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⌗𝑐𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑡𝑟𝑒𝑠#



˗ˏˋ 𝒑𝒂𝒊𝒏 ˎˊ˗

⋮𝘱𝘢𝘳𝘵 𝘰𝘯𝘦⋮

Después de comer, donde nuestra chica comió como si no la alimentaran en casa, se fue directo a su cuarto, el cuál compartía con Marlene McKinnon, Mary McDonald y Lily Evans, o como le decía prongs, Lily-flor.

Al principio, solo hablaba con McKinnon, ya que Evans le caía mal por nunca darle una oportunidad a su amigo y Mary le parecía una persona muy... alegre. No sabía como decirlo pero los encantos de aquella chica le parecían muy falsos, y ella odiaba ola falsedad. Lo cuál era irónico ya que ella vivía  en una farsa.

Con el paso del tiempo, más bien en tercer año, cuando las diferencias entre los chicos y ella se empezaron a acentuar más y se vio en la necesidad de tener más compañía de chicas, se dio cuenta que aquellas dos mujeres no eran lo que pensaba que eran. Ella y Lily se llevaron de maravilla al instante, y no podían parar de hablar sobre los libros que leían. Tanto que decidieron que cada semana se turnarían para elegir un libro cada una, tendrían seis días para leerlo y el domingo discutían juntas lo que pensaban sobre este, y para ambas, no había actividad más divertida.

Con Mary era con la que menos hablaba, pero no por eso la odiaba. De hecho la admiraba. Se dio cuenta que Mary no era tan perfecta, pero que se enfocaba en que los demás se sientan seguros al rededor de ella. Era muy divertida y nunca fallaba en hacerte sentir bien.

En cuanto a Marls, ella siempre fue una buena amiga. A pesar de la timidez de ambas, lograron formar una fuerte amistad en primer año, la primera noche para ser exactos, cuando Marlene tuvo problemas para mover su enorme baúl. Ambas se tenían mucho cariño y eran el refugio de la otra.

— Dios! —exclamó Mary mientras se desplomaba en su cama.— No saben lo mucho que extrañé esto.

Calliope giró la cabeza para mirarla, enarcando una ceja.— Que extrañabas exactamente?

— Todo! —grito la de pelos rizados, haciendo que la rubia saltara en su lugar del susto.— La magia, los cuadros, las personas... a ustedes.

— Nosotras también te extrañamos mucho Mary! —dijo Lily mientras la abrazaba por atrás. Ante este acto, ambas se recostaron, la pelirroja quedando entre la cabecera de la cama y el cuerpo de la morena.

— Ember! —gritó la rubia, haciendo que las tres chicas restantes giraran sus cabezas. Ahi estaba, muy tranquilamente entrando a la habitación el gato naranja de Calli que todo el mundo creía perdido.

— Dios, este gato va a hacer que me salgan canas. —mencionó su dueña.

— Y vos vas a hacer que nos salgan a nosotras! "Vieron a Ember?" "Ayudenme a buscarla, no se sabe cuidar" "yo se que alguna de ustedes tiene a mi gata!" —habló Mary, haciendo una voz bastante irritante al tratar de hacer enojar a la chica, la cual estaba leyendo su vieja copia del libro "El retrato de Dorian Grey" de Oscar Wilde, un gusto que compartía con su gran amigo, Remus Lupin.

— Bueno, perdón por preocuparme por mi gato. —dijo mientras revoleaba los ojos un tanto irritada. Odiaba cuando interrumpían su lectura.— Capaz vos también deberías de empezar a cuidar tus cosas tanto como yo.

— Perdón?!

— Chicas...

La pelirroja intentó frenar la clara discusión que se avecinaba, pero fue brutalmente ignorada por ambas chicas. En cuanto a la que se encontraba callada, Marlene, temía meterse. No solo por que no le gustaban las discusiones, sino por que sus dos amigas decían cosas bastante hirientes sin darse cuenta al momento de estar enojada.

— A que te referís con eso?! —continuó la morena

— Vos sabes a que me refiero. No me hagas decirtelo.

— Decílo si tento te animas. Dale. —la retó.

Grabe error.

Nadie reta a aquella chica.

Cerró su libro fuertemente, dejándolo a un costado junto con un suspiro pesado. Se levantó de la cama y empezó a acercarse a su amiga lentamente a medida que las palabras salían de su boca sin pensarlas dos veces, como si se tratara de algo automático de lo cuál no tuviera oportunidad de controlar.

— Empecemos por que el año pasado no parabas de pedirme mis apuntes o libros constantemente por que no tenías los tuyos. Eso era por que olvidabas donde lo dejabas. Capaz también tengas que trabajar la mente un poco, ya que no te sabes los cumpleaños de nadie, ni de tus propios padres. —recitó mientras se acercaba a paso lento.— Eras irritante. Aparte de eso, capaz si empezaras a cuidar más las cosas que aprecias no solo nos tendrías a Lily, Marls y a mi, también tendrías a Alice, pero en tercer año le dijiste que Frank nunca la querría por tener mucha cara de chica tonta e inocente. Capaz también a Emmaline, pero el año pasado te burlaste de ella por no sacarse un "supera las expectativas" en un examen que vos apenas pasaste y, como cereza de pastel, le dijiste frente a una enorme cantidad de gente que deberían cambiarla de casa por no tener la cantidad de neuronas requeridas para ser una Ravenclaw. Capaz en un futuro no tengas más amigos por culpa tuya y te tires un obliviate a vos misma para olvidarte de lo sola que estas solo por culpa de los errores que vos cometes. Para colmo esos errores son completamente a propósito, por que querés volverte popular, no? —dijo acercandoce hasta el punto en el que parecía que se iban a dar un beso.— Por que queres sentirte querida, necesitas atención masculina. Y no dudas en sacrificar a una amiga para tener esta, o si Mary?

Se quedo mirándola con una cara desafiante hasta que una voz interrumpió sus pensamientos.

— Es suficiente. —Lily se encontraba con los ojos clavados en los de Calli con el ceño duro, diciéndole con la mirada que se vaya.

La chica de flequillo se dio vuelta, agarró su libro, su varita y a su gato y se fue del cuarto.



─── 🌑 🌒 🌓 🌔 🌕 🌖 🌗 🌘 🌑 ───



— Calli! —una voz varonil hizo que la chica se removiera en el lugar en el que estaba acostada.

— Dios! Olvide lo difícil que era despertarla, es como intentar despertar a un gigante!

— Black, soy más linda que un gigante.

— Se despertó! —cantó el de cabellos largos al escuchar la voz de su preciada amiga.

Potter y él la habían encontrado en un gran sillón de la cala común junto al fuego. Estaba justo en el borde de este, con la cabeza apoyada en su mano, la cual estaba en el posabrazos de este. Su libro se encontraba al lado de ella, y ella estaba hecha una bolita bajo la manta, lo cuál les dio ternura, pero, a pesar de querer dejarla dormir, no dejarían que todo Gryffindor vea a su amiga en un profundo sueño.

— Me di cuenta Sirius, tengo ojos. —respondió el de anteojos.

— Si, no es algo tan relevante como para que el castillo entero se entere.

— De hecho, si que lo es. Estuvimos como cuatro horas sacudiendote y zarandeandote para que te levantes, pero nada pasaba!

— Cinco minutos. Fueron cinco minutos. —volvio a hablar James, queriendo irse a la practica de quidditch.

A esto, la chica susurro mientras se levantaba "ojalá algún día no despertar pera no tenerles que ver las caras más."

— A donde pensas que vas? —cuestiono el de tez mas oscura.

— A la practica con ustedes. —ambos le lanzaron una mirada que claramente decía que no la dejarían ir. Era muy temprano, y ambos sabían que Calli tenía serios problemas al momento de dormir.— Por favor! No puedo volver al cuarto!

Ambos chicos enarcaron una ceja ante eso, haciendo que la chica largue un bufido mientras revoleaba los ojos.

— Volvimos a discutir...

— Con Lily-flor?! Ella esta bien?! Crees que debe estar triste o-

— No, Potter, no fue con tu "Lily-flor" —dijo haciendo comillas con los dedos y una voz rara.— Fue con Mary.

— Jesús me libre... parecen Sirius y Remus, todo el día peleando! Marls es más como Peter.

Los ojos de Sirius se abrieron de par en par.— Eso hace que... TU LILY SE PAREZCA A VOS!

Ambos chicos soltaron un gritito. La chica los estaba viendo con la boca levemente abierta y una mirada exhausta, no pudiendo creer lo que veía.

— Vamos. —dijo, tironeando a ambos chicos por sus trajes de quidditch.— Antes de que me arrepienta.

Algo que ella no se dio cuenta, eran los bajos jadeos que salían de la boca Sirius cada vez que su pantalón rozaba con su pierna.

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