013
📱:Capítulo trece:⇢ˏˋ Enfermeriaˎˊ꒰ 💚 ꒱
El peliverde frunció el ceño, pellizcando la comida con su tenedor mientras observaba la mesa frente a él. Sus amigos detuvieron la conversación al notar que este llevaba un buen rato sin intervenir, y el mayor de todos se dió el atrevimiento de agitar la mano frente a su rostro.
—Todo bien, ¿Gon?—cuestiona Leorio, haciendo que este pestañeara repetidas veces antes de posar su mirada sobre él—. Estás algo raro.
—Cierto, pareces un acosador viendo al trío de imbéciles de allá —masculla el albino, mandándole una mala mirada de reojo a la estudiante nueva—. ¿Por qué los ves?
El Freecss sonrió tímidamente, llevándose una mano a la nuca como acto nervioso—Eh... es que quería conversar con la niña nueva, pero Feitan la acaparó primero.
Su mejor amigo rodó los ojos, soltando un pesado bufido en el proceso—Por Dios, como si no hablaras con muchas niñas ya. Esa no tiene nada de especial.
—Pues algo ha de tener para que Feitan esté con ella —comenta Kurapika, observando fugazmente la mesa del frente—. Yo creo que es bonita, me dan ganas de llevarla a la iglesia conmigo.
El albino curvó una mueca de desconcierto, negando con la cabeza antes de desviar la mirada hacía el mayor del grupo—Parece que Leorio y yo somos los únicos normales en esta mesa.
El de lentes ladeó la cabeza, observando momentáneamente a la chica antes de encogerse de hombros—Me gustan más grandes, pero si es bonita.
Killua soltó una larga exhalación de fastidio, sin poder creer lo que acababa de escuchar—Por favor, hay chicas mucho menos feas en esta escuela. Seguro Feitan está con ella solo por lastima, se ve medio rarita —murmura, jugando con la comida en su plato. Frunció las cejas al no recibir ninguna respuesta por parte de sus amigos, y se extrañó aún más al notar que todo el comedor se había quedado en completo silencio—. ¿Qué pasa?—cuestiona, levantando la mirada para observarlos.
Los tres tragaron saliva, haciendole algunas temblorosas señas para que desviara la vista hacía la derecha. El Zoldyck giró cautelosamente la cabeza, y ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar cuando el puño de cierto muchacho se había estrellado sobre su perfecta nariz.
—¡Por Jesucristo!—exclamó Kurapika horrorizado, levantándose bruscamente de la mesa para auxiliar a su amigo.
Este se llevó ambas manos al rostro, sintiendo como estas se manchaban con el líquido carmesí que chorreaba por su adolorida nariz. Se sentía bastante confundido y desorientado, ya que ni siquiera tenía conocimiento sobre quien lo golpeó de esa manera tan bruta. Podía escuchar como todos en la cafetería empezaban a gritar y murmurar cosas, mientras sus amigos se acercaban para apoyarlo.
—¡Killua! ¿Estás bien?—cuestiona el peliverde preocupado, retirando las manos del muchacho para observar el estado de su nariz. Curvó una mueca de horror al encontrarla toda manchada de sangre, y con bastante rabia se giró a ver a su agresor—. ¡Arruinaste la linda nariz de Killua, eres un monstruo!
Feitan levantó una ceja con cierta burla, ignorando completamente al Freecss para centrarse nuevamente en el albino—Llevo mucho tiempo queriendo golpearte, y te agradezco mucho el haberme dado una razón para hacerlo —se dirigió a él, haciendo que este entreabriera los ojos para observarlo—. Se que eres un patán, y sinceramente no me importa que lo seas con el resto de estos imbéciles. Pero no te metas con mis amigos, Zoldyck. Para la próxima te llevaras algo más que una nariz rota.
Leorio entreabrió los labios indignado al ver como Feitan daba media vuelta para volver a su mesa, y con todo el valor que tenía alzó la voz para encararlo—¡No puedes simplemente venir y golpear a Killua como si nada!
—¡Eso es cierto! ¡No importa que me hayas pasado la tarea la semana pasada, nadie golpea a Killua y se va airoso!—bramó Gon, desviando la mirada hacía su amigo rubio— ¿Verdad, Kurapika?
