Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝟬𝟰. Disfrazarse de dama


...🔍

Cuando apenas despertamos, reanudamos nuestro camino hasta encontrar a alguien que pudiera llevarnos a nuestro destino. Un hombre que transportaba animales acepto llevarnos por algo de dinero, y sin tener otra opción aceptamos.

Ahora los cuatro nos encontrabamos sentados en la parte trasera de la carreta, llegando al centro de Londres. Nuestro transporte se detuvo y Enola fue la primera en bajar, Violet y yo la seguimos.

— ¿Aquí nos separamos? — indago Tewkesbury.

— Eso parece — conteste, sacudiendo la suciedad de mis pantalones.

— Les agradezco por haberme ayudado, señoritas.

— Nos debes una — Enola sonrio y comenzo a alejarse de nosotras. Violet parecio querer despedirse de ella ya que corrió detrás de la chica.

Me cruce de brazos sin saber que hacer cuando quede a solas con Tewkesbury. Se notaba a simple vista que temía quedarse solo, y no sabia que hacer ante aquello porque no arriesgaría todo mi plan por el.

— Estaras bien, Vizconde Tewkesbury — sonrei y el formo una mueca desconfiada —. De verdad, no eres tan tonto — imite lo que el había dicho el día anterior, sacándole una risa —. Nos veremos pronto.

— ¿Eso crees? — vacilo.

— Eso espero.

— Entonces nos vemos pronto, Willow.

— ¡Olvida ese nombre! — grite sin borrar mi sonrisa mientras comenzaba a alejarme de el.

— Tendrás que buscar otro — hablo justo cuando la carreta reanudo su camino.

No quise voltear a ver como se alejaba. Ese tipo de despedidas no eran lo mío y lo habia dejado bastante claro cuando sucedió lo mismo en mi despedida con Violet.

Finalmente inspeccione los alrededores con emoción.

Londres: el corazón de Inglaterra.
Las respuestas que necesitaba
se encontraban por aquí.

Camine hasta las dos chicas que me esperaban. Violet giro a verme de prisa.

— Iremos con Enola.

— ¿Que? — fruncí el ceño mientras intercalaba la mirada entre mi hermana y la Holmes —. ¿Cuándo decidieron eso?

— Hace un momento. Enola va a ir por un cambio de apariencia, y luego buscara hospedaje. Es lo que nosotras debemos hacer, luego de eso, nos separamos y cada una se ocupa de su plan— ofreció Violet con esperanza.

No entendía porque Violet estaba tan emocionada por el hecho de permanecer junto a Enola, pero no podía cuestionarla, yo me habia encariñado bastante con el marqués.

— Esta bien, nos quedaremos juntas solo por el momento. ¿Enola? — mire a la chica esperando su respuesta afirmativa al nuevo plan y termino asintiendo sonriente.

Atravesamos las calles de Londres rápidamente. Todo estaba repleto de personas, los que vendían, los que paseaban. La gente era un poco mas intensa que en la provincia.

Inconscientemente pise un papel que alguien lanzó al suelo y lo levante con curiosidad. Leí el titulo del panfleto con atención.

‟Se busca al vizconde Tewkesbury. Recompensa"

El panfleto además de la información contenía un dibujo idéntico a Tewkesbury. Me sobresalte y le enseñe el papel a las chicas.

— ¿Creen que estará bien? — quise saber. Ahora que veía ese anuncio había empezado a preocuparme.

— Lo estara, no te preocupes — Violet coloco una mano en mi hombro.

Suspire y asentí. Arrugue el papel y lo tire en el contenedor de basura mas cercano.

Marqués de no se donde,
realmente espero que estes bien.


Violet se ofreció a encontrar un vestuario adecuado para nosotras. Así que entramos a una tienda de vestidos y dejamos que ella husmeara entre las prendas.

Mi hermana tomo un vestido rojo para Enola y luego escogió un vestido azul para mi. Di un paso atrás en negación.

— ¿Vestidos? ¿Por qué debería usar uno de esos? — me queje.

— Porque debemos disfrazarnos, y nunca sabrían que eres tu con esta ropa — Violet se tomo el tiempo de explicarme mientras examinaba los corsé.

— Vamos, no será tan malo — Enola trato de convencerme.

No tenia otra opción.

Tome el vestido que Violet me entregaba mientras Enola hacia lo mismo con el suyo. La cantidad de tela pesaba al sostenerla y ya estaba imaginando lo incomodo que seria llevar eso puesto.

— ¿Y para que quieren eso unos muchachitos? — la dueña de la tienda se acerco a nosotras repentinamente.

— Necesito un corsé — Holmes le pidió a la mujer.

— No necesitas tal cosa — se nego con desagrado —. Este establecimiento es respetable.

— Y yo lo respeto.

— No lo respetas con tu apariencia. No lo respetas con tu olor — la mujer comenzo a quejarse. Rodee los ojos y saque el dinero que escondía en mis botas, luego lo conté frente a sus ojos sabiendo lo que generaría en la mayor —. Y yo...

— ¿Hay vestidor en la tienda? — Enola le pregunto y la mujer señalo hacia un lugar en la tienda, con una gran sonrisa adornando su rostro.

Alce mi puño derecho y Enola choco el suyo contra el, ambas contentas por haber logrado que no nos echaran de la tienda.


Después de media hora entre vestidos y corsés, las tres habíamos logrado disfrazarnos. Mientras que ahora Enola y yo eramos dos damas, Violet estaba usando mi ropa para fingir ser un muchacho.

Le habíamos preguntado a la dueña de la tienda si conocía algun lugar donde podamos hospedarnos y ella nos pidió que la siguiéramos para enseñarnos un edificio que según ella lo valía.

Acabamos en un barrio bajo de Londres y Enola estaba comenzando a dudar de las palabras de la mujer.

— ¿De verdad lo vale? — le pregunto a la mayor.

— Oh, lo mas valioso que encontraras. Tuvieron mucha suerte de conocerme — intento convencernos.

Seguimos caminando y sostuve mi estomago con molestia.

— No puedo respirar — murmure, refiriéndome al corse que Violet escogió para mi.

— Deja de quejarte — me exigió mi hermana mientras entrabamos al edificio.

— Hemos llegado — nos informo la mujer.

Mire todo con cautela. La habitación de Enola estaba frente a la que compartiría con Violet, y ambas parecían estar en muy mal estado. Violet salto hacia atrás, escondiéndose detrás de mi cuando una rata camino por nuestros pies. Me contuve de hacer una mueca.

— Divino — Enola elogio el lugar, aunque en verdad estuviera pensando todo lo contrario.

Las tres asentimos con una sonrisa falsa y le entregamos el dinero a la mujer, pagándole por los días que nos quedaríamos en las habitaciones.

Cuando ella se fue, y las personas que también vivían ahí dejaron de husmear, las tres nos miramos.

— Suerte — murmuramos en unísono.

Ahora, finalmente nos dividíamos y nos preparábamos para lo que habíamos venido a la ciudad.

O eso creía.


NOTA:
Capítulo corto,
espero les haya gustado <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro