dispuesta a darlo todo por aquella tierna y dulce chica...
Hasta ese día.
🔪
Roseanne sentía a su novia cada vez más rara, pasaban de tener lindas citas a constantes peleas, la mayoría de ellas solo por los celos de la castaña, el otro tanto era, porque Jennie seguía la rubia a cada lugar que iba.
Ese día Roseanne regresaba de su casa cuando sintió que la seguían, disimuladamente en un crucé volteó su cabeza para encontrar una cabellera castaña escondiéndose detrás de un poste de luz.
—Es Jennie —susurró para ella misma.
La rubia siguió el camino a su casa sin prestarle mucha atención a la castaña que venía siguiéndola.
Una vez entró se sintió a salvo, cerró las cortinas para no dejar que ningún tipo de luz entrará y dejó todo apagado. Se encerró en el baño y sintió como su celular empezaba a vibrar.
"Sé que estás adentro Rosie. Pude ver tu sombra, ahora es probable que estés en el baño"
"¿Por qué no respondes mis mensajes?"
"Ya ha pasado más de cinco minutos"
"Respóndeme"
Roseanne apagó su teléfono y salió del baño cuando pasaron treinta minutos, no creía que su novia estuviera aun esperando afuera de su casa.
Una vez salió escuchó un click proveniente de su ventana y segundos después la figura de la castaña se presentaba ante ella.
—Hola Rosie —dijo con una sonrisa.
—J-Jennie.
—¿Creíste que podrías librarte de mí? Oh Rosie —conforme Roseanne se movía, la castaña la seguía— Yo nunca romperé contigo, incluso si estoy muerta.
Roseanne no creía, estaba convencida que la chica que siempre había conocido no era esa, la psicópata que tenía enfrente no era Jennie.
—No sabes todo lo que tarde en encontrarte Rosie, te estuve observando y siguiendo desde hace mucho —Roseanne miraba todo sorprendida— Necesitaba saber dónde estabas y con quién.
La rubia quería llegar a la cocina para pedir ayuda desde el teléfono de emergencia que tenía, pero esta se encontraba bajando las escaleras y Jennie se interponía en su camino.
—Seguí cada movimiento tuyo por meses, cada persona con la que hablabas —continuó la castaña— Cada lugar dónde estabas... Yo estaba ahí. Todo esto para que por fin me notarás, pero Rosie... —la castaña suspiró y miró seriamente a la rubia— Empezamos a pelear y parece que te quieres alejar de mí, yo no puedo permitir eso Rosie... Por nada del mundo, así sea la última vez que hablemos... Hoy.
Para Roseanne, Jennie estaba definitivamente loca.
—Aléjate de mí.
Roseanne no lo pensó más y sin medir las consecuencias empujo a la castaña, la vio lentamente caer de las escaleras de su casa. En la cara de la castaña no había temor, al contrario había una sonrisa, una sonrisa que siempre le había pertenecido a Roseanne.
🔪
La muerte de Jennie fue anunciada como un accidente, había muerto a causa de una lesión cerebral traumática grave por caer de las escaleras. La policía sospechó que alguien la hubiera empujado, por suerte para Roseanne no hubo testigos y ella pudo librarse de todo al decir que la había encontrado así.
—Ha sido un golpe de suerte, aunque ahora todos están atentos a mí —decía la rubia para sí misma— Después de todo, fue mi novia... Debería poder actuar triste, pero simplemente no puedo. Con su muerte puedo vivir completamente en paz.
Roseanne se acostó en su sillón, ya tendría la oportunidad de pensar en un plan para hoy.
—¿Debería salir? Aún debo planear que haré hoy.
En menos de un segundo, alguien se había acercado a la rubia y se había posicionado encima de ella.
—¿Qué te parece salir en una cita conmigo?
—¡¿J-JENNIE?!
La castaña miraba a la rubia completamente aturdida, que Jennie estuviera ahí era algo completamente imposible... Ella estaba muerta.
—Tú... Deberías estar muerta.
—Eso es muy cruel de tu parte Rosie —la castaña le mostraba una sonrisa— Yo, sí morí.
—Entonces... ¿E-eres un fantasma?
—Soy un espíritu —dijo la castaña— He venido a verte, porque te amo.
Roseanne no podía moverse, con dificultad agarró un vela que tenía en su mesa de estar.
—Aléjate de mí, espíritu y vuelve a dónde perteneces.
Jennie río y Roseanne vio cómo se paraba y apagaba la vela que tenía.
—Así no es como funcionan las cosas Rosie, verás...
