
02. Spikey
Se vistieron emocionados por su primer día de clase. Charlie se puso sus mejores galas y se miró orgullosa en el espejo. Se colocó al lado de Bree y el Sr. Davenport les habló del instituto.
-Os he entrenado para todo tipo de misiones, pero vais a entrar a un entorno hostil y peligroso.- les dijo, mientras los miraba asustados.- El instituto.
-Drama Queen.- le susurró a Chase y él rió un poco.
-Adam, Bree, vuestras fallas están bien. No tendréis problemas. Los que me preocupáis sois vosotros.- los miró a Chase y a Charlie.
-Le prometo que Ryuk no causará ningún problema.- dijo Charlotte.- Y haré que Spike tampoco.
-¿Quiénes son Ryuk y Spike?
-Nuestros comandos, cuando tenemos emociones muy intensas, se activan para protegernos. Son algo así como una mezcla de tiburón, león y demonio de Tasmania si estuvieran locos.- Leo palideció.
-No pasará nada, no desde la navidad pasada.- dijo Chase.
-¿Qué pasó la navidad pasada?- preguntó Leo.
-Adam y guantes de boxeo.- resumió Charlie.
Spike había agarrado a Charlie por la cintura y la había subido a un saco de patatas mientras ella pataleaba. El Sr. Davenport y Adam y Bree estaban escondidos ya que Spike les había estado tirando cosas.
-¡Y ahora, me voy a llevar a esta belleza conmigo, y nadie me lo va a impedir!- gritó Spike.
-¡Suéltame!- gritó Charlie.- ¡Spike malo!
Le dio una patada en la entrepierna, lo agarró por la cintura y lo tiró por encima de sí misma, haciéndole una llave de judo. Se alisó su pijama rojo con una imagen de Steve Rogers y se arregló el pelo.
-Y si me disculpas, voy a abrir ese regalo con mi nombre.
-Me parece bien.- dijo Chase en posición fetal.
-Aún me duele esa patada.- dijo Chase.
-No puedo arriesgarme a que Ryuk y Spike salgan. Sobre todo Ryuk, los poderes de Charlie ya son de por sí peligrosos; en el momento en que Ryuk los descubra, sería el fin de Mission Creek.
-¿Espera, Ryuk no sabe que tienes poderes?
-Sí, es que mi chip y el de Ryuk van por separado. El de Chase y Spike son los mismos.- resumió la chica. El Sr. Davenport asintió nervioso.
-Eh, Donald, mantendremos a Charlie fuera del peligro.- dijo Adam con su voz más adulta.
-No me llames Donald.
-¡¿Qué pasa conmigo?!- gritó Chase.
-YO me ocuparé de que no te pase nada.- dijo la de rizos, agarrándole la cara. Él sacó la lengua y le chupó la mano.
-Ai, qué asco.- se limpió en su camiseta.
El Sr. Davenport pareció meditar la propuesta y asintió en contra de su voluntad. Chase y Charlie comenzaron a saltar de alegría y él la abrazó. Se dio cuenta de lo que había hecho y se separó.
-Lo siento.- asintió Charlie.
-No pasa nada.
-Como me llame la directora diciéndome que Spike le ha roto la garganta a alguien o que Ryuk ha derrumbado un salón entero, no volvéis a ir.
Charlie abrazó al Sr. Davenport y él le dio una palmadita en la espalda. Se vistieron para el instituto y salieron hacia allí. En el camino, Bree fue separando a Charlie de cualquier peligro inminente mientras que a Chase lo dejaban apartado. Cuando llegaron, vieron a una señora muy bajita regañando a todo el mundo.
-Esa es la directora Perry. No os recomiendo que os acerquéis a ella. -Tras unos líos en los que Bree tiró a un profesor y en el que a Charlie se le enganchó el pelo en la cremallera de una chaqueta, por fin estuvieron un poco tranquilos.
-Aquí tu reputación depende de dónde te sientas. No te puedes sentar con los populares, pero te puedes sentar al lado de ellos.
-Pues Adam se ha sentado con los populares.
-¡¿Qué?!- gritó Leo.
-Que Adam se ha sentado con los populares, y voy a hacer lo mismo.- contestó, y al llegar allí, las chicas que supuso que eran animadoras por su uniforme, le hicieron un sitio y un montón de preguntas sobre su vida. Intentó contestarlas todas, pero eran un poco impacientes.
-Vale, chicas, dejadla en paz.- dijo una voz. La morena se giró y vio a Robbie sonriéndole. Suspiró aliviada y le dio un pequeño abrazo. Adam la empujó hacia un lado y ella se agarró a Chase para no caer.
