AU: Paola,s World.

Oscuridad, estaba demasiado oscuro como para que ella pudiera ver con claridad, o como para que quisiera pudiera ver en realidad, gimio de frustracion, su cuerpo dolio como nunca antes habia dolido, como poner sal a una herida, era demasiado, se incorporo, escuchando como sus huesos gritaban hasta los confines de su mente el dolor de haber sido casi quebrados.

A donde estaba?

Olia ligeramente a pasto, asi que estaba cerca de un descampado de seguro, pregunto tremulamente, oteando a su alrededor en busca de algo a lo que agarrarse.

-¿V-victor?-

Minutos despues otra voz contesto, igual de desamparada.

-E-estoy aqui...-

Por el ruido, pudo suponer que el estaba cerca de ella, se arrastro a su lado, temblando de dolor mientras se aferraba a uno de sus costados, sosteniendolo con fuerza como si temiera perderlo, esos minutos se habian sentido como una eternidad.

-¿Donde estamos?-

-No lo se...-Ella se incorporo levemente, mirando hacia adelante-Parece un callejon, pero esta oscuro...-

-Tengo miedo-

El le acaricio tranquilizadoramente la cabeza, en un gesto fraterno que espanto sus temores.

-¡Hey esta bien! saldremos de esta, lo prometo-Ella lo escucho reir, aunque su risa le dejo un sinsabor amargo en la cabeza-Solo necesito levantarme-

-¿Estas muy herido?-

-...-

-No es mucho, solo me cai-

El mentia, mentia desoladoramente, por todas sus piernas, hasta la altura de los muslos crecian escamas, afiladas como cuchillas, que le perforaban la piel, intercambiandola por ese aspecto de lagarto, dolia como el infierno, pero nunca se lo diria, se tapo ligeramente las piernas con el pantalon destrozado, pensando que hacer mientras respiraba hondo.

-Victor ¿Es de noche?-La pequeña voz de ella rompio el silencio, curiosa-No veo nada...-

Las palabras de ella hizo que algo se volteara dentro de el, pero aun asi, intento conservar la calma, no podia asustarse frente a ella.

-¿Victor?-

-....-

-¿¡Victor?!-

-Paola, es completamente de dia...-

-P-pero..-Un destello de luz cayo suavemente sobre los ojos de ella, revelando que ahora eran completamente negros, como la obsidiana, el se quedo paralizado mientras un escalofrio le recorria la espalda-¡No veo nada!-

El la sintio moverse, su panico aumentando a casa segundo conforme crecia su ansiedad, la ceguera era una condena de muerte para ella, le tenia un terror trepitante a la oscuridad y el hecho de vivir rodeada de esto le causaba pavor, el se sintio impotente mientras la sentia sollozar: Su Paola, la de los juegos de infantiles, incluso la de ahora, sufria rodeada de incomensurable oscuridad, desconociendose entre la neblina que le nublaba los ojos, y a pesar de todo, muy a su pesar, el no podia hacer nada.

Ella sollozaba, ella sufria, y el solo podia quedarse alli.

El la abrazo fuertemente murmurando "lo siento" de manera calmada mientras los lloriqueos debiles de ella se iban convirtiendo en llanto desesperado, ella pataleo en sus brazos, intentando creer que todo era un sueño, pronto despertaria, verdad? pronto veria su rostro de nuevo....

¡SUELTAME!-Ella vocifero, intentando escapar de su agarre-¡QUIERO VER! ¡SACAME LA VENDA DE LOS OJOS!-

-NO HAY NINGUNA VENDA MALDITA SEA!-

Ella apago un sollozo ahogado en los brazos de el, hundiendose aun mas en la desesperanza de haber perdido la luz, siguio llorando, ya no gritando, ya no luchando, solo rindiendose ante el horrible destino.

Ella habia bajado a la caverna, ahora solo le faltaba a el hacerlo.

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La noche habia caido cuando el lo sintio, primero como una punzada en el fondo del estomago, luego volviendose cada vez mas grande el el dolor, sin que lograra atenuarse, como se siente el cancer terminal en el fondo del tejido aparentemente sano, Victor vio como un presentimiento lo que ahora seguiria.

Se estaba muriendo.

Pero no, el se aferro desesperadamente a la vida con la fuerza de un naufrago que combate contra el mar, no frente a ella, no podia morir ahora, ella estaba sola, desamparada y sin nadie a quien acudir, y si el moria ahora, ella se pudriria a su lado, incapaz de dejarlo ir, no queria que sucediera, no queria que despues de tanto sufrimiento, ella se quedara sola.

Tenia que combatir, por mas que doliera...

-¿Victor?-Ella desperto al escuchar los gemidos de dolor de el, acurrucada a su lado en el frio suelo, aun no habia notado las espinas que le recorrian el brazo a el, volviendose cada vez mas grandes-¿Estas despierto?-

-No te preocupes-El susurro, demasiado asustado consigo mismo como para siquiera hacer una voz mas fuerte-Solo duerme-

Ella suspiro, y la ciega confianza que ella tenia en el le inspiro un calido sentimiento de hermandad y amor, aun en medio de su dolor, la sintio adormilarse de nuevo y se arremango el pantalon, y lo que vio lo dejo sin aliento.

Puas, lo suficientemente grandes y afiladas como para desgarrar la tela se encontraban destrozandole la piel, eran de un color purpura intenso, y asi supo Victor que ocurria: el demonio en su interior, llevaba tiempo sin alimentarse, ahora despertaba, tomando su cuerpo como recipiente.

Un rapido pensamiento cruzo su mente ¡Tenia que salir de aqui! si se quedaba, cuando terminara de transformarse el demonio se comeria a Paola, ya su vida le importaba menos de un comido, ya todo habia sido tomado, pero la niña que dormia a su lado aun tenia esperanza de salvacion.

Se arrastro apresuradamente, huyendo de ella, fue entonces cuando la escucho.

-¿A donde vas?-Ella le sujetaba un brazo, sin importarle las espinas que se clavaban en la tierna carne de su mano-Es tarde...-

-N-necesito irme-Replico el, maldiciendose por su estupidez, debio haber sido mas discreto para no despertarla-Quedate aqui-

-¿El desperto verdad?-Ella pregunto sin vacilacion, sus ojos negros brillando levemente en la penumbra, Victor no tuvo valor para mentirle-No me ire sin ti-

-Paola...-

-¿Estariamos siempre juntos verdad?-La voz de ella se quebro un poco, aun asi, conservo la calma-Si esa cosa dentro de ti me va a matar, pues que lo haga, no te dejare morir solo.-

A Victor se le humedecieron los ojos, y no tuvo valor para apartarla, la chica ante sus ojos le habia servido de hermana y compañera, y ella pretendia mantener ese vinculo hasta el final, aunque arriesgase la vida en ello, el la sostuvo entre sus brazos, su mirada apagada mientras sangre empezaba a manarle de la frente, donde sendos cuernos como los de un toro se abrian paso como recien nacidos, de un tono morado intenso.

-Gracias...-

Ella lo abrazo con fuerza como una respuesta, sintiendo la sangre gotear de los labios de el hasta caer en su cabeza, sin saberlo, lagrimas negras le nublaban los ojos ya de por si ciegos a todo estimulo, flotando en el aire hasta simplemente volar lejos, lloraba desde que supo que estaba ciega, desde que palpo la espalda de el y sintio sus puas incipientes, indicio del final de quien fuera su mas leal compañero, las lagrimas no llegaban siquiera a rozarle las mejillas, pero caian como linfas purificadoras sobre su alma, limpiandola lentamente de toda agonia.

-Te cuidare, lo prometo-Ella juro, sosteniendole la mano-Encontrare la manera de que vuelvas a hacer humano, tu abuela me dijo que habia una-

-E-eso seria maravilloso...-La voz de el empezo a romperse mientras forzaba una sonrisa, tratando de fingir seguridad-Se que seras maravillosa...-

Y con esas palabras, Victor dejo de hablar, y no lo haria en mucho tiempo...

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La Paola que salio de ese callejon no era la misma que entro, ni tampoco lo era el Victor, el dolor le habia dado una extraña serenidad, cuando supo que su amigo se habia ido, tomo a la bestia que ahora manejaba su cuerpo con cierta delicadeza, ayudandola a levantarse y despertar, la determinacion de Victor le dio una extraña determinacion en protegerla a ella a pesar de todo, por lo que nisiquiera la toco, avanzaron a paso lento fuera del callejon, rumbo a lo que les depararia el futuro.

Con cuernos de sangre, el renacio, y ella lo acompañaria, el resto de su existencia.