La rubia no dejó a la castaña hablar y se fue a su cocina, volvió con la sal y empezó a tirarla alrededor de la rubia.
—Vete espíritu, déjame en paz.
—Rosie... La sal no me hará ningún efecto, solo estás haciendo un desastre.
Roseanne suspiró y miró a la castaña.
—Cada día me levantó y aún puedo ver tu sangre en las escaleras, sé que no debí hacerlo y perdón... Ahora he entendido eso, me levantó todos los días asustadas, no quiero encontrarme con las personas, porque siento que no aguantaré más y les diré todo —Roseanne quería gritar, pero debía controlarse— Y ahora después de todo... ¿Estás aquí para seguir persiguiéndome incluso muerta?
—Rosie, yo de verdad... De verdad lamento eso.
La rubia no esperaba tal respuesta de parte de Jennie.
—No puedo irme Rosie, todavía soy tuya —continuó la castaña— Pero, incluso si me alejas, incluso si me odias o incluso si me matas... No me importa, si eres una asesina lo acepto porque te amo a pesar de todo eso.
La sonrisa que mostraba la castaña ahora, era terrorífica. Roseanne no esperaba tal cambio en su hablar.
—Estaré contigo en tu habitación cuando te cambies, podré entrar al baño contigo cuando te duches... Simplemente no puedo esperar —la castaña agrando su sonrisa conforme hablaba— De alguna forma debo agradecerte estar muerta.
—Por favor Jennie, déjame en paz —habló Roseanne— Fue mi culpa, lo aceptó... Asumiré toda la culpa.
—No es como si fuera a dejar que hagas eso Rosie —dijo Jennie— Verás las leyes de la física ahora no aplican en mí, puedo hacer lo que yo quiera. Ten una cita conmigo, hay café que siempre quise visitar contigo
—Está bien —dijo Roseanne, después de todo...
No tenía opción.
🔪
—Ven Rosie, es por aquí —Jennie extendió su mano para Roseanne.
La rubia supuso que debía tomar su mano y así lo hizo, pero como Jennie era un espíritu no pudieron ni siquiera rozarlas.
—Oh, me había olvidado de esto —por un momento Roseanne juró ver a Jennie triste— No importa Rosie, vamos.
Roseanne se sentía culpable, lo había pensado mucho y pensaba que la verdadera razón por la que Jennie no podía irse del mundo de los vivos a dónde pertenecía, era porque seguía atada a ella. Es por eso que Roseanne estaba dispuesta a ayudarla a superarla.
—Este es el café Rosie —empezó a hablar feliz la castaña— Escuche que la torta Red Velvet es exquisita, deberíamos probar una.
—¿Es este? No es muy diferente del cuál solíamos ir Jennie.
—Vamos Rosie, no te quedes atrás.
Cuando Jennie estaba así, era como ver a cualquier otra chica ordinaria feliz de estar en una cita con su pareja, tal vez Roseanne pudo haberla juzgado mal. Solo tal vez.
—Por favor señorita tome asiento —la mesera le indico a Roseanne una mesa para dos— Espero no le importe, solo tenemos mesas para dos.
—No hay problema.
Cinco minutos después una torta Red Velvet se encontraba en la mesa, junto con un café amargo.
—Jennie... Pero tú no puedes comer ¿Cierto? —una parte de Roseanne se sentía triste por la castaña.
—No hay problema Rosie —una triste sonrisa se asomó en la castaña, quién rápidamente la cambio por una más alegre— Tú puedes probarlo y me dices cómo está.
Roseanne asintió, Jennie había hecho la orden, primero se había quejado porque no tenían del helado que siempre solía comer la rubia... Conocía sus gustos tan bien, que había sabido que después de la torta ella preferiría un café amargo para contrarrestar el dulce.
—¿Cómo está Rosie? —preguntó Jennie un tanto ansiosa— ¿Está bueno?
—Está igual que cualquier otra torta de Red Velvet Jen.
—Es mentira Rosie, tú no sabes diferenciar los buenos gustos —exclamó la castaña— Anda, dame un poco ¿Sí? ¿Sí?
—Pero... Tú no puedes comer, además me veré tonta haciendo eso... Nadie más puede verte.
—No me contradigas Park, hazlo.
Roseanne acercó la cuchara con torta a los labios de Jennie y esta puso una sonrisa, cuando se acercó para tomar el bocado, la cuchara simplemente la traspasó.
La castaña sonrió, pero lágrimas se asomaron a sus ojos, en ese momento ella parecía completamente triste.
—No funcionó Rosie —dijo Jennie con una triste sonrisa.
—Jen...
—Vamos Rosie, demos una vuelta por el parque.