-Hola, soy Adam, no nos han presentado.
-Soy Robin. Encantada.- le extendió la mano y Adam se la besó.
-Tío, suelta a mi hermana.- Max apareció y Bree les empujó esta vez a Chase y a Charlie.
-Hola, soy Bree, pero puedes llamarme cuando quieras.
-Bree es un nombre muy bonito.
-Pues deberías oír mi número de teléfono.
Charlie suspiró ya que le acababan de quitar a sus nuevos amigos. Se volvió a sentar y Chase se sentó a su lado. Comenzaron a hablar tranquilamente hasta que alguien le puso las manos en los hombros a Chase y comenzó a hacer fuerza.
-Hola, colega, creo que estás en mi sitio. Levántate. Ahora.- Chase fue a levantarse, pero la chica de su lado puso una mano indicando que se quedara sentado.
-Creo que existen mejores formas de pedirle el sitio a alguien, ¿no crees?- dijo Charlie. El chico la miró y sonrió.- O tu madre no te enseñó modales. Aunque claro, teniendo en cuenta tu personalidad de cavernícola, la pobre mujer hizo lo que pudo. Me apiado de ella.
-Vamos, preciosa, no te preocupes por alguien como él.- le acarició un mechón de pelo, pero Charlie le agarró la mano, se la retorció e hizo que su cara se estrellase contra la mesa.
-No vuelvas a tocarme o a llamarme preciosa.- sintió unas manos en sus hombros y era otro de los chicos. Le estaban... Oh, mierda. Enfadando.
Modo Comando Activado
Ryuk dio un puñetazo a uno de los chicos en el estómago, y a la que se agachó por el dolor, le pasó una pierna por el cuello y la tiró al suelo. Muchas personas la aplaudieron y otras muchas se quedaron mirándola asombradas. Miró a Chase, y su voz estaba muy grave; sonrió y él hizo lo mismo.
-¡Spikey!- gritó, abrazándole.
-Hola Ryuk.- dijo él. Pasó un brazo por su cuello y celebraron su victoria.
Charlie se fue a sentar a la mesa, donde Max y Robin le sonrieron celebrándolo con ella. Ella rió un poco y las animadoras empezaron a alejarse poco a poco; al parecer, no les gustaba que amenazaran a sus novios. Comenzó a comer tranquilamente bajo la atenta mirada de Spike.
Una vez terminada la comida, la gente los miraba asustada, y no los culpaba. Sus pequeñas mentes cavernícolas no podrían entender su brillantez, mucho menos la de Spikey. Era tan mono cuando amenazaba a la gente con arrancarles la espina dorsal...
-Dejad paso a los perros alfa.- Rodó los ojos ante las palabras de Leo y lo empujó, haciendo que acabara en el suelo.
-¡Oye!- le miró mal, y él se levantó asustado. Siguieron caminando, y un chico le pasó un papel con unos números y el que supuso que era su nombre. Spikey se tragó el papel, y el chico huyó despavorido.
-¡Oídme todos, que nadie se acerque ni la mire, ella tiene pareja, y soy yo!- dejó un beso en la mejilla de Spike, y él le sonrió.
-Espera, ¿qué?- dijo Leo.
-Oh sí, Ryuk y Spike son pareja.
-¿Y Chase y Charlie?- puso los ojos en blanco ante la mención de esos nombres.
-No lo saben. Y no planeamos contárselo.- terminó Bree. La miró, y ella le sonrió alegre.
Modo Comando Desactivado
Charlie volvió a ser ella misma y cuando Chase, o mejor dicho Spike, intentó darle un beso, le lanzó por encima de su hombro (multimedia), tirándolo al suelo y manteniéndolo inmovilizado. Spike le sonrió y ella se levantó, asqueada por el intento de acercamiento de Spike. Ni que fuese Andrew Garfield.
-Veo que Charlotte ha vuelto.- dijo Spike, recibiendo una colleja de parte de Charlie.
-Es Charlie, anormal.- replicó ella.
-¿Charlie?.- La voz de Chase volvió a la normalidad.
-Oh, gracias a los Dioses.- respondió ella, llevándose una mano al pecho.
Bree, Adam y Leo comenzaron a contarles lo que había pasado con Ryuk y Spike, mientras Charlie solo cubría su cara de vergüenza. Intentaron calmarlos sin mucho éxito. Lo único que la salvaba de querer morirse en ese momento era que ya era la hora de comer.
-Sabes, a Ryuk le han dado el teléfono.- dijo Bree.- Aunque, pensándolo bien, fue a Charlie, porque no sabían que era Ryuk.- Charlie miró a su mejor amiga y se sonrojó.- Luego Spike se comió el papel.
-Gracias, Spike, ahora me quedaré soltera otros 16 años.- rió Bree.
-Si dentro de 16 años ninguna tiene pareja, tú y yo nos casamos.- dijo Bree.
-Trato.- respondió la de rizos, enlazando sus meñiques con los de su mejor amiga antes de ir junto a los chicos.
Comenzaron a comer tranquilamente hasta que oyeron que alguien entraba rápidamente en el comedor. Era uno de los jugadores de fútbol de antes. Pent... Tent... Rent... ¡TRENT! Eso, se llamaba Trent. Fueron a sentarse en una mesa, pero no pudieron, ya que era una mesa que estaba en pésimas condiciones.
Vio que Charlie le estaba mirando y ella gesticuló un "Lo siento", a lo que él pareció sonreír un poco y le dio unos pulgares arriba en señal de aceptar sus disculpas. Luego llegaron Robin y Max, que se unieron a ellos.
-Charlie, tienes que enseñarme cómo hiciste lo de esta mañana.- dijo Max emocionado.
-Claro, podría hacerlo. Pero son años de práctica.- respondió ella.
-¡Eh, vosotros! -La directora Perry apareció y todos se levantaron para hacerle caso.
Comenzó a regañarles por humillar a sus equipos, pero Charlie no le prestó ninguna atención. Decidió ponerse a jugar con un poco de energía que nadie viese. Oía a Chase haciendo comentarios que le restaban minutos a su vida. La voz de Spike de nuevo la asustó, al igual que al resto.
Siguió humillando a la directora y Charlie solo podía intentar calmarle, aunque sin mucho éxito. Cuando la directora se fue llorando, Spike la cargó como si fuera una princesa, y ella, frustrada, se dejó llevar por él. Trent se acercó a ellos y Chase le subió esta vez a sus hombros para "protegerla" de Trent. Charlie curvó su espalda hacia atrás y apoyó sus manos en el suelo, soltándose del agarre de Spike.
-La manera civilizada de resolver esto es con un partido de fútbol.- dijo ella, mirando a Leo, quien comenzó a sonreír nervioso.
-Me encantan las cosas violentas.- susurró él, casi inaudible, pero lo suficientemente alto como para asustar a los demás.
-Sí, así solucionamos las cosas, lo haremos.- dijo ella, dando un paso adelante.
-Siguiendo las órdenes de mi Reina, así se hará.- Spike le agarró la mano para besarla, pero ella le sujetó los labios.
-Que ni se te ocurra, niño bonito.- advirtió. Él le sonrió y, aunque era Spike, seguía teniendo el rostro de Chase, lo que hizo que una sonrisa apareciera en su cara.
-Vale, en ese caso, seréis La Princesita y sus don Nadie Y Mis Dingos.- dijo Perry, y Charlie no estaba segura si ofenderse por lo de Princesita.
Decidieron que debían ponerse ropa deportiva y, cuando llegaron al lugar del partido, Charlie pudo ver a varias chicas hablando con Chase, o mejor dicho, Spike, y sus niveles de ¿celos? aumentaron, haciéndola enfadar.
Modo Comando Activado
Aire fresco, qué bueno era recuperar un cuerpo con tanto potencial. Ryuk se acercó a Spike y espantó a las chicas con un grito llamando a su osito. Spikey le sonrió y pasó un brazo por su cuello, juntándolo a él.
-Hola, Ryuk.
-Hola, Spikey.
-¿Lista para machacar a estos inútiles?
-Sabes que sí.
La duende de Perry apareció vestida de árbitro y les explicó las normas. Ryuk miraba a los jugadores, quienes le observaban asustados por las caras que les ponía. La Directora lanzó el balón al aire y Ryuk saltó sobre uno de los jugadores para tirarlo al suelo.
-¡Vamos!- le gritó a Leo. Una estampida de adolescentes hormonados se tragó a Leo, y este gritó de dolor.
-Fideos inútiles.- murmuró, refiriéndose a sus brazos.
-Eh, Ryuk, si ganamos me invitas en una cita. Y si perdemos, te invito a una cita.- le sonrió.
-Hecho.- ambos asintieron con la cabeza.
