𝟬𝟱. Red Lion
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La mañana siguiente, nos encontrábamos caminando por las calles de Londres nuevamente.
— ¿Vas a decirme a donde vamos? — Violet insistió.
Había evitado responderle aquello en todo el tiempo que llevábamos caminando ya que sabia como reaccionaria. Y no seria una reacción amigable.
— Debes prometer que no te enfadaras y entonces puede que te lo diga — pedí y ella frunció el ceño con desconfianza.
— Lo prometo — acepto.
Detuve mi andar y le hice una seña para sentarnos en el bordillo de la acera. Por esa calle no pasaba mucha gente, asi que nadie nos prestaría atención.
— Hace mas o menos un año, tu padre volvió a casa en un estado...
— ¿Ebrio? — cuestiono. Asentí y formo una mueca —. No es extraño.
— Si, lo sé. El problema es que pude haberlo usado a mi favor — trague saliva duramente cuando Violet entrecerró los ojos para verme —. Sabes, yo no hablaba mucho con el, no por nada en especial. Quiero decir, con tu madre no tenia una buena relación, pero hablaba bastante con ella. Entonces, extrañamente, esa noche el hablo conmigo. Me dijo cosas que ya no recuerdo, eran cosas sin sentido de todos modos, y en algun momento me comento algo sobre su trabajo... — hice una pausa, dejando que mi hermana procese la información que le brindaba —. No sabia a que se refería cuando dijo que había un hombre que le reclamaba algo, pero luego me dijo el apellido, el apellido de mi padre. Lo escuche balbucear cosas y menciono el nombre de un bar. No se que pueda encontrar ahí, pero es de las pocas pistas que tengo del paradero de mi padre.
— ¿Aprovechaste que mi padre estaba ebrio para quitarle información y ahora quieres llevarnos a un bar de mala muerte? ¿Quieres que nos maten? — Violet se levanto del bordillo mientras hablaba sin dejar de mover las manos.
Si mi hermana usaba las manos para expresarse, era una clara señal de que estaba enfadada.
— Oye, prometiste no enfadarte — me queje, levantandome y parándome a su lado lentamente.
— ¿Oh, no quieres que me enfade? ¡Estoy muy enfadada! — alzo el volumen de su voz y repiqueteo su pie en el suelo.
Iba a responder cuando vi a un hombre caminar directo a nosotras con velocidad, tome a Violet del brazo mientras observaba bien al hombre. No tarde en reconocer el sombrero marrón en su cabeza, era el hombre del tren, quien intento asesinarnos.
Arrastre a Violet hacia un callejón a nuestro lado y nos ocultamos en la oscuridad. Le indique que hiciera silencio cuando fue a hablar y me asome para ver como el hombre frenaba fuera del callejón y miraba sus alrededores en busca de algo. Despues de unos segundos, continuo su camino y solte el aire que estaba conteniendo.
— ¿Ese era el hombre del tren? ¡Willow, estaba buscándonos! — Violet se sobresalto.
Revise que el hombre se haya ido para salir del callejón y caminar rápidamente en dirección al bar, mi hermana me siguió sin dejar de mirar detrás de nosotras con miedo.
— No esta buscándonos a nosotras — me negué, aunque sabia que probablemente si estaba buscandonos.
— ¿Qué pasa si nos encuentra?
— No lo hará — trate de convencernos.
Voltee a ver detrás de nosotras una vez mas y cuando me asegure que nadie nos seguía, suspire con tranquilidad.
Nos detuvimos frente al bar nombrado "Red Lion" y no tarde en abrir la puerta para entrar. Violet se aferro a mi brazo cuando las miradas de varios hombres ahí dentro se dirigieron a nosotras. Le indique a mi hermana que se acomodara el sombrero que iba con su disfraz de muchacho y ella se oculto parte del rostro con la visera de este.
Me acerque a la barra y un hombre que rondaba los cincuenta se acerco a nosotras. La sonrisa en su rostro me hizo formar una mueca.
— Señorita, caballero — nos saludo —. ¿Qué desean?
— Busco a alguien, dijo que me esperaría en este bar, pero temo que se me hizo tarde — mentí —. Se apellida Marlowe, ¿de casualidad sabe si estuvo por aquí?
— Lárguense de aquí, no quiero conocidos de ese ladrón en mi bar — lanzo el trapo que sostenía sobre uno de sus hombros y se cruzo de brazos.
— ¿Ladrón? — susurre.
— Lárguense.
No pude decir nada, nisiquiera cuando Violet me arrastro hacia la salida del bar. Mi mente no dejaba de repetir lo que el hombre dijo. ¿Mi padre era un ladron? Necesitaba respuestas.
— Niñas.
Ambas nos detuvimos y miramos a un señor mayor sentado en una esquina algo oculta del bar. Nos observamos entre nosotras y aceptamos acercarnos al hombre.
— ¿Nos habla a nosotras? — Violet quiso saber.
— Claro que si, ¿a quien mas le hablaría? — se rio y nos señalo los asientos frente a el, las dos nos sentamos con cautela. Me sorprendió que el hombre se haya dado cuenta de quienes eramos en verdad, ignorando completamente nuestros disfraces —. ¿Pueden recordarme a quien estan buscando?
— A un hombre. Se apellida Marlowe — le hice saber.
Violet me miro como si me hubiera vuelto loca por darle esa información al desconocido. Pero no tenia otra opción, el hombre del bar no quiso darme información, y quizás este señor sabia algo.
El señor busco una pluma y su tinta en el bolso a su lado y escribió una dirección en un pañuelo. La doblo y me la entrego, la tome con duda.
— No pueden quedarse aquí — señaló al hombre en la barra, el cual nos había echado —. Vayan a esa dirección, aunque debo advertirles que quizás no les guste lo que van a encontrar.
— Gracias — murmure y me levante del asiento con Violet liderando el camino a la salida. El señor asintió como respuesta.
Apenas estuvimos fuera del bar, Violet arrebató el papel de mis manos y lo leyó con curiosidad. Frunció el ceño mientras me lo devolvía.
— No iremos ahí, Willow. Es posiblemente uno de los peores barrios de Londres. Piénsalo bien, por favor — me tomo de los hombros como si me estuviera suplicando detener el plan.
— Violet, no llegamos hasta aquí para nada.
— Tomate el resto del día para pensar. Podemos buscar otra pista, tiene que haber algo más — pidió y asentí débilmente.
Ella tenía razón, era algo arriesgado ir a donde el señor nos indicó sin tener idea de nada. Bien podría ser una trampa. Pero era la única pista que tenía, y no quería desperdiciarla. Tenía que pensar que haría.
Me senté sobre la cama con la servilleta en mis manos. Violet había salido de la habitación para prepararse un té, así dándome tiempo de pensar con tranquilidad.
Realmente no pude centrarme en el plan de encontrar a mi padre cuando la imagen del hombre con sombrero apareció en mi mente. ¿Nos estaba siguiendo?
Estaba preocupada. Si esta vez no logro encontrarnos porque nos escondimos de el, quizás volvía a intentarlo y la próxima si nos encontraba.
Violet entró a la habitación repentinamente. Noté que estaba algo acelerada y me levante de la cama para luego acercarme a ella.
— ¿Que sucede? — quise saber.
— Willow, tienes que decirle a Enola sobre el hombre del tren — pidió mientras me guiaba al cuarto de Enola.
— ¿Porque? — pregunté con desconfianza. Violet abrió la puerta de la habitación, revelando a una Holmes notablemente herida en una esquina. Me acerque a ella velozmente —. ¿Que sucedió?
— Me encontré con el hombre del tren — susurro, limpiando la sangre de sus rodillas —. Está buscando a Tewkesbury.
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