Febrero 14, 2019

Todos corrían por el campus libremente, la festividad más amorosa del año nos acechaba, algunos alumnos estaban declarándose, otros más se divertían viendo a los rechazados, los populares se encargaban de la fiesta, las chicas presumían de sus grandes regalos y después estábamos nosotros, sentados en los pies de un árbol, mientras mi novio me acariciaba el cabello, estaba posando mi cabeza en sus piernas, estando recostado en el pasto.

—¿Por qué te negaste a recibir un regalo?

—El tenerte ya es mi regalo.

—Eres muy cursi, Taehyung.

—Calla, ¿no te gusta que te trate así?, aun puedo decirte que deseo unos chocolates, un ramo de girasoles, un conejo de peluche, en serio, puedo pedir muchas cosas.

—Sí, amor, prefiero que seas cursi.

—Eres un tonto— reímos un poco.

—Taehyung-ah, te amo demasiado.

—Jungkook-ah, yo te amo más.

—¿Iremos al baile? Quiero presumir a mi hermoso peliazul.

—¿A qué quieres ir al baile? Podemos bailar en casa, ponemos algo en Just Dance y listo, pedimos pizza, compramos dulces y somos felices, te puedo dar besitos y luego vemos pelis, puedes quedarte a dormir.

—Pero, ¿en dónde entra lo de: "presumir a mi hermoso peliazul"?

—¿Por qué quieres hacerlo?

—¿No es obvio? Tengo al mejor novio del mundo, lastima que me tarde mucho en aceptar mis sentimientos.

—No fue tu culpa.

—No entiendo porqué estaba tan ciego, jamás pensé qué lo que sentía por ti era amor y no cariño.

Siguió haciendo mimos en mi largo cabello, haciéndome cualquier tipo de peinados, mi favorito fueron dos pequeños chonguitos, me molestó un poco diciéndo que parecía Puca versión niño.
Seguimos charlando y besándonos de vez en cuando, sin embargo, el sonido del timbre nos indicó nuestra salida.

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Subimos a mi auto, después de un pequeño recorrido, lo deje en su casa, excusándome en el baile.
Y ahí estaba yo, tres horas después, vestía un jean negro pegado a mis piernas y con roturas, una remera blanca fajada, una chaqueta de cuero y mis características botas, mi cabello morado atado en una semicoleta y dos pegatinas en la ceja fingiendo ser una perforación.

Después de todo lo que hemos vivido, al fin estamos juntos, al principio fue extraño, toda nuestra vida fuimos amigos y el dar un paso más nos hizo ver que eso fue lo que siempre necesitamos, aceptar nuestros sentimientos y atrevernos a estar juntos de otra manera. A su lado todo tiene más sentido, mis sonrisas son continuas y, aunque parezca extraño, estamos bien con todo nuestro pasado.

Cuando de nuevo llegue a su casa me dispuse a enviarle un mensaje para que supiera que había llegado.

abreme, ya llegue ♡

Ni siquiera me contesto, escuché sus pasos acelerados y vi como abrió la puerta. El peliazul vistiendo un pantalón azul ajustado a sus piernas y una remera blanca, su cabello azul lleno de rizos y una pegatina en su nariz fingiendo ser una perforación.

—¿Por qué te vestiste así?— comenté mientras lo examinaba.

—¿Qué tiene de malo?, ¿no te gusta?— cuestionó para después formar un puchero.

—No seas tontito, no hay nada de malo en ello, es solo que te ves muy guapo.

—¿Eso es un problema? Quería verme lindo para ti.

—Pero te van a ver muchas personas, ¿y si alguno se enamora de tu belleza?

—Nadie te entiende, ¿acaso no querías presumirme?

—Si, pero que no se te olvide que yo soy tu novio.

—Bailare con Yoongi.— reto.

—Ni se te ocurra, Kim.— dije no queriendo que Min Yoongi volviera a ser mis cuernos.

—¿Qué harás al respecto?

—Bailare con Jimin.

—No me interesa.

—¿En serio?

—Confío en ti, amor.

—Yo también lo hago, pero no puedo evitar sentir celos.

—Yo solo veo a Yoongi como un amigo.

—Te amo.

—Lo sé.

—Se supone que debes contestar con un: "Yo también te amo, cariño"

—También te amo—  contesto a la par que rodaba los ojos.

Salimos del apartamento y lo primero que vimos fue una motocicleta color negro metalizado y dos cascos, uno azul y otro morado —como nuestros cabellos—, desvío su vista hacia mí y le propine una bunny smile, nuevamente rodó los ojos.

—No iré en eso— señaló la moto.

—Pero Tae—  hice un puchero con mi labio inferior.

—Nada de eso, sabes que odio que uses la motocicleta porque manejas como loco.

—Oye eso no es cierto.

—Kookie, cuando manejas la motocicleta te crees Toretto.

—No es cierto.

—¿No?— titubee.

—No.

—¿Ya se te olvidó cuando te caíste de ella y arruinaste el pastel que llevábamos a Hobi hyung?, Jihyo noona te regaño horrible y gracias a ti pasamos el cumpleaños de Hoseok en el hospital.

Abrí la boca en protesta, pero me quede callado, mire fijamente la motocicleta y luego a él.

—Te juro que no manejare feo.

—No te creo.

—Esto va en serio, lo juro.

—Si no es así, ¿que?

—Haré lo que quieras.

—Te dejo en abstinencia.

—Tae... Lo que quieras menos eso.

—No, ya esta dicho.

—Ugh, tú ganas, ahora ponte el casco y vámonos.

Llegamos al gimnasio de la escuela —donde se realizaría el baile— y saludamos a nuestros amigos, las cosas con Jimin y Yoongi a veces son incómodas, pero logramos sobrellevarlo, ellos comenzaron a salir hace poco más de 6 meses, pero aún no hay una relación entre ellos, de cierta forma ellos debían sanar, mi relación con Min no es la mejor aún. Es raro, al parecer sólo debíamos intercambiar de novios.

—¿Adivinen quién venció el castigo de su novio y no estará en abstinencia?— cuestione al grupo de chicos.

Sus mejillas se tornaron de un potente carmesí: —Cállate, Jungkook.— replicó.

—Jungkook es un desvergonzado y Taehyung tan tierno— comentó Yoongi.

—Y tú tan amargado y Jimin tan adorable— contraataque.

—¿Siempre serán tan infantiles y harán un tormenta en un vaso de agua?— cuestionó Seokjin.

—Puede— contestamos al unísono.

Después de algunas horas estábamos todos en la pista, la música retumbaba en mis oídos, bailaba con mi novio, a veces un ritmo sensual y enérgico, otras lento y romántico. Mis ojos sólo quieren verlo a él, acercó sus labios lentamente y me beso, tomó el control por completo, aunque yo intentaba demandar el control.

—Vamos a casa— susurre en su oído.

—S-si.— tartamudeo.

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Luego de un rato llegamos a casa; abrí la puerta y entramos apenas cerrar la misma, comenzamos a besarnos, un beso demandante y desenfrenado. Chocamos con todo lo que hubo a nuestro paso incluso las escaleras fue entonces que le di una palmada a su trasero para indicarle que le cargaría, enrollo sus piernas en mi cintura mientras yo le sostenía por debajo y comencé a subir con él, Taehyung estaba ensimismado al dejar marcas en mi cuello.

Al fin estábamos en la habitación, no me moleste en cerrar la puerta puesto que vivíamos en la casa del menor quien vivía sólo conmigo; cuando tantee la cama lo deposite en ella con cierta rudeza.

—Eres tan jodidamente bello y sensual— dije tomando el borde de su camisa, sacándola por completo.

—K-Kookie...— jadeo mi novio al sentir como engullia su pezon entre mis dientes. Chupaba y mordía aquellos pequeños botones cafés.

Como pudo el menor saco mi camisa, saque su pantalón y lo deje en boxers. Taehyung se bajó de la cama y se arrodilló frente a mí, mi lujuria sabía lo que él haría, tentativamente tomó el botón de mi pantalón y jugueteo con bajarlo, cuando al fin se digno a hacerlo lo quito por completo.

—Estas más ansioso que de costumbre, ¿no? — ronroneo el peliazul a la par que pegaba su mejilla a mi hombría aún no tan despierta.

—Tu me pones así, mi amor.

El más bajo empezó un vaivén lento entre mi pene y su mano, poco a poco la exitación comenzaba a recorrer mi cuerpo en sobre manera, cuando mi novio noto que estaba harto del juego, beso mi miembro aún cubierto por la tela del bóxer y posteriormente lo libero, me encontraba plenamente desnudo ante él.

—T-Taehyung... — mi voz salió más ronca por el extasis que se instalaba en mi anatomía.

Kim estaba masturbando mi prominente erección, minutos más tarde dio una lamida desde la base hasta la punta, centrándose en succionar y besar el glande. Mi sorpresa fue, cuando intento meterlo todo en su cavidad bucal, no consiguiendolo por su puesto.

El más bajo dio algunas arcadas para después sacarlo por completo.

—Te he dicho muchas veces que no te forces a hacer eso.

—D-dejame satisfacerte un poco— dijo viéndome a los ojos para después volver a meterlo y esta vez tomaba con su mano lo que en su boca no entraba.

Un gemido ronco salió de mi boca, su sola existencia me satisfacía por completo. Cuando creí que era suficiente placer para mí le tomé el cabello suavemente y le indique que subiera a la cama.

Apenas tenerlo a mi merced le baje la ropa interior, teniéndolo tan expuesto solo para mí, solo yo tenía el gusto de verlo así. Bese sus labios como si fuese lo más importante en nuestras vidas, cuando el aire hizo falta nos separamos y comencé un recorrido con mis labios por cada rincón de su espectacular cuerpo haciéndole saber que lo amaba tal y como era, que lo amaba siendo él mismo, que lo amaba siendo Kim Taehyung. El camino húmedo de besos cesó cuando llegue a los muslos del morocho, me detuve ahí besando y marcando la zona, proclamando que era mía pues amaba sus muslos rellenos.

—Eres mío, sólo mío, bueno también eres tuyo.

Di algunos besos húmedos a su miembro y a su vez lo masturbaba lenta y tortuosamente, quería hacerle ver las estrellas, llevarlo al límite del placer. Cuando ambos estábamos aburridos del juego previo me dispuse a abrir más sus piernas y comenzar a juguetear uno de mis dedos —previamente lubricados— en su estrecha entrada, lo introducía y sacaba velozmente, sacándole sonidos de satisfacción a mi novio.

En algún punto tres de mis dedos se encontraban preparando el interior del menor, sus gemido guturales me indicaban que hacía un buen trabajo al tocar aquel punto que le hacía delirar.

—Ju-Jungkookie... ¡A-ah!, p-por favor... — rogó.

No le hice esperar más, saque mis dedos ganandome un jadeo de insatisfacción al sentirse vacío; tomé mi miembro y me coloque el preservativo para después esparcir lubricante, tomé su pierna derecha y la coloque en mi hombro, tanteaba su agujero con la cabeza de mi pene, luego de entrar con sutileza el menor golpeó levemente mi cabeza con el pie que yo tenía en el hombro, indicándome que me moviera y eso hice.

—Ve rápido por favor— pidió el de tez morena.

Mis movimientos de cadera eran duros y precisos, cada que arremetia contra su punto el menor soltaba un gemido agudo que algunas veces ahogaba al morder su mano. El tiempo pasaba estabamos más cerca de llegar al límite, luego de algunas estocadas más ambos llegamos a la cúspide del orgasmo.

—Te amo— susurre de forma perezosa.

—También te amo.

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Horas más tarde mi novio se encuentra recostado sobre mi pecho mientras enredo mis blanquecinos dedos en su cabello azul, sus dedos contornean mi marcado abdomen, mis labios tocan su cabeza.

—Me encanta estar así contigo y con nadie más— susurre mientras olisqueo su cabello.

—También me gusta estar así contigo.

Comencé a removerme, haciendo que él —al estar casi encima de mí— se  moviera a mi lado, se quejo un poco al ejercer presión en su espalda baja.

—¿Fui muy brusco?— pregunté con preocupación.

—No, estoy bien.

—Lo siento, traeré remedios, ¿Quieres dulces?

—Siempre.

Luego de unos minutos llegué, le extendí un analgésico y un vaso de agua, también comenzamos a comer dulces.

—¿Taehyungie?

—¿Qué sucede?— habló con la boca llena.

—Te amo más que a nada en este mundo.

—¿Más que a tu póster de IU?

—Incluso más que mi póster y mi mercancía de Fanboy.

—También te amo más que a nada en el mundo.

—¿Más que a Yeontan?

—Yeontan es nuestro hijo, el amor que te tengo a ti y el amor que le tengo a Tannie es muy distinto.

—Tienes razón— reí levemente.

—Pero si te amo demasiado.

—Espera ahora haré mi pregunta.

—Hazla.

—¿Me amas más que a tu ropa Gucci?

—Mmm, pregunta difícil— riendo golpeé levemente su estómago —No es cierto, una y mil veces diría que te amo más a ti.

Morfeo comenzó a hacer de las suyas, creando una batalla en mis ojos, el sueño haciéndose presente cada vez más, una vez cedí ante el cansancio, sujete la cintura ajena y lo atrajo a mí, abrazándolo mientras dormía. Mi respiración pesada chocando contra su rostro; aún no estando bien dormido el escuché susurrar.

—Te amo desde hace tantos años que no recuerdo cómo era mi vida antes de hacerlo, eres el amor de mi vida, Jeon Jungkook.

Hoy en día solo deseo que seas Kim Taehyung, no deseo que seas  Jimin, solo quiero que seamos nosotros mismos y nos lleguemos a amar siempre como lo hemos hecho todos estos años. Te amo Kim Taehyung...

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ꕤ⊰ shine