Tomaste su mano, besaste sus labios y mi corazón solo pudo quebrarse más.

Pasamos la noche juntos, habías mejorado progresivamente.

–¿Qué sucede entre Yoongi y tú?– me atragante con la tostada que estaba comiendo.

–¿Entre Yoongi hyung y yo?

–Sí, Tae.

–No sucede nada.

–No mientas, los vi besándose.

–Él me beso, no yo a él.

–Tú le correspondiste.

–No pude hacer algo, fue todo tan rápido.

–Pudiste haberlo alejado.

–Lo siento.

–No dejes que cualquiera te bese.

–Pero fue Yoongi hyung.

–No importa, no debió haber sucedido.

–Pero tú besas a Jimin hyung.

–Es distinto.

–No lo es, ¿por qué tú puedes besar a alguien y yo no?

–Yo tengo experiencia, tú no; yo sé cuidarme, tú no; yo se decir que no, tú no. ¿Entiendes lo que digo?

–Eso no es verdad, yo puedo decir que no, yo puedo cuidarme, quizá no tengo experiencia, pero no soy tan tonto.

–Dejemos de hablar de esto.

–Tú comenzaste, pero quiero que entiendas que soy libre. Si te molesta no es mi culpa.

–Taehyung no te enojes, sé que eres libre, pero no me gusta que hagas eso.

–¿Por qué no?

–Porque no, conoce mejor a las personas.

–Es nuestro amigo.

–Tú amigo.

–¿Ah?

–Olvidalo.

Un mensaje llegó a mi móvil, lo tomé y abrí el mensaje para corroborar de quién era.

Nammie destructivo💛
Vendrás a mi fiesta de cumpleaños?
O tampoco hay algo por lo que festejar?

Claro que iré, hyung.
Lamento lo de ayer, debía cuidar a Kookie.
Él siempre cuida de mí.

Está bien, no te preocupes, vale nos vemos el viernes entonces.

Vale hyung, le diré a Kookie.

Dile que puede traer a su novio.

Decidí no responder ese mensaje, tan sólo lo leí me dio un dolor punzante en el pecho, Jimin no se había ido en su mejor estado, pero el dolor que siento al verlos juntos cega mis ojos ante el dolor ajeno. Soy ser humano, a veces egoísta, a veces cobarde y me da miedo que no pueda sentir algo más, ¿tan enamorado estoy de ti, que no puedo sentir otra cosa que no sea amor o dolor?

–¿Quién era?

–Namjoonie, quiere que vallamos a su fiesta de cumpleaños.

–Iremos, ¿no es así?

–Yo iré.

–Pues yo voy contigo.

–Kookie.

–¿Qué sucede?

–Deberías ir con tu novio, Nam dijo que podías llevarlo– decir esto me dolía en el alma, pero es lo correcto.

–No creo que él quiera ir.

–¿No le caemos bien?

–No es eso, quizá sólo quiero pasar tiempo con ustedes.

–Lo correcto es ir con él, no conmigo.

–Tae, ¿que sucede contigo? Antes sólo querías pasar tiempo conmigo, sólo éramos tú y yo, ¿qué cambió entre nosotros?

–No es un "qué", es un "quién" y eres tú, tú cambiaste, tú me apartaste, dejaste de contarme cosas, dejaste de pasar tiempo conmigo, pero ahora lo tienes a él, él debería ser todo para ti, lo quieres Kook, por eso estás con él, es tu novio. Deberías pensar mejor lo que dices, si me disculpas, debo irme, tengo cosas pendientes.

Mi corazón martillaba mi tórax, mi respiración se agitaba de a poco, no mire atrás en ningún momento. Salí de ahí, tanteé a llamar al último contacto de mi lista: Min gatito Yoongi

–¿Hyung?

–¿Quién es?– me contestó una voz adormilada.

–Soy Taehyung, ¿estás ocupado?

–Estaba durmiendo, pero dime qué necesitas.

–¿Puedes venir por mi? Estoy afuera de la casa de Jungkook, pero puedo acercarme a algún lugar.

–Llego en 5, sólo no esperes directamente en su casa, no creo que quiera verme, mucho menos verme contigo.

–Está bien.

Colgué la llamada y camine hacia una de las esquinas, me sentía cansado, jamás había tenido tantos descontentos con Jungkook; desde que esta con él, Kookie ha cambiado demasiado, pero Jimin no parece ser malo, al contrario, es tan lindo que me duele.

–TAEHYUNG, ESPERA.

Supe que eras tú y por eso no quise voltear. Caminé más rápido, intentando alejarme de ti, pero como siempre fuiste más rápido.

–ESPERAME– jalaste de la manga del suéter y por inercia me estampe contra ti.

–Sueltame, Jungkook– forcejeaba en un inútil intento de alejarme.

–Perdoname, no he sido el mejor, he cometido muchos errores, lo siento tanto. Tú ni siquiera tienes la culpa de todo lo que sucede en mi vida, siempre has estado para mí, y yo no estoy contigo cuando lo necesitas. Te quiero, Taehyung.

Lágrimas caían de mis ojos, solo podía aferrarme a ti y los recuerdos construidos, pero esos recuerdos se están destruyendo y aunque quiera aferrarme, nada parece querer cambiar. El auto de Yoongi nos sacó de nuestra burbuja.

–Vámonos, Taehyung.

–Lo siento Jungkook, debo irme.

–No te vallas con él, ven a mi casa, hablemos.

–Taehyung, ¿nos vamos ya?

Mi brazo seguía retenido por ti, no quería irme, quería volver a tu lado, mi corazón ansiaba ir contigo, pero mi cerebro decía que me alejara, que dejará de llorarte, así que decidí ir con Yoongi. Se había instalado un silencio abrumador en el auto, un silencio carente de tranquilidad, me asfixiaba el saber que te deje en ese estado, pero ya no puedo llorar más. Te puse mil veces a ti antes que a mí, es tiempo de pensar en mí, al menos sólo por hoy, mañana puedes venir y ponerte en mi lugar número uno, pero hoy yo seré mi lugar número uno.

No pude evitar enamorarme de ti, pero esta mal y lo sé.