🔪
Jennie corría alegre delante de Roseanne, mientras la rubia la miraba sonriendo, tal vez Jennie siempre fue así y ella tuvo la culpa de malograr a la chica tan feliz que solía ser.
—Me alegra que hayas aceptado Rosie —sonrió Jennie— Últimamente respondías poco mis mensajes, entonces era difícil tener este tipo de citas.
Jennie ¿Siempre fuiste así de tierna?
—Lo siento Jennie.
—No importa Rosie, eso es parte del pasado.
¿Siempre fuiste así de normal?
Jennie siempre había sido amable con los demás, abierta a citas hasta que llegó Roseanne. Aparentemente se convirtió en stalker, pero Roseanne no dejaba de pensar en eso, podría ser que hubiera mal interpretado las palabras de la castaña, pudo ser un efecto de verla muerta y sentirse culpable.
¿Acaso esto fue mi culpa?
—Me alegra haber muerto Rosie —dijo una sonriente Jennie— Tengamos más citas por favor.
—¿No me odias?
—No podría Rosie, de hecho no me molesta que me hayas matado. Era stalker contigo, pudo haber terminado peor la verdad y pude haber ido por el mal camino, en parte te agradezco y perdón Rosie.
No fue tu culpa Jennie.
—No tienes por qué sentirte culpable Rosie.
¿De verdad puedo no sentirme así?
🔪
Había pasado una semana desde que el espíritu de la castaña estaba atado a Roseanne, había llegado a la conclusión que no era algo que Jennie controlara... O bueno eso había dado a entender.
—Jen ¿Quieres dar una vuelta por la azotea del colegio?
Jennie asintió.
—¿Podemos tomarnos las manos Rosie?
—Pero Jen, recuerdas...
—Solo podemos poner una encima de la otra, no hace falta entrelazarlas.
Roseanne miró a la chica triste, aún se culpa por el hecho de que ella este en la tierra de los vivos.
—Okey.
A pesar de que Jennie no sería capaz de volver a tocar las manos de Roseanne otra vez, incluso de volver a abrazarla se sentía feliz. Ella se lo transmitía a Roseanne. Estaba satisfecha con pretender ser su novia otra vez.
Eso era lo que más le dolía a Roseanne.
Se sentía culpable por eso.
—¿No debemos volver a clase Rosie?
—Jen... —habló Roseanne— ¿Los espíritus pueden hacer contacto entre ellos?
Jennie asintió.
—He visto a varios, aunque tú no puedes verlos ellos siempre están... La mayoría aún no puede irse de este mundo.
Roseanne puso un pie en el filo de la azotea del colegio, simplemente le parecía injusto que Jennie estuviera atrapada en ese mundo, por culpa de ella.
—Jennie...
—Rosie bájate, es peligroso —gritaba Jennie— Por favor Rosie.
—Perdón por no poder tomarte la mano o poder abrazarte.
Jennie miró aterrorizada como Roseanne se giraba hacía ella y empezaba a caminar en dirección opuesta a dónde estaba ella.
—No hiciste nada malo Jennie, todo fue mi culpa —dijo suavemente— Perdón que te haya tocado una novia tan tonta.
Roseanne sin pensar se lanzó de la azotea, sin esperar a que la castaña pudiera decir algo.
—Rosie...
Varias personas se posicionaron alrededor del cuerpo de Roseanne, mientras que Jennie miraba desde lejos esperando el espíritu de la rubia.
—Eres una idiota Park.
—Fingiré que no dolió —dijo Roseanne con una sonrisa.
Jennie corrió hacia ella y por fin después de mucho tiempo pudo abrazarla. Roseanne correspondió y la abrazó con más fuerza, podía sentir otra vez a Jennie... Eso quería decir que su plan había funcionado.
—Ahora puedes superarme Jen, ya no hay necesidad de seguirme —dijo mientras la abrazaba— Perdón por haberte hecho tan triste.
Jennie se separó del abrazo de Roseanne y se secó las lágrimas, poco a poco un sonrisa se fue formando.
—Oh Rosie, de verdad me sorprendiste —dijo mientras la sonrisa de su rostro seguía creciendo— Nunca creí que te matarías tan pronto.
—¿Q-qué?
—Rosie ahora estaremos juntas por siempre, nadie te podrá alejar de mí, porque eres mía Roseanne Park.
Roseanne había caído en la trampa de Jennie, la chica que era dulce, pero también una completa psicópata.
𝖋𝖎𝖓
tenía muy abandonado por acá, así que traje algo en lo que me desocupo y actualizo todo
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro