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𝗗𝗢𝗦


Trabajar para él, qué tontería más grande.

Llegó a su casa con la mano vendada con una simple toalla, y al ver la hora se asustó al escuchar ruidos en la sala. Tomó un bat del garaje y poco a poco fue caminando hacia lento hacia la cocina, que conectaba de forma directa con la sala, para tomar así un atajo y atrapar a la persona con las manos en la masa. Con fuerte grito, saltó hacia la habitación, haciendo que al pequeño cachorro de su hermano se le cayeran las palomitas que tenía sobre sus piernas.

—¡Hyung! —reclamó asustado, llevando su mano al pecho —Por la Luna, vas a hacer que se me suba el azúcar — bromeó, mirando a su hermano mayor.

—¡Yah! Byun Chanhee. Es dia de semana, ¡¿qué haces levantado tan tarde?! —grito en defensa, sonando bastante estricto, después de todo, él era el adulto de la casa.

—Quería esperar a que llegaras y…

La sonrisa que poseía el otro se borró al instante al notar la toalla manchada de rojo que tenía Baekhyun en su mano derecha, su ceño se frunció y camino rápidamente, sin importarle todo el chiquero que se dio por las palomitas. Sin decir nada, pasó de largo a su hermano, en la cocina solían guardar un botiquín de emergencias porque el menor de ambos era algo torpe en la cocina, por lo que rápidamente apareció Chanhee con este en manos, obligándolo a sentarse en la silla del comedor.

—Dame — dijo refiriéndose a su mano.

—Puedo hacerlo solo.

—No te pregunte, dije dame — sin pensarlo dos veces, el más pequeño jalo el brazo del mayor, desenvolviendo la toalla que tenía como parche.

—Y se supone que yo soy el adulto aquí — rió, dejando salir un pequeño bufido cuando el alcohol tocó la herida que había sido abierta hace menos de una hora.

El de mechones rosados no dijo nada, solo se enfocó en tratar la herida que su hermano traía. No era la primera vez que lo hacía, puesto a que su querido hermano mayor era mucho de meterse en peleas en el bar en el que trabaja y siempre era el que resultaba más herido, así que era casi una tradición que Chanhee cuidara de sus heridas.

El menor de los Byun estaba bastante molesto mientras terminaba de vendar la herida de su hermano, Baekhyun le había prometido no meterse en más peleas, pero al parecer un trato es para incumplirse.

—Dijiste que no lo volverías a hacer — murmuró luego de terminar tratar la herida de su hermano, levantándose de su asiento para ir hacia la cocina y guardar el botiquín donde correspondía.

—No lo hice — respondió, a sabiendas de lo que estaba diciendo el de mechas rosadas.

Chanhee le dedicó una mirada molesta, no era necesario que mintiera.

—Te prometí algo, y no lo incumplí. Esto — levantó su mano, ahora vendada — fue por un vaso quebrado, no una pelea — aseguró.

Eso hizo que el menor le mostrará una linda sonrisa, como las que solía mostrarle siempre. Se acercó, invitándolo a pasar al sofá, mostrando la película que estaba por ver y el pocillo con palomitas que estaba ahora a la mitad.

Baekhyun se sentó y su hermano lo hizo a su lado, acurrucandose en su pecho mientras comía un poco de palomitas.

—¿No deberías irte a la cama tú? Mañana tienes clases.

—Correré el riesgo — susurro, abrazandose aún más a su hermano.

Baekhyun sonrió, acariciando los cabellos rosas de su hermanito.

Ojala quedarse así para siempre.

Días antes...

Chanyeol llegó a su hogar a eso de las cuatro de la madrugada, no era muy normal en los horarios del heredero llegar a esas horas a su hogar, pero ese día había sido un tanto extraño. Desde la mañana se había estado encargando de los trabajos de su padre, hablando sobre los precios de las siguientes armas vendidas por la primera familia EXO, jamás pensó que eso se convertiría en una trampa para atraparlo y extorsionar al gran líder Park. Por suerte logró escapar, y todo eso acabó en el encuentro con ese beta Beomhyun.

—Te doy la oportunidad de hacer mi trabajo por un día, solo un misero día y terminas haciendo todo un escándalo en la comunidad, ¿quieres ser carne de tiburón apenas entres al negocio? — el alfa mayor dejó caer en la mesa múltiples papeles dentro de un sobre.

Park Hyunsoo se encontraba ahí, con su mirada seria como siempre y su postura amenazante, ese era el líder de esta mafia, el gran líder de la primera familia EXO, el lobo solitario. El alfa mayor ya tenía cincuenta años, pero en su rostro apenas se apreciaba su edad, era un hombre bastante parecido a su hijo mayor, tanto en altura como en rostro, pero aun así era mucho más inquietante que su hijo por la cicatriz que poseía en su rostro desde el ojo hacía la comisura labial.

Chanyeol solo mantuvo la mirada en los papeles, en uno en específico en realidad, una foto de las cámaras de seguridad de ese callejón, en donde se podía ver bien el rostro de ese beta, Beomhyun, el que lo había salvado.

—Tuve mis razones. — explicó pasando su mano por la foto.

—Pues explícalas. No tengo todo el día — gruñó el hombre sentándose en una de las sillas para observar a su hijo.

—Era una trampa, pero no te preocupes; se los devolví el doble a los hijos de puta — el alfa mayor rió al oír a su hijo maldecir. Como un viejo líder, adoraba cuando Chanyeol se tomaba en serio su trabajo, más cuando hacía casi un año que había desaparecido de las redes de EXO.

—Me alegra que trabajes nuevamente. Younghoon ya estaba tomando tu lugar.

Chanyeol gruñó, no quería hablar de ese tema. Deslizó la foto que tenía en sus manos hacia su padre, apuntando con la cabeza a ese guardaespaldas con el brazo roto.

Fijo su vista en la foto que tenía su hijo en manos, sonriendo al ver a esa persona defenderlo de los matones del enemigo.

—¿Beta?

—Si, señor. — respondió el guardaespaldas de Chanyeol.

—¿Nombre?

—Beomhyun.

Hyunsoo miró nuevamente la imagen, luego observando al guardia de su hijo que estaba herido de su brazo, por lo tanto, era inútil.

—Lo quiero dentro del equipo. — demandó entregando la hoja a su guardaespaldas.

—P-pero señor... — trato de excusarse el guardia de Chanyeol.

—Dije. Que. Lo. Quiero. Dentro. Del. Equipo. — miró a su hijo buscando una respuesta, este solo asintió dándole la razón.

Con tan solo decir eso, el alfa mayor se levantó caminando lejos de los dos presentes junto a su guardaespaldas. Dejando a su hijo con una extraña incertidumbre en su cabeza.

Actualidad...

Habían pasado alrededor de dos semanas desde ese pequeño encuentro con Chanyeol en el que le pidió trabajar para él, el castaño lo pensó por un segundo, quizás fueron cinco, pero se negó rotundamente a esa petición, simplemente no le llamaba la atención trabajar para lo que sea que fuera esa empresa de los Park.

Baekhyun siente un mareo al percibir en sus pies un movimiento que antes no había sentido en su vida, algo así como el movimiento que hacía una superficie al tocar el agua. De la nada, al abrir sus ojos se encontraba sentado en medio de una habitación vacía, con sus manos atadas a una silla de madera, a su alrededor habían un montón de personas vistiendo igual, no importa si eran hombre o mujer, todos vestían un traje con la insignia de la familia Park en su pecho.

—¿¡Qué mierda!? — grito/susurro al sentir que no podía mover sus manos, notando como una figura se acercaba a su ser, queriendo reír se forma irónica al notar a ese Park Chanyeol frente a su cuerpo.

Lo poco que recordaba era estar yéndose a casa cuando la señorita Victoria le ofreció un trago para conversar con él de unos "asuntos importantes" del bar, luego salir y encontrarse con Park esperándolo en su motocicleta, cosa que no le agrado para nada, las palabras en su mente eran confusas, quizás demasiado, pero lo poco que recuerda fue rechazar no una, sino dos veces la oferta de trabajo de Park, es decir, ¿¡Quien mierda aceptaría trabajar para alguien que se ve tan sospechoso!? Pues obviamente Baekhyun no lo haría.

—Que alegría ver que despertaste...

Baekhyun soltó un suspiro y le mostró una linda sonrisa al alfa, tratando de distraerlo de los movimientos de su mano, que aunque estuviera herida estaba siendo capaz de soltar el nudo de sus manos.

—¿Tanto me quieres en tu equipo de trabajo? Qué triste que debas recurrir a algo tan malo para recibir mi atención — Baekhyun hizo puchero fingiendo inocencia, pestañeando múltiples veces.

—Tienes dos opciones, trabajar para mi o decirle adiós a tu vida. — el tono monótono ante esa situación demostraba que no era la primera vez que lo hacía, que no era la primera vez que pasaba.

Baekhyun bajo su vista comenzando con una respiración errática, su cabello medianamente largo cubría su rostro por lo que nadie podía verlo de esa forma tan débil, por lo menos nadie podía ver su rostro.

—¿Después de rechazarme tanto por fin caerás rendido? — Chanyeol caminó orgulloso aunque se detuvo al escuchar un sollozo, uno que puso alerta a su lobo.

A paso lento se acercó, agachándose para observar el rostro de Baekhyun, esperando no encontrarlo con lágrimas en sus ojos. Su rostro cambio a una expresión confundida cuando noto una sonrisa en los labios del "beta", de la nada las piernas del castaño rodearon su cuello haciéndolo caer al piso, Baekhyun tomó la silla de madera entre sus manos alzándose completamente listo para estampar en la cabeza de Chanyeol cuando sintió que todas las armas de los guardaespaldas apuntaban hacia él.

—Tienes dos opciones — sonrió imitando el tono de Chanyeol — O les dices que bajen sus armas y lo arreglamos como personas normales que somos, o esta hermosa silla de madera golpeara su hermoso rostro.

—¿Tengo un hermoso rostro? — soltó divertido.

—¿Es lo único que te quedó de lo que dije? — se quejó el castaño con sus cejas arqueadas.

Chanyeol volvió a reír, y con un gesto les indicó a los presentes que bajaran sus armas. Baekhyun dejó de apretar el cuello del alfa con sus piernas y se levantó lento, dejando la silla en el lugar donde estaba. El alfa llevó su mano a su cuello, admirando la fuerza que ese beta tenía en su cuerpo, y obviamente, la fortaleza para amenazar al heredero de la mafia frente a sus guardaespaldas.

—Entonces...

Chanyeol no dejó a Baekhyun hablar cuando lo acorraló en una de las paredes, colocando su brazo contra su cuello, apretando para dejarlo sin aire.

—¿Así es como lo haremos? — rio Baekhyun, aun si se quedaba sin aire en sus pulmones.

La lengua del castaño pasó por sus labios, distrayendo a Chanyeol, lo suficiente como para que el agarre se aflojó y le diera la libertad de morder el brazo que estaba contra su cuello, soltó una risa al escuchar el chillido de dolor del rubio, pero esa diversión se fue cuando Chanyeol volvió a atacar, aunque esta vez no se contuvo y mordió el hombro del alfa una vez su cuerpo estuvo por acorralarlo nuevamente.

Las armas volvieron a apuntar a su cuerpo, pero esta vez no le importo, así que corrió hacia la puerta de salida, encontrándose en la proa de un hermoso yate a la deriva del río. Sucio o no, se acercó al barandal buscando su mejor ruta de escape, sonrió al notar que no estaban tan lejos de la orilla, dispuesto a lanzarse al agua.

Baekhyun alcanzó solo a sentarse en el barandal cuando noto a Chanyeol y a todo su equipo apuntarlo con sus pistolas, todos esperando la orden de su líder para disparar.

—Te vas de aquí como mi guardaespaldas o como comida para los peces — puntualizó el alfa, dispuesto a comenzar un tiroteo si era necesario.

El "beta", aun sentado en el barandal se dio la vuelta para quedar con sus ojos en dirección a Chanyeol, observó el agua y luego a los presentes, todos con una hermosa pistola brillante y plateada, dispuestos a tirar de ese gatillo.

—Es peligroso... — susurró uno de los guardaespaldas, esperando por el amor a la luna que no se lanzará al agua.

—Para mí es un idiota. — respondió otro que estaba justo detrás de Chanyeol.

—¡Silencio! — grito el alfa, ya frustrado ante la situación —Baekhyun, piensa bien en tus decisiones. Es peligroso lo que estás a punto de hacer. — trato de negociar dando pasos cortos hacia el "beta".

Baekhyun miró al agua, la orilla aún no estaba tan lejos, así que le mostró una hermosa sonrisa triunfante a Chanyeol.

—¿Me repites mis opciones? — pregunto de forma inocente el castaño.

—¿Q-qué? — Sí, Chanyeol antes estaba confundido, ahora lo está mucho más.

—¡TE PREGUNTO SI ME PUEDES REPETIR MIS OPCIONES! — grito con sus manos alrededor de su boca, como si con eso su voz sonara más fuerte.

—E-eh... ¿Te vas de aquí como mi guardaespaldas o como comida para los peces? — repitió confundido ante la respuesta poco esperada del "beta".

Baekhyun comenzó a reír, sintiéndose completamente divertido ante las caras de confusión de los contrarios, sabía que estaba siendo un poco compulsivo, pero era eso o aceptar a ese tipo Chanyeol, y eso jamás pasaría.

—Antes de ser tu guardaespaldas, prefiero morir — tras decir eso, hizo un pequeño gesto de despedida con sus dedos y dejó caer todo su peso hacia atrás.

Lo último que todos los guardaespaldas y Chanyeol escucharon fue el golpe del cuerpo de castaño con el agua, tras eso gran parte de los presentes se acercaron al barandal para ver si ese tipo realmente había sobrevivido o no.

Chanyeol se quedó en su lugar soltando un suspiro de frustración. Ahora debía optar por la última opción, porque realmente le interesaba tener a Baekhyun en su equipo.

Chanyeol se encontraba frente al espejo observando su herida en el brazo, la mordedura aún estaba roja y tenía un poco de sangre seca, ¿Cómo era posible que alguien tan pequeño pudiera hacer tanto daño? El área alrededor de la mordedura estaba horrible, morada tal como un moratón y tenía ciertos bordes amarillentos en la piel.

—¿El señor Chanyeol de verdad quiere contratar a alguien tan salvaje? — murmuró Taewoo pasando el algodón por el antebrazo de su jefe.

Chanyeol hizo una mueca al sentir el antiséptico tocar la herida, no creía que iba a ser tan profunda pero al parecer los dientes de Baekhyun penetraron gran parte de lo que era su piel y carne.

—¿Por qué? — pregunto cerrando sus ojos sintiendo el ardor y lo frío del medicamento.

—Es capaz de lastimarlo así. —susurro viendo la herida en el brazo del alfa — Cuando lo vea, lo perseguiré y me vengaré en su nombre.

Chanyeol negó. —No lo encuentro necesario.

—Pero señor, ese beta lo único que ha hecho es humillarlo. Lo ha rechazado ya dos veces, lo ha mordido y fue capaz de lanzarse de su yate en movimiento para rechazarlo — enumeró sin mirar a su jefe —, si llega a aceptarlo, ¿cómo va a domesticar a ese lobo rabioso? — murmuró la pregunta, sintiendo la mirada de Chanyeol, ya molesto con la mierda que salía de los labios de Taewoo.

Al parecer, el beta comprendió esa mirada penetrante, y entendiendo que no debía hacer enojar al alfa, dejó de hablar para continuar curando la herida de su jefe.

Para ser sinceros, Chanyeol ni siquiera le importaba tener a Byun como su guardaespaldas, había conocido muchas personas con la personalidad de Baekhyun, gente que es capaz de arrancarte de su vida si era necesario, que solo buscaba un beneficio personal y aprovecharán cualquier situación que les diera una ganancia, y que después de obtenerla, se irían sin mirar atrás. No había cómo razonar con ese tipo de personas, además de que la lealtad no estaba en su diccionario.

Entonces... ¿Qué estaba haciendo?

¿Por qué tanta insistencia de tenerlo a su lado?

—Date prisa y síguelo — ordenó —, lo que menos quiero es que el enemigo lo encuentre y tenga primero. Si lo cazan del lado contrario, tendremos problemas — las palabras de su guardaespaldas seguían en su mente vagando, con su estilo de lucha y el hecho de que no era fácil llegar a él, Baekhyun realmente lo había humillado, siendo incluso mucho más bajo que el rubio, logró luchar contra todos esos matones.

¿Por qué lo quería en su equipo si lo había humillado de tal forma? Un simple beta siendo mejor que él, le hacía sentir tan inferior, pero a la vez le hacía querer conocerlo y negociar bien.

Aunque ahora, solo quería atraparlo y vengarse, porque nunca nadie se había atrevido a atacar de esa forma, nadie lo había mordido en su vida.

Nunca nadie lo había desafiado de la forma en la que Baekhyun lo había hecho.

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