De piel clara y ojos azules como el cielo era lo que mejor describía a Denise, siendo capturada a la edad de doce años y vendida al palacio de la sultana Pembe, se convirtió en la Daye perfecta, sabía tres idiomas, su escritura era la mejor, su baile era hipnótico y su belleza era impresionante.

Todo aquello cautivo a más de uno y cuando el esposo de la sultana Pembe quiso hacerla suya la sultana decidió a enviarla lejos.

Es así como acabo en el palacio de topkapi.

El sultán reinante Berak tenía más de quince concubinas favoritas, cuatro principales y dos de ellas se disputaban el puesto de valide de forma feroz.

El príncipe Kasim con tan sólo diez años era el favorito por los jenizaros mientras que Mehmet era el favorito de su padre.

—Safiye hatun, Sevda kadin pide verte - la joven de diecisiete años bajo su bordado y se puso de pié.

Sevda kadin era la madre del segundo príncipe del imperio, Kasim.

Ece era la favorita más amada de su majestad por lo cual llevaba el título mayor a kadin, sultana, su hijo disfrutaba de grandes lujos y privilegios.

Por lo cual servirle a alguna de las dos sería auspicioso, pero con una muerte segura.

—Kadin -la joven se reverencio, la hermosa mujer de veintitrés años le dio una rápida mirada.

—Desde que llegaste al palacio me demostraste lealtad - Safiye asintió.

Escogió rápidamente a la consorte que le favorecía y que más le agradaba, había llegado a topkapi hacía dos años y en ese tiempo había visto como ella y Ece se matan por el poder.

—Quiero que seas la Daye de Kasim, mi Şehzade necesita a alguien que sea su sombra.

—Lo haré con gusto y daré mi vida por el - Safiye no había visto al Şehzade en aquel tiempo en topkapi pero sabía que tenía un temperamento terrible y que corría a sus Dayes cada mes.

—Confio en ti Safiye  - la joven se acercó a besar su mano y la llevó a su frente. —Vamos al jardín, mi pequeño esta ahí

Safiye siguió a la sultana en completo silencio, si quería agradarle al príncipe tenía que encontrar sus gustos.

—Kasim hijo mío  -el menor dejo de mover la espada y se giro a ver a su madre, a pasos lentos y pesados se acercó a ella.

—Madre - beso su mano, Safiye se estiro un poco para verlo pero no lo logró.

—Encontré una nueva Daye  - el menor rodó los ojos —No me hagas esos ojos, es por tu bien, ven Safiye.

La joven salió de su escondite y realizó una reverencia ante él, con una pequeña sonrisa le miró.

El príncipe hizo algo que le sorprendió a todos, le sonrió a la joven, algo que el nunca había hecho con alguna Daye o agha, ni si quiera a su padre o madre.

—Es un honor conocerlo, soy Safiye hatun - el menor estiro su mano, la joven observo de reojo a Sevda y está asintió.

Kasim sonrió al verla, su belleza le había cautivado y el tacto de sus suaves labios con su piel lo había derretido.

—Ire a mis aposentos madre - el menor se despidió y camino — Vamos Safiye.

La joven le dio una pequeña sonrisa a la kadin y siguió en silencio a Kasim.

Al ingresar a los aposentos el menor se tiro al diván y solto varios suspiros, Safiye se acercó con el cuenco que le tendía las criadas y se arrodillo delante de él.

—Lavalas tú  - Safiye coloco el cuenco en el suelo y tomo las manos del menor con cuidado —Que manos tan suaves - ella sonrió.

—¿Qué desea comer? - el alzó los hombros, su mirada seguía fija en el rostro de Safiye algo que la incómodo.

—Dormiré, quédate aquí  -ella asintió y lo vio ir a la cama —¿Qué haces? Debes de acomodar todo por mir.

Safiye se acercó ligeramente a el y lo arropó, el menor la miro brevemente y cerro sus ojos.

—Ni se te ocurra irte, me molesta tener que repetir mis órdenes.

—Sí alteza - se quedó en un rincón observando su dormir.

Topkapi definitivamente estaba llena de secretos, muertes prematuras, asesinatos minuciosamente planeados, partos difíciles y traiciones.

Desde que Safiye llego había disfrutado de una breve paz, pero ahora cuidaba a un pequeño caprichoso.

—¿Cómo te fue con la Kadin? - Raşa hatun se acercó a ella, ambas habían congeniado bien y eran amigas —¿Es cierto que es mala?

—No lo es, pero no estaré a su lado, estaré al lado del príncipe Kasim.

—Pobre de ti - ella le miró.

—¿Por qué? - Raşa suspiro.

—Dicen que todas sus Dayes acaban renunciando, es cruel y exigente con ellas, algunas hasta acaban suicidándose, deberías de huir ahora que puedes.

—Tonterías  - Safiye negó, el príncipe sólo era un poco exigente pero no era malo con ella.

—Solo digo, ten cuidado Safiye.

Ece sultan observo a las criadas desde el balcón de sus aposentos, mujeres que luchaban por ganar algo de atención de su majestad y otras que luchaban por sobrevivir.

—¿Averguaste algo? - Leyla hatun se acercó.

—Solo contrato a otra niñera, nada raro. - Ece asintió.

—Vigila bien sus movimientos, no podemos perdernos de nada.

Safiye observo al príncipe dormir, desde dormir, hasta el baño, Safiye debía de estar pendiente de él cada momento.

Incluso en cada suspiro ella debía de verlo y contarlo, ser Daye definitivamente era algo complicado.

—¿Qué haces ahí parada? Ven a leer para mi ¿sabes verdad?

Ella asintió, si no supiera leer no estaría ahí, quiso rodar los ojos pero simplemente se arrodillo y se sentó en el cojín, tomó el libro que el le tendió y comenzó a leer con voz tranquila.

Kasim observaba su rostro de vez en cuando, facciones delicadas y sumamente hermosa, definitivamente tener a Safiye ahí seria una aventura divertida.

La valide sultan Gülden observo su libro contable sin emoción alguna, lo que hicieran sus nueras le valía poco, pero sus nietos eran otro asunto, debía de saber hasta que comían para escoger ella misma al heredero, pero el camino al éxito era de pura tierra.

—¿No hay nada nuevo? -la rubia le hablo a su criada, Adalet kalfa le miró.

—Nada nuevo, el príncipe Kasim tiene daye nueva pero nada más.

—Ese niño siempre corre a sus criadas, asegúrate de que esta no se vaya pronto, debemos de asegurarnos de que cambie su actitud mimada.

Primer capítulo, espero les gusten y no se olviden de votar y comentar para más capítulos.

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