El aludido curvó una pequeña mueca, llevándose una mano a la nuca—Lo siento, chicos. Hice un voto de paz en la iglesia, no puedo meterme en peleas —explica, para seguidamente apretar su puño—. ¡Pero rezaré para que obtengan la victoria!
Leorio relajó un poco su semblante, bajando la mirada mientras jugaba con sus dedos—Y yo soy el presidente de la clase, tampoco puedo meterme en peleas.
—Oh, ahora que lo pienso... Mito-san se enojará mucho si se entera de que causé un alboroto...—murmura el peliverde, llevándose una mano al mentón.
El Zoldyck exhaló indignado, dando un paso hacía la izquierda para alejarse de ellos—¡Ustedes son los peores amigos del mundo!
—Killua, tampoco estuvo bien que insultaras a una niña....—susurra su amigo, a lo que Kurapika asintió inmediatamente.
—Génesis 2:22. De la costilla que le había quitado al hombre, Dios el Señor hizo una mujer y se la presentó al hombre.—recitó, ganandose una mueca del albino.
—¿¡Y tú de qué demonios hablas!? ¡Vayanse a la mierda todos!—bramó, ignorando los murmullos y risas a su alrededor para caminar a paso apresurado hacía la enfermería.
Definitivamente, hoy había sido uno de los peores días de su vida.
—Ya quita esa cara, Naomi. Lo que pasó no tiene nada que ver contigo —trató de tranquilizarla Daiki, suspirando pesadamente—. Esto iba a ocurrir en algún momento, Killua es un idiota y Feitan... pues, ahora es mi ídolo.—sonrió, recordando con satisfacción aquella gloriosa escena.
La muchacha frunció las cejas, mientras la culpa por todo lo ocurrido seguía carcomiendola por dentro. No le encontraba justificación alguna a las acciones de Feitan, ya que en lo personal, no consideraba que el comentario del albino estuviese muy alejado de la realidad. Sabía que el pelinegro solo estaba con ella porque sentía empatía hacía su condición, y aunque le agradecía mucho todo el apoyo que le estaba brindando, no consideraba la violencia como una buena forma de hacerse respetar por los demás.
No obstante, tampoco pensaba reclamarle aquello a Feitan. Ya que aunque quisiera, no tenía el valor para hacerlo.
Killua no se había presentado a ninguna de las clases que tuvieron luego del almuerzo, y escuchó por ahí que seguía descansando en la enfermería. Sentía el impulso de querer ir para ver cómo se encontraba, pero tomando en cuenta lo poco que había convivido con el chico, tenía la leve sospecha de que no sería bien recibida por él.
Parecía que la odiaba, y no entendía muy bien el porqué de su desagrado.
El sonido de la campana la hizo sobresaltar, y optó por quedarse quieta mientras esperaba a que todos sus compañeros desalojaran el aula. Daiki silbaba distraídamente una canción que escuchó en la radio durante la mañana, mientras terminaba de guardar todos sus útiles dentro de su mochila—¿Ya estás lista, Naomi?—cuestiona, colocando la mochila en su espalda mientras la observaba.
Ella estaba por responderle, hasta que sintió como una persona se acercaba con rapidez hacía su pupitre—¡Hola! ¿Te acuerdas de mí? Me llamo Gon.—habla rápidamente el peliverde, invadiendo inconcientemente el espacio personal de la chica.
Esta asintió torpemente, ganandose una sonrisa de su parte—¡Genial! Hmm... no quiero que esto suene raro, pero llevo todo el día viéndote y-...
—Si suena bastante raro —lo interrumpe Daiki, observandolo con el ceño fruncido—. Alejate de ella, se va a desmayar.
El Freecss entreabrió los labios, tomando distancia al notar lo sonrojado que estaba el rostro de la castaña. Se llevó una mano a la nuca con pena, embozando otra de sus brillantes sonrisas—Lo siento, jeje...—murmura, agitando la cabeza segundos después—. Bueno, volviendo a lo que vine... se que te sientes mal por todo lo que pasó con Killua, y en lo personal tampoco me pareció correcto su forma de hablar sobre tí. Así que estuve pensando y... ¡Seamos amigos todos!—exclamó, dejándolos desconcertados.
