--- seamos amigos, ¿Va? Me agradas.

--- ¿Te-Te agrado? ¿Yo?

--- Sip, tú, tú me agradas.

Hana acariciaba el cabello de Xiaojun mientras sonreía con amabilidad.

--- ¿po-por qué? - murmuró - no pu-puedo darte n-nada..

--- ¿Darme? No quiero nada más que tu amistad, ¿Acaso tu me pagarás por ser tu amiga? Hmmm, no aceptaría el dinero de todas formas, pero si unas galletitas o un poco de agua, eso sería lindo.

Dejun dejó de sollozar y calmó su respiración.

--- ¿q-que galletas?

--- ahora no, Dejunnie. Mañana, ¿Okay?

--- okay...- limpió sus mejillas con sus manos y asntió - mañana.

--- eso es, mañana.

Ambos se quedaron en silencio, Dejun mirando sus manos y Hana observando las paredes poco decoradas de aquella habitación.

--- ¿Terminaste la tarea?

--- uhum..

--- trata de decir "sí", ¿De acuerdo? Tu voz es linda y tienes que usarla, ¿No crees?

--- cuando nadie te escucha, aprendes a odiarla, Hana.

--- entonces haré que quieras tu voz, lo juro. - rió mientras jugaba con sus dedos - ¿Tú quieres mejorar?

"¿Quieres mejorar? ¿Eso quieres?"

"Yangyang querría eso..¿Verdad?"

"No tiene sentido, tu nunca cambiarás. Eres un inservible, no podrás mejorar, es ilógico.."

"Puedes tener amigos.."

"Puedes simplemente rendirte, deja de ocupar espacio en tu casa."

"inténtalo, no pierdes nada."

--- sí. - soltó en un suspiró - creo..no, no lo sé. - pellizcó un poco su brazo y gritó - ¡Si!

Hana lo miraba con ternura, su flequillo castaño cubría parte de sus ojitos gatunos, apenas podía ver el rastro de las lágrimas y sus labios estaban de un color rojizo suave al igual que sus mejillas.

Dejun miraba el suelo mientras pisaba sus pies y divagaba en sus pensamientos.

--- eso es perfecto..yo sé que podrás hacerlo, te ayudaré, ¿Quieres?

--- sí..

--- ¡Genial!

La puerta fue tocada y ambos miraron hacia allí.

--- ¿Hana? Mamá me llamó, ya son casi las diez.. - Chittaphon habló -

--- ¿Tan rápido pasó el tiempo?

--- de-debes irte..

Xiaojun caminó hasta la puerta y la abrió.

Tras su flequillo vió al hermano de Hana, él también era rubio, tenía un bonito perfil y en sí un bonito rostro.

"Cosa que tú no, pero bueno..¿Que haremos?"

--- hola. - sonrió el rubio - ¿Xiaojun?

--- hola...- hizo una pequeña reverencia -

--- nos vemos mañana, Junnie. - Hana desordenó su cabello y se acercó para abrazarlo - descansa, ¿Bien?

"Junnie..."

"Sigue gustandome.."

--- tú también..- respondió - adiós.

--- buenas noches, Dejun..- Chitta se despidió con su mano y la extendió hacia Hana - vamos, pulgosa.

--- ñe ñe ñe, vamos a casa Querubín fallido.

Xiaojun abrió sus ojos con asombro.

La relación con su hermano no era así, para nada así.

Ojalá hubiese tenido un hermano parecido a Chittaphon, hubiese sido un buen apoyo emocional en sus peores momentos.

Pero lamentablemente, su hermano no existía en su vida, solo venía por Navidad y se emborrachaba, avergonzando a la familia presente.

En pocas palabras: un desastre.

--- Hana..- llamó a la chica - gracias

--- oh..no es nada, para eso están los amigos, ¿No crees?

--- supongo..

--- para eso estamos, guárdalo en tu cabeza, para eso estoy. Para ayudarte.

--- gracias.

--- me lo agradeces con una galletas.

--- interesada. - murmuró Ten - pulgosa interesada.

--- dímelo a la cara, intento de Alicia.

--- ¡Con eso no se juega!

--- lo arreglaremos en casa, rubio teñido.

--- tú también estás teñida.

--- solo porque no encuentro el color indicado, pero tú lo hiciste para copiarte.

--- ¿Ah si? ¿Desde cuándo el rubio tiene tu nombre?

Así bajaron las escaleras, entre empujones y tirones de cabello.

Tao miraba la escena desde el pie de la escalera con una pequeña sonrisa.

--- ¿Quieres acompañarlos, Jun? Yo los llevaré a su casa. Busca un abrigo, de seguro te da frío.

--- ya voy..

Dejun entró a su cuarto y buscó una campera, salió y bajó las escaleras.

Minseok estaba a un lado de Tao, su mirada transmitía molestia y tristeza.

--- Hyung..- susurró Dejun con vergüenza -

--- luego hablamos, Xiao. - respondió con suavidad - ahora, vamos a acompañar a tus amigos.

Xiaojun bajó la mirada sumiso y asintió con suavidad. Mordió su labio inferior y se encogió en el lugar.

"Tú te lo ganaste, si Hyung está enojado, es por tu estúpida culpa."

Chitta apretó la mano de Hana y ella le devolvió el apretón.

"Más te vale no abrir la boca, Chittaphon"

--- Muchas gracias por dejarnos estar..

--- no es nada, Ten. -  Minseok sonrió - espero volver a verlos.

--- tengalo por seguro, esta pulga estará aquí haciendo compañía. - señaló a su hermana y sonrió -

--- me parece genial..ya es tarde chicos, vamos al auto.

Xiaojun no se movió del lugar hasta que Tao tocó su hombro.

--- vamos, Dejunnie.

Él castañito siguió al mayor mientras los hermanos ya estaban por subir al auto.

El chofer parecía ser el único no enojado con él, lo trababa con suavidad y cariño, sin malas miradas o ceños fruncidos. Eso lo hacía sentir un poquito mejor.

En los asientos traseros irían Hana, Ten y Xiaojun, mientras que el acompañante sería Minseok y el conductor ZiTao.

Hana estaba en el medio de su hermano y Jun.

Por eso pudo notar con mayor claridad que comenzó a rascar sus antebrazos con agresividad.

La mano de Hana se posicionó sobre la mano del chico y le dio un pequeño apretón.

--- no te agobies, si estás triste, estás triste y eso a veces tarda en curarse, pero podemos hacerlo. - susurró lo suficientemente alto para que solo ella y Xiao escuchen - lo harás bien.

Dejun alzó levemente la mirada, hasta encontrar los ojos cafés de Hana y asintió.

--- entonces, ¿Cuando iremos por ese helado? - Hana habló normalmente - ¿Tienes algo que hacer en estos días?

--- No..

--- entonces...el martes, después de clases, podemos ir por helado. ¿Cuál es tu sabor preferido?

--- choco-mint..

--- ¿En serio?

"Oh..no le gusta."

--- S-Si..¿N-No te..?

--- no es mí favorito, pero me gusta. - sonrió - prefiero crema cookies, pero choco-mint es muuy bueno.

Xiaojun inconscientemente sonrió por la felicidad que transmitía la rubia. Agradecía internamente que las luces del auto estés apagadas y apenas se pueda ver algo, solo por la iluminación pública.

--- si no mal recuerdo, es por aquí, ¿Verdad? - Tao habló -

--- sí, sí. Es la.. próxima, la que tiene las luces de afuera encendidas..- Ten respondió -

--- bien, aquí es. - Minseok prendió las luces de adentro y sonrió - nuevamente, muchas gracias por visitarnos.

--- gracias a ustedes por la amabilidad. - Chittaphon mostró su más bonita sonrisa -

--- ¡Muchas gracias! Buenas noches. - Hana se despidió moviendo su mano - duerme bien, Junnie.

Las mejillas de Xiao se calentaron un poco.

--- tú también..

Zitao sonrió al notar que casi no había  repetido algunas silabas. Minseok miraba con cariño a la rubia de cabello corto, ella lograría un gran cambio en el pequeño Dejun.

La puerta del auto se cerró y quedaron en silencio.

Hana sentía un pequeño nudo en el estómago, tenía nervios. No sabía bien de qué, pero algo no le gustaba.

--- ¿Papá ya habrá llegado? - Chittaphon preguntó -

--- eso creo, el auto debe estar en la cochera...

Los hermanos entraron a la casa y sacaron sus zapatos en la entrada.

--- ¡Mira tu cabello!

Chitta sonrió y corrió para abrazar a su papá.

--- te extrañé, viejo metiche. - rió - mucho.

--- más respeto por tu padre, mocoso hediondo.

--- mocoso hediondo, lo guardaré.

--- ¡mamá! - lloriqueó el chico - ¡Me están molestando!

--- ¿Tengo que defenderte? ¡Aprende, hijo!

Hana y su padre eran igual de molestos y juguetones.

¿Tengo que aclarar que molestar al muchacho era su pasatiempo favorito?

--- ¿Cómo vas con el estudio, Chitta?

--- estamos reclutando nuevos estudiantes, pero muy bien.

--- ¡Eso es asombroso!

Mientras tanto, Xiaojun procuraba no hacer ruido alguno.

Encogió su cuerpo en la esquina del asiento y se ocultó en las sombras.

--- Bien, creo que todos estamos cansados, vamos a casa. - Tao comenzó a manejar camino a casa -

"Si te regaña, sabes muy bien que hiciste las cosas mal, como siempre. ¿Nunca puedes hacer algo bien? Parece que tu existencia arruina la vida de muchas personas."

--- XiaoJun..

La sangre del muchacho se congeló.

--- no me lo dijiste..¿Por qué?

Una parte de él, le decía que diga la verdad. Mientras la otra insistía en ocultar la realidad y mentir nuevamente.

Su corazón latía con ferocidad.

"si le dices, él puede ayudarte"

"¿Por qué no te ayudó antes, eh?"

"Aún hay tiempo, prometiste cambiar. Empieza ahora."

Y eso hizo.

--- De seguro le dirías a mis padres, mí padre llegaría enojado porque su hijo no sabe defenderse, se preocuparía por enseñarle a hacerlo y mí madre lloraría porque soy un inservible. - Xiaojun comenzó a murmurar - Me cambiarían de escuela, de seguro iría al extranjero, dónde tendría que comenzar todo desde cero. Sin pensar en que me alejaría de ustedes y viviría solo, porque ellos nunca cambiarían su agenda por el desastre que tienen por hijo, algo que me agobia y no quiero imaginar.

ZiTao sabía lo que ocurriría, así que frenó en un lugar vacío y prestó atención a las palabras del muchacho.

--- Estaría lejos de Yangyang y mí vida simplemente perdería el poco sentido que tiene. - Dejun no dejaba de hablar con rapidez y notable frustración - Está bien, me detesto. Detesto existir, odio ser una carga para ustedes, desprecio con toda mí alma saber que no tengo carácter. Apenas tengo ganas para levantarme por las mañanas, a veces deseo no despertar, así no gastaría su tiempo, sus consejos o cuidados, pero tampoco quiero que está mierda me supere...aunque lo está logrando.

El castañito no se atrevía a mirar a la cara a sus mayores. Tenía miedo de verlos, de ver la decepción en sus ojos.

--- Solo quiero estar seguro, sentirme seguro con alguien, dejar ver mí verdadera personalidad sin ser juzgado.

Minseok miraba al muchacho con los ojos llenos de lágrimas.

"¿Por qué no lo supe ver?"

"¿Por qué no actué correctamente?"

Dejun soltaba palabras, tras palabras. Apenas había un silencio entre ellas.

Simplemente estaba desahogandose. Hasta que tomó el valor de mirar a los ojos a Minseok. Tal vez así comprendería el miedo que le causaba todos sus monstruos.

--- Solo quiero ser feliz por más de tres minutos, Hyung.

Y con eso, Xiaojun se derrumbó en un desesperado llanto.