𝗧𝗥𝗘𝗦
—¡Baekhyunee!
El nombrado rodó sus ojos pasando su lengua por sus labios, tratando de pasar la frustración de escuchar ese apodo salir de los labios de su jefa. Desde que Chanyeol fue al bar, no una, sino tres veces, la beta ha estado como una aguja sobre Baekhyun esperando un pequeño error para despedirlo o sacarlo del bar lo antes posible, ¿La razón? Al rechazar la oferta de trabajo de Park, el alfa dijo unas cuantas mentiras acerca del negocio y la forma en la que atendían a sus clientes, hablando de lo mala que eran las bebidas que servían, que la música no era buena y que incluso no había distinción entre los consumidores, obviamente una mentira, pero gracias a esas falacias esparcidas por el rubio, gran parte de su clientela bajo y todos los empleados le entregaron el peso a los hombros de Baekhyun, como si todo fuera su culpa.
—¿Necesitas algo Victoria? — preguntó con una sonrisa forzada, una muy notoria por cierto.
—Un cliente vip pidió verte, otra vez — anunció con una voz cantarina, jalando el brazo de su empleado al otro lado del bar.
El omega frunció el ceño al ver a un hombre de cincuenta años sentado en la barra, conversando con tranquilidad con un beta a su lado. Al igual que cuando Chanyeol estuvo en el bar, ese hombre estaba rodeado por múltiples guardias.
—Baekhyun, permíteme presentarte a Park Hyunsoo — el hombre levantó su vaso, como si estuviera en un brindis —, el padre de Chanyeol.
Aun cuando no se lo hubiera dicho Victoria, se había dado cuenta debido al parecido que se cargaba ese alfa con el maldito rubio acosador. El castaño siempre ha sido muy expresivo con su rostro, dejando que todas sus emociones se vieran reflejadas en sus ojos, cejas e incluso boca, y quizás era por eso que el hombre soltó una risa, una muy parecida a la de su hijo.
—Es un gusto poder verte por fin. — señaló el hombre al verlo entrar en la barra, acomodándose entre las botellas para seguir con su trabajo.
Baekhyun no habló, ni siquiera le dirigió la mirada, solo estaba ahí para trabajar, para conseguir el dinero suficiente para pagar las deudas de su casa y la colegiatura de su hermano.
Obviamente no estaba ahí para estresarse con la presencia de la familia Park en su vida.
—Chanyeol me ha hablado mucho de ti, ¿lo sabías? — preguntó Hyunsoo dejando su vaso para que fuera rellenado.
Baekhyun mordió su labio interior, tratando de no soltar un veneno del cual obviamente se iba a arrepentir. El nombre de ese alfa le retorcía el estómago, pero no de forma positiva, incluso su lobo chillaba al verlo cerca o en su alrededor, ese maldito alfa lo estresaba.
—No he compartido mucho con Chanyeol, si es lo que quiere preguntar.
El alfa rió, negando. —Solo quería ofrecerte algo que no podrás rechazar.
—¿Es esto un deja vú? — preguntó al escuchar casi las mismas palabras de Chanyeol salir de los labios de su padre mientras limpiaba un vaso para realizar el servicio que le habían pedido.
El mayor bebió un poco asintiendo, divertido de la reacción del beta.
—Me gusta tu actitud, Baekhyun.
—Déjeme repetir mi pregunta señor Park, ¿es esto un deja vú? — repitió en un tono severo —No me interesa su oferta, ni la de su hijo, ni la de nadie de su grupo de trabajadores. Mi respuesta es la misma que la que le he dicho a su hijo una y otra vez, ¡NO! — tras decir eso sirvió un poco de licor en el vaso vacío del cliente, dispuesto a volver en la dirección que vino.
Escuchó la estruendosa risa del alfa Park, este no tocó el vaso con sus labios, pero si lo mantenía en su mano moviéndolo en un pequeño vaivén para juntarlo con el hielo algo derretido.
—Tienes un hermano, ¿no es así? — tras escuchar esas palabras, Baekhyun se detuvo apretando su puño.
La respiración del omega comenzó a ser errática, podían meterse con él, con su trabajo, sus estudios o incluso su integridad, pero si metían a Chanhee en estos problemas jamás lo perdonaría. Había prometido cuidarlo para siempre.
Rápidamente volvió sus pasos, golpeando con sus puños la madera de la barra, asustando y exaltando a los presentes.
—Me importa una mierda amenazar a un mafioso. — apuntó con su dedo índice al hombre —Pero si se atreve a tratar con mi hermano o incluso meterlo en esto soy capaz de desconocerme, no me importaría que me persiguieran toda mi vida o me mataran ahora mismo por atacarlo. Nadie se mete con mi cachorro — tras decir esas palabras pasó lo esperado, los guardaespaldas sacaron sus armas, apuntándole a la cabeza.
—No lo amenazó, solo quería darle una nueva oportunidad — con un gesto, todos los guardias bajaron sus armas.
Baekhyun frunció el ceño curioso, ¿una oportunidad?
—Tengo entendido que ¿Chanhee? ¿Así se llama, o no? — una pregunta retórica, porque era obvio que sabía la respuesta —, sufre de algo llamado diabetes tipo 1, ¿es complicado no es así?
—Eso no le incumbe.
—Bueno, nuestros trabajadores optan por un seguro médico bastante suficiente como para cubrir tanto a ellos como a su familia. — explicó mientras buscaba algo en su bolsillo — Ser una trabajador mío podría propinarle la cantidad de insulina necesaria para que tu hermano viva por años sin preocuparse de su enfermedad.
—Déjeme repetir lo que dije hace unos segundos —sonrió de forma cínica mientras apoyaba sus brazos en la barra — ESO. NO. LE. INCUMBE.
Hyunsoo sonrió mientras miraba la personalidad decidida y obstinada que mantenía el menor delante suyo, incluso dándole las mejores ofertas este no aceptaba como otros lo hicieron una vez.
—Ahora. Si me disculpa señor Park, iré a buscar a mi aprendiz para que pueda atenderlo correctamente. — se dio la vuelta yendo directamente a la puerta y así bajar las escaleras hacía el bar regular. A la mierda el dinero que podría darle este cliente "VIP".
A la mierda todo. Podría decir que en un momento se planteó trabajar para los Park, que mencionaran a Chanhee solo hizo que su furia ardiera, jamás dejaría que se acercaran a su hermanito.
—¿Conoces a la academia San Siwon? — lo detuvo.
El castaño estuvo a punto de ignorarlo, pero la curiosidad mató al gato. O en este caso, al omega.
—Claro que lo hago, sale en las noticias cada que puede, es la escuela más prestigiosa de todo Seúl — explicó, restándole importancia al asunto, aun si en su interior está asombrado por la insinuación que acababa de hacer.
—Pues... estoy financiando una beca para un estudiante cualquiera, y ese estudiante podría ser tu hermanito — ofreció con una sonrisa ganadora.
Baekhyun escaneo la situación en su mente por varios segundos, sería una buena oportunidad para que su hermanito tuviera la mejor educación de toda la ciudad, o incluso del país.
—¿Cómo sé que no me está engañando para que firme un contrato esclavizador? —cuestionó, no iba a dejarse engañar por la mafia, no era tan idiota.
El hombre que antes estaba sentado a unos metros de la conversación se sentó a un lado del alfa, pidiendo un vaso de lo mismo que estaba bebiendo el señor Hyunsoo.
—Permíteme presentarte al dueño y director del instituto San Siwon — apuntó a su lado, a ese hombre vestido con un traje bien planchado y elegante.
—Choi Siwon. Es un placer conocerlo señor Byun, he oído maravillas de usted y su hermano menor. — el hombre estiró su mano para estrecharla con el "beta" frente a él.
Baekhyun algo indeciso, tomó la mano del hombre, obviamente luego de entregarle su trago.
—Le explico un poco lo que hace tan especial a nuestro instituto. Tenemos dos facultades, una humanista y una científica, ambas con clases optativas que pueden ser de ayuda a nuestros estudiantes. Existen desde optativos de cocina, baile y clases de química avanzada, incluso tenemos uno de los programas de música más aclamados del país, apuesto que su hermano adorará nuestra escuela. — Baekhyun no sabía si era el hombre el que sabía dominar las palabras, o era las buenas oportunidades que podría entregarle esta escuela a su hermano lo que lo estaban convenciendo de firmar ese contrato. —Además tengo entendido que su hermano sufre de diabetes tipo 1, ¿No es así? Le podría jurar señor Byun, que dentro de las instalaciones Chanhee recibirá la mejor atención médica en caso de alguna descompensación o que incluso la enfermera estará atenta al estado y horarios para proporcionar la insulina correspondiente para su hermano.
—Baekhyun, esta es una oferta que no le hago a la mayoría de mis trabajadores. Trabaja para mi y yo, personalmente, me haré cargo que la salud e integridad de tu hermano sea lo suficientemente correcta como para que viva por mil años a tu lado — Hyunsoo lo miro otros segundos.
Diosa luna, ten piedad de mí. El castaño mordió su labio inferior, buscando en su cabeza una respuesta que fuera lo suficientemente buena, que le diera una buena vida tanto a Chanhee, como a él, aunque mayoritariamente para Chanhee.
—¿Dónde tengo que firmar para conseguirlo? — tras escuchar esas palabras, Hyunsoo sonrió bastante complacido.
Baekhyun llegó a más tardar las 10 u 11 de la mañana a su hogar, el día estaba completamente nublado y el viento soplaba de forma fría anunciando que algo se avecinaba, algo no muy bueno.
Cuando abrió la puerta con cuidado, se encontró con su hermanito, a un lado de teléfono de la casa, leyendo un papel que había en un sobre con el logo del instituto San Siwon.
—Chanhee...
El omega sonrió de forma forzada, y con una mueca dejo el papel sobre una mesita que estaba en el centro de la sala de estar, invitando a Baekhyun a sentarse frente a él.
—Hoy recibí una llamada muy importante, ¿sabías? — anunció mirando al teléfono de hogar, uno ya viejo y que su color ya estaba amarillento por todo el uso que tuvo, que incluso tenía ese cable ondulado casi totalmente estirado.
—Chanhee... — susurró de nuevo acercándose a paso lento, tratando de no hacer ruido para no despertar a su tío, si es que estaba en casa.
—Ese es mi nombre. —soltó con un veneno que más o menos le recordaba a él —Y extrañamente conseguí una beca a ese mismo en una de las escuelas más importantes de todo Seúl, una beca a la que yo no apliqué, por cierto.—apuntó el sobre — Llegó mientras estabas en el trabajo... ¿Qué hiciste? —Eso no fue una pregunta, fue una demanda, una desesperación que necesitaba respuestas y más cuestionamientos, necesitaba encontrarla antes de que fuera tarde.
—Chanhee, conseguí un nuevo trabajo y...
—¿Tiene que ver con esos hombres que vinieron a buscarte hace un rato? — susurro recordando lo escalofriante que eran los gritos de los tipos a mitad de la noche huyendo, y como tuvo que esconderse en su armario esperando a que amaneciera y creyeran que no había nadie en casa.
Baekhyun se quedó estático, sintiendo una tremenda culpa por no haber estado ahí para cuidar a su hermanito, que se veía estaba demasiado triste con eso que había ocurrido.
—Conseguí un nuevo trabajo, uno con el que puedo pagar las deudas de la casa, incluso pagar el tratamiento que te mereces— susurro convencido, tratando de cambiar el tema de conversación a uno que no le haga tanto daño.
Baekhyun se sentó frente a su hermano, mirándolo directamente a los ojos, unos ojos que se veían adoloridos.
—¿De qué se trata? ¿Por qué este tipo de gente te buscaba? — murmuró con su respiración volviéndose cada vez menos constante.
—Voy a ser guardaespaldas. —pauso buscando las palabras para seguir— Voy a ser guardaespaldas de un hombre con un trabajo... un trabajo ilícito — terminó, mirando a los ojos a su hermanito que al abrir los suyos de sorpresa, comenzaron a humedecerse.
Las primeras lágrimas cayeron por sus mejillas, haciendo que el lobo de Baekhyun sintiera un profundo dolor.
—Lo hago por nosotros, por ti — trato de explicar tomando las manos de su hermano, pero este las alejó.
—No lo haces por mí.
—Chanhee, lo hago más por ti que por mi — miro a su hermano, uno que ya estaba deshecho en llanto —Lo hago para tu futuro, para que puedas brillar con tus talentos. Para que puedas vivir sin preocuparte por pasar un día o dos sin la insulina suficiente. Todo lo que hago es para ti — sus ojos también se llenaron de lágrimas, unas saladas que trataban de mostrarle a su familiar la verdadera razón del porqué había aceptado ese tipo de trabajo.
—No lo haces por mí — repitió cortante, limpiándose las lágrimas con las mangas de su chaleco.
—Chanhee, eres casi como mi cachorro y yo...
—¡Si de verdad hicieras esto por mí, me escucharías! — gritó perdiendo la paciencia —Tú me escucharías... — susurro dejando escapar un sollozo — solo nos tenemos a nosotros, y si algo te pasa... si algo te dañará, yo me quedaría sin nadie, ¡me quedaría solo para siempre! — rompió en llanto, cubriendo su rostro con sus manos, dejando salir sollozos que eran desgarradores ante los ojos de Baekhyun, que tenía a su lobo aullando de tan solo ver a su cachorro tan lastimado.
—Perdón... — susurró Baekhyun después de correr a abrazar a su hermanito, que a pesar de llorar en su pecho, daba pequeños golpes en su hombro.
—No te perdonó, no te perdonaré por esto, yo... — no puedo seguir con su frese porque su garganta se cerró, las lágrimas pudieron contra él y lo único que hizo fue aferrarse al cuerpo de su hermano mayor.
Baekhyun tomó el rostro de Chanhee limpiando el rastro de lágrimas que corrían por las bellas mejillas sonrosadas del mismo, mostrándole una sonrisa, esa típica sonrisa que mostraba cuando todo iba a estar bien.
—Prometo que no me va a pasar nada, voy a estar bien. — susurro juntando su frente con la del menor, doliéndole el pecho al escuchar sus sollozos —Nunca, jamás voy a dejarte solo, ¿de acuerdo? — recibió un asentimiento por parte del pequeño antes de que volviera a llorar sobre su hombro.
Baekhyun tenía diez años cuando tuvo que hacerse cargo de los cuidados de su hermano, sus padres murieron y siendo sincero ya ni recuerda la razón por la que lo hicieron, solo recuerda estar en el funeral, con su mano jalando la de su hermano para que este no se alejara de su lado, sintiendo la mirada de tristeza sobre su hombro cada vez que alguien los miraba. Chanhee era un cachorrito en ese tiempo, solo dos años de vida, y aunque Baekhyun nunca lo ha admitido, perdió gran parte de lo que era su infancia haciendo cosas de adultos para encargarse de que la infancia de su hermano no tuviera problemas, no como los que el paso, sobre sus hombros terminó teniendo responsabilidades que supuestamente, debían ser para su tío, uno que en realidad casi nunca estaba en casa.
Baekhyun crío y cuido de Chanhee como si este fuera su cachorro, no su hermano, sino un niño al que debían cuidar y proteger del mundo. Y lo peor es que Chanhee tenía razón, mucha razón... solo se tenían a ambos en ese mundo.
Chanhee despertó esa mañana con sus ojos rojos e hinchados, extrañándose al encontrar la casa completamente silenciosa y vacía, murmuró muchas cosas, cosas que no podían entenderse, quizás era una maldición porque ya era de mañana, o en realidad era porque no había dormido las horas suficientes por haber esperado a Baekhyun gran parte de la noche.
Baekhyun...
¿Dónde estaba Baekhyun?
Los días libres de su hermano mayor eran de esos en los que intentaban pasar todo el tiempo juntos, eran de esas horas en las que podían pasar los minutos volando mientras hablaban de las experiencias de cada uno en esa semana, los días libres de Baekhyun, es, valga la redundancia, el día favorito del de cabellos rosa, porque por fin después de mucho tiempo puede instalarse a conversar con su hermano.
Frunció su ceño al no escuchar absolutamente nada de la habitación del mayor, cosa que siempre había cuando Baekhyun estaba en casa. La casa no era muy grande, pero era el hogar que sus padres habían comprado para criarlos, quizás era por eso que Baekhyun se mataba trabajando para cuidar de esas paredes que pronto caerían a pedazos.
—¿Kyunie Hyung? — preguntó mientras abría la puerta. No encontró mucho, pero si un pequeño terror comenzó a crecer en su pecho al encontrarse con el armario de su hermano abierto... y medio vacío.
Chanhee negó, de seguro era su mente la que le estaba jugando una mala pasada, su imaginación le estaba inventando cosas para vengarse por haberse dormido tan tarde, solo era eso.
Se fue...
Su lobo habló, no era su intención pero sus ojos se llenaron de lágrimas que no puedo controlar, y un dolor en el pecho le hacía pensar lo peor, incluso si no quería hacerlo.
Corrió escaleras abajo esperando encontrarse con su hermano mayor haciendo el desayuno en la cocina, rogando por encontrarse con Baekhyun en la cocina, esperando que todo fuera por su imaginación, que esto no estaba ocurriendo. Al dar su primer paso dentro de la cocina se encontró con un pequeño sobre que se encontraba en la isla, se acercó a paso lento encontrándose también con un pequeño desayuno, que de seguro había hecho el omega mayor.
Temblando tomó la hoja, leyendo con lentitud las palabras dentro de esta, haciendo que las lágrimas cayeran de sus ojos como hermosas gotas saladas.
"Chanhee lamento tener que hacerlo así, pero era la única forma en la que me dejarías ir.
Quiero que sepas que no es tu culpa, que jamás va a ser tu culpa. Lo que hago es para ambos, para darnos una buena vida a ambos y que logremos todo lo que queramos, que lo logremos juntos.
Pasado mañana comenzaras en la nueva escuela y te deseo la mejor de las suertes, porque las necesitarás. Hoy enviaran tu uniforme y deje un poco de dinero en mi mesita de noche para que compres nuevos materiales, quiero que disfrutes de verdad esta oportunidad.
No pienses que algo malo me va a pasar, piensa positivo siempre. Quiero que recuerdes que voy a estar para ti, en las buenas, en las malas y en las que estarán entremedio de ambas, porque soy tu hermano mayor, soy la persona que tendrás que aguantar hasta que seamos viejos.
Te amo Chanhee, nunca olvides eso.
Baekhyun."
Nos abandonó, reclamó su lobo, sin querer admitir que estaba triste. Pero Chanhee no respondía nada, solo podía llorar pensando que no volvería a ver a su hermano, a la persona que siempre ha estado a su lado.
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