Ryuk oyó a la multitud coreando los nombres, y entre esas voces estaban las de Robbie y Max. Les miró, y ambos le dedicaron unos pulgares arriba, tranquilizando sus ganas asesinas. No, no, no, Charlie no podía volver, era muy aburrida.
Modo Comando Desactivado
Charlie miró a su alrededor para asimilar la situación; Ryuk había vuelto. Por suerte, no había causado ningún estrago. Se acercó un poco a Robin y les preguntó por el juego. Ellos le explicaron que iban perdiendo por 7-0, pero que aún había tiempo para remontar.
-Vale chicos, solo podremos ganar si usamos tu fuerza, tu velocidad, tu competitividad y tu doble demente.- esto último señalando a Spike.
-Ya huelo a un simio sudado, haré lo que sea.- dijo Bree, y Charlie le sonrió.
-Está bien...- el chico empezó a explicarles lo que debían hacer y, cuando terminó, se pusieron en posición.
-¡Vamos! ¡Whoo!- dijo Bree, haciendo de animadora y ganándose una risa de Charlie y de Max, lo que hizo que su mejor amiga se sonrojara.
-Eh, chicos, el camión de la comida.- dijo Leo. Todo el mundo miró hacia donde indicó, y Bree aprovechó para atar todos sus cordones.- Ups, no era eso.
Cuando se dieron cuenta, intentaron correr hacia ellos, pero Charlie se interpuso entre los jugadores y mantuvo sus pies anclados al suelo sin que nadie viese su biónica. Miró a Trent y le dedicó una sonrisa socarrona.
-Vamos, Trent. Tú puedes.
-No seas tan dura, Grey.- le devolvió la sonrisa.
Continuaron el juego hasta marcar 17 puntos; les seguían ganando 23-17, y tenían poco tiempo. Poco, pero necesario. Charlie le volvió a pasar el balón a Spike y corrió con él. Se detuvo en mitad del campo y ella le miró curiosa.
-Spike...
-¿Spike?- dijo Chase.- ¿Por qué vas vestida de jugadora de fútbol?
-Chase...
-Que vuelva Spike.- medio gritó Leo, seguido de Bree. Chase les miró mal y ambos se encogieron de hombros.
-No lo entendéis, he esperado 16 años para este momento y me lo he perdido por completo.- dijo Chase, mirándola.
-Yo también. Para vosotros venir al instituto es una experiencia, pero para nosotros es una manera de tener un futuro...- murmuró Charlie.
-Lo sentimos, Charlie.- dijo Adam, y todos le dedicaron una sonrisa muy leve.
-Aún podemos ganar.- dijo Chase, subiéndole la moral.
-Está bien, tengo un plan.- les explicó lo que tenía en mente.
Se colocaron en la posición correspondiente y corrieron en su posición, seguidos de Adam. Ambos empezaron a pedirle el balón a Chase, él, sin saber qué hacer, fue arrojado por dos jugadores, lanzándolo por el aire. Charlie se tapó la boca con las manos ante el golpe.
-Dios bendito, que se encuentre bien - dijo al acercarse poco a poco a Chase.
-Fin del juego.- gritó Perry. Todos los jugadores empezaron a saltar emocionados.
-¡Nos vemos en la comida, chicos!- se burlaron de ellos.
-¡Adiós, Charlie!
-Hasta mañana, Trent.- le sonrió un poco.
Todo el mundo fue marchándose a su casa, y Adam y Bree cargaron con Leo, que se había desmayado de los golpes y caídas. Charlie se quedó limpiando el parque tras el partido, acompañada de Chase.
-¿La gente es tan guarra?- dijo levantando un plástico con la cara de un niño comiendo pollo. Lo peor era que dentro había vómito. Chase rió y ella le miró.
-Sí que recuerdo algo de hoy.
-¿El qué?- tiró los últimos papeles a la basura.
-Spike le debe una cita a Ryuk.- le miró curiosa.
-¿Perdona, qué?
-Resulta que Spike le hace algún que otro favor grabando las cosas del día.- activó su biónica y mostró un momento del partido en el que Spike le prometía una cita a Ryuk si perdían.
-Eres un caso perdido - dijo levantándose entre sonrisas.- Esos no somos nosotros.
-Pero sí nuestros cuerpos.
-Adiós, Chase...
-Charlie, vamos, solo una cita, como amigos.- le miró.
-Una cita.- acto seguido se marchó de allí. A la distancia, pudo oír los gritos de alegría de Chase.
Por fin vuelvo a publicar aquí!!
Siento haber tardado tanto... Porfas no me funen...
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