El castaño negó rápidamente con la cabeza, tomando la mochila de su amiga junto a una de sus manos—Killua puede llegar a ser agradable a veces, pero tú y yo sabemos que no tiene tolerancia alguna con las chicas. No quiero que vuelva a herir sus sentimi-...
—¡Tranquilo! ¡Killua tiene novia!—lo interrumpe, dejándolo sin habla—. Ya está progresando mucho en eso de convivir con mujeres. Estoy seguro de que si se presentan adecuadamente, se volverán grandes amigos.—afirma, observando a la muchacha en espera de su respuesta.
«¿Tiene novia?, ¿que clase de chica estúpida saldría con Killua Zoldyck?» pensó Daiki desencajado, bajando la mirada para observar a su amiga.
Esta se veía bastante insegura y nerviosa. Lo que menos quería era irrumpir en la enfermería para incomodar al albino, quien seguramente ya tenía bastante incomodidad con su nariz rota. Pero al mismo tiempo, la idea de conseguir otro amigo se veía bastante tentadora, sumándole a eso el hecho de que si lograba concretar una relación con el chico, ya no tendría que preocuparse por otra confrontación entre Feitan y el Zoldyck.
—¿M-Me das un segundo?—pide, levantándose del escritorio sin esperar respuesta alguna.
Ambos jóvenes observaron como la chica abandonaba el aula a paso apresurado, dejándolos completamente solos y confundidos. Gon agitó levemente su cabeza, girando la vista hacía el castaño—¿Me pasas los apuntes de hoy? Estaba muy distraído y olvidé copiar todo.—pide avergonzado, ganándose un suspiro del castaño.
Por otro lado, Naomi había parado su pequeña carrera en la puerta del baño de chicas, regulando su respiración antes de ingresar. Cuando se aseguró de que no había nadie en ningún cubículo, sacó el celular de su bolsillo para marcar el número de su adorado amigo virtual.
—¿Asuka?—contestó alguien luego de algunos segundos, a lo que ella asintió repetidas veces.
—A-Alluki-kun... ¿estás ocupado ahora?—cuestiona, recibiendo un sonido pensativo como respuesta.
—Pu-Pues... nop, solo estoy en... no importa, ¿pasó algo?
Naomi torció los labios, jugando con las puntas de su cabello mientras buscaba una manera sencilla de explicarle toda la situación—Hay un-un chico en mi clase que... me odia.
—¿Eh?, ¿cómo que te odia? ¿Acaso es imbécil? Dime como se llama, mi familia conoce buenos matones que se pueden encargar de él.—habló con rapidez, dejandola desconcertada.
—N-No te preocupes, solo... le di u-una mala impresión —trata de calmarlo, suspirando antes de continuar—. E-El punto es que... terminó envuelto en-en un problema por m-mi culpa, y queri-ria pasar a disculparme con él.
—No lo hagas, seguro fue todo culpa suya. Te lo dije, ¿no? Los adolescentes son estúpidos —suspira—. Pero... tampoco me agrada mucho la idea de que tengas un enemigo mortal en la escuela, así que... si pueden hacer las paces, mejor.
Naomi embozó una brillante sonrisa, sintiéndose sumamente tranquila gracias al consejo del muchacho—Muchas gracias, Alluki-kun.
El albino suspiró encantado, observando distraídamente como sus dos amigos intercambiaban palabras frente a él. Todo su malhumor se había esfumado luego de recibir aquella inesperada llamada, y si no fuera por el punzante dolor en su nariz, ya habría olvidado por completo aquel bochornoso escenario que vivió horas atrás.
—Oye, Killua. Gon está tardando mucho, mejor esperémoslo en la entrada, ya no soporto este olor a medicina.—habla Kurapika, arrugando su nariz con desagrado.
El Zoldyck asintió, llevándose una mano al rostro para ajustar el algodón que cubría su herida. Por suerte, Feitan no logró fracturar su adorada nariz, así que solo era cuestión de tiempo para que sanara por si sola. Algunos ematomas rodeaban el área nasal, y en general, su rostro se encontraba bastante rojo e hinchado.
«Parezco un mal boxeador» pensó desanimado, observando tristemente su reflejo en el espejo.
El sonido de la puerta abriéndose llamó la atención de los tres. La figura del cuarto integrante del grupo se hizo presente, y para sorpresa de todos, este venía acompañado por otras dos personas más.
—¿Eh?, ¿ella que hace aquí?—gruñe el Zoldyck, señalando despectivamente a Naomi. Casi al instante se arrepintió de haber dicho aquello, y con algo de temor se escondió detrás de Leorio—. Feitan no está aquí... ¿verdad?—cuestiona, estirando el cuello para buscar la pequeña figura del pelinegro.
Daiki rodó los ojos, negando con la cabeza—Se fué hace rato con sus amigos, puedes dejar de temblar.
El muchacho relajó su postura, no obstante, la expresión en su rostro no cambió ni un poco—¿Qué hace ella aquí?—repite, ganandose un suspiro del peliverde.
—Killua... Naomi-chan no tiene la culpa de nada. Si te das cuenta, tú fuiste quien empezó a insultarla desde el principio.—habló Gon con cautela, a lo que él frunció el ceño.
—Gon tiene razón, Killua. Deberías disculparte.—lo apoya Leorio, haciendo que el rubio asintiera.
—Eclesiastés 9:9. Goza de la vida-...
—¡Cierra la boca, Kurapika!—bramó el albino, mandándole una mala mirada. Hizo un mohín mientras analizaba las palabras de sus amigos, dándose cuenta de que... tal vez, tenían algo de razón—. ¿Entonces viniste para que me disculpe contigo? Porque déjame decirte qu-...
—N-No —lo interrumpe ella, haciendolo fruncir el ceño—. Y-Y-Y-Yo vi-vi-vi-...
—Vino a disculparse ella. Aunque no tiene porqué hacerlo, pero bueno —la ayuda su mejor amigo, rodando los ojos—. Se siente mal porque Feitan te desfiguró el rostro, aunque antes tampoco estaba muy bien que digamos.
Killua alzó una ceja confundido, sin entender absolutamente nada—¿Tú quieres disculparte conmigo porque Feitan me golpeó?—cuestiona, a lo que ella asintió torpemente—. Huh... ¿si eres consciente de que... yo fuí quien te insultó para empezar?—vuelve a preguntar, recibiendo otro asentimiento de su parte—. ¿No estás enojada porque te llamé enana, fea y me burlé de tu comportamiento?—insiste perplejo, a lo que ella titubeó un poco antes de negar—. Entonces eres mucho más rara de lo que pensab-...
—¡Killua!—lo reprendieron sus amigos, haciéndolo sobresaltar.
Rodó los ojos antes de centrar su atención en la muchacha. Cuando llegó en la mañana, no se había tomado la molestia de analizarla detalladamente. Tal vez se había precipitado un poco al llamarla fea, ya que sus rasgos faciales le resultaban mínimamente lindos luego de observarlos con detalle. Frunció levemente las cejas al observar los ojos de la chica, sintiendo un vago sentimiento de familiaridad hacía el color de los mismos.
«Hmm, ¿quién tenía los ojos de ese color? A ver-...»
—Oye, Killua. Deja de verla así, ya se puso rojita.—la voz de su mejor amigo lo hizo salir de sus pensamientos, haciendo que cayera en cuenta de todo el tiempo que perdió observando a la chica.
Chasqueó la lengua al sentir como sus mejillas ardían por la vergüenza, pero por suerte, su rostro ya estaba bastante rojo debido a la hinchazón, así que no se notaba mucho lo avergonzado que estaba—Como sea —aclaró su garganta, llevándose ambas manos a la nuca—. Hagamos como que nada de esto pasó, ¿si?
Naomi ensanchó los ojos ilusionada al escuchar aquello, sintiéndose profundamente aliviada por su respuesta—E-Entonces so-somos-...
—¿Amigos?—cuestiona él, curvando una pequeña mueca—. Primero seamos compañeros, luego vemos que pasa.
FELIZ AÑOOOOOOO 💖
Espero que les haya gustado el cap uwu
💟No olviden votaaaar
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro