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📱 :Capítulo dieciséis:⇢ˏˋ Rafael ˎˊ ꒰ 💚 ꒱
Naomi recogió sus cosas del escritorio luego de revisar la hora en su reloj. Faltaban algunos minutos para que la campana sonase, dándole fin a la clase de historia y abriendo las puertas de todos los clubes escolares. Su mirada recorrió vagamente las figuras de sus compañeros, quienes también habían empezado a guardar sus respectivos materiales para estar listos a la hora de salir.
Ya no se sentía tan incómoda con el cambio de ambiente, e incluso se había acostumbrado a la cotidiana vida escolar. Sus compañeros eran respetuosos con ella, e incluso solían ayudarla cuando lo necesitaba; sabía que parte de eso era gracias a Feitan, ya que seguramente nadie tenía el valor de tratarla mal luego de ver lo que le pasó a Killua.
Con este último había aprendido a llevarse, ambos están en el mismo club, y solían sentarse juntos para realizar las actividades que les encargaban. El albino ya no parecía odiarla tanto como antes, y aunque a veces seguía comportándose algo grosero, sabía que no lo hacía con malas intenciones, simplemente era su forma de ser.
—Oye, Naomi —la llamó su mejor amigo, haciendo que girara la cabeza en su dirección—. Hoy no podré acompañarte a casa, debo quedarme hasta tarde por el club.
La castaña frunció las cejas desanimada, asintiendo con la cabeza mientras volvía a posar su vista al frente. Esta sería la primera vez que volviera a casa sin la compañía de su mejor amigo, ya que este era quien solía llevarla y traerla diariamente. De vez en cuando Feitan caminaba un par de cuadras con ellos, pero llegaba un momento en el que debía separarse de ambos para coger su propia ruta, y aunque sabía que él estaría dispuesto a acompañarla hasta su hogar, no pensaba abusar más de la confianza que le había dado estas últimas semanas.
«Supongo que debo volver sola...» pensó cabizbaja, jugando con el borde de su falda «El camino no es muy peligroso, estaré bien»
La campana sonó abruptamente, haciendo que diera un respingo asustada mientras sus compañeros suspiraban aliviados. Daiki posó su mano sobre la cabeza de la muchacha, dándole una rápida caricia como despedida antes de partir a su club; Feitan asintió con la cabeza en dirección a la muchacha, a lo que ella levantó tímidamente su mano como despedida.
—Que lenta eres, si llegamos tarde será tu culpa —la voz del Zoldyck sonó a sus espaldas, pero ni siquiera tuvo tiempo de voltearse cuando ya había recibido un ligero golpecito en su nuca—. Levántate rápido, ya me cansé de que Hisoka me regañe.
La muchacha simplemente asintió, tomando torpemente su bolso antes de levantarse de su asiento. Tuvo que acelerar un poco el paso para alcanzar a Killua, quien no tuvo la decencia de parar su andar para esperar a la chica.
—¿Por qué tienes esa cara de sonsa hoy?—habló el varón, caminando un poco más lento para observarla de reojo—. Te ves como triste o con ganas de ir al baño. Si es la segunda opción, te recomiendo que hagas en tu casa, de lo contrario saldrás de aquí con 4 nuevos tipos de infecciones orinales.
La chica torció sus labios en una pequeña mueca, negando con la cabeza para ahorrarse las explicaciones—N-No te preocupes, Killua-kun.
—¿Quien dijo que estoy preocupado? Baka —bufó, rodando los ojos—. Soy chismoso, eso es diferente.
Naomi soltó una corta risa, jugando con sus dedos mientras observaba el suelo por el que caminaba—Es que Daiki-...
—Te refieres a Dereck, ¿no?—la interrumpe, a lo que ella asintió—. ¿Qué le pasó al señor simpatía?
—N-Nada, simplemente de-debe quedarse hasta tarde por su club.—explica cortamente, a lo que él murmuró un sonido pensativo mientras asentía.
—Pues que mal por él. Y hablando de eso, es un pésimo amigo, mínimo debió elegir el mismo club que tú para acompañarte —hace un ademán con su mano, negando lentamente con la cabeza—. Aunque en cierta parte lo entiendo, ver a Hisoka casi todos los días no es muy agradable que digamos.
—Daiki-kun no es bu-bueno con las manualidades.—balbucea, a lo que Killua soltó una risa burlona.
—No todos fuimos bendecidos con ese talento —suelta con arrogancia, rascando ligeramente la punta de su nariz—. Tú tampoco fuiste bendecida, pero te esfuerzas y eso es lo que cuenta.
La muchacha asintió como respuesta, se habría atrevido a decir alguna otra cosa, pero ambos ya habían llegado al aula de Arte. Tomaron los asientos que solían ocupar normalmente, y permanecieron en silencio hasta que el pelirosa entró al aula.
La clase ya había comenzado, pero Naomi no podía dejar de pensar en lo que haría al salir de ella.
