
◦❁ chapter five
El sueño abismal invade mi cuerpo, el cansancio me esta matando y sé que nuevamente caeré en el vicio del dolor.
Desperte con un dolor de cabeza insoportable, mis ojos pesaban anhelando poder dormir un poco, mas eso no se pudo por el ruido del timbre siendo tocado con insistencia.
Baje lo más rápido que mis piernas me lo permitieron y abrí la puerta un poco mientras asomaba mi cabeza para ver de quien se trataba y entonces repare en mi novio.
—¡Hola, conejito bonito!— el rubio se abrió paso y deposito un beso en mi mejilla.
Consternado por el apodo, frunci el ceño en señal de desaprobación no permito que nadie más que mi mamá y Taehyung me digan así. —No vuelvas a llamarme así, por favor.
—¿Por qué?— preguntó confundido.
—No lo hagas, no me gusta que me digan así.— pedí amablemente.
—Taehyung te llama así— vocifero el rubio, su ceño fruncido y labios abultados podían decirme que se encontraba molesto.
Aquí vamos de nuevo: —Lo sé, pero no me gusta que alguien más que no sea mi madre o Taehyung me llamen así.
—Jungkook superalo ya, yo soy tu novio.
—Y él es mi mejor amigo.
—¿Y lo prefieres a él?—contestó enojado.
—No Jimin, pero tampoco te elijo a ti. Porque antes que tú o Taehyung estoy yo, y si te molesta que tenga amigos... Entonces esto no funcionara.
Ante mi respuesta el menor comenzó a llorar, no quería verlo así. Me dolía en el alma dañar a Jimin, porque es tan lindo y agradable, pero no podía escoger entre alguno de los dos.
Intente acercarme y abrazarlo mas él sólo me alejo. Un dolor punzante apareció en mi abdomen, corrí al baño y devolví lo que comí el día anterior, sentía el cuerpo pesado y mareos.
—Amor, hey— llamó, perdido me acerque a él, no estoy bien —¿Qué tienes?
—¿Puedes llamar a Junghyun? Me siento mal.
—Está bien, puedo cuidarte si quieres.
No quiero ser una carga para ti también: —No, Minnie, solo llama a mi hermano estaré bien.
Mi novio rió falsamente: —Lo estás esperando, ¿verdad? No me quieres aquí porque traeras a Taehyung ¿es eso?
Y entonces mis sentidos quisieron explotar, sentí como mi vista se nublaba y aquel dolor infernal se apoderó de mi cuerpo.
—Estas equivocado, Jimin.
¿Por qué eres tan inseguro?
—¡NO MIENTAS, JUNGKOOK!
—¿Por qué te mentiría?
–Porque yo sé que lo prefieres a él, sé que él siempre será tu prioridad, tan sólo dime: ¿por qué yo?, ¿por qué de entre tantos chicos te guste yo?– grito entre lágrimas.
–¿Por qué tú? ¿En verdad lo preguntas? Jimin me gustas y te quiero demasiado, pero no puedes reclamarme siempre que tengas celos de Taehyung– en un intento vago por seguir hablando mi voz se quebró y mi cuerpo cayó en seco al suelo.
–¡Kook! ¿Estás bien?
–V-vete...
–¿Q-qué?
–Vete Jimin, no quiero que me cuides, quiero que te vayas.
–No, Jungkook no me iré, déjame ver tu temperatura– el rubio estaba preocupado, pero me aleje de él y salí disparado a mi habitación.
Lágrimas corrían por mis mejillas, el cansancio me esta ganando y finalmente sentí como mis ojos se cerraban.
❀◦❀◦❀
—¡Kook no corras!
—Mamá es Taehyungie.
—Igual no debes correr, puedes tropezar y golpearte.
Tal como lo dijo mi madre, caí al suelo.
—¡Kookie!— llamó mi pequeño amigo. —¿Kook, te caíste? — hizo un lindo puchero el cual yo estire con mis dedos.—Auch, me dolió.
—En realidad el suelo estaba triste y decidí darle un abrazo.
Mi madre río ante mi comentario, sin embargo Tae me miró confundido.
—Señora Jeon.
—Dime, Hyungie.
—¿El suelo también llora y se pone triste?
—No, Taehyungie, lo que pasa es que mi hijo es un maleducado— la mujer jalo mi oreja.
—¡Au, Au, Au! ¡Suelta, mami!
—Ay niño.— negó y entró a la casa, mientras yo jugaba con Tae.
—Kookie...— el menor jugaba con sus dedos y el borde de su enorme suéter.
—Dime... niño bonito.
El color rojo se apoderó de su bonito rostro: —¿Quieres jugar a la casita?
—¿Yo puedo ser el papá?
—Sip, yyyyyy tendremos un bebé, iré por Yeontan.
Esa sonrisa en forma de cajita que solía poner el castaño me gustaba demasiado, tanto que podía jurar que aunque enfermase siempre sería mi cura.
—Yeontannie esta dormido— dijo, un puchero se formó en sus labios, él mismo que me atreví a besar castamente.
—Sabes a fresitas.
—E-Eso no se hace, Kookie.
—¿Por qué no?, ¿acaso no eres mi esposo?
—Es solo un JUEGO— gritó, llamando la atención de los otros niños.
—Algún día será realidad...
—Y viviremos en un castillo de dulces, comeremos dulces y tendremos muchos perritos.
—Si, Taetae.
Días después...
Escuche como la puerta era golpeada levemente.
—Señora Jeon, ¿Kookie esta en la casa?
—Si, Hyunggie, pero esta enfermo, no saldrá hoy.
—¿Puede darle un beso por mi?
—Yo le daré muchos por ti.
La puerta fue cerrada y mi madre fue a mi habitación.
—Vino Taehyung, dijo que te diera muchos besitos de su parte.
La tos de mi madre interrumpió nuestra pequeña conversación, sabía que ella estaba enferma.
—Mami...
—¿Qué sucede, bebé?
—Mami ya no soy un bebé.
—Pará mí siempre serás mi bebé.
—¿Por qué toses mucho?
—Quizá tengo gripa, mi amor.
Ojala hubieras tenido gripa, desearía no haber salido aquel diez de diciembre, lo que daría por no haber entrado a casa aquel fatídico día.
Taehyung y yo jugábamos al fútbol, claro que yo había anotado más goles; en algún punto el más pequeño pidió tiempo para ir a tomar agua a su casa, por lo cual yo hice lo mismo. Abrí la puerta y llamé a mi madre.
—Mami, ¿me sirves agua, por favor? — no obtuve respuesta —Mami... ¿estas ahí? — camine lentamente hacia la cocina y ahí la vi, estaba tirada en el suelo y un hilo de sangre brotaba por su boca...
❀◦❀◦❀
Abrí los ojos de golpe, las lágrimas escurriendo por instinto; mi tórax subía y bajaba frenéticamente debido a la respiración errática que ejercía. El oxígeno no era suficiente.
La puerta era golpeada con desesperación e insistencia, creí que Jimin se había ido, después de cómo lo trate no debería seguir aquí ; odio estar solo, más cuando estoy enfermo, pero no lo quería aquí, no podía seguir permitiendo que sus sentimientos crecieran porque sé que en el futuro no estaré para él...
Sí tan sólo ese futuro fuera hoy...
—Largo, Jimin... no quiero ver a nadie— dije, intentando sonar severo.
—Kookie, levántate de esa cama y abreme la puerta.— la voz proveniente de fuera no era de Jimin, sino de la única persona que conoce mi historia.
—¿Taetae?
—Sí soy yo, así que levántate y déjame entrar.
–Espera.
Quise levantarme lo más rápido posible, sin embargo los mareos se hacían presentes, constantemente me quejaba y en algún lugar de la habitación logre tropezar con mi 'hermoso' desastre.
—Kookie, ¿estás bien?— escuche la preocupación del castaño.
—Sí, sí, todo bien, no te preocupes— conteste de forma acelerada.
Su cabello bien peinado, su ropa pulcra y limpia, sus ojitos brillantes y castaños, su piel canela y sus labios cerezas; tan sólo su presencia me hacía sentirme mejor, era mi placebo.
—¿Qué haces aquí, Taetae?
—Vine a verte, así que quítate de la puerta y déjame entrar.— hablo el joven mientras apartaba mi cuerpo para hacerse paso a la habitación.
—Ten piedad por tu amigo enfermo.—fingi que tosia.
—No lo haré. No me convences, Jeon.
—Estoy enfermito, Tae— pucheree tiernamente.
—No puedo creer que seas mi hyung— me abrazo y escondió su cara en mi cuello, abrazarlo siempre era reconfortante.
—Te quiero mucho, Tae— dije, tomándolo de la cintura.
Una tercera voz se colo por la habitación. Pero no lo solye, no lo aparté, al contrario, le deje abrazarme libremente.
—Kookie, ¿estás mejor?— llamó el rubio, en su voz podía sentir el enojo disfrazado.
—Creí que te había pedido que te fueras.— conteste, si, fui muy duro... pero no puedo seguir con todo.
—Yo... Lo siento, sólo estoy preocupado— bajo su cabeza apenado, jugaba con sus pequeños dedos y parecía querer llorar.
El castaño y yo nos separamos, el menor fue hacía el pequeño rubio.
—No seas tan brusco con él, Kookie, ve a acostarte—acate la orden —¿Podemos hablar?— le comentó al rubio y posteriormente salieron dejándome solo en la habitación.
Con cierta dificultad lograba escuchar la platica de los chicos sé que no estaba bien lo que hacía, sé que al final ninguno de nosotros seríamos felices... yo conocía el final...
Sentí como algo escurria por mi mano, levante la manga de mi suéter y vi aquellas líneas rojas tatuadas en mi piel mientras se acompañaban de viejas cicatrices; entonces lo supe... estaba jodido.
¿Cómo no odiarme? He lastimado a dos ángeles...
luego de casi un mes escribiendo este capítulo al fin pude terminarlo
¿qué les parece la historia? ¿qué opinan de la actitud de los chicos?
gracias por leer, votar y comentar ♡
ꕤ⊰ Shine
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