ⅷ. 𝕸oon 𝕾pell
❛ 𝐎𝐂𝐄𝐀𝐍 𝐄𝐘𝐄𝐒 ❜
rikki chadwick fanfiction
𝖈𝖍𝖆𝖕𝖙𝖊𝖗 𝖊𝖎𝖌𝖍𝖙: Moon Spell
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ESTUVE CASI DOS SEMANAS EN CASA DE MI ABUELA EN NOOSA despues del cumpleaños de Emma, de probablemente el peor ataque que he tenido desde... No importa. Ya habia vuelto y me habia enterado de varias cosas como de que Rikki había salvado a Elliot, el hermanito de Emma; de ahogarse y el tuvo un pequeño crush en ella, tambien el como Kim hizo una travesura durante el concurso Reina del Mar.
El tiempo con mi abuela me había servido para despejarme de todo lo que pasaba en Gold Coast, y los asuntos... marítimos, aunque en cierta parte estuve desanimado porque empecé a pensar en mi futuro y la beca que rechace tiempo atras.
¿De que voy a vivir? No me faltaba mucho tiempo para graduarme. Tenía casi 17 y no podía estudiar lo que quería, todo por ser un monstruo mitológico, más el hecho de mis recientes ataques, el pagar mi terapia, etc. No solo me afectaba a mí, si no que a mí familia también.
Mamá y papá discutían cada vez más seguido, tenían deudas y estaban preocupados por mi. Kim estaba cada vez mas rebelde, y por los problemas económicos, Cleo obtuvo un trabajo en el parque marino. Yo era una carga que arruinaba todo y no pude aguantarlo, por eso fui a ver a mi abuela paterna, Victoria.
Y si, abuela paterna biológica. No la de mi padrastro, Don. Es complicado pero... yo y Cleo somos mas bien medio-hermanos. Mi mamá me tuvo con otro hombre cuya identidad desconozco, nos abandono por otra mujer llamada Ivonne, por tener otra vida. Luego ella conoció a Don, mi padrastro, y tuvieron a Cleo, años después a Kim.
Por lo poco que sé, mi papa biológico tampoco mantenía contacto con mi abuela. Ella ni siquiera tenia fotos de el por algo que paso en la familia y no era de mi conocimiento. Era como si él no existiera, todo lo que sabía de el era que tambien tenia un hermano que a la abuela no le gustaba mencionar. Gracias a ese problema familiar ni siquiera conocía a mi primo que debía tener mas o menos mi edad.
Originalmente tenía planeado quedarme unos dias mas en Noosa pero tuve que volver porque quería estar presente para la fiesta del Sr. Gilbert, el papá de Emma. Mi regreso seria una sorpresa para las chicas porque no les avise nada, la única que sabía era Cleo y ella ya estaba en casa de Emma junto con Rikki hace un buen rato mientras que yo apenas habia llegado.
Estaba en la puerta cuando las oí hablar, toqué el timbre y me atendió Elliot, y le hice una seña de que no dijera nada. Fui a la cocina, en donde ellas hablaban.
— Tendremos sorpresas y felicitaciones hasta las 21:00. — dijo Emma, quien sostenía un cuaderno. Supongo que era para anotar lo que faltaba y lo que ya estaba listo. La casa estaba decorada con muchos globos, y habian varios que eran negro.
Parecía un funeral.
— Bueno, creo que me adelanté un par de horas. — apareci de la nada detras de las chicas, quienes pegaron un salto del susto y un grito.
Mis oídos.
— ¡Theo! — sonrió Emma y me abrazo, a lo que yo correspondí felizmente el abrazo y segundos despues nos separamos. — ¿Cómo, cuándo? Creí que te quedarías unos dias más.
— Y así iba a ser pero quise volver antes para ayudar con la fiesta ademas que ya las extrañaba. — contesté con una sonrisa e iba a seguir hablando pero casi me caigo cuando Rikki se abalanzó para abrazarme, pero logre mantener el equilibrio. No pude evitar ruborizarme ante su gesto de afecto, ya que ella no era una persona muy cariñosa por lo que cada cosa que hacia, cada abrazo o palabra bonita, para mi valen mas que la antimateria.
— Cleo, ¿tu sabías que el volvía? — le preguntó Rikki a mi hermana, quien asintió mientras yo seguía abrazado a Rikki, mi mentón descansando en su cabeza. — Theo, no vuelvas a irte nunca más. Casi pierdo la cordura al quedarme con ellas dos sola. Fue una tortura, el hermano de Emma se enamoro de mi. Kim casi nos descubre... te perdiste de muchas cosas.
— Descuida, Cleo me contó todo. — respondí sonriente. — Y no me volveré a ir... al menos no en un largo tiempo. — El hecho de que ella me dijera eso me hacía sentir extrañamente...bien.
— Entonces... ¿Rikki, no? — dijo Cleo mientras me servía helado. Lo bueno de que ella trabajará en Sea World en un pequeño puesto de helados, era que yo podía conseguir postre gratis. — Te sonrojaste cuando ella te abrazo.
— Claro que no. — conteste, mirando mi helado sabor fresa y chocolate. Mis sabores favoritos.
— Claro que si. Tú nunca te sonrojas... — opinó ella. — Yo creo que ella gusta de tí. — agregó sonriente
— ¿Gustar de mí? — dije confundido. — Una persona puede gustar de otra de muchas formas, como amigo, como hermano, como persona...
— De manera romántica, Theo. — fruncí el ceño mientras dejaba mi helado por unos segundos—. No hay que pensarlo mucho. Eres con quien ella más pasa tiempo del grupo. Cuando dijo que le gustaban tus ojos... — ella siguió hablando pero estaba perdido en mis pensamientos
El imaginarme estar con Rikki para mi era un sueño que quedaría en eso, un sueño. Una fantasía. Yo sabía que no podía tener una relacion romántica. Al menos no así. ¿Quien demonios querría estar con un rarito que tiene ataques de pánico de la nada, dice que sus peces son sus amigos... y que ni siquiera tiene un buen futuro asegurado?
Nadie en su sano juicio. Rikki merecía a alguien mejor, alguien que no sea... bueno, yo.
— Piénsalo... — dijo Cleo antes de que llegará una señora de aproximadamente unos 60 años. Tenia cabello rubio con algunas canas y ojos azules.
— Vine a advertirles. — sus palabras me sacaron de mi mente. No sabía quien era ella pero ella me daba una sensación extraña y no sabia el porque.
— ¿A-advertirnos que? — pregunte confundido. — ¿Quien es usted?— esa señora se nos había acercado como si fuera nuestra amiga de toda la vida.
— Nunca hablen con las percas. No confíen en ellas — ¿Eh? No tenía sentido.
Las percas son peces maravillosos, que tal vez no eran deliciosos como comida pero eso no es su culpa, nadie le manda al ser humano comerlos o explotar su especie y contaminar las aguas.
—¿Por que hablaría con los peces? — dijo Cleo a lo que yo solo le di una pequeña mirada y luego volvi a mirar a la señora.
— Escuchen con atención, es importante. — Señora, con todo respeto, está diciendo cosas sin sentido alguno — No deben mirar el ojo de la luna.
— ¿El ojo? — Cleo estaba confundida al igual que yo.
— La luna llena. Es peligrosa. No la miren o a su reflejo... — ella siguio hablando —. Y cuando salga, no toquen el agua. Y tú, ellas son tus amigas, se que no quieres herirlas asi que alejate del tridente. Cueste lo que cueste, no actives la cámara... — ella me miro a mi.
¿De que esta hablando, señora?
Intenté hablar cuando llego Emma, cargando una bolsa de una tienda y tambien venía Rikki atrás de ella por lo que las miré y saludé con mi mano.
— Hola, chicos. — saludo Emma, cuando volví a mirar hacia donde estaba aquella misteriosa mujer, ella no estaba. Habia desaparecido como si fuera por arte de magia.
— U-ustedes la vieron, ¿No? — dije confundido.
— ¿A quién? — ambas miraron hacía donde yo apuntaba pero no había nadie.
— A la mujer que estaba aquí — contesto Cleo —. Lo sabe todo. Dijo que la luna llena era peligrosa.
— Y que no me acerqué a un tridente, que si activaba una camara, estaríamos perdidos. — añadí. ¿Será que se refiere a un tridente como el de tritón en la película de la sirenita? — Y que no hablemos con las percas... pobrecitos.
¿Una cámara? Solo podia pensar en las camaras para tomar fotos o videos.
— También de que nos cuidemos de la luna llena.
— Seguro tomó demasiado sol. — dijo Rikki, tratando de tranquilizar nos. Puede ser, yo digo muchas cosas locas cuando tomo demasiado sol, yo odio el calor pero irónicamente vivo en un pais en el que la mayoría del territorio es desierto y en verano llegamos a los 40 grados de temperatura.
— Hay algo diferente en ella. — dijo Cleo a lo que yo asentí.
— No tan diferente como estos. — Emma nos mostro unos zapatos con un poco de tacon, eran de color rosa con piedras decorativas. — Preciosos, ¿No?
— Son muy bonitos. Te quedaran perfectos. — la anime sonriente y de pronto llego Byron, quien camino cerca de Emma.
— Hola, Em. — tenía una sonrisa que según las novelas que veo con mi mamá, son de cuando alguien coquetea.
— Hola, Byron. — Emma movio su cabello a lo que yo la mire con una sonrisa, ellos se verían tan lindos juntos. — ¿Que?
— NO DEJO DE PENSAR EN LO QUE DIJO ESA MUJER — dijo Cleo. Ya era de noche y estabamos en casa de Emma en la puerta junto a Rikki y Emma mientras los invitados llegaban. — Cuidado con la luna llena.
— Y que ella sabía que yo las queria mucho y no queria herirlas asi que debía alejarme de un tridente — Lo admito, yo aún pensaba en un tridente como el del Rey Tritón.
— Somos sirenas. No somos hombres lobo. — contesto Rikki a lo que yo estoy ligeramente pensando, si existen las sirenas... y tritones ¿Existiran hombres lobos o vampiros?
— ¡Tía Thea! — saludó Emma a su tia de aproximadamente 50 años, quien empujaba la silla de ruedas de su madre, la abuela de Em. Su tía era la mujer mas odiosa que conocí en toda mi vida pero su abuela si era un amor de persona —. Me alegra verte. Abuela, te ves hermosa.
— Tú también, querida. — sonrio su abuela y tenia razon, Emma se veia muy bonita. Luego, su tía empujo la silla y siguió caminando cuando llego el Dr. Harrison Bennet con una mujer.
— Dr. Bennet, es bueno verlo. — saludo Emma. Ojalá pudiera decir lo mismo, el era igual o peor que su hijo.
— Creo que no conoces a Candy — dijo Harrison y me miró por unos segundos. El sabía bien la historia que yo y Zane teníamos, y puedo decir que creo que yo no le agrado al señor; nos presento una mujer rubia que estaba en sus 30s... se veia muy joven como para estar con el, y el tenia 52. — Lamentablemente mi hermano y su esposa no nos pudieron acompañar hoy.
No sabia que tenía un hermano.
— Es una pena pero por lo menos vinieron algunos de sus socios — sonrió Em mientras yo y Rikki notamos como atras estaba Zane y Miriam por lo que nos fuimos tan pronto como pudimos.
— ¿Estás seguro que podrás hacerlo? — preguntó Rikki mientras subiamos las escaleras hacia la habitacion de Emma. — No tienes que estar aqui si no quieres. La última vez, en la fiesta de Em... ¿Que paso? Tuviste un ataque de la nada despues de ver a Zane, incluso golpeaste tu cabeza. — entramos a la habitacion y nos sentamos en la cama. — Theo, tú sabes que me puedes contar lo que sea... ¿No?
Me sentía incómodo y quería irme luego de recordar la fiesta de pijamadas. La verdad queria contarle lo que paso ese dia pero aun me era difícil hablarlo, aún así, junté todo el coraje que fuera posible para hablarlo.
— Cuando ví a Zane con esos pastelillos, un recuerdo regresó a mí. Cuando tenia 12, él... Él y sus amigos me encerraron en un cubículo de un baño, lo hicieron a proposito para que no hubiera — Mi voz se volvio temblorosa, mis palabras eran torpes y sin darme cuenta, estaba llorando. — Ellos estaban en la puerta y.. me arrojaron basura, y en la basura había pastelillos podridos. Destruyeron mi mochila, mis libros...
Pude notar como su expresión era una mezcla de ira y de preocupación.
— E-en ocasiones me g-golpeaban... — El ambiente de la habitacion se transformó de tensó a uno relajado, reconfortante, y de pronto la sensación de incomodidad en mi fue reemplazada por una calidez que emanaba de la simple presencia de Rikki. Su gesto suave al limpiar mis lagrimas con su pulgar me hizo sentir seguro y cómodo.
Hicimos contacto visual, sus ojos de mar, antes domados por la ira, oscuros y turbulentos como las olas en una tempestad eran ahora como las olas jugando en una costa tranquila y etérea, llenos de comprensión, ternura y de un brillo unico que no podía descifrar del todo.
Después de un breve silencio, sentí el suave y reconfortante apoyo de su mano, y mi tristeza se desvaneció momentáneamente. Permitiendo que mi cabeza descansara en su mano, sentí un toque de... algo. El silencio entre nosotros se extendió, habia una sensacion diferente en el aire, algo indescifrable.
— Eres más fuerte de lo que crees, Theodore. — susurro y sin pensarlo, extendí mis brazos y la atraje hacia mi en un abrazo que ella devolvió casi al instante. Nuestros cuerpos se acurrucaron y todo se sentia... correcto. Sus palabras, sus acciones, ella, era un bálsamo para mi corazón.
— Te ves muy joven para andar con el padre de Zane. — sonrió Emma. Estaba actuando extraño y según Cleo, esto era hace ya diez minutos antes de que Rikki y yo volvieramos a la fiesta.
— ¿Como? — dijo confundida la novia de Harrison Bennet, Candy.
— Supongo que estas por su dinero. — rio antes de irse cuando la intercepte. Emma nunca actuaba asi, ella era amable incluso con la gente que no le agradaba.
— ¿Que pasa contigo? — Rikki frunció el ceño ante Emma.
— ¿Tienes fiebre? — pregunté, haciendo mis propias observaciones por su comportamiento. Emma era mucho mas ordenada, calmada, y se preocupa hasta por el más mínimo detalle y ella ahora era todo lo opuesto. — Te traeré agua...
— No me pasa nada, nena. Estoy fantástica. — le dió unas palmaditas en la mejilla a Rikki antes de marcharse y yo me dirigí a la cocina por un vaso de agua.
Abrí uno de los gabinetes y tomé un vaso para llenarlo con agua del grifo cuando vi el reflejo de la luna en el liquido y de repente...
author's note:
C
réditos a spiderlyk por el banner de despedida, muchas gracias Linn 💖
el proximo cap va a avanzar mas con rikki y theo <3
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