—Maldito profesor de mierda, ¿qué clase de club de manualidades manda a realizar un ensayo? Respuesta; ninguno —masculla el Zoldyck irritado, acomodando el tirante de su mochila antes de observar a Naomi—. ¿Me ayudas con el ensayo? Amiguita.
La chica asintió rápidamente, ganándose un suspiro de alivio por parte del joven—No eres tan cretina como decían.
—¿Q-Quien decía eso?—preguntó angustiada, a lo que él titubeó un poco antes de bajar los hombros.
—Yo —responde, rascando su mejilla con cierta vergüenza—. Pero mira el lado bueno, ahora solo diré que eres muy bondadosa.
Naomi sonrió desconcertada, tensando su postura al notar que ya habían llegado a la salida de la escuela. Escuchó a lo lejos como los amigos de Killua lo llamaban para que se acercara, y como de costumbre, este se giró a verla antes de despedirse.
—Adiós, mándale saludos a Dere... Oh, verdad que hoy sale tarde. ¿Te quedarás esperándolo?—cuestiona con curiosidad, a lo que ella negó tímidamente—. ¿Entonces?, ¿tu mamá viene por tí?
—E-Ella trabaja hasta ta-tarde.
El albino frunció las cejas, recorriendo el estacionamiento con la mirada. Pudo visualizar la pequeña figura de Feitan a lo lejos, ingresando al auto de alguno de sus amigos sin si quiera mirar a los lados. Aquello le dió a entender que el pelinegro tampoco acompañaría a la chica hasta su hogar, lo que significaba que debía volver sola.
—Ah bueno, teme cuidas.—se despidió, realizando un corto ademán con su mano antes de dar media vuelta y caminar en dirección a sus amigos.
Gon fué el primero en recibirlo, agitando animadamente su mano mientras esperaba a que llegara con ellos. Este mismo observó con curiosidad como Naomi caminaba solitariamente hacía la salida del estacionamiento, y no pudo evitar preguntar al respecto.
—¿Se va sola?—preguntó, a lo que Killua frunció las cejas antes de asentir.
—Dereck se queda hasta tarde, su mamá está en el trabajo y Feitan seguro se fué a robar un banco —responde con desinterés, mandándole una mirada de fastidio a sus amigos—. ¿Nos vamos? Debo copiarme de un ensayo al llegar a casa.
El peliverde frunció el ceño, observando a su amigo con reproche—Killua, ya sabes como es Naomi, es peligroso que se vaya sola.
El albino soltó un bufido, observándolo con cierta burla—Ya está grandecita, ¿qué le puede pasar?
—La pueden robar.—responde Leorio, ganándose otro bufido de su parte.
—¿A plena luz del día?, ¿en uno de los barrios más seguros de la ciudad?—cuestiona con obviedad, a lo que Kurapika se encogió de hombros.
—¿Qué tal si algún pervertido se acerca a ella? Dudo mucho que tenga la valentía de gritar por ayuda, y mucho menos la rapidez o fuerza para escapar —comenta, y antes de que pudiese replicar, prosiguió—. Y sí, existen personas así, Killua; la semana pasada uno me confundió con una mujer y me tocó el trasero. Tuve que romper mi voto de paz ese día.
El Zoldyck tragó saliva, ya que su mente no pudo evitar crear un escenario parecido dónde Naomi estuviera involucrada. Se sentiría culpable el resto de su vida si algo malo le sucedía a la muchacha hoy, y prefería ahorrarse futuros arrepentimientos.
—Maldita sea, vamos por ella entonces.—masculla de mala gana, a lo que ellos negaron.
—Ella vive en dirección opuesta a nosotros, ¿para qué debemos ir los cuatro? Contigo basta.—cuestiona el rubio, a lo que Killua exhaló indignado.
—¿No que muy preocupado por ella?—gruñó, a lo que él simplemente se encogió de hombros.
—Contigo estará a salvo. Mejor ve rapidito o la vas a perder de vista.
El albino bufó cansado, mandándole una mala mirada a sus amigos antes de dar media vuelta y correr en dirección a la salida. Tal vez toda esta situación sirviera un poco para fortalecer su amistad con la chica, y de esa forma ayudarla a alejarse de Feitan antes de que la llevara por el mal camino; por eso, y solo por eso, estaba dispuesto a acompañarla hasta su casa el día de hoy.
«Asuka se burlará de mi cuando le cuente todo esto» suspiró, dejando de correr al visualizar la cabellera de la chica a lo lejos «Genial, menos mal que camina como tortuga»
—¡Naomi!—la llamó, acelerando más el paso.
La muchacha se detuvo extrañada al escuchar la voz de su compañero llamándola, y no pudo disimular la sorpresa al ver como este corría hacía ella—¿Killua-kun?
Este paró de correr al llegar frente a ella, suspirando con cansancio antes de inspeccionarla con la mirada—¿Estás bien?, ¿no te cruzaste con ningún depravado sexual?
Ella frunció las cejas confundida, negando lentamente con la cabeza—¿P-Pasó algo?—preguntó, a lo que él titubeó un poco antes de negar.
—No, es que yo...—balbuceó, tratando de inventar alguna excusa que no lo hiciera quedar como un imbécil— recordé que no tengo tu número ni nada de eso, así que no tenía como pedirte el... ¡El ensayo del club!
Naomi alzó las cejas, asintiendo con la cabeza mientras sacaba el celular del bolsillo de su falda—¿Q-Quieres que t-te dicte el n-numero?
«Maldición, si le digo que sí luego no tendré excusa para acompañarla a su casa» gruñó internamente, mientras una sonrisa incómoda se formaba en su rostro—Eh... lo estuve pensando y no es muy correcto eso de que me copie de tu ensayo. ¿Y si mejor voy a tu casa y... me copio de tu ensayo ahí?
—¿No es lo mismo?—cuestiona confundida, a lo que él negó rápidamente.
—Si estoy contigo podemos fingir que te ayudé un poco.—rió secamente, a lo que ella se limitó a asentir.
—B-Bueno, no te-tengo problema con eso.—murmuró ansiosa, a lo que él suspiró internamente antes de asentir.
—Entonces vamos, y más te vale que me des almuerzo porque me muero de hambre.
«Ay por Dios, esta es la primera vez que un chico que no sea Daiki entrará a mi casa» pensó la muchacha angustiada, tratando de introducir las llaves en la cerradura, pero sus manos temblorosas le entorpecían el trabajo «Seguro se va a burlar de mi habitación rosa, pero si lo dejo en la sala se va a burlar de mis fotos de bebé, y se ve muy feo que hagamos el ensayo en la cocina, pero si vamos a la terraza-...»
—¿Se te olvidó como abrir la puerta o qué?—la voz del albino la hizo dar un respingo, a lo que él alzó una de sus cejas con burla—. ¿Todo en orden?
Naomi tragó saliva antes de asentir repetidas veces, con poca valentía terminó de abrir la puerta, haciéndose a un lado para dejarlo pasar primero. El Zoldyck analizó rápidamente el recibidor con la mirada, notando a simple vista que la familia de la chica era de buena clase; no mejor que la suya, pero si estaban bastante bien.
—Linda casa —murmuró, con el vago intento de halagarla un poco. Caminó sin pedir permiso hasta llegar a la sala, haciéndole una pequeña inspección antes de posar sus ojos en los cuadros de la pared—. ¿Esa bebé gorda eres tú?—cuestiona con curiosidad, dando un paso al frente para observar mejor la fotografía en la pared.
—¡Me-Mejor vayamos a mi habitación!—exclamó rápidamente la castaña, empujando al muchacho con delicadeza para que subiera las escaleras que daban al segundo piso.
—Está bien, pero no me empujes, baka.—bufó, colocando su mano sobre el barandal de las escaleras para empezar a subirlas.
La castaña suspiró aliviada, siguiendo al muchacho para luego guiarlo hacia su adorable habitación. Le avergonzaba mucho mostrarle la intimidad de su recamara a otro chico que no fuera su mejor amigo, pero entre eso y sus fotos de bebé, prefería mil veces mostrarle su habitación.
—A-Adelante.—balbuceó, abriendo la puerta para dejar pasar a su descortés invitado.
Killua le mandó una mirada de reojo antes de ingresar a la habitación. Una mueca de asco se fué formando en su rostro al detallar la decoración de la chica; parecía sacada de un cuento de hadas. Las paredes, al igual que el piso y muebles eran de diferentes tonos de rosa; peluches, muñecos y diferentes dibujos de animales terminaban de darle el toque cursi al lugar, pero entre todas esas cosas, había algo que si le gustaba mucho.
—Huele a chocolate.—murmuró embelesado, inhalando varias veces en busca del origen de aquel delicioso aroma.
—S-Son las velas aromatizantes, a Daiki siempre le causa náuseas el olor, si quieres puedo apagarlas-...
—¿Eh?, ¿estás loca?—cuestiona alarmado, acercándose repentinamente a ella—. ¿Por qué querría que hicieras eso? Es más, no me voy de aquí sin que me regales una.
Naomi asintió simplemente, ganándose una brillante sonrisa del muchacho. Killua se giró para seguir inspeccionando la recamara de la muchacha, mientras esta tomaba asiento en su escritorio para empezar a realizar el ensayo.
—Tú también tienes una tortuga...—musitó el Zoldyck, observando con atención el pequeño habitad del animal.
La castaña le mandó una rápida mirada, asintiendo lentamente antes de posar la atención en su laptop—¿Tú también tienes una?
—Hmm, no, pero mi... novia, si, ella tiene una también —balbucea el muchacho, haciendo un corto ademán con su mano—. La suya se llama Rafael, ¿como se llama esta?
Naomi alzó levemente las cejas, girandose a ver al muchacho con curiosidad—Mi tortuga se llama igual.
Espero que les haya gustado el cap uwu
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