𝗧𝗥𝗘𝗖𝗘
❝Lo hiciste muy bien❞

—¡YO NO HICE ESTO, Sam!—Cici resopló cuando su amiga colocó una mano tranquilizadora sobre su hombro.

—Necesitas una coartada—Sam miró a su amiga y sonrió—Te tengo una coartada.

La expresión facial de Cici cambió de preocupada a confundida. ¿De qué estaba hablando Sam?

—Solo escucha atentamente lo que te voy a decir—Sam agarró con fuerza las manos de Cici.

Sam miró a su alrededor a las múltiples cámaras que apuntaban a los dos. Ella dudaba que el plan funcionara, pero estaban desesperados por salir de la ciudad con todo lo que estaba pasando. Apoyó la cabeza en su mano y empujó sus labios en una línea delgada.

—Estabas con Danny—susurró mientras tamborileaba nerviosamente con los dedos sobre la mesa.

—¿Qué? Por qué?—Cici levantó su labio superior en una mueca—No me creerían.

—Estabas con Danny—repitió Sam—Te llevó a un chequeo de tu tobillo.

Cici se inclinó más hacia Sam, intrigada por lo que quería decir—¿No necesitan registros de que estuve allí y esa mierda?

Sam se río entre dientes mientras se cruzaba de brazos—Soy intimidante según las enfermeras del hospital. Logré convencerlas de falsificar un par de registros.

—Eres una badass Sam.

Kirby entró en la sala de interrogatorios y le hizo un gesto con la cabeza a Sam para que se fuera, ya que se le había acabado el tiempo. La hermana Carpenter le guiñó un ojo a Cici mientras los dejaba solos. El agente del FBI tomó asiento donde estaba Sam y miró a la chica frente a ella.

—¿Quieres intentarlo de nuevo?—preguntó mientras se reclinaba.

Cici sonrió y asintió.

EL OFICIAL QUE LO ARRESTÓ DESBLOQUEÓ la muñeca de Cici de la fría barra de metal, lo que la hizo suspirar de alivio. Se puso de pie y caminó hacia la casa de su amiga que tenía emoción en sus rostros.

—¡No se puede separar al dream team, nena!—Chad la chocó los cinco.

Mindy abrazó con fuerza a Cici; Tara, Chad y Sam se unieron a ellos, pero su celebración terminó poco después cuando Kirby se paró frente al grupo—Lo siento, Cici—sonrió débilmente y le dio una palmadita en la espalda. El agente del FBI luego regresó a su oficina.

Chad pasó su brazo alrededor de Cici y bajó sus labios hacia su oreja—¿Cómo te fue con Ethan? ¿Está bien?

Sam se dio la vuelta para encararlos, Tara también hizo lo mismo. Sus labios se abrieron. —¿Ethan? ¿Por qué iba a saber cómo está Ethan?

Cici miró a su amiga. Sabía que Sam al enterarse de su visita a Ethan sería su gota que colmó el vaso. Era un asesino después de todo. La chica se mordió nerviosamente el labio mientras intentaba inventar una mentira en el acto. 

—Ni idea—se encogió de hombros mientras se mordía las uñas.

Tara, Mindy y Sam intercambiaron miradas confusas, especialmente Sam, que parecía decepcionada.

—¿Fuiste a ver a Ethan?—Sam se estremeció ante la idea. Que lo visitara después de lo que su familia les había hecho pasar era lo último que esperaba—¿Después de todo lo que pasó?

Mindy suspiró—Cici, ¿en serio?

Tara se burló y puso los ojos en blanco. Ella negó con la cabeza con desaprobación.

—Chicas—Chad resopló—No es gran cosa.

—¿Estás bromeando?—Tara frunció el ceño mientras se cruzaba de brazos—Es un gran problema.

Sam apretó los dientes—¡Le mentí a la maldita policía por ti!—susurró mientras apuntaba con el dedo a la cara de Cici—¿Es por eso que llegaste tarde a casa esta mañana?

Las tres chicas estaban claramente frustradas porque Cici le hiciera una visita a Ethan, específicamente las hermanas Carpenter, que estaban más decepcionadas que enojadas. Cici resopló y sacó su teléfono. Miró a su alrededor y sus ojos se clavaron en el agente del FBI en su escritorio.

—¡Cici!—Sam se frotó estresante la sien con los dedos—¿por qué harías eso?

—¡Olvídalo Sam!—Cici movió la lengua dentro de su mejilla—No puedes estar molestado por esta mierda en este momento.

Empezó a cojear hacia Kirby, dejando atrás a sus amigos mientras todos se quedaron asombrados. A Chad no le importaba tanto como a los demás teniendo en cuenta que ya lo sabía. El chico confiaba en Cici sin importar lo que hubiera hecho. Sam dio un paso en la dirección en la que entró Cici, pero Chad la detuvo y sacudió la cabeza.

—Kirby—Cici se sentó en la mesa llena de papeles y papelería—¿Puedes llevarme a una parte?

La agente del FBI dejó de escribir en su teclado—Depende de dónde sea.

—¿El hospital en el que se está quedando Ethan?

Kirby levantó las cejas—Mierda, ¿por qué?

—¿Por favor?—preguntó Cici, prácticamente rogando que la llevaran a la sala de psiquiatría.

—A la mierda, ¿por qué no?

Preferiría que Cici viera a Ethan con alguien que sola.

TARA, MINDY, CHAD Y Sam se quedaron en la estación mientras Kirby dejó a Cici en el aburrido edificio en el que Ethan estaba retenido. Su garganta comenzó a secarse mientras estaba sentada en el auto, nerviosa por qué decirle.

Kirby giró la cabeza para mirar a Cici y sonrió débilmente. No le gustaba que quisiera ver a Ethan, en absoluto, pero no había nada que impidiera que la chica hiciera lo que le apetecía.

Cici respiró hondo y abrió la puerta del coche. Kirby se quedó en el auto mientras la chica entraba al edificio que aún tenía la misma atmósfera espeluznante e inquietante. Se dirigió a la recepción y esperó pacientemente a que la enfermera terminara de escribir en la computadora.

—Supongo que estás aquí por el Sr. Kirsch—su pierna derecha se cruzó sobre la otra—Ella te llevará.

La enfermera de aspecto amable que esperaba en la escalera saludó a Cici y la acompañó. La chica hizo lo mismo pero ya recordaba la dirección a la habitación de Ethan. Cuando las dos niñas llegaron a la puerta de metal cerrada con llave, el teléfono de Cici comenzó a sonar, pero en lugar de contestar la llamada, la rechazó y apagó el teléfono.

La enfermera buscó en sus múltiples bolsillos, tratando de encontrar la llave de la puerta cerrada. Una vez que lo encontró, giró lentamente el pomo de la puerta. Miró adentro y Ethan se dio la vuelta rápidamente mientras estaba sentado en el borde de su cama.

Su rostro se iluminó gradualmente mientras miraba a Cici. La niña cerró la puerta detrás de ella mientras la enfermera esperaba afuera. Ella tomó asiento en la silla de madera junto a él y los dos se quedaron en silencio por unos momentos.

Ethan se quitó la piel alrededor de las uñas—Vi las noticias.

Cici frunció los labios y suspiró. No sabía si creer que Ethan podría haber encontrado alguna forma de escapar del hospital y tener tiempo suficiente para matar a alguien. O si los asesinatos comenzaron de nuevo. No sabía qué pensar con diferentes preguntas corriendo por su mente.

—Lo hiciste muy bien—se río mientras admiraba a la chica que estaba sentada frente a él.

Los labios de Cici se abrieron y su garganta comenzó a secarse—¿Se qué estás hablando, Ethan?

—Tu ex—sonrió ampliamente—Lo hiciste increíble.

—Yo no- yo no entiendo?—Cici se rascó la nuca con torpeza mientras se mordía nerviosamente el labio.— ¿Qué quieres decir?

—¿Cómo se sintió?—sus ojos se encontraron con los de Cici cuando un destello de oscuridad apareció en ellos—¿Cómo se sintió cuando la hoja atravesó su piel?

¿Qué había